[04]
Kattegat, Noruega...
La menor de los Hofferson Lothbrok terminaba de empacar todas las cosas que llevaría para Berk, estaba ansiosa y a la vez nerviosa. Era la primera vez que viajaba sin uno de sus familiares, además de por mucho tiempo, lo único que le daba alivio era que Tormenta iba a acompañarla.
Entonces unos golpes llamaron a su puerta.
-Astrid, cariño, ¿puedo pasar?- escuchó la voz de su madre y sonrió.
-Claro, mamá, pasa.- le dió permiso de inmediato mientras cerraba su última maleta.
Lagertha entró con una sonrisa en el rostro a la habitación de su única hija, vió a su mejor amiga de toda la vida durmiendo en una esquina de la cama de Astrid. Se acercó a ella para abrazarla con mucha fuerza.
-Mamá...- la llamó su hija con un tono inusual en su voz.
-Sí, lo siento, lo siento.- se disculpó la mujer separándose y luego dandole un beso en su frente mientras sus ojos se cristalizaban- Es que, uufff... Cuando estemos en el aeropuerto, no voy a poder desmoronarme cuando te despida. Te voy a extrañar mucho, hija.- le confesó secándose rápidamente la lágrimas que se le había escapado.
-Y yo a ti, mamá.- contestó Astrid- Y por supuesto que a papá y al tío Finn también.- añadió con una sonrisa, la cual contagió a su madre.
-Y por suerte hay tecnología para mantenernos en contacto, ya sabes, Astrid, sabes que para lo que sea puedes comunicarte conmigo o tu padre e incluso a ti tío Finn.- le recordó Lagertha con preocupación.
-Ya lo sé, mamá, me lo han diho miles de veces.- se quejó la chica rodando los ojos- Sé cuidarme sola, ¿ok?- murmuró entre dientes.
Desde luego que después de lo de Ubbe y varios sucesos más en su escuela, su familia se convirtió muy sobreprotectora con las primotégita de los Hofferson Lothbrok.
-Oh, cierto. Hay alguien especial que te quiere ver antes de que te vayas.- le dice la rubia mayor sonriente.
-¿Quién?- pregunta su hija confundida, pues además de su familia, ella no tienes amigos. Bueno, tenia una hasta que la hechó a perder- No me digas que es Ubbe, por favor, mamá. No soportaría otro intento de volver conmigo, no después de su descaro.
Lagertha rió suavemente.
-No, hija, esta es una persona que te va a gustar.- le dijo con achinando sus ojos.
-¡En el nombre de Thor, dilo de una vez!- exigió la menor.
-Es Cassandra, mi amor.- le respondió riendo.
Astrid abrió mucho sus ojos y bajó rápidamente hacia la sala de su mansión, allí se encontró a la que una vez fue su mejor amiga y confidente.
-Hola, rubia.- saludó una pelinegra de ojos verdes con un tono gris y con una ligera sonrisa en su rostro.
La Hofferson no resisitió más y se abalanzó sobre la chica para abrazarla siendo correspondida por ella.
-¡Cass! Ay, dioses, no sabes cuanto te extrañé, me hiciste mucha falta el último año de escuela.- confesó apretando un poco más a la pelinegra para luego separase de ella y mirarla a los ojos.
-Sí, yo igual te extrañé, rubia.- le confesó de la misma forma- Pero en serio me molesté cuando sufriste por culpa del más grande idiota de todo Kattegat y peor todavía cuando yo te advertí mil veces de él y decidías ignorarme.- le dijo con molestia en su tono de voz.
-Lo sé y en serio, ya no sé cómo pedrite perdón por eso.- contestó la Hofferson con desgano.
-Tranquila, ya quedo en el pasado, sólo vine a despedir a mi mejor amiga antes de que se vaya a Berk para seguir el sueño de su vida.- le dijo con un tono orgulloso.
-Ay, por Freya... A ti también te extrañaré, oh, y a Fidella, claro.- respomdió ella- Nuestras tardes en el campo junto a ella y Phineas eran los mejores.- añadió recordando cuando se la pasaban hablando mientras cabalgaban en sus caballos.
-Sí, ellos y yo te extrañaremos, pero esta es tu gran oportunidad de hacer una vida nueva y cumplir con tu sueño de ser una gran empresaria en la compañía de tus padres y seguir con tu carrera deportiva.- animó Cassandra- Hablando de eso, ¿cómo están las rodillas?- preguntó preocupada.
