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-¡Mérida Dumbroch!- el llamado de una Elinor enojada con su hija se escuchó en la mansión desde muy temprano.
La pelirroja que estaba al costado de la piscina, costas y tomando sol, abrió los ojos y divisó a su madre en frente de ella.
-¿Sí, madre?- respondió ella sentándose para verla bien.
-Tu hermano ya se está alistando para ir a la universidad y tú deberías hacer lo mismo.- habló la adulta con seriedad, mientras se cruzaba de brazos.
-¡¿Cómo?! ¡Él no puede ir sin mi permiso!- chilló la joven- Aún no estoy lista para dar la cara.- confesó.
Pues ya habían pasado 2 días desde que todos se enteraron de su engaño y le dió tanta vergüenza a ella y a su madre por lo que había hecho que tuvieron que faltar esos 2 días.
-¡Pues tendrás que hacerlo!- ordenó la pelinegra- Sigo muy enojada por lo que hiciste sin consultarme, Mérida, pero para que no humilles más a esta familia, tendrás que dar la cara.- le dijo con molestia.
La ojiazul bajó su mirada resignada, su madre de alguna manera tenía razón. Luego la levantó de vuelta para darle la respuesta que ella tanto esperaba.
-Bien. Iré a vestirme.- le dijo.
Elinor sonrió triunfante.
-Ponte lo mejor que tengas. Si vas a volver tienes que hacerlo en grande.- le anunció efusiva confundiendo a su hija.
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-¿Ayer cómo te fue con tu mamá?- le preguntó Astrid a su novio, mientras ambos caminaban por los pasillos de la universidad. Aún tenían unos minutos antes que empiecen las clases.
-Estos 2 días me han ido bastante bien, tanto así que no he estado midiendo el tiempo. De verdad, lo siento por faltará tus entrenamientos.- se disculpó Hiccup rascando su cabellos algo avergonzado.
Pero la rubia le sonrió restándole importancia al asunto.
-Ya te dije que no importaba, tengo muchos entrenamientos por delante.- mencionó- Con tal que no faltes a ningún partido, todo bien.- amenazó ella con gracia, pero tenía verdad en ello.
Por suerte en estos meses de relación, Haddock nunca ha faltado a un partido de ella y gracias a su esfuerzo, su equipo salió victorioso en todos.
-Bueno, pero al de hoy sí iré.- le informó el castaño sorprendiéndola.
-¿En serio? ¿Estás seguro?- preguntó ella.
El ojiverde asintió con una sonrisa.
-¡NOTICIAAAA!- antes de que la pareja pueda hablar de algo más, Brutacio apareció gritando y atropellando a Hiccup hasta empotrarlo contra los casilleros.
Los demás también llegaron segundos después.
-¡Brutacio!- le regañó Hiccup quitándolo de su espacio personal y sobar las zonas golpeadas y su novia también lo revisaba.
-Lo siento, Hiccy, pero tenemos una muy, pero muy mala noticia.- le comentó el gemelo aterrado.
-¿Qué puede ser tan malo, Brutacio?- le preguntó Astrid.
-Mérida y Hans han vuelto.- soltó Elsa con disgusto siendo acompañada por Jack.
-No deberían permitir que regrese esa arpía, después de lo que hizo.- bramó Patán con el ceño fruncido.
-Chicos, mejor olvídense de ellos y sigamos con nuestras cosas nosotros.- intervino Patapez mirando asustados a los hermanos Dumbroch, en especial a Hans, quien a pesar de tener por ahora un bajo perfil, seguía siendo todo un cretino.
Y Hofferson estaba conciente de ello.
-Lo que le pregunto a Loki es porqué esa embaucadora está sonriendo como si no hubiera hecho nada.- reclamó Brutilda viendo con escepticismo a la pelirroja de rulos.
-Buenos días, jóvenes, Dragons University tiene un anuncio antes de que inicien las clases...- la voz de el que es el superior de toda la universidad se oyó en los parlantes- La generosa familia Dumbroch ha decidido hacer una fiesta de recaudación este fin de semana y todos nuestros universitarios están obligados a participar, ya que queremos que sean caritativos. Los que no asistan, se les bajará considerables puntos en sus promedios.- después de eso, no habló más.
-No puede estar hablando en serio.- se quejó Heather.
