"Kitty", gatito en inglés, ese desgraciado, se había vuelto a burlar de mí, ya no lo podía soportar, Víctor no se iba a salir con la suya, le iba a decir que sabía la verdad de su relación con su ex novio, y que todos en el instituto se iban a enterar. Estaba dispuesto a lograr ese aspecto, sin importarme ganarme la enemistad de un maestro, ese día había llegado al salón de clases con una pose bastante provocativa, al poco rato llegó Víctor sonriendo como de costumbre.

- Good afternoon, dear Kitty

Yo simplemente respondí con un susurro medio molesto: Hi teacher, no obstante, Víctor sonriéndome de nuevo dijo.

- I can't hear you. We need to start again, when I am saying "good afternoon" you must tell me: Good afternoon, Professor Victor. Again please.

- Good afternoon.

- Good afternoon, professor Víctor.

Víctor dio saltitos y dijo con una voz cantarina semejante al de un niño pequeño.

- Good, very easy no?

- Para qué me quiere aquí-. Dije hablando en ruso.

- ¿excuse me?

- Para qué me quiere aquí.

- Not russian please-.

- No me importa-. Insistí-. Para qué me quiere.

Víctor suspiró sabía que era inútil, yo no le iba hablar en inglés para hacer su voluntad, si me iba a humillar y por eso me había citado, era necesario que lo hiciera fuera de su rol de poder. El hombre platinado suspiró.

- ¿Me viste no es así?

Sabía a qué se refería, él lo sabía, entendía que yo había espiado su conversación con el chico de gafas. Sin perder el tiempo lo afirmé.

- Sí, lo sé.

- ¿Qué viste?

- Lo suficiente como para hacer que te echen aquí a patadas.

- ¿por qué lo harías?

- Tal vez, porque ya me harté de ti, y tus humillaciones. Nos tratas como imbéciles, y te desquitas con nosotros solo porque tu novio te dejó. Dije en un tono bastante mal educado.

Víctor sonrió con cierto aire cínico y emitió una fuerte carcajada. Esa risa me hizo temblar, pero intenté mantenerme firme, no quería parecer débil delante de él.

- ¿y tú crees que me echarían? El director es mi tío. Fue él quien me dio este empleo. No echaría a su sobrino favorito.

- Tal vez, lo haría. Después de todo está escuela es católica, y la homosexualidad está prohibida. Si tu tío descubre que eres gay, dudo mucho que se apiade de ti.

- No lo harías-. Dijo Víctor con aire seductor.

- ¿cómo estás tan seguro?

El profesor albino acercó su rostro al mío, pude sentir su respiración haciendo cosquillas en mi nariz, me miró con esos ojos fieros azules, y sin previo aviso me dio un apasionante beso, inclinando su cuerpo sobre el mío. Al principio intenté apartarme, pero después sus labios se acomodaron con los míos, y yo terminé dejándome llevar. Esos labios tan seductores esa forma de cómo tomaba mi camisa y me acariciaba sobre la ropa era tan sexy, quería que él me poseyera, que me declararla como suyo. El hombre corriendo las cortinas del aula, se quitó el sweter y la blusa de cuello de tortuga, y quedó con el torso desnudo. Yo me mordí el labio, Víctor tenía un cuerpazo, atlético y desgarbado, marcado, y pálido. Como si de un león se tratara, Víctor se acercó a mí, y tomándome el cabello rubio comenzó a besarme otra vez, mientras me iba quitando la ropa hasta dejarme desnudo. Después me dijo que me volteara de pompa y me poseyó por el ano. Tuve que hacer un fuerte esfuerzo para no gritar, mientras gemía Víctor me decía.

- ¿le dirás algo a mí tío? Sería una pena que te echaran a ti también por ser gay.

- ¡Ahh! Cállate pedazo de basura, cállate.

Víctor eyaculó dentro de mí, y me dio a probar su seme, éste tenía un sabor especial delicioso, no sabía si Víctor estaba haciendo esto para encadenarme junto con él, pero quería que continuara, no quería dejarlo ir. Quería seguir probando su semen, aquella leche fresca y deliