[09]
Astrid se levantó de golpe al oír que tocaron en seco su puerta.
-¡¿Qué pasó?! ¡¿Quién es?!- gritó alarmada con sus cabellos alborotados y despertando a Tormenta de la misma manera.
-¡Astrid! Sal de tu cuarto, ya mismo.- oyó la voz apurada de la menor de los Haddock y, pensando que pasaba algo, ella salió de su cuarto, tal y como despertó, pero lo que halló fue Estoico desayunando tranquilo, a Elsa trensando su cabello frente al gran espejo a un lado de la sala y a Hiccup esperando mirando su celular recarfado en un muro de la mansión.
-¿Qué?...- soltó la rubia anonada tomanfo la atención de todos, Elsa y su padre estaban sorprendidos por verla con la pijama, sus cabellos todos despeinados y enredados y, sin poder evitar, la silueta de sus senos resaltadan en su polto de pijama y sus pezones eran notables; cosa que la hizo sonrojar y avergonzar. Mientras que por otro lado, cierto ojiverde se quería reír de la situación, pero se contenía, pues por alguna razón, no quería hacerla sentir tan mal.
-¿Aún no te has cambiado?- le reprochó Elsa, al ver que su hermano se divertía con el momento y se concentraba, al parecer, en los pechos de Hofferson. Y su padre, para no incomodarla, bajo su cabeza y mirada.
Fue en ese momento, donde Astrid cayó en cuenta.
-¡Ay, lo siento!- se disculpó muy apenada tapando su rostro con sus manos mientras que sus antebrazos cubrían sus senos- De verdad, lo siento tanto, anoche casi no pude dormir y me olvidé de poner la alarma.- dijo sin cambiar de posición.
Hiccup no puedo evitar soltar una risilla antes de guardar su celular en uno de los bolsillos internos de su chaqueta deportiva.
-Pues que no se te haga una costumbre, linda.- comentó haciendo que ella abriera un espacio entre sus dedos para poder verlo, Estoico y Elsa también lo miraron, sobretodo por el adjetivo que le puso- Debemos ser responsables y llegar puntuales a la escuela.- le dijo sarcástico.
Ese tono desconcertó a la invitada y bajó sus vrazos para cruzarlos, simpre cuidando de no exponer más la intimidad de sus senos.
-Oye, lo sé, estoy...- iba a reclamarle, pero él la interrumpio.
-No, al parecer no lo sabes. No eres la única que tiene malas noches, y la verdad, no sé de dónde tú podrías tener una mala noche; la cosa es que todos tenemos muchas noches o días de mierda, pero no por eso debemos desconectarnos del mundo y hacer lo que se nos da la gana. Así que apúrate, cámbiate y vámonos ya, que nos estás retrasando.- le ordeno serio y con fastidio.
Astrid soltó una risa sarcástica e incrédula.
-Y miren quién me habla sobre hacer lo que se nos da la gana y no desconectarnos del mundo.- contraatacó dándole un golpe bajo al castaño- Mira, guapo...- ella también le puso un adjetivo- Yo no sé qué es lo que te he hecho para que me prejuzgues de esa manera, yo solo quería conocerte y llevarnos bien, pero veo que tu pinta y escudo de niño malo y rebelde no me lo permiten, así que sólo te pido que no me jodas y me dejes en paz, ¿vale?- le pidió ya frustrada por su actitud.
Haddock la quedó mirando por unos segundos de forma neutral, hasta que frunció el ceño y asintió solo una vez son su cabeza apretando sus labios. Dió media vuelta y abrió la puerta de la mansión para salir hacia el garage donde estabas todos sus autos y la única moto que le pertenecía a él.
La rubia se arrepintió rápidamente de sus palabras, sabía que era muy cruel de su parte decirle eso, sobretodo, porque conoce que hay una verdad detrás de su comportamiento, ella misma lo tuvo que usar por un tirmpo en su escuela, pero se dió cuenta que esa no era la forma de lidiar con los problemas y esperava poder transmitirle eso a Hiccup.
-Ay, dioses, yo... Yo lo siento.- se disculpó con Elsa y Estoico.