-De seguro que lo está.- murmuró Hiccup negando con la cabeza- Esto debió ser obra de Elinor.- mencionó.
-Mejor ya vámonos a clases, ya van a empezar.- habló Frost entrelazando una de sus manos con una de las de su novia y empezaron a caminar.
Los demás se dispusieron a seguirlos.
Lo que no notaron, era que los únicos en el pasillo ahora era Hans, los amigos de él y Mérida. Ellos sólo pasaron por un costado, ignorándolos, pero en cuanto Astrid estuvo al frente de la otra ojiazul, detuvo su caminar y le hizo una advertencia con señas.
La otra chica solo le sonrió con hipocresía como respuesta.
Hiccup no quería problemas, mucho más hablar con ella, así que sólo tomó a su novia de la cintura y la empujó suavemente para seguir con su camino.
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Las clases habían culminado.
Ahora Hiccup estaba viendo un entrenamiento de voleibol de su rubia, todo iba iba, aunque en algunas ocasiones la veía dudar en saltar o hacer alguna mueca de dolor en sus movimientos.
Su chica siempre le decía que antes de acabar un entrenamiento, siempre hacían un partido entre las chicas del equipo, eso era básico en cualquier entrenamiento de cualquier deporte. Y eso era lo que él estaba observando en estos instantes.
El equipo de Astrid anotó un punto, lo cual designaba a que hicieran la respectiva rotación de posiciones, ahora a ella le tocaba adelante.
Un nuevo punto se disputaba, fue cuando la armadora del equipo de nuestra protagonista le armó un balón para que ella ataque al equipo rival y así lo hizo. Hiccup vió fascinado cómo su novia se alzaba en el aire para rematar el balón lo más alto posible y asegurar el punto.
Pero la gracia se perdió cuando la vió a caer y soltar un grito de dolor, ella se tiró de frente hacia atrás y posteriormente, se agarró la rodilla derecha con con ambas manos.
-¡Astrid!- exclamó él con preocupación y se levantó de las gradas para ir a socorrerla- Mi Lady, ¿que pasó?- estaba asustado, no sabía que hacer.
-No te acerques mucho, Haddock. Déjala respirar.- le indicó la entrenadora, mientras se acercaba a ellos y el juego se detenía.
Hofferson pudo reincorporarse y sentó en el suelo, pero seguía quejándose por lo bajo y agarrando su rodilla.
-¿Te duele mucho, Hofferson?- me preguntó su entrenadora.
La chica apretó los labios y negó, pudo sentir la mirada de reproche que le mandó su novio, pero ella no creía que fuera de gravedad.
-Estoy bien.- murmuró tratando de sonar normal, pero su voz la delataba, además que no pudo impedir que ciertas lágrimas salieran de sus bellos ojos.
-Astrid...- la llamó Hiccup reprochándola, pero la rubia se paró, con dificultad, pero pudo hacerlo.
-Ya dije que estoy bien, Babe.- aseguró mientras lo veía pararse al igual que su entrenadora, la cual suspiró.
-Muy bien, señoritas, eso fue todo por hoy. Ya pueden irse.- anunció lanzando una última mirada a su más valiosa jugadora. Astrid supo que era una advertencia, debía cuidarse más o causaría que la expulsen por descuidada.
-Vamos a casa.- le dijo a su castaño empezando a caminar.
-Astrid, estás cojeando.- le señaló como algo obvio.
-Llegando a casa me hago mi tratamiento, por favor, vámonos, Hiccup.- pidió ella sin voltear a verlo.
Se sentía mal, muy mal por lo que le sucedía. Tenía impotencia, porque siempre le pasa que cuando está en sus mejores momentos, sus rodillas siempre le fallaban.
Y, por ahora, no había nada para cambiarlo.
Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 🖤
No se desesperen por Hans y Mérida ya tengo planes para ellos y tengo la fe en que estarán de acuerdo con aquellos planes.
Y pobrecita nuestra Astrid. (。•́︿•̀。) Pero, lamentablemente, cosas así suceden, pues esa experiencia y esos sentimientos fueron sentidos por mí en su momento, claro que no tenía un novio que me vaya a ver, en mi caso, Hiccup fue mi papá. 🤭
¡Y GRACIAS POR SUS VOTOS, YA SIN MÁS DE 1K! ¡MIL GRACIAS! 💖💖💖
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! ( ˘ ³˘)♥
A_Hiccstrid
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