CAPITULO II

El sonido de tu corazón

Sentados junto a los ventanales del salón se encontraban Hinata, Kiba y Shino. La falta de maestro provocaba que el ruido de pláticas sin sentido rondará por todo el lugar y, como no podía faltar, este trío no era la excepción.

—Les dije que no era necesario apresurarnos —se alagaba a sí mismo el castaño que, sentado en la banca entre la de sus dos amigos, no evitaba sonreír con vanidad.

—Uy, lo siento por no hacerle caso —fingía la chica sentada tras el.

—De todos modos es la primera vez.

—Si, la primera vez que pudimos haber llegado tarde a una clase sin recibir reclamos —reprochó Kiba, terminando de complementar lo que había dicho Shino.

—Basta, ya no se comporten como niñitas.

—Y lo dice la mas masculina de aquí —se burló el Inuzuka.

Hinata levantó su brazo y le tiro un golpe a la cabeza, lo que el chico trato de cubrirse, pero aún así lo recibió.

—Espero no deje huella —se sobaba el lugar del impacto con su mano derecha mientras fingía que sollozaba.

—Nunca te metas con una Hyuga —hizo fuerza con el brazo izquierdo y con la mano derecha golpeaba su bícep.

Un hombre de cabellera grisácea, que cubría gran parte de su rostro con un cubre bocas, entro sin emitir ruido alguno. Dejo algunos libros sobre el escritorio dejando uno pequeño debajo de su brazo. Su presencia fue descubierta hasta que dijo de una manera tranquila y apacigüe:

—Muchachos lamento el retardo.

Los barullos cesaron y todos prestaron su atención en aquel que acababa de entrar.

—Yo seré su profesor, mi nombre es Kakashi Hatake y —alguien tocó a la puerta que permanecía abierta. Kakashi miro al responsable y le dijo—: ¿Por qué será que no me sorprende?

El joven parado en la puerta sonrió.

—Y a mi, ¿por qué no me sorprende tu tardanza, Kakashi-sensei? —posó ambas manos en su cintura—. ¿Ya les dijo que se perdió por el sendero de la vida?

Algunas risas se escucharon en el fondo del aula, provocando que el chico que confrontaba al profesor se sintiera orgulloso.

—¿Cuál es tu punto, Naruto? —suspiro levemente—. Yo también tengo vida.

—Lo mismo digo.

Kakashi permaneció en silenció.

—Eso pensaba —dio a conocer su triunfo el rubio.

Naruto dio unos pasos dentro del salón y cerro la puerta a sus espaldas. Camino entre todos mientras lo seguían con la mirada. El silenció era prominente.

Sonrió nerviosamente mientras dejaba caer su mochila sobre la mesilla que había encontrado vacía tras un pelinegro de pálida tez. Tomo asiento y le dio un vistazo a su alrededor, dándose cuenta de que era el centro de atención.

Miro a cada uno de sus compañeros que lo observaban e incluso al profesor. Pasaron unos cuantos segundos y su mirar recayó en unos ojos de color perla. Estos eran los de Hinata. El rubio no dudo en sonreírle y alzar la mano para saludarla, como si fuera la primera vez que se vieran en el día. La Hyuga, al igual que él, alzó la mano y la agitó tímidamente.

~♥~

El reloj daban las tres, el timbre sonaba con mucha intensidad, indicando que el primer día de clases ya había terminado. Los estudiantes y profesores salían de los salones con una nítida sonrisa en el rostro.

—Adiós mi amado —se despedía Kiba.

—Nos vemos mañana —esta vez fue la Hyuga mientras mantenía ambas manos sobre las correas de la mochila.

Shino agito la mano y les dio la espalda a sus amigos para poder retirarse.

—Bien —hablo el castaño rompiendo la tensión que se había formado—, iré por mi trompeta y nos veremos haya.

—Si, yo también tengo que ir por mi clarinete.

—Me asegurare de tardar para que puedas acosar tranquila a tu querido Naruto-kun —le guiño un ojo.

—¡K-kiba-kun! —un leve color rojo cubrió las mejillas de la chica.

—Que nadie diga que no se cuando soy de ayuda.

—M-mejor date prisa y ve por eso —Hinata lo empujo por la espalda.

—Yo solo decía —el Inuzuka mantenía una sonrisa mientras veía como la ojiperla se sonrojaba por la vergüenza. Acaricio su azabache cabello y se alejo de ella.

La Hyuga dio un gran suspiro volviendo a su color original y acomodo sus lentes. Observo la espalda de Kiba hasta que desapareció entre pasillos y enseguida se marcho.

Fue directo hasta su casillero, donde dejo su mochila y tomo el estuche que contenía el clarinete. Lo cerro y se dirigió al patio.

~♥~

La cancha de fútbol se encontraba invadida, los jugadores iban de un lado para el otro, caían y tacleaban todo a su paso; esto para conseguir el ovoide.