-Uf... Ahorita la que me molesta es la derecha, pero ya sabes en cualquier moemnto me empieza cualquiera con el insoportable dolor. Aunque eso no me va a impedir seguir jugando.- respondió con una pequeña sonrisa.
-Esa es la Astrid Hofferson Lothbrok que conozco.- sonrió Cassandra- Bueno, amiga, ya tengo que irme y no puedo retrasarte más, tu mamá me dijo que tu vuela ya sale en 3 horas y debes estar 2 horas antes en el aeropuerto.- añadió.
-Sí.- suelta una pequeña risita- Nos vemos, Cass.- la abraza reprimiendo las lágrimas.
-Estaremos en contacto, nos vemos, rubia.- se despide. Ambas se separan y Astrid acompaña a Cassandra a la salida de la mansión, de despude por última con un gesto de mano y ve a su amiga irse.
-Nos alegra que se hayan reconciliado.- escuchó la voz de su papá detrás de ella, volteó y sonrió al verlo junto a su madre.
-Sí, ahora necesito que me ayuden a meter mis maletas en el auto, por favor.- les pidió caminando hacia ellos y luego de un pequeña abrazo grupal, se dispusieron a hacer lo pedido.
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-Los voy a extrañar a los 3, sin duda.- dijo Astrid mientras se abrazaba con sus padres y su tío.
-Sí, pero prométenos que nos escribirás y nos harás videollamada todas las noches antes de que te vayas a dormir.- pidió Finn.
-Claro que sí, tío.- contestó Astrid mientras tomaba la correa de Tormenta que le pasaba su madre.
-Haremos todo para ir contigo lo antes posible, mi pequeña guerrera.- le dijo su papá.
-Está bien, papá, sé porqué se quedan y yo puedo cuidarme sola. Además, ya no soy pequeña y pienso que me haré muy buena amiga de los hijos del presidente, siempre he querido conocerlos y me interesan bastante, se nota que son muy buenas personas y tenemos mucho en común.- respondió sorprendiendo a sus parientes.
Pues ellos piensan que el hijo mayor de Estoico y Valka no era precisamente un ejemplo a seguir, pero lo que no sabían era que la rubia lo consideraba buena persona fijándose en el Hiccup antes del accidente, no el de ahora.
-¿Y quién sabe? Tal vez encuentres allá algo o alguien que te haga muy feliz.- le comentó Lagertha soñando con un momento donde su amada hija sea feliz de forma concreta y verdadera.
-Ajá, cuidadito con Haddock, hija.- le dijo Ragnar a su primogénita, claramente refiriéndose al adolescente castaño.
-¡Ragnar!- le regaño su esposa y los hermanos Hofferson rieron, mientras que Astrid negaba sonrojada.
-¡Bueno! Ya tengo que irme, si no perderé mi vuelo.- dijo para desviar el tema- ¡Adiós a todos!- se despidió por última vez de ellos y subió con Tormrnta al avión.
Pues como los Hofferson Lothbrok tenían el dinero para pagarla un asiento a la mascota de la menor, ella tuvo el privilegio de viajar con su dueña. Mientras que Astrid miraba por la ventana a sus familiares mientras el avión despegaba y cuando ya salieron de su campo de visión, regresó su mirada al frente y suspiró oensando en cómo sería su vida de ahora en adelante.
En todos los cambios y sorpresas que se llevará al reiniciar su vida.
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Berk, Noruega...
Eran las 8 de la noche en Berk, Noruega, el presidente Estoico junto a su hija, Elsa Haddock Snow, el mejor amigo de la familia, Bocón, y el mejor amigo de sus hijos, Jackson Frost; esperaban pacientemente el aterrizaje del avión de cierta rubia.
-¿Y cómo conociste a los Hofferson Lothbrok, papá?- preguntó la peliblanca con interés.
-Oh, bueno, yo era amigo de Ragnar y Finn desde la secundaria junto con Bocón, luego los 3 ingresamos juntos a la misma unirversidad y ahí conocimos a Lagertha y tu madre, desde ese entonces hemos sido inseparables.- respondió el imponente hombre- Claro, esta que tuvieron que irse a Kattegat por cuestiones de trabajo, pero nunca perdimos contacto.- añadió.
Elsa se asombro al saber que sus padres, en serio tenían una relación estrecha con los Hofferson Lothbrok. Era impresionante que 2 familias de las más poderosas y famosas de Noruega y reconocidas a nivel muendial sean amigas y aliadas, por lo general, esa familias siempre resultan ser rivales.
-¿Dónde demonios se metió ese muchacho? Le indiqué claramente que lo quería con nosotros para el recibimiento de Astrid.- se quejó con molestia el Haddock mayor.
