Después de romper el abrazo, el ojiverde cargó a su hija mientras la mecía, hasta que esta cayó dormida, él la puso en su cuna con cuidado y luego dirigió su vista a su novia, quien estaba sentada en el marco de su ventana viendo hacia afuera.

-Yo...- habló bajo para no despertar a Zephyr y también por la culpa que sentía, debió haber hecho algo más para no permitir que las cosas terminen como terminaron- Lo siento mucho, Astrid.- soltó con voz apagada.

-No hables de eso.- pidió ella girando un poco su cabeza para mirar al frente, dejando a la vista su perfil ante Hiccup- Ya está en el pasado.- dijo con neutralidad.

-No, porque yo necesito hacerlo.- refutó él con más firmeza, no podía dejar las cosas como están otra vez- Tengo que pedirte perdón por dejarte sola en medio de un embarazo, por no estar ahí en el nacimiento de nuestra hija. No sabes lo doloroso que fue para mí dejarte ir aquel día en mi celda, el pensar en no estar ahí para ayudarte con tus antojos, masajes en la espalda, senos y pies; o para apoyarte en el parto de Zeph. Pero todo tiene una explicación detrás y necesito que me escuches.- rogó, pero algo en sus palabras molestaron a la rubia, la cual volteó por fin a mirarlo, pero con el ceño fruncido.

-Entonces, sí me mentiste.- atajó con molestia.

Haddock suspiró y rascó los cabellos en su nuca.

-¡No quería que te involucraras!- exclamó frustrado y alzando los brazos.

-No grites que la bebé está durmiendo.- regañó ella fulminándolo con la mirada y voz alza, pero sin llegar a gritar.

-Perdón.- se disculpó una vez más avergonzado, es que en realidad, su novia tenía todo el derecho de molestarse con él o no entender ahora sus palabras.

Astrid respiró hondo y exhaló, tratando de calmar también sus emociones, se levantó para acercarse a él, se cruzó de brazos y asintió.

-Te escucho.- dijo finalmente.

-El día que regresé con el labio roto, mentí acerca de lo que había pasado. La llamada que recibí aquella mañana fue de la Casa de Rehabilitación Psiquiatra, era de Mérida.- el castaño pudo ver la expresión desconcertada que su novia puso al escuchar tal nombre- El día que Hans te atacó, yo fui a verla, estaba seguro que ella sabía sobre las personas que nos siguen, confesó que conocía a alguien que era cercano al "gran jefe", quien es el que está detrás de todo esto por defender su imperio de mafia.- empezó a relatar, mientras ella le ponía mucha atención.

-Déjame adivinar.- intervino rodando sus ojos azules- Ese "alguien" era Hans.- supuso correctamente.

-Así es. Pero ahora su hermano está fuera del juego.- concretó con una sonrisa de lado- Sin embargo, yo quería sacarle información al desgraciado, entonces cuando acabé la llamada con Mérida, fui de inmediato a la cárcel para hablar con él.- reveló viendo como la chica formaba una perfecta "o" con sus labios.

-Vaya...- murmuró bajando la mirada- Nunca lo hubiera imaginado.- comentó.

-No tendrías cómo, no tenías ningún indicio. Cuando me dijiste que a ti también te estaban siguiendo, quise encargarme yo solo de atraparlos, no quería que estés involucrada, porque no puedo permitir que te hagan daño. Y después se me hizo mucho peor al enterarme de que estabas embarazada.- Hiccup miró fugazmente a su hija.

-¿Y qué sucedió después?- preguntó Hofferson intrigada.

-Al salir de la cárcel, fui por mi moto, fue ahí cuando me golpearon en la cabeza, desperté en un cuarto oscuro y delante mío estaba el gran jefe, Drago Manodura.- reveló- Él me contó todo, que iba tras de mí, porque no podía permitir que yo dañara su imperio turbio, así que me chantajeó para trabajar para él. Si yo hacía algo, te mataría, a ti y a Zephyr; no tenía otra opción. Pero todo fue una trampa, era un perfecto plan para meterme a la cárcel, él me delató y yo le pedí a mi padre que no intente sacarme...- rápidamente fue interrumpido.

-¡¿Que tú hiciste qué?!- exclamó nuevamente furiosa.

-Ok, aquí tengo 2 puntos válidos por las cuales no intervino mi papá.- dijo él alzando sus manos con calma- Si Drago se enteraba que salía sin cargos, sabría que dije la verdad e iría tras de ti y no sé si soy capaz de protegerte de él. Y el punto N°2 son las razones que mi papá te mencionó en la comisaría.- explicó pausadamente, luego Astrid relajó su expresión.

-Bien. ¿Y ahora qué vas a hacer?- preguntó alzando sus hombros- No podemos dejar que ese desgraciado se salga con la suya. Ya bastante daño nos ha hecho, sobretodo a ti. No imagino lo duro que fue el estar en prisión para protegernos a ambas y no poder estar con nosotras en los momentos cruciales del embarazo y parto.- dijo comprensiva al mismo tiempo que rodeaba su cuello con sus brazos e Hiccup la abraza por la cintura.

-Tú también la pasaste mal, Mi Lady, lo siento.- lo lamentó él castaño una vez más, mientras la estrechaba más hacia él- Jugaré mi última carta.- suspiró alarmando a la ojiazul.

-Por favor, no me digas que vas a hacer algo estúpido.- dijo ella separándose para verlo a los ojos.

Hiccup sonrió levemente ante sus palabras, ella lo conocía muy bien.

-Lo siento, pero tengo que acabar el problema desde la raíz.-habló con seriedad.

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¿Seguro que desear entrar ahí solo, muchacho?- le preguntó Bocón a Hiccup, ambos estaban en una patrulla junto a Estoico, frente a la protegida y resguardada guarida de Drago.

-Es muy peligroso, hijo.- secundó el pelirrojo a su mejor amigo.

Hiccup fue a las autoridades policiales a declarar absolutamente todo, después de pasar un buen día conociendo a su hija y al lado de Astrid. Ahora, el plan era que él ingrese a la fortaleza de Drago, lo mantenga distraído a él y Asus hombres para que los policías puedan rodear el lugar y atrapar por fin al sujeto.

-Lo sé, papá, pero es la única manera para que el idiota caiga de una vez.- gruñó el castaño abriendo su puerta de la patrulla y caminó hacia el lugar.

Los guardias lo reconocieron e, impresionados, lo dejaron entrar. Haddock tuvo el camino libre, hasta la oficina del Manodura.

-No es muy gratificante saber que estás aquí, Hiccup Haddock.- habló calmadamente el mafioso y con la silla dándole la espalda al chico.

-¿Sabías que iba a venir?- preguntó Hiccup con cautela, podría ser una emboscada.

-No seas paranoico, niño.- reprochó el pelinegro girando su silla para poder verlo- Se escuchaba tu ruidosa prótesis mientras caminabas.- señaló, fue ahí cuando Hiccup se dió cuenta que no se colocó su zapatilla en su pie izquierdo y rodó los ojos.

Pero tras unos segundos de silencio, el hombre volvió a hablar.

-¿Por qué estás aquí? Deberías estar cuidando de una hermosa niña y recuperando el tiempo perdido con tu noviecita.- sonrió cínicamente ante la determinada mirada de su rival.

-Es por ellas que me he arriesgado a venir.- dijo el castaño triunfante- Para derrotarte y no tener que ver tu puta cara nunca más.- bramó con los puños apretados.

Cuando Drago supo el significado que había entre líneas en sus palabras, tomó rápidamente una pistola que tenía en su escritorio y le apuntó, sin embargo, antes de que pudiera dispararle, sintió una bala atravesando su muñeca que hizo que suelte el arma.

¡Qué oportuno!

-¡Alto ahí, policía armada!- gritó un oficial, mientras todos entraban y se colocaban detrás de los guardias de Drago y les apuntaban.

-¡No! ¡No, no, no! ¡No!- gruñía Drago, mientras sujetaba su muñeca, pero luego llegaron 2 policías hacia él y lo esposaron.

-Tienes derecho a guardar silencio, cualquier cosa que digas podrá ser usado en tu contra.- le dijo uno de los oficiales, él no dejaba de forcejear ni de gritar insultos, pero aún así, lograron llevárselo.

Hiccup exhaló profundamente al ver que aquel sujeto ya no le causará más problemas.

-Lo lograste, hijo. Bien hecho.- lo felicitó su padre con una palmada en el hombro.

Hiccup sonrió aliviado.

Podía concentrarse en su nueva vida.

Todo había acabado.

Hola hola, genteeeeeeee!

¡OMG! ¡Ya acabamos con el capítulo 50! 😱. Con esto ya vamos cerrando está historia, ahora sólo nos falta el epílogo.

Aún así, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡
¡Nos leemos pronto! ❣️

A_Hiccstrid