-No te preocupes, sabemos de primera mano que la actitud que ha tomado Hiccup desde el accidente puede llevarnos al límite.- la tranquilizó el adulto. Astrid asintió aún apenada.
-Iré a vestirme para irnos.- dijo dándose vuelta y caminar hacia las escaleras.
-¿No desayunarás?- le preguntó su amiga.
-No, no tengo hambre.- respondió, a penas sí la llegaron a escEscuchar, luego la vieron desaparecer en el segundo piso.
Esa no había sido una muy buena mañana.
[][][]
-¿Siempre llegas a la universidad en limosina?- le preguntó una sorprendida Astrid a Elsa, ambas estaban en una de las limosinas de la familia de la peliblanca y ya estavan llegando a la universidad.
-Mmm... La mayoría de las veces. Amo llegar con estilo.- le contestó fingiendo arrogancia para después reír.
Las 2 ya estaban vestidas, Astrid con su outfit elegido anoche y Elsa con una falda negra, tacones amarillos y una blusa sencilla del mismo color.
-Señoritas...- las llamó Eret, chofer de las ojiazules y gran amigo de los Haddock Snow- Debo informales que hay mucha prensa en la puerta de la universidad.- les informó al momrnto que llegaron.
Las muchachas vieron por las lunas a todos los trabajadores de prensa esperando su llegada, Eret bajó primero para abrirles la puerta y dejarlas bajar, luego su esforzaba para que ninguna persona se acercara de más a las adolescentes, mientras estas intentaban avanzar. Escuchaban muchas preguntas por todos lados, especialmente para Astrid, quien intenvana responder cortamente lasnpreguntas y entrar a la universidad.
-Gracias, pero en serio ya becesitamos entrar a clases, les agradecería que si quisieran alguna entrevista me contactaran a mis redes, yo misma les estaré contestando. Gracias.- les dijo a la prensa para que las deharan en paz y, sorprendentemente, así fue.
Ambas se despidieron de Eret y entraron.
-Wow, sí que sabes como lidiar con ellos.- le comentó Elsa.
-Sí, ya es costumbre, me imagino que para ti también.- respondió.
-Así es, aunque, a veces, es mucho más complicado que se vayan.- dijo riendo- Pero eso no importa, bienvenida a Dragons University.- le dió la bienvenida.
-Oh, este lugar es inmenso y precioso.- se maravilló la rubia.
-Es una de las universidades más prestigiosas de Europa, ¿qué esperabas?- dijo Elsa.
Pero paró al ver al grupo de su hermanno en medio del pasillo hablando y riendo, todos le caían súper bien, pero la única que no era Mérida, quien, como siempre, estaba muy pegada a él.
Ellos también se dieron cuenta de su presencia, todo el grupo de amigos las voltearon a ver, todos las miraban con una sonrisa, incluso también a Astrid, al parecer sí la aceptaban. Claro que Mérida era todo lo contrario, si las miradas asesinaran, nuestra querida rubia ya estaría en Valhalla; e Hiccup, bueno, él solo las miraba con neutealidad.
Elsa tomó de la mano a Astrid la guió con sus amigos. Hofferson ya se había dado cuenta que a Mérida no le caía y podría jurar que la pelirroja le ve como una amenaza.
-Hey, chicos, los quiero presentar, ella es...-
-¡Astrid Hofferson!- la interrumpió una pelinegra, la cual se acercó a la rubia- Un placer, soy Heather Berserker, te admiro a ti y a tus padres, amo mucho sus diseños y en especial los 2 que tú hiciste para su última colección.- se presentó la ojiverde estrechando su mano con ella.
-El placer es mío, espero que podamos ser amigas.- le correspondió y Heather chillo de alegría antes de ser empujada por otra rubia, quien la apartó para acercarse a la famosa invadiendo su espacio personal y frunciendo el ceño mirándola de arriba a abajo.
-Brutilda Thorton, si no hubiese sido por mi hermano, de seguro jamás hubiera escuchado de ti.- se presentó siguiendo cerca, pero después se separó, sonrió y colocó sus manos en su cintura- Pero me caes bien.- añadió.
