•|Capítulo 3|•

(No mamen, es mi cumpleaños. De ahora hasta que me acabe los capítulos, voy a subir las partes más seguido).

Arruiné todo.

¡¿Cómo le vas a decir estúpida a Yoshiko?! La persona con el autoestima más elevado.

Hanamaru tonta.

Abandoné la biblioteca para ver si encuentro a Yoshiko metida en un rincón extraño como siempre.

Ni idea de dónde está, esta vez o se escondió bien o se fue bastante lejos.

Mientras daba vuelta atrás y regresaba por mis cosas, una persona jaló mi brazo y me metió a un salón, para que esa persona cerrara y me mirara seria. Y no podía ser nadie más que...

—¿You qué haces zura?
—Hiciste llorar a Yoshiko.
—Primero que todo... Yoshiko llora por cualquier cosa, sabes cómo es. Segundo, ¿Cómo estás tan segura de eso?
—Vi salir corriendo a Yoshiko, luego a ti. Te veías inquieta, por lo que asumí que tenías la culpa.

Maldita sea... ¿No podía ser otra persona que no sea You?

—Si fuera así, ¿Qué te importa?
—A mí me preocupa Yoshiko, a diferencia de su "mejor amiga" que la tiene como un retorcido premio.
—¡¿Premio?!
—Shh... van a escuchar y no queremos responder, ¿O sí?

Bajé el volumen de mi voz.

—Yoshiko no es un premio.
—No parece. Desde que recuerdo sólo una vez la has tratado bien. Hasta Chika le tiene más respeto que tú.
—Tú no eres la mejor persona para hablar de respeto zura. Con todas esas cosas raras que tienes metidas en la cabeza.
—Ahí vamos de nuevo. ¿No tienes mejores cosas que decir? Además, ¿Qué tiene que ver eso con Yoshiko y tú?
—Que no tienes derecho a decir de que manera debo manejar mi amistad con Yoshiko. Ella no ocupa a una neonazi en su vida.

Gruñó y guardó silencio —para pensar... creo—. Después de lanzar un prolongado suspiro, me miró más seria aún y prosiguió.

—Primero; que yo apoye las ideas del nazismo no invalida mi opinión, eso es una falacia de parte tuya. Y segundo; lo que de verdad ocupa Yoshiko es una amiga, no una interesada, que es lo que eres... Una interesada...

Odio cuando You se pone intensa en estas discusiones. Es complicado seguir su ritmo. Menos cuando te hace creer a ti misma que tiene la razón...

—...En lo absoluto zura...
—¿No? Vale, recapitulemos. Te haces llamar amiga de Yoshiko, así como ella te identifica como su mejor amiga. Las veces que te veo interactuar con Yoshiko siempre terminan en pedidos tuyos: "Yoshiko, puedes...", "¿Me puedes pasar esto Yoshiko?" Y más ejemplos.

Esto último está muy sesgado.

—Mi mejor amiga me trata de esa forma y le daría su merecida advertencia.
—Si no me equivoco esa es la forma en la que te trata Chika, con un 'poquitito' de disimulación.
—...Hay... diferencia. Mejor cállate si no quieres que le diga a Ruby todo lo que haces a espaldas de ella.

Antes de mi respuesta estaba muy confiada. Como siempre, saco el tema de Chika y flaquea. Para que todas nuestras "discusiones" terminen igual.

—Si lo intentas le digo a Ruby que su "amiga You" cree que los nazis tienen la razón. Me voy, no hay nada más de que hablar.
—Detente Hanamaru.

Cuando toqué la perilla de la puerta tomó uno de mis hombros —de manera amistosa—. Extrañada, le vi la cara, una cara más preocupada de lo normal.

—¿Zura?
—Tengo otra cosa más que decirte.
—Ok...
—Hay que dejar esto.
—¿Esto?
—¡Esto! Cada vez que terminamos solas acaba en insultos y amenazas. Estoy harta de esto. Quiero dejar de hablar hipócritamente con las de Aquors, que nuestras interacciones sean honestas frente o a sus espaldas. Eres una buena persona, pero todo se arruinó cuando me viste con el Mein Kampf.
—Que pena. Nunca seré amiga de una persona como tú... O a lo mejor sí; cuando dejes el nazismo de lado. Adiós.

Ahora sí... pude irme en paz.

—Veamos... Ruby ha de estar todavía en la escuela... lo que significa.
—Hanamaru.

Perro susto me propició Dia.

—Demonios, no me asustes de esa manera.
—Disculpa. ¿Buscas a Ruby?
—Precisamente es lo que pensaba hacer.
—¿Te echo una mano?
—Por favor.

Junto a Dia buscamos a Ruby. Durante la búsqueda platicamos de lo que sea que se nos viniera a la mente. Es lo bueno de ser amiga de Ruby, su hermana es muy buena persona —premio doble—. Mejor todavía cuando la hermana de tu mejor amiga tiene la misma brújula moral que tú, es como hablar contigo misma, ¡y siempre tener razón!

—¡Ruby!

Divisamos a Ruby al mismo tiempo. Pero algo no estaba bien, Ruby se acercó sobando su hombro derecho. Por su expresión le dolía.

—¡¿Qué te pasó en el hombro?!

Dia llegó primero que yo. Ruby se remangó por completo para mostrarnos su hombro. Destacaba un punto más rojo que el resto.

—Choqué con Yoshiko en la puerta de entrada. Nada grave.
—Yoshiko tenía que ser...esa chica...

Todo se volvió particularmente incómodo por el comentario de Dia —bien... un poco de razón sí tiene para enojarse—. Ruby rápidamente salió en su defensa.

—Ella no tiene toda la culpa, yo tampoco la vi cuando pasó.
—¿Sabes dónde fue?
—No. Se fue con mucha prisa, no me dejó siquiera despedirme.
—Dejemos eso por el momento. Aprovechemos que Dia terminó todo lo de la escuela temprano. Vamos a nuestras casas.

Para hacer el cuento corto: Al quedar mínimamente más cerca mi casa que tomando mi ruta habitual, tiendo a ir a mi casa junto a Dia y Ruby. Lo bueno que son mis amigas y los viajes tienen lo suyo.

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Pasó su tiempo desde lo anterior. Ahora mismo Ruby y yo nos alejamos una distancia considerable de Dia, no tanto para que no nos perdiese de vista, sólo lo suficiente para hablar sin ser escuchadas.

—Hanamaru, ¿Qué con Yoshiko? Actuó raro, incluso si es "Yoshiko" de quien hablamos. Te la llevaste para hablar de algo y después choca conmigo.
—... No sabría que decir. Yo tampoco entiendo el motivo por el que hizo eso zura.
—Una lástima. Ya qué, sigamos.

Dia y Ruby llegaron a su casa y yo pues tuve que caminar bastante más —¡Maldito aislacionismo!—, así que llegué en plena noche.

Hice todo lo que una persona normal hace llegando a su casa y me eché a dormir.

—¿Habré hecho bien con Yoshiko? Voy a disculparme de todos modos, ya qué...

En poco tiempo caí ante el sueño y descansé como se necesita en la adolescencia —tengo quince, no lo parece*—.

* Capaz y tiene 14, no estoy seguro. Me consta que en Japón las clases inician en abril, no sé en qué mes cumple la Zuramaru.

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—¿Para qué tengo que andar viendo el correo si de todos modos nadie manda nada?

Mi familia vive en un aislacionismo curioso. Carecemos de mucha tecnología, eso limita la comunicación con el exterior, por ese motivo en concreto, el correo es esencial en éste estilo de vida... o eso sería si la gente siguiera usando correos. Como ya estoy "grandecita" —en palabras de mi familia— recae en mí la responsabilidad de madrugar para revisar en caso de correspondencia.

En contra de mi relato y mis mismas expectativas, un sobre simple yacía en el fondo del buzón. Curiosa, pillé el sobre para verlo en la tranquilidad de mi hogar.

Lo primero que hice al sentarme en la mesa del comedor es ver el destinatario —ver cosas ajenas es de mala educación—. Segunda sorpresa que me llevo cuando leo mi nombre. "Para: Hanamaru Kunikida". Y el remitente: "You Watanabe".

¡¿Qué sentido tenía eso?!

You me hizo llegar un mensaje. Abrí sin pensar más el sobre y leí su contenido.

"Buenos días, tardes o noches Hanamaru, sé que me dijiste que no querías nada con mi persona, y yo acepto eso. Sólo te hago llegar una voluntad.

Valora a Yoshiko, es lógico que sabes cómo le cuesta el tema de las amigas (te lo digo yo, que no tengo mucho que digamos de amiga suya), más aun si en nuestro grupo de amigas tiene una enemistad con Dia y Mari. No lo hagas por ti como yo no lo hago por mí... hazlo por ella.

Saludos.
—You".

Ok... ¿Cómo supo donde mandar la carta?

Coincidió que pensando en eso una parte que no vi antes resaltó de entre lo demás.

"(Si preguntas cómo tengo tu dirección es sencillo. Ruby colaboró con muchas ganas en el momento que le dije por teléfono que quería darte un mensaje)".

Susto gratuito me has dado You. A nada de acudir con las autoridades.

Aunque con el tema de Yoshiko... cuesta darle la razón... sin embargo, ahora dice la verdad. Tendré que arreglar las cosas con Yoshiko, y si es mejor, sin que Ruby se entere de nada. No es bueno ir por la vida repitiendo que tu le dijiste a tu amiga que era una idiota.

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Estoy otra vez en Uranohoshi —más precisamente en los pasillos del interior—. Yoshiko llega tarde todo el tiempo, así que llegando un poco temprano aseguro encontrarla llegando, de esa manera tendrá cero escapatoria.

Lo primero que veo es como la maletita de Yoshiko está... sin Yoshiko. De inmediato Ruby saluda como es costumbre y me siento donde siempre. Al toque me vuelve a preguntar acerca de qué le pasa a Yoshiko. Intento desviar el tema lo que puedo y hago que se calle —el problema es de Yoshiko, no tuyo—. La maestra llegó antes que Yoshiko y comenzó con la clase para que, diez minutos después entra como si nada —eso quisiera—. Se ganó un aviso criminal por salir del salón y finalmente tomó asiento.

—Yoshiko.

Dije en seco.

—Zuramaru.

Lo mismo. Ruby al fondo hecha piedra.

—¿Quieres...?
—¿Hablar? Sí, acabando las clases, no estoy para otro regaño. Por ahora has tus cosas y yo las mías.

Terminó mi pregunta, y después de terminar de hablar Yoshiko volvió a sus —inexistentes— asuntos. Habré de esperar al receso para saber lo que opina. Lo que es muy extraño, jamás había reaccionado de tal forma, siempre me decía que todos nos equivocamos o cosas así... Actuó muy tranquila para el contexto en que estábamos. Reitero, es Yoshiko de quien hablamos.

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—Te agradezco que me siguieras. Seré lo más breve posible.

Cuando acabaron las clases Yoshiko salió caminando como sin nada sin llevarse nada, hizo un gesto para llamar mi atención y la seguí suponiendo que hablaríamos de eso. Si quieren saber, Yoshiko no encontró mejor lugar que el baño.

—Yo...
—Hay que darnos un tiempo.
—¿Cómo?

Inesperado. Yoshiko al fin me miró —el espejo del baño no cuenta—.

—Eso, igualito a como hacen las parejas cuando la relación va mal.
—Tomaste el peor ejemplo zura.
—...Da lo mismo. El punto es que dejemos nuestra amistad, quizás uno dos días.
—¡No! Definitivamente no.

Yoshiko está demasiado rara. Es la primera vez —o segunda, no recuerdo— que actúa así.

—Oye.
—¿Mande?
—Eres mi amiga verdad.
—Por... por supuesto que sí... somos amigas.
—Entonces lo seguiremos siendo Zuramaru. Sólo quiero esos días para reflexionar sobre todo lo nuestro.
—...

Pf... sin palabras.

—Gracias por entender Zuramaru.

Si ya todo no podía ser más bizarro Yoshiko va, me abraza y me deja como si nada.

—Hasta luego.

Soltó unas risitas y se fue...

Vaya... es mucho de qué pensar. ¿De qué manera le explico a Ruby? Pensaré en eso luego, voy a ir al baño aprovechando que estoy aquí.

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Algo bueno se le tuvo que encontrar a todo el asunto con Yoshiko.

—¿O sea que sólo seremos nosotras?
—Síp. Yoshiko tiene unos asuntos que está haciendo zura.
—Que mal, espero los termine pronto.
—... También.

Sin Yoshiko en medio tengo más tiempo que desperdiciar con Ruby...

Aunque.

—Parece que You va a ayudar a Yoshiko.
—Creo que estás en lo correcto Ruby. Me alegro, estará ocupada menos tiempo.

You bastarda, con que es eso lo que quiere. Busca alejar a Yoshiko de mí. La carta de mierda esa me convenció... aunque yo no fui quien convenció a Yoshiko... por lo que pudo haber sido desición de Yoshiko esta "pausa" a nuestra amistad.

Que lío. Lo bueno que Ruby no es así, esa si es una buena amiga, no como esa llorona.

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>2000 palabras v.s 1379 de la primera edición.

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