CAPITULO XX
Corrigiendo el error parte II:
Charla de chicas
Cada vez era más difícil concentrarse en la prueba. Por más que intentará poner tanto su cuerpo, como mente en ella; volvía el tema de Kiba y Tamaki a su pensamiento.
¿Qué habría sucedido entre ellos? ¿Por qué Kiba no quiere ni hablarle? ¿Sería un engaño? ¿Un juego? ¿Una traición?
Pero por más que se lo preguntará, no lograba resolver nada. Ni ese dilema, ni su otro problema, y mucho menos esa terrible incógnita de la pregunta seis.
Revolvió su cabello con ambas manos y, aún con las manos en la cabeza, volvió a releer la pregunta. Debía enfocarse primero en el test y luego, quizá, en los problemas de Kiba. Que por cierto aún sigue siendo su pareja. Y al final, siendo más importante, terminar con él y buscar la manera de iniciar una relación con Naruto; aunque viéndolo así parece muy cruel. Dejar a uno por empezar con otro. En fin, ya lo hizo, ¿qué más da? A resolverlo.
Al sonar la campana, Hinata se dejo caer en el respaldo de la silla extendiendo sus brazos y las piernas. Aunque podía ser su peor examen que haya contestado en la vida, debe estar feliz porque ya lo término.
Algo o alguien llamo su atención al tocarle el hombro. Volteo casi de inmediato y se topo con la cara sonriente de la misma castaña de la mañana.
—¿Si? —pregunto incrédula. En verdad nunca se lo esperaba.
—¿Puedo hablar contigo?
—¿Eh? —se reincorporó en el asiento—. ¿Por qué?
Tamaki bajo la mirada y empezó a mover los hombros de una forma graciosa. Pero más que nada denotando pena.
—Es porque... —entre cerro los ojos—. Seguramente después de lo sucedido en esta mañana, has de tener muchas dudas.
—¡Ah! —parpadeo repetitivas veces—. ¡No es necesario! No quiero entrometerme en sus asuntos.
—Oh —soltó una sonora carcajada—. Creó que pensé demasiado las cosas y llegue a creer que estabas curiosa. ¡Después de todo soy la ex de tu novio! —siguió riendo, esta vez cubriéndose los labios con la mano.
—Sí... —su ceja comenzó a moverse de arriba a bajo mientras trataba de esbozar una sonrisa.
Por un momento, sintió molestia por la chica a su frente y su cinismo. Aunque más por ella misma, que se negó a saber algo del pasado de Kiba.
—Por cierto —soltó en un suspiro la castaña con un tono de voz misterioso, haciendo que el ambiente cambiara por completo para ambas—, ¿qué es lo que tú hacías con Kiba?
De pronto, Hinata sintió como si ambas se encerraran en una burbuja. Como si sólo fueran ellas dos en el salón de clases, pues el sonido a su alrededor se fue disipando hasta desaparecer.
—¿Eh? ¿Por qué lo preguntas? —rasco su sien—. Kiba-kun aún es mi novio, así que puedo pasar el tiempo que yo quiera con él —se llevo las manos al pecho cruzándolas.
—¿Qué quieres decir con "aún"? —ladeó la cabeza fingiendo ingenuidad.
La azabache abrió los ojos de par en par al darse cuenta de su error y, casi enseguida, evadió la mirada infantil de Tamaki, la cual parecía examinarla, juzgarla y, de cierta forma, con un toque de esperanza. Cosa que Hinata no dejo escapar.
—Me sorprende tu insistencia con el tema de Kiba-kun, y más aún porque dijiste que no te meterías en nuestra relación.
Levantó ambas cejas.
—Lo sé, es sólo que... ¿Cómo decirlo? —expandió su sonrisa—. Aún estoy interesada en él.
Quedo boquiabierta. Hinata repitió esas palabras en su mente y contuvo las ganas de no abofetearla en ese mismo instante, después de todo, aunque su actitud haya pasado de una chica dulce a una de "tomo lo que quiero cuando quiero", no tenia el derecho de hacerlo.
—Además, Hinata —siguió hablando—, tú vas a terminar con él, ¿no?
—¿Nos... escuchaste?
—Se que no debía. Lo siento. Pero...
—No, está bien —se levanto llamando la atención de la castaña—. Yo tengo la culpa, después de todo yo le insistí a Kiba-kun que habláramos en ese lugar. Nunca tome en cuenta de que alguien podría escucharnos —esbozo una sonrisa y tomo su mochila—. Nos vemos, Tamaki-san.
—Sí...
Dio media vuelta y camino con paso firme hasta salir del aula. Apenas estuvo lo suficientemente lejos de dicho lugar, se recargo en la pared y se deslizó por ella hasta llegar al suelo.
Sabía perfectamente que lo que sentía hacia el Inuzuka era una simple amistad, pero aún así, el hablar con Tamaki, la hizo sentir extrañamente celosa. El pensar que existía la probabilidad que ellos dos volvieran a andar juntos, la molestaba.
~♥~
La suave brisa rozaba sus mejilla y movía su suelto cabello, como si lo reclamara. Sus párpados estaban cerrados y su cabeza yacía en el regazo de Tenten que velaba por su descanso.
