La música a todo volumen estaba en la mansión Dumbroch, todos los universitarios de Dragons University bailaban pegados, gritaban eufóricos y varias parejas de besaban por cualquier rincón de la residencia.

La fiesta ya hacía mucho que habían empezado, ya varias personas estaban en su límite de alcochol y otras ya estaban completamente borrachas.

-Ok, por favor, si van a tener sexo solo vayan a las habitaciones de arriba, pero ni se les ocurra entrar a la de mis padres, a la de mi hermano o a la mía.- ese era el discurso que Mérida le decía a cada pareja, o incluso trío, que ya estaban pasados de tocamientos.

Heather bailaba animadamente con Patapez, Patán trataba de presumirle sus pasos de baile a Brutilda, si así se les pueden llamar, y Brutacio se quedó al lado de la comida.

Jack estaba en la terraza, quería alejarse un poco de la multitud para coger aire fresco, la casa estaba tan llena que se había empezo a ahogar.

Hiccup estaba sentado en el bar, tomada con tranquilidad su trago, observando a todos divertirse, a las chicas menear sus caderas y traseros, varias de ella queriendo ligar con él, seguro para llevarlo a la cama. Pero esta noche él no quería, sólo quería disfrutar de una buena fiesta, sólo para no pensar en los sentimientos que tiene hacia la Hofferson

Astrid estaba sentaba en una esquina con un vaso de trago virgen en la mano, Elsa estaba aburrida a su costado, tratando a que se animara para ir a bailar o hacer vida social.

-Astrid, por favor, al menos baila conmigo y con los chicos, no será tan malo.- le habló con tono de súplica.

-No, Elsa, tú ve a divertirte, no es necesario que tenga que ir contigo.- respondió la rubia, un tanto incómoda con la insistencia de la menor de los Haddock- Todo el mundo me mira raro y con enojo, está claro que no quieren que encaje aquí. Además, no puedo saltar como todos, no puedo exigir mis rodillas si no es necesario.- añadió pensando que por fin la peliblanca la dejaría en paz.

-¡Es Mérida quien no quiere que encajes!- refutó ella- Ella planeó esta fiesta justo ahora, porque su mamá logró poner a todos en tu contra. Tú estás aquí y demuéstrale que no logró intimidarte. Levántate de aquí y vayamos a divertirnos, a emborracharnos o lo que sea.- le dijo, pero solo logró que Astrid bufara.

-No soy mucho de estas fiestas, solo voy a las de gala de mis padres, tampoco bebo, porque, créeme, no querrás ver como me pongo cuando estoy borracha. ¿Has visto la cuarta temporada de Élite? Yo soy Ari cuando toma. Y, la verdad, estoy bien aquí.- le volvió a decir la rubia, pero justo cuando dijo la última frase, no pudo evitar mirar hacia Hiccup, quien "casualmente" también la miraba mientras bebía.

-Ash, ok.- dijo Elsa con resignación- Iré a buscar a Jack.- murmuró más para sí misma y se dispuso a ir con el Frost.

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Hiccup seguía relajado viendo a la bella Hofferson que estaba sentada frente a él a unos cuantos metros, él tenía una guerra interna.

No sabía que hacer, si aceptar sus sentimientos hacia ella o simplemente ignorarlos y seguir su camino de rebeldía. Y, para ser sinceros, tanía miedo. Miedo a que si se daba la oportunidad con Astrid, el Hiccup de antes vuelva y llegue a herirse otra vez, no podía permitirse una cosa así, el dolor de la culpa por su madre ya era suficiente, pero... ¿Y si el Hiccup de ahora llega a lastimarla? Esa es otra cosa que no estaría dispuesto a hacer.

-Hey, guapo, ¿en qué piensas?- la voz chillona de Mérida interrumpió sus pensamientos internos y lo sacó a la realidad.

Él volteó a verla y luego dirigió su mirada a Astrid, pero esta ya hacía hablando con Heather.

-¿Hiccup?- lo volvió a llamar la pelirroja.

-Ah, no, en nada, sólo...- tardó en encontrar una excusa- Sólo pensaba en los proyectos y exámenes que vendrán.- dió una mentira muy mala.

La ojiazul bufó incrédula.

-¿En serio? ¿Hiccup Horrendous Haddock III está pensando en la universidas en plena fiesta?- preguntó con burla antes de tomar el vaso del chico y terminárselo.

-¡Hey!- le reclamó- Y sabes que no me gusta que me llamen por mi nombre completo, solo es Hiccup Haddock.- bramó molesto.

Hace un tiempo que la Dumbroch ya empezaba a comportarse de una forma insoportable.

-Vaya, alguien sí que está tenso y estresado...- comenzó a hablar de forma coqueta mientras ponía una mano en una de sus piernas y la subía lentamente- Y yo tengo la solución perfecta.- susurró contra su oído antes de besarlo con pasión e intentaba meter su mano bajo sus bóxers, pero el castaño no lo permitió.

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-Mmm, ¿estaría mal si me voy?- le preguntó Astrid a la Berserker.

-No, si es lo que quieres, ¿por qué estaría mal? Ya son las 2 de la mañana.- le contestó la ojiverde revisando su celular luego de tanto bailar.

-Lo malo es que no sé como irme.- comentó ella.

-¿Qué tal si le pudes a Hiccup que te lleve?- le preguntó mirando hacia su amiga y la pelirroja- Creo que le harías un favor liberándolo de Mérida.- añadió al ver la incomodidad del Haddock.