Hinata tomo asiento en una de las bancas, la cual le permitía tener una buena vista del campo. Sonrió un poco recordando lo que había dicho Kiba para luego abrir el estuche y sacar el clarinete. Lo posicionó correctamente entre sus manos y, después de relamer sus labios, empezó a tocar.

Era una agradable melodía la que se escuchaba salir de su instrumento, pero aun así nadie le tomaba importancia, algo que le ayudaba a seguir relajada.

Mientras tanto, en el campo, Naruto llevaba el balón entre sus brazos. Corría a gran velocidad rodeando y evitando a sus compañeros al mismo tiempo que iba protegiendo lo que traía. Estaba a punto de cruzar la línea pero alguien lo tacleo por la espalda y este cayo, después de unos segundos, todos estaban encima de el.

—Bien muchachos, eso es suficiente, dejenlo respirar —entro el entrenador Maito Gai a detener el juego.

Se quitaron de encima y el Uzumaki quito el casco de su cabeza para poder respirar mejor y, al momento, se recostó sobre el pasto con los brazos extendidos.

—Descansaremos unos minutos —aviso Sasuke, que pasaba por un lado del rubio.

Naruto tranquilizo su respirar y cerro los ojos, se hizo uno con su alrededor y sintió como la brisa rozaba su rostro. Agudizo su oído siendo capaz de escuchar la melodía emitida por el clarinete que tocaba la Hyuga. Se sentó en el mismo lugar donde se encontraba y busco con la mirada a Hinata, él sabía que la única persona capaz de tocar de esa forma era su mejor amiga.

La diviso en las bancas, no pudo evitar sonreír. Observo que ella mantenía sus ojos cerrados y su cabello tomado en una coleta alta. Sus manos a una altura perfecta para tocar aquel instrumento y sus dedos moviéndose conforme a las notas.

Se puso de pie, desvió la mirada un segundo hacia el Uchiha y al ver que este descansaba, camino en dirección a la azabache.

Se sentó a su lado, pero Hinata no se dio cuenta de su presencia, ella seguía tocando la melodía sin fallar una sola nota. El ojiazul no dijo nada, ni un "hola" o un "que bien lo haces", solo quedo en silenció observando su perfil y aquellos cabellos rebeldes que se movían conforme a la brisa.

—¡Cariño! —se escucho no muy a lo lejos de donde se encontraban.

Se repitió un par de veces mas, Naruto rodó los ojos y fue a su llamado.

Sus pulmones ya no podía mas, paro de tocar y miro que la practica seguía. Tomo su teléfono del bolsillo trasero del pantalón percatándose de la hora. Kiba aun no llegaba y Tenten, la encargada de dirigir a la banda, ya los estaba llamando.

Tomo su estuche y camino hacia ella.

Tenten Amma esta en un grado mayor al de Hinata, por lo general siempre usa ropa deportiva y va peinada con dos chonguitos en lo alto de la cabeza. Una chica con tinta de hombre, pero muy agradable cunado te toma confianza.

—Como saben, el partido será pronto y nosotros... —hablaba con fuerza la castaña frente todos.

El Inuzuka se acerco a Hinata y, muy cercas de su oído, le dijo:

—¿Alguna novedad?

La ojiperla se erizo, quedo paralizada y quiso gritar, puesto que no se la esperaba. Cuando su pulso cardiaco se regularizó, giro rápidamente y le tiro una bofetada al castaño, ya que capto que él era el responsable.

—Por tu culpa moriré pronto.

—No era mi intención esta vez, de verdad —frotaba su mejilla ahora hinchada y enrojecida.

Hinata lo fulminó con la mirada y segundos después le dio la espalda prestándole atención a Tenten.

—¡Hagamozlo equipo! —Finalizó y todos gritaron.

Al no haberse percatado de lo que sucedía, la azabache fue junto a Tenten, toco un par de veces su hombro y esta volteo con una sonrisa.

—¿Qué sucede? —pregunto gentilmente la castaña.

—¿Crees que puedas resumirme lo que dijiste? La verdad no preste atención.

—Claro Hina-chan —sonrió pícaramente—. Solo no vuelvas a distraerte con tu novio, ¿esta bien?

—¡E-el no es mi n-novio! —recalco la ojiperla con un rojo intenso por todo el rostro.

—Si, si —rió ante la actitud de la azabache—. El torneo será pronto y nosotros al ser su fiel banda, es necesario que vayamos ensayando para todos los partidos en los que nos toque participar.

—¿Cuándo será el primer partido?

—En dos semanas —Tenten palmeo el hombro de la Hyuga—. Asegurate de estar preparada —ante esto, se marcho.

Hinata tenso su mano apretando con fuerza el clarinete, y repitió en su mente "dos semanas..."

Continuará...

You Belong With Me
Publicado
22/Noviembre/17

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