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Sin embargo Adrien ya no se encontraba en el sitio y al notar esto Marinette suspiró agobiada.

La azabache estaba muy afligida pues se repetía una y mil veces que era una tonta por no poder expresar lo que sentía ¿Hasta cuándo iba a dejar de ser una cobarde? si tan solo pudiera pararse frente a él y decirle lo que ha estado callando por mucho tiempo.

Eran las 10:30 de la noche pero la joven de ojos como el mar no podía concebir el sueño y entonces una loca idea cruzó por su mente.

—¿Quieres ver lo que Alya y yo compramos? ¡Esta divina! —Marinette le hablaba a su fiel compañera de aventuras.

Tikki a pesar de sólo ser una chihuahua, era una gran amiga para Dupain. Ella recuerda que se la regalaron en su cumpleaños número 13, esa pequeña criatura con aquella graciosa mancha negra en el ojo derecho era su adoración.

—Te va a encantar — abrazó a su mascota la cual la lengüeteó y eso para Mari significaba un "Sí"

Corrió hacia su closet y sacó varias prendas de vestir; desde mini faldas, blusas de tirantes, pantalones de mezclilla hasta vestidos sumamente sexys y alguna que otra chamarra o sweater para la época de frío.

Estaba tan concentrada probando toda la ropa y con la música a todo volumen que no se dio cuenta que era observada por un par de ojos verdes.

—Ella es asombrosa.—Susurró Adrien seguido de una risa divertida. —Si tan sólo las cosas hubieran sido diferentes.— Se lamentó y cerró la cortina de su habitación.

El chico se dirigió a su computadora para terminar unas cosas de la empresa Agreste ya que su padre había comenzado a involucrarlo pronto a estas áreas para que fuera adquiriendo más experiencia de la que ya poseía.

De pronto un mensaje vía Facebook llegó a su ordenador.

Lila Rossi ha escrito:

Hola amor ❤ te escribo esto porque no quiero que estemos así, eres muy especial para mí y no quiero perderte por mis niñerías 😖😭 sabes que te amo 😘,y aunque soy un poquitín insoportable sabes que mi corazón es tuyo bebé💏

Enviado hoy 10:42 pm

—Lila ¿Qué haré contigo? —Sonrió a la pantalla y se dispuso a contestar.

¿Qué cómo comenzó todo?

Lila ingresó a mediados del primer semestre a la institución Françoise Dupont y aunque al principio dijo miles de mentiras para encajar en esa nueva ciudad, sobre Todo en la preparatoria, entre sus mentiras había una que marcó el rumbo de su relación con Adrien la cual consistió en expandir el rumor de que era la mejor amiga de una modelo muy famosa a nivel internacional y claro todo mundo le creyó ya que ella venía de familia que ha estado metida en el mundo del modelaje, siendo así que ahora también se convirtió en una.

Lo curioso es que Lila no era tan reconocida en ese entonces, su mentira le duró muy poco pues dicha modelo realizó una entrevista diciendo que no conocía a ninguna chica con ese nombre  que ella solo era una trepadora y que se aprovechaba de la fama de los demás.

La ojos de aceituna empezó a recibir burlas y criticas de todos en su escuela, no había nadie que no le dijera lo mentirosa que había sido, una de esas personas fue Marinette que si bien no fue cruel con ella ni mucho menos se burló, Lila tomó a mal que le diera "un discurso" de las consecuencias de ser así, añadiendo también que nunca iba a conseguir que alguien la quisiera si no se muestra tal y como era.

Adrien se acercó a Lila para brindarle su apoyo incondicional pues para el rubio era como una regla hacer que todos estuvieran en paz. Fue así como se empezaron acercar.

La chica iba de vez en cuando al hogar del Agreste para convivir con él y también salían al cine o al parque, poco tiempo después Adrien se le declaró a Lila y comenzaron formalmente a salir en donde los primeros meses fueron los más lindos pero al pasar el tiempo se dio cuenta que había cometido un gran error al pedirle fuera su pareja ya que también había descubierto que le interesaba cierta azabache a la cual desde que él llegó la había considerado una gran amiga pero bastó sólo un año para darse cuenta de que Marinette dominó su corazón.

Cual triste era su historia ya que a pesar de aun apreciar a Lila o tener cientos de recuerdos con ella, la verdad  es que anhelaba terminar su relación pero no podían ya que los padres de ambos chicos habían acordado que al terminar la universidad ellos se unirían ante la ley de dios y el hombre.

—Marinette.—El chico después de responderle a su novia, estaba como todo un stalker viendo fotos del muro de Facebook de la chica en las cuales siempre lucia hermosa.—¿Porque no me di cuenta antes? —Se preguntaba algo afligido.

La noche pasó rápido dando pasó a un bonito amanecer, augurio de un excelente día en la vida de ciertos jóvenes.

—Hola Marinette. — Adrien bajó de su habitación con dirección a unas pequeñas bancas donde se encontraba su linda chica, se sentó a lado y saludó como siempre. —¿Qué estás leyendo? —Volteó a ver el libro que ella tenía en sus manos.

—Hola Adrien. —Titubeaba ante cada palabra. — Sólo son poemas de amor de varios autores.—Sonrió la chica con un notorio color carmesí.

Soñé contigo esta noche:

Te desfallecías de mil maneras

Y murmurabas tantas cosas

Y yo, así como se saborea una fruta

Te besaba con toda la boca

Un poco por todas partes, monte, valle, llanura.

Era de una elasticidad,

De un resorte verdaderamente admirable:

Dios ¡Qué aliento y qué cintura!

Y tú, querida, por tu parte,

Qué cintura, qué aliento y

Qué elasticidad de gacela

Al despertar fue, en tus brazos,

Pero más aguda y más perfecta,

¡Exactamente la misma fiesta!

Marinette veía con admiración a Adrien quien recitaba aquel poema mientras la veía fijamente y al terminar el poema la chica empezó a aplaudir tímidamente, pero con una gran sonrisa.

—Paul verlaine es mi poeta favorito ¿A ti te gusta? —Quiso saber el rubio.

—Me gustas tú. —Susurró la chica a lo que Adrien le preguntó que qué había dicho. —Nada, que sí, aunque prefiero a Shakespeare.—Desvió la mirada para ocultar el sonrojo.

—Te ves linda cuando te sonrojas. — El chico tomó el rostro de la peli azul y con la otra le apartó de la cara un par de mechones pues ese día estaba con el cabello suelto.

Poco a poco se fue acercando a ella, nerviosos pero con deseos del esperado beso.

—¿Interrumpo algo? — Cuestionó Lila desde su coche con el rostro serio.

Adrien se apartó de inmediato de Marinette, quien acomodó los lentes de lectura que llevaba hoy.

—Fue grato hablar contigo Marinette.— Sonrió tímido.—Nos vemos después.—Subió al auto de Lila, y esta inmediatamente lo recibió con un efusivo beso mientras que veía a Marinette y sonreía burlona.

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