Tenía 15 años cuando te conocí, en esa cálida tarde de primavera.

Recuerdo que te vi sentado en la banca de un parque, tus ojos perdidos en el cielo, llevabas ropa casual, esa chaqueta de cuero negra y tu pelo algo desordenado por el viento te daban una imagen algo ruda y sexy.

Estabas tan sumido en tus pensamientos que no te diste cuenta del momento en el que me acerqué y me senté a tu lado, tu belleza era hipnotizante, mis ojos no se apartaban de tu rostro, inspeccioné cada parte de él, quería recordarte, sentía que sería la última vez que te vería.

Qué equivocado estaba. 

A los pocos segundos reaccionaste y me miraste, fue cuando nuestros ojos se conocieron por primera vez.

Estabas confundido y algo ido, los primeros minutos no hubo más que silencio, yo estaba nervioso, se me había escapado la valentía que tuve cuando me senté a tu lado. Tú te acomodaste para irte, y es cuando tomé un poco de coraje, te agarré del brazo y te dije:

-Hola... yo... uh, me llamo Jimin, Park Jimin -dije con algo de nerviosismo - ¿Cómo te llamas tú?

-¿Por qué te diría mi nombre?- dijiste, desconfiado de mí. Y vamos, lo entiendo, yo también desconfiaría de alguien que pida mi nombre de la nada.

-Sé que es raro que un extraño se presente de la nada y te diga su nombre... pero te vi algo triste y pensativo y pensé que necesitarías ayuda -dije avergonzado, luego añadí rápidamente: -pero si no quieres no importa, fui algo atrevido, tienes el derecho de irte.

Él me quedó mirando por unos segundos y su mirada se ablandó y me dio brindó una sonrisa, que debo confesar,  fue la sonrisa más hermosa que había visto en mis 15 años de vida.

-Yoongi... Mi nombre es Min Yoongi -respondió, añadiendo: - Dime, Jimin... ¿por qué debería contarte lo qué me pasa?

- ¿Has escuchado el dicho de que si le cuentas tus problemas a un extraño nunca tendrás que pagar por un psicólogo?

Él asintió dándome la razón.

Me contaste que hace poco había fallecido tu abuelita, y ese parque era al que siempre te llevaba a pasear y jugar, ibas todos los días para sentirla un poco más cerca, y te consolé. Quizás fue coincidencia o fue el mismo destino el que hizo que yo fuera saliera de mi casa esa tarde y me encontrara contigo, pero lo agradecía de cualquier manera. Cuando ya se oscureció y ya era hora de irnos, te di mi número, y nos despedimos con sonrisas en el rostro.

Ese día nos hicimos amigos.

Meses después de conocernos me pediste ser tu novio, Namjoon y Jin te ayudaron con la decoración, mientras Tae y Jungkook me distraían en el centro comercial, cuando volvimos, me sorprendí al ver todo lo que hiciste, y claramente acepté. Nuestra relación no fue como un cuento de hadas, tuvimos nuestros altos y bajos como cualquier pareja, pero fue nuestra, y eso era lo que la hacía especial.

En nuestro primer aniversario nos entregamos en cuerpo y alma, esa noche sentí lo que era tocar el cielo con mis manos, la forma tan dulce en el que me trataste esa noche no la olvidaré jamás, fuiste cuidadoso y en todo momento te preocupaste de que lo dos disfrutáramos. 

Los siguientes dos años fueron diferentes, entramos a la universidad y ya no teníamos el suficiente tiempo para vernos, entre trabajos y nuevos amigos, te fuiste alejando cada vez más de mí, hasta el momento en que nuestra relación era casi inexistente. 

"Tal vez no te guste hablar mucho sobre tí...

Te cerraste en tus sentimientos, olvidando que además de tu novio, era tu mejor amigo. Y todo empeoró el día que él llegó...

Jung Hoseok.

No te culpo. Hoseok es alguien que cualquiera quisiera tener como novio, es un genio en el baile y además parecía tener tus mismo gustos en la música y el arte. 

pero debiste decirme que estabas pensando en alguien más

Cuando ya había perdido la esperanza me llamaste, ¿sabes la alegría que sentí, Yoongi? mi corazón empezó a latir tan rápido que sentía que se me iba a salir ahí mismo, aunque cuando me dijiste que querías hablar, sentí que algo iba mal. Nos juntamos en el mismo parque que nos conocimos. Y en efecto, todo estaba mal.

Terminaste conmigo, me dijiste que ya no sentías lo mismo por mí y que te gustaba otra persona.

Yo no dije nada porque lo presentía, no quería llorar frente a él, así que solo respondí:

-Lo entiendo, nuestra relación ya no funcionaba después de todo -dije- ¿es Hoseok, cierto? La persona por la cual me dejas.

Y él, mirándome directamente con esos ojos que amé desde el primer momento, me lo confirmó.

-Sí, es por él... lo lamento, Jimin -Dijo algo apenado.

-No te preocupes, nadie manda al corazón... espero que todo funcione con ese chico, te deseo toda la felicidad del mundo, Yoongi. -Dije antes de irme.

Llegué a mi casa sin ánimos, subí a mi habitación y lloré. Lloré todo lo que aguanté durante esos meses, lloré recordando mis momentos con Yoongi, mi mente era un torbellino de flashbacks y en la mayoría salía él. Parecía que a mi mente le gustaba jugar conmigo. 

Cuando me calmé, después de horas quizá, me puse a pensar en lo triste que es perder ese flechazo que pensabas que duraría toda la vida, ese momento en el que te das cuenta que nada es realmente eterno.

Estaba dolido, sí, pero no me echaría a morir por algo así, era joven, tenía toda una vida por delante, si bien dolería al principio, seguiría con su vida.

Al pasar los meses, Hoseok y Yoongi se hicieron novios, yo me concentraba en mis estudios, ajeno a todo, me distraía con los libros y hacía oídos sordos a los halagos a la feliz pareja. Aunque siempre que levantaba mi vista veía a Yoongi observándome, y yo tenía que poner todo mi esfuerzo en ignorarlo.

estás borracho en una fiesta o tal vez es que tu auto se averió, o que tu teléfono estuvo apagado por unos meses y por eso me llamas ahora...

Eran las 2 de la mañana cuando recibí una llamada, era tuya, me sorprendí de verla, y dudé en contestar, lo admito, pero lo hice.

-¿Bueno?

-¡Jiminie! -dijiste gritando y riendo - ¡Soy yo... Yoongi!

- Ya sé quién eres -respondí, escuchando su voz enredada- ¿estás borracho?

-No sé, tú dime -dijo con voz neutra y segundos después estalló en risas, aunque de un momento a otro escuché como se callaba y decía con voz triste - te extraño, Jiminie. Me arrepiento tanto de haberte dejado ir.

Dejé de respirar por un momento, quedé en shock, y se me llenaron los ojos de lágrimas.

-No deberías decir eso -dijo con voz aguda- no nos hace bien, Yoongi.

-Lo sé... lo siento, Jimin, es que terminé con Hoseok... y yo sólo quería escuchar tu voz. Siempre me calma cuando estoy mal.

te conozco, sé que te gusta esto, cuando las cosas no salen como querías me necesitas para arreglarlo... 

-Lo lamento... ¿Dónde estás, Yoongi? Ve a casa.

y como yo, lo hice, pero me quedé sin razones.

-Estoy en una fiesta en Itaewon... Mi auto se averió, tendré que llamar a alguien.

Suspiré y me levanté.

-Espérame ahí, iré enseguida.

Cuando llegué, te subiste al auto y en el camino te la pasabas mirándome y eso me ponía incómodo y a la vez me avergonzaba

-Volvamos, Jimin, te extraño.

y de repente estás pidiendo volver, ¿podrías decirme de dónde sacaste el valor?

-No, Yoongi. No volveremos... porque por más que yo te ame, fuiste tú el que me dejó ir.

y sí, podrías decirme que extrañas todo lo que tuvimos... pero realmente no me importó que tanto dolería

Yoongi se quedó callado y sus ojos se aguaron

-Me estás rompiendo el corazón, Jiminie.

Apreté con fuerza el volante y le respondí:

-Tú me lo rompiste primero.

Al llegar a su casa, ya estaba mejor, los signos de alcohol se habían disipado un poco, y me invitó a pasar, acepté, sé que teníamos una charla pendiente, y eso me ponía nervioso.

-¿Café? -me preguntó una vez adentro.

-Sí, por favor.

Una vez listos, nos sentamos en el sofá. Ninguno de los dos quería iniciar la conversación, Yoongi fue el primero en romper el silencio.

-¿Qué nos pasó, Jimin? Nos amábamos tanto, ¿por qué acabamos así? ¿fue mi culpa? ¿fue tuya?

-De los dos. Cada vez que intentaba llamarte estabas ocupado, u estudiando para exámenes, y viceversa. Comunicación. Eso nos faltó, Yoongi. Yo nunca te dije lo que me incomodaba y fue mi culpa, tú tampoco me lo dijiste a mí y a falta de ello nos alejamos más y más hasta que... ya sabes. Te vi volver a ser ese Yoongi feliz del que me enamoré cuando estabas con Hoseok, y me resigné, si él te hacía feliz, yo no iba a intervenir. Si volviéramos solo nos haríamos daño, nuestra relación fue bonita, asombrosa mejor dicho, pero tuvo su fin, y hay que cerrar el libro, dolerá, por supuesto que sí, pero no quiero volver a lo mismo. Quizás si en algunos años el destino nos vuelve a juntar, te esperaré con los brazos abiertos y estaré feliz de poder reencontrarme contigo, pero en este instante, no es nuestro tiempo.

¿qué pensaste que pasaría?"

Yoongi quedó pensativo mirando a la nada, sonrió y volvió a mirarme, nuestros ojos encontrándose por quizás ultima vez.

-Entonces estaré esperando ese momento ansiosamente, ten una buena vida, Jimin, espero que en esta u otra, vuelva a encontrarte y espero que esa vez hagamos las cosas mejor.

Se sonrieron y cada uno tomó distinto camino, nos despedimos, me subí a mi auto, miré a Yoongi por última vez, y arranqué el vehículo.

"Renunciar no siempre significa ser débil, también significa que eres lo suficientemente fuerte como para aceptar lo que no puede ser"

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Bien... siento que no me ha quedado muy bien, es el primer OS que escribo así que no lo critiquen mucho kdkd, trataré de mejorar con el tiempo c:

Si esto recibe apoyo... quizás, solo quizás, haga una segunda parte c:

Espero que lo hayan disfrutado<3