Astrid rió nerviosa y extrañada.
-¡Y yo soy su hermano!- salió otro rubio detrás de Brutilda, a plena vista se sabía que eran parientes- Su gemelo por si no quedó ya claro, soy Brutacio Thorton. Soy gran fan de tu familia, tiene mucho estilo.- se presentó con ademanes de divinidad.
-Patapez, yo soy Patapez Ingerman, espero que te sientas bienvenida.- saludo otro rubio más robusto y con amabilidad.
-Patán Mocoso Jorgenson, nena, pero tú puedes decirme: amor.- habló un pelinegro tomando la mano de Astrid e intentar besarla, pero ella la alejo de inmediato.
-Gracias a todos, el placer es mío.- dijo aún un tanto incómoda y alejándose disimuladamente del Jorgenson.
-Ahg, ya veo que tenemos a otra pagana de descendencia nórdica.- se escuchó una voz con desprecio, todos se abrieron paso y Astrid pudo ver a la pelirroja de rulos mirando su collar, aquel amuleto del martillo de Thor.
Sin dejarse intimidar, bufó.
-Discúlpame, pero Noruega fue pionera en la comunidad nórdica, los vikingos se situaron en grab parte de Europa, siendo Noruega una de sus principales sedes. Ustedes, sajones, son los que nos invaden.- respondio con cierta diplomacia- Así que si no quieres ver descendientes nórdicos, te sugiero que te mudes de país.- añadio con seriedad, pero con ligera burla en su tono de voz.
Los demás que oían, se aguantaron las risas y sin duda sintieron más admiración hacia Hofferson, incluído cierto Haddock, pues no llevaba ni una hora en la universidad y ya le había hecho un pare a la "reina" del lugar.
-Yo soy Mérida Dumbroch, escosesa de nacimiento e hija del empresario, Fergus, y la dueña de un canal de televisión, Elinor. Claramente se nota que no sabes quién soy, te sugiero que no vuelvas a faltarme el respeto de esa forma, no te conviene.- la amenazó acercándose y cruzándose de brazos.
-Ya.- rió la otra ojiazul- No te e faltafo el respeto, simplemente te di un poco de historia europea. Solo eres otra chica más en esta universidad, no das miedo, mucho menos con tus amenazas, al contrario, das pena y muestra lo ingenua que eres. No tienes ningún poder.- le respondió mirándola con firmeza a los ojos.
Mérida una vez más la asesinó con la mirada, antes de sentir una mano tomándola del brazo y alejarla de Astrid.
-Ya Mérida, no lo vale.- le dijo Hiccup y después miró a Hofferson- Vamos a clases, los de primer ciclo deben irse también antes de que les pogan tardanza y lloren.- agregó con una media sonrisa.
Astrid no pudo evitar bajar un poco la mirada, no se dejaba intimirdar o humillarse por nadie, pero algo pasaba con el castaño que flaqueaban sus defensas.
Fue allí donde notó como iba vestida la escosesa, tenía un jean que no tenía tela en gran parte de una pierna, dejándola al descubierto, su otra pierna tenia algunos rasgados, llevaba una chaqueta de cuero negra y un top rojo que prácticamente sólo cubría sus senos, dejando todo su abdomen y cintura al descubierto. Y eso que el top tenia un buen escote.
La chica sintió celos del buen cuerpo que lucía su competencia. Alto. ¿Competencia? ¿Así la consideraba ahora? ¿Le gusta Hiccup o es sólo simple atracción? ¿Y Jack?
Al parecer, Elsa se dió cuenta de lo que miraba, mas no lo que pensaba, pero pudo deducir algo.
-Tranquila, todo se lo hizo el cirujano.- le susurro al oído, Astrid se aguantó la risa.
-Tienes razón, Hiccy.- volvió a hablar la pelirroja- A clase.- indicó.
Ella, Hiccup, Jack, Patapez y Patán fueron a un lado; pues eran los de 19 años.
Astrid, Elsa, Heather, Brutacio y Brutilda furron hacia el otro lado; eran los menores del grupo con 17 años.
A_Hiccstrid
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top