La rubia sintió algo arder dentro de ella cuando vió a Mérida no querer dejar en paz al chico, Hiccup trataba de quitársela de encima sin lastimarla o faltarle el respeto. Tal vez sería un rebelde y un fuck boy, pero no un abusador.

-Tienes razón, iré a preguntarle.- dijo Astrid con determinación antes de ir donde estaban Hiccup y Mérida.

La Dumbroch al notar que se acercaba, se separó del ojiverde y se sentó bien en su asiento del bar.

-Hiccup, ¿podrías llevarme a casa, por favor?- le preguntó con algo de timidez y nerviosismo. Detrás de ella, pasó Hans demasiado cerca y sin que el ojiverde se diera cuenta, rozó su mano con el trasero de Astrid- No me siento cómoda.- añadió al sentir el insultante contacto.

Mérida soltó una pequeña risa burlonay habló.

-¿Really?- preguntó impactada con la "insolencia" de la "princesa".

-Claro.- respondió el Haddock con simpleza mientras se paraba e iba hasta ella para quedar de frente- ¿Ya estás lista?- le preguntó con cierta ternura que derritió a la Hofferson.

Ella solo pudo asentir mientras lo miraba a los ojos.

-Bien, entonces, vámonos.- le indicó para tomarla de la mano y salir de la mansión Dumbroch.

Y dejaban a cierta pelirroja furiosa, pues no llegó a completar su plan.

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-Ya llegamos.- mencionó Hiccup aparcando su auto en el lugar correspondiente de su residencia.

-Gracias, Hiccup.- le agradeció la ojiazul bajando del auto y él la imitó.

-¿Quieres algo de comer o beber? Hay de todo.- ofreció él ingresando a la mansión y yendo a la cocina.

-¿Sabes preparar uno de esos tragos vírgenes? Son deliciosos.- le pidió ella yendo hacia él.

El Haddock asintió y decidió hacer uno para él también.

-¿Y tu padre?- preguntó ella para romper el silencio.

-Seguro está con mamá.- respondió cortante.

-Oh...- la Hofferson no sabía qué más decir, había tocado un tema muy sensible para él y no quería meter más la pata.

-¿Y por qué te sentías incómoda?- decidió preguntar esta vez el castaño. Se sintió un poco mal por haberle respondido así, ella no tenía la culpa del accidente y ni sabía dónde podía estar su progenitor.

Astrid se abrazó a sí misma ante la pregunta.

-Todo el mundo me miraba, unos con curiosidad, otros con recelo y otros con...- respidro profundo pensando en como Hans la pasó mirándola en toda la fiesta- Es así desde que tuve la entrevista con Elinor.- añadió con rapidez.

-¿Así que Hans no tiene nada que ver? No te ha vuelto a hacer nada, ¿no?- preguntó con molestia. Protegería a astrid de ese cretino, sin importar nada.

-No.- mintió.

Hiccup volteó a verla, pues su tono de voz no lo había convencido, pero decidió no presionarla, tal vez esperaría el momento justo para decirle.

-Oye, amm... Hace mucho calor en esta ciudad...- Astrid buscó la manera de cambiar la conversación- ¿Qué nunca usas shorts y otra chaqueta que no sea esa de cuero negro?- le preguntó pensando que serías preguntas normales para él, pero se equivocó.

Vió cómo el chico frunció el ceño y apreto uno de sus puños, mientras que con su otra mano seguía haciendo los tragos.

-¿Hiccup?- quiso obtener una respuestas de su parte, pero no obtuvo nada más que él hiciera un ligero movimiento de sus labios.

-Ok, no quieres hablar de eso.- murmuró apenada.

¿Es que hay algún tema que no sea incómodo o intocable para él?

-¿Por qué?- le preguntó tomándola por sorpresa.

-¿Por qué qué?- repitió ella sin entender.

-Soy un rebelde, soy una mala persona, soy todo lo contrario a ti, te traté mal a penas llegaste, pero sigues tratándome como a cualquiera, como un amigo, no me tienes rencor ni nada. ¿Por qué?- volvió a preguntar girando para verla.

Astrid negó.

-No eres mala persona, Hiccup, eso te lo aseguraría cualquiera, tal vez seas un rebelde, pero no es porque te nace. Y te trato como un amigo, porque... Porque me importas y quiero que lo seas.- le respondió con seguridad, al mismo tiempo que se aceecaba para quedar frente a él.

-¿Estás segura que me quieres como amigo?- preguntó con preocupación, en serio, no quería lastimarla.

-Segurísima.- aseguró ella mirándolo a los ojos y luego abrazarlo con fuerza por su torso.

Hiccup se quedó anonadado por unos segundos, pero después reaccionó y correspondió el gesto rodeando su pequeña cintura con sus fuertes brazos.

Ambos sintieron la calidez del otro, sus cuerpos se amoldeaban perfectamente, se sentían seguros y libres.

Fue allí donde se dieron cuenta que con esa persona debían estar.

Hola hola, genteeeeeee!

Gente, no estamos a nada para que se concrete el Hiccstrid. 🎉✨

Pero me conocen y saben que me gusra el drama, así que su relación no será nada fácil, no al menos hasta un buen tiempo.

Espero que les haya gustado este capítulo, si fue así, no se olviden de comentar y dejar su ☆.

¡Nos leemos pronto!

A_Hiccstrid