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Marinette tomó el celular escribiendo unas cuantas líneas, pero las borró por no estar lo suficientemente convencida para hacerlo, así un par de veces hasta que Alya intervino.
—Niña. —Le arrebató el celular — ¿Qué fue lo que viste?
—Bueno yo, no sé si escuche mal pero —dudaba en decirlo pues no quería ocasionar algo de lo que pudiera arrepentirse más tarde o simplemente tenía la esperanza de haber entendido erróneamente, tomó aire.—Escuché cuando lila hablaba muy misteriosamente con Nath, parecía que ellos son amantes.—dijo todo sin parar pues de no hacerlo así no lo diría nunca, se mordió el labio inferior.
—Perfecto, Adrien no tiene tu número ¿o sí? —Se dirigió a Clara esta ocasión a lo cual ella negó rotundamente. — Bien, entonces lo que debo hacer es...—No termino su frase porque su vista se posó en el aparato móvil. —Listo, Clara cariño toma tu celular. — extendió el objeto e hizo una leve sonrisa. —Vámonos.
—Antes dime que has hecho. —Se cruzó de brazos la azabache.
—Cuando termine el evento lo sabrás querida bichito.—Le tocó la punta de la nariz para después jalar del brazo de ambas chicas, llevando en su rostro una sonrisa triunfante, tal cual cuando un niño hace una travesura.
Los minutos transcurrían, ya estaban en el último cuarto; los 11 jugadores respectivamente daban el todo en la cancha, había sido una hora exhaustiva pero llena de emoción.
[......]
Por fin había terminado el partido dando como resultado a la Françoise Dupont ganador del torneo final, todo mundo celebraba ese grandioso triunfo, todos claro menos la escuela contraria.
Adrien se dirigía hacia su novia para celebrar con ella pero la vio tan entretenida hablando con los demás miembros del equipo muy entusiasta, particularmente con un pelirrojo
—Oh Nathaniel lo hiciste excelente, eres el mejor jugador de fútbol soccer. —decía Lila mientras se colgaba del brazo del chico.
—Gracias pequeña.—Le pellizcó un poco la nariz.
—Lila vamos los chicos quieren ir a comer pizza por el triunfo.—La tomó del hombro. —¿Quieres venir Nathaniel? —Volteó a ver al chico de cabellos como cuán tomate.
—La verdad prefiero ir a mi casa a descansar, fue agotador estar en la cancha.—Se rió —Vayan ustedes.
El ojiverde se dio la vuelta abrazando a su novia.
—¡Oh que tonta soy! He olvidado mi bolsa en el casillero.—se zafó y fue apresurada a los pasillos de la institución.
En tanto eso sucedía, Alya se dirigía con su teléfono al mismo lugar donde un par de amores escondidos se daban uno que otro beso prohibido.
—Eres el mejor tanto en la cancha como en los besos.—Exclamaba la ojiverde dándole largos besos.
—Entonces te pregunto ¿Qué haces con el insípido de Adrien? cuando puedes tenerme a mí de tiempo completo.—La tomaba de la cintura
—Número uno: Es guapo, claro no tanto como tú.—acariciaba el cabello rojizo.—Número dos: Es el mejor chico del mundo. —Enumeraba con sus dedos mientras seguía un camino en el hombro de Nathaniel. —La tres es la más importante y la más valiosa para mí: Es millonario, si me caso con el seré igual o más que él —Tomó la camisa del chico y le propició un gran beso.
—Es hora de terminar con la maldad ¡Te tengo pequeña akuma! —Susurró Alya mientras terminaba de grabar el vídeo y se lo enviaba a cierto rubio.
Marinette se encontraba en las gradas de la cancha cuando divisó a Adrien que venía buscando su celular en la mochila.
—¿Y qué tal el partido? —Se le acercó al joven —¡Jugaron fabuloso! Felicidades. —Exclamaba una tímida Marinette.
—Grandiosamente, fue agotador sí, pero muy divertido como siempre.—Sonrió a la chica.—Gracias por las felicitaciones pero no todo el esfuerzo es mío, también es de Kim, Max, Nino, Iván y Nathaniel.— Este último nombre lo dijo entre dientes ya que había visto el mensaje que había entrado a su celular.
"Sabes, jamás pensé que los villanos de las series de súper héroes vivieran en París, parece que tu novia es una de ellas ¿Quieres saber que Miraculous le tocaría? Bien pues el de Volpina, porque ya sabes es una zorra literalmente hablando"
√√Recibido Domingo 12:30 PM
"Veo que haz ignorado mi último mensaje,y probablemente no Creíste ni una sola palabra de lo que aquí te digo pero aquí te dejo el último ataque de tu Volpina ¡Debo admitir que ese si fue un gran golpe! Corre aún están ahí, y seguirán ahí por un largo largo rato, después de todo ella ama estar con él.