Donde ambas se encontraban, no era otro lugar más que las gradas de la cancha de fútbol; alejadas del equipo de Los Zorros de Konoha que se hallaban entrenando, de las porristas que ensayaban una coreografía nueva y de la banda que practicaba su nueva tonada.
—Tenten-san —murmuró entre sueños.
—¿Si, Hinata?
—¿Crees qué soy... Egoísta?
—¿Eh? —ladeó la cabeza—. Claro que no, ¿por qué lo dices?
Hinata se reincorporó sentándose en el asiento a lado de la castaña. Miró al frente, a un punto indefinido y se abrazó a si misma para darse calor.
—Sólo... Bueno, ¿estoy haciendo lo correcto? —volvió los ojos a Tenten—, ¿crees que tome una buena decisión?
—¿Con respectó a Kiba?
—No, bueno sí —se llevo las manos a la cabeza—. La verdad es que, he decidido terminarlo.
—¿¡De verdad!? —preguntó desconcertada y en sus labios se formo una pequeña sonrisa.
—Sí.
—¿¡Por qué!? —volvió a preguntar de la misma forma.
—¿Por qué? —fruncio el ceño.
—Sí. Digo. ¿Por qué? Ya que tú lo amabas. O bueno —cambio el tono de voz—, eso aparentabas.
—Por eso mismo —alzó la vista—. No lo amo. Pero a la vez sí. Por eso estoy entender. Y luego Tamaki-san, no la logró entender.
Ambas soltaron un suspiro sincronizado y miraron al frente, y por primera vez, después de que inicio a salir con Kiba, Hinata se fijo en el rubio que corría por el campo sin protección en la cabeza dejando mostrar el barro que se había acumulado en sus mejillas; y, a la vez, su inmensa sonrisa. Una bella vista, sin duda.
—Cambiare mi pregunta —clamo la castaña llamando la atención de la Hyuga—, ¿quién fue el motivo por el que quieres terminar a Kiba?
Sonrió de lado la azabache.
—¿Es muy obvio que es por otro chico? —Tenten asintió con una sonrisa y Hinata rió un poco—. Pues, la verdad, yo diría que Kiba-kun fue una distracción para olvidar a aquel chico; pero no funcionó. Sigo amando a Naruto-kun, y para verlo así de claro tuve que llegar a los juegos.
Bajo el rostro y con delicadeza quito sus lentes dejándolos sobre su regazo, enseguida, paso su brazo por sus ojos.
En ese mismo instante, un ruido extraño cercas de ellas llamó la atención de Tenten haciéndola voltear a un costado de donde podría prevenir, pero al no ver nada, volvió la vista a la ojiperla y le preguntó:
—¿Por qué dudas entonces, si al que quieres es a Naruto?
—Tamaki-san —bufo—. Si yo terminará en definitiva con Kiba-kun, seguro ellos volverían a salir; y eso me molesta.
Tenten cubrió su boca con ambas manos conteniendo una gran y sonora carcajada, lográndose poner completamente roja; hasta que por fin escupió su deseó de burlarse de su amiga en una sola frase:
—¡Estás celosa, no lo puedo creer! —se levanto de su asiento y se posicionó frente de ella—. La gran Hinata Hyuga, ¡celosa! —extendió los brazos—. Esto lo tiene que saber el mundo.
Se dio la vuelta mostrándole la espalda a la Hyuga y rodeo con sus manos la abertura de su boca y, tras tomar aire, comenzó a gritar sobre los celos de su amiga. Pasando los cuatro segundos, Hinata se abalanzó sobre ella y le cubrió la boca, aunque no le daba mucho resultado, pues siguió balbuceando por otros diez segundos más.
—Vamos, Tenten-san. Ya vasta, por favor.
La castaña aparto las manos de Hinata y comenzó a reír a carcajadas. Se dejó caer sobre la banca donde se encontraba hasta hace un momento sentada y empezó a sobarse el estomago, puesto que ya lo dolía de tanto reír.
—Sí, lo sé. Estoy celosa —cruzo las manos sobre el pecho y se sentó junto a Tenten—. Pero quieras o no, me gusta Kiba-kun de cierta forma.
—Pero no puedes quedarte con los dos —se limpió las humedad de los ojos.
—Por eso debes terminar con Kiba.
—Pero...
—Dejalo ser feliz con la que él quiera —le palmeó la espalda—. Después de todo tú elegiste a otro sobre de él. Querer quedarte con ambos sí te hace egoísta.
—Tienes razón —le sonrió de lado.
—Eso es —se levantó—. Cuando lo termines me dices, quiero ver que cara pone.
—¡Tenten-san! —infló los cachetes haciendo pucheros.
—Esta bien, no —se acarició la nuca—. Bueno, si me disculpas, tengo que ir a comandar a los muchachos —apuntó donde los de la banda.
—Si, claro. Nos vemos.
Continuará...
You Belong With Me
9/Abril/2018
~♥~
Me siento mal por hacerlos esperar tanto y al final darles un capítulo que parece relleno :"(
En fin, espero lo hayan disfrutado. Después de esto se viene lo que he estado planeando por (literal) meses. Seguro compensará lo que les he hecho hasta al momento.
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