-Lo siento, señor, pero no contesta ni mis llamadas ni mis mensajes.- informo Jack, pues él, de todos ellos, era el más cercano al hijo del presidente. Incluso estaba un poco por sobre Elsa, su propia hermana y confidente desde pequeños.
Estoico no pudo hacer ningún reclamo, pues Bocón le señalo a una chica rubia que caminaba hacia ellos junto a sus maletas y un Golden Retriever.
-Debe ser ella, es una mezcla definitiva de sus padres.- menciono Bocón a su amigo y este asintió.
-Bienvenida a Berk, Astrid Hofferson.- Estoico le dió la bienvenida estrechándole amistosamente su mano y siendo correspondido por la ojiazul. Claramente todos los periodistas y fotógrafos que esperaban afuera del aeropuerto apuntaron sus cámaras y micrófonos hacia donde el presidente recibía a la voleibolista.
-Es un placer conocerlo al fin, señor Haddock.- respondió Astrid con cierto tono de diplomacia en su voz.
-Ay, por favor, querida. Nosotros ya te consideramos parte de nuestra familia desde que estabas en el vientre de tu madre, así que deja las formalidades de lado y sólo dime Estoico.- habló sonriente el pelirrojo sacándole una sonrisa a la rubia.
-Gracias.- agradeció ella.
-¡Astrid!- la efusiva Haddock se lanzo sobre Astrid para abrazarla- Soy Elsa, aunque ya lo debes de saber, sin duda ya tenía ganas de conocerte y espero que seamos amigas.- se presentó ante ella después de separarse.
-Oh, claro que sé muy bien quien eres, Elsa.- respondió Astrid, a quien la peliblanca se le hizo muy simpática y carismática la- Y yo también ansiaba conocerte y poder ser amigas.- añadió con una sonrisa.
Pero después se sintió muy observada por una persona, dirigió su vista hacia donde sentía esa sensación y se encontró con un apuesto albino mirándola fijamente.
-Hola, soy Jackson Frost, pero puedes decirme Jack, soy mejor amigo de Hiccup y Elsa.- se presentó muy educadamente sin dejar de mirarla a los ojos- "Vaya, en verdad es muy linda".- dijo en lo más profundo de sus pensamientos.
-Astrid Hofferson Lothbrok.- respondió ella con orgullo- Pero dime solo Astrid.- dió una pequeña risa sonrojándose ante la intensa mirada de Jack, que por alguna razón la ponía nerviosa.
-Bocón, mejor amigo del jefe y también de tus padres, linda.- se presentó el hombre rubia con simpatía sacando otra risilla en Astrid.
-Bien, ahora que ya todos están presentados...- Estoico fue interrumpido por su amigo.
-Bueno, casi todos.- dijo él.
-Gracias, Bocón.- gruñó el Haddock entre dientes- Vayamos a mi casa para que te instales y cenemos por tu bienvenida, Astrid.- le dijo a la ojiazul, quien asintió y todos ayudaron para meter sus maletas en la camioneta de Estoico. Claro que todo era complicado, pues la prensa no los quería dejar ir sin alguna declaración, era sólo Bocón quien hacía todo lo posible por retenerlos.
Cuando terminaron, Estoico subió al volante, Bocón como copiloto y los 3 adolescentes en los asientos de atrás, quedando con ambas chicas en las ventanas y el Frost al medio de ellas siendo el más beneficiado. Pero no tanto, pues tenía su cabeza revuelta, ya que él hace un par de años que estaba enamorada de la hermana menor de su mejor amigo, pero ahora también estaba seguro que se enamoró de la Hofferson a primera vista. Todo un problema.
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Los 5 entraron a la mansión Haddock Snow, lo siguiente era que Tormenta y Astrid se instalaran en aquella mansión, pero antes de que pudieran ayudarla a hacerlo, un motor muy conocido por la familia se escuchó en el parqueo de la mansión.
Todos miraron hacia la puerta, la voleibolista lo hizo más por instinto que por otra cosa, pero al momento en que se abrió la puerta, todos se soprendieron y quedaron incrédulos de lo que veían.
Hola hola, genteeeeee!
Vaya... 2058 palabras para este capítulo, sin duda estoy mejorando en la extensión de mis capítulos para un mejor recibimiento de su parte.
Y déjenme decirles que aquí empieza lo chido ;)
Espero que les haya gustado este capítulo, y si fue así, no se olviden de comentar y votar. ❤
A_Hiccstrid
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