Psdta: Deja a la zorrita y concentraré en conseguir el Miraculous en forma de corazón de una linda mariquita, de nada :)"
√√Recibido Domingo 1:30 PM
Reproducir vídeo —Seleccionado
El vídeo mostraba imágenes comprometedoras de su futura esposa en brazos de otro, la cara de Adrien mostraba desconcierto y enojo.
—Eh ¿Sucede algo Adrien? —Preguntó Marinette pero de cierta forma ya se imaginaba de que se trataba el asunto.
El joven no contestó y salió corriendo hacia el lugar que visualizaba en el vídeo. Sus ojos al ver dicha escena en vivo y a todo color se llenaron de furia.
—Con que este es el amor que decías tenerme ¿No? Vaya forma de amar eh.—Mencionó sarcástico.
—Yo puedo explicarlo.—Tartamudeaba al hablar pues estaba muy nerviosa y corriendo a los brazos de su aún novio.
—Esto no tiene ninguna explicación Volpina de la vida real. —Se soltó y empuñó su mano mientras caminaba en dirección al otro chico. —En cuanto a ti... —El rubio se descontó de un sólo golpe al pelirrojo y salió del lugar.
—Adrien espera. —Corrió Lila detrás suyo.
—Está de más decir que hasta aquí llegó nuestra relación, debo admitir que te tengo que dar las gracias pues me facilitaste las cosas.—Sentenció.—Ven Mari acompáñame. — Jaló del brazo de la chica quien venía en dirección a ellos, la azabache sólo volteó a ver todo a su alrededor encontrándose en primer plano con el rostro de Lila quien obviamente no se encontraba nada feliz, y luego a sus mejores amigas quienes le hacían señas, las cuales significaban dos cosas:
¡Échale ganas! ¡El gato es tuyo! Haciendo referencia al equipo deportivo que el chico lideraba.
En el transcurso a la salida se encontraron con sus demás compañeros saludando y aun celebrando el triunfo, también se encontraron a Chloé Bourgeois la mejor amiga de Lila, la cual en el pasado tuvo un crush con Adrien pero desistió de el cuándo ambos ojiverdes comenzaron a salir.
—Adrienkis hola corazón ¿En dónde se ha metido Lila? —Preguntó la rubia, pero fue ignorada por el chico. —¡Que grosero eres! —Gritó a lo lejos.
Llegaron a un callejón lejos de la escuela, Marinette permanecía callada observando al chico de iris verdes, no decía nada sólo se sentó recargando su cabeza en su mano, por su mente pasaban miles de cosas.
—Adrien ¿Éstas bien? —Se atrevió a hablar Marinette posando su mano en el hombro del chico.
No obtuvo respuesta alguna, la chica se empezaba a desesperar pues no sabía qué hacer para disipar el dolor de su amado, unas cuantas gotas empezaron a caer empapando a ambos jóvenes pero por suerte la chica ojiazul traía un paraguas el cual abrió de inmediato, no soportó más el silencio que se había generado entre ambos así que se arrodilló enfrente del joven Agreste.
—¿Adrien? Escúchame. Puede que no quieras hablar pero solo quiero que oigas estas palabras.—tomó una gran bocanada de aire y prosiguió.—Eres una persona maravillosa, y no lo digo porque eres modelo, rico o millonario, esas son cosas superficiales. Lo digo por el gran corazón de oro que tienes, porque das todo sin importar lo que recibas, que a pesar de que tienes millones estoy convencida que cambiarias todo eso por ver a la gente que amas felices, eso es lo que te hace la persona valiosa de la que yo... —Se dio cuenta de lo que iba a decir y rectificó —de la que yo estoy orgullosa y de la que me encanta ser su amiga.—Le acariciaba la mejilla derecha.
Adrien sólo observaba atento a lo que la chica le decía, de sus hermosos ojos verdes comenzaban a brotar lágrimas, la azabache lo acercó a ella dándole un fuerte abrazo y el chico solo se quedó recargado en el pecho de la chica.
Marinette estaba nerviosa como de costumbre pero sabía que debía controlarse, no había tiempo para sus absurdos nervios, debía apoyar al chico que realmente amaba aún cuando le destrozaba verlo de esa forma. Todavía abrazados llegaron a la privada donde vivían, entrando a la casa de la chica en donde ella le ofreció un poco de chocolate y unos croissants, estaban en la sala tomando lo que la chica había preparado: Adrien estaba un poco más tranquilo pero aun salían lágrimas de sus ojos, en un instante sintió la necesidad del calor femenino así que se lanzó a los brazos de la chica comenzando a llorar aún más fuerte.
Ella en verdad no aguantaba verlo así, había sido su amor platónico durante toda la preparatoria, no importaba si todos pensaran que amaba al modelo, por que sabía que había visto más allá de él, más allá de lo que él dejaba ver al mundo.
—Marinette.— Pronunció ya repuesto el chico de cabellos dorados.
—¿Si? —Preguntó tiernamente.
—Gracias.—Sonrió levemente
—No tienes nada que agradecer, lo hago con todo mi amor.—le entraron los nervios y fue sincera sin percatarse de lo que dijo.
—Eres una excelente chica, la cual se merece lo mejor. Eres hermosa, sincera, compasiva, amable, cariñosa solidaria.—Ahora él le acariciaba la meilla y parte del mentón.— Si tan sólo no hubiera sido tan ciego y darme cuenta de que tú eres... — Se frenó el mismo —Por eso me pasan las cosas, por preferir seguir órdenes de mi padre antes de lo que yo siento en realidad.—Tenía ambas manos sosteniendo el rostro de Marinette.
—¿De qué hablas? —El tono carmesí de sus mejillas se hizo presente. —Yo solamente hago lo que mi corazón me dicta hacer —agarró las manos del rubio.
—Lo sé, yo empezaré a hacer eso ahora mismo ¿Te molestarías conmigo si te hago algo? —Preguntó sin despegar la mirada de la de la chica.
—Nunca lo haría, así sea algo que... —no la dejó terminar pues había comenzado a besarla, fue un beso lleno de magia para los dos, pero para ella era más especial porque era su primer beso y se lo estaba dando el amor de su vida. No se despegaban, no querían que su momento romántico se estropeara pues no podían evitarlo ya que ambos lo estaban necesitando desde hace años.
Pero el momento se vió interrumpido por la falta de oxígeno, cuando se separaron ambos tenían un sonrojo notorio en su rostro.
—Siempre había soñado con este momento. —Confesó el rubio con una gran sonrisa y juntando su frente con la de la muchacha franco china.
—Estamos en las mismas.—Comenzó a reír la chica.—Pero hay algo que no logro entender. —Su sonrisa desapareció e hizo un leve puchero
—Dime, estoy dispuesto a aclarar todas tus dudas.—Esbozó una sonrisa y entrelazaron sus manos
—¿Desde cuándo comenzaste a sentir esto por mí? —Se mordía el labio inferior.
—Un año después de iniciar el curso y de comenzar mi relación. —Sonreía al observar el creciente sonrojo de su princesa, parecía que el rostro le iba a estallar.— ¿y tú?
—Bueno yo en realidad...—Desvío la mirada. —Dede que comenzamos el curso, incluso antes; exactamente el día que nos tropezamos y yo caí encima de ti cuando tu llevabas unos patines en la pista de hielo.
—Rió al recordar ese momento —Meowch, recuerdo que te dije que estaba aprendiendo a
adaptarme al mundo y una de esas adaptaciones era andar en patines, no fuiste nada cortés My lady. —le apretó los cachetes.—También recuerdo que cuando comenzó las clases me odiabas por el incidente con Chloé.
—Ni me lo recuerdes, te grité muy feo y te dije cosas horrendas.—Se apretó las mejillas en señal de que no estaba de acuerdo con su actitud del pasado.—Pero tu supiste como arreglarlo y limpiar tu nombre, y con el sólo gesto de darme tu paraguas entendí que te quería más de lo que imaginaba. —Se volteó de inmediato dándole la espalda al chico —Segunda pregunta ¿Porque nunca me confesaste esto? Y bueno ya de una vez todas las preguntas. —Se río bajo —¿Porque anduviste con ella.—Esperaba que mencionarla no volviera a dañar a su chico —¿Te afectó tanto la ruptura?
—Nunca tuve oportunidad de decirlo en realidad pero cuando descubrí mis sentimientos yo ya estaba con Lila y parecía que tu querías andar con el tomate podrido.—Frunció el ceño — Anduve con ella por bobo, primero pensando que ella me gustaba y que sentía algo aunque luego cuando aclaré mis dudas mi padre intervino en lo de la relación a tal punto que nuestras familias nos comprometieron.
—¿Te vas a casar? —Agachó el rostro. —Aun sabiendo cómo es ella, es lógico al final es un trato que deben realizar por las familias. —Comentó mientras lágrimas comenzaban a salir.
—Espera, no te he contestado la última pregunta.—Se acercó a ella pues se había alejado —No me afectó de la manera que tú crees, me dolió el hecho de que ella no me dijera las cosas de frente pues al final la consideraba una amiga, si ella me hubiera dicho las cosas yo encantado lo hubiera comprendido y más porque de haber sido así hubiera corrido a los brazos de mi princesa favorita. —La abrazó por detrás. —Las lágrimas que viste no eran más que por impotencia de no haber sido yo el que rompiera con ella cuando sabía perfectamente con quien deseaba estar. —Le dio un beso en la mejilla y la chica sonrió entre lágrimas.—Desperdicié mucho tiempo a lado de una bruja cuando My lady era la princesa de mi corazón.
Nota : Wow 2330 palabras, ya solo queda una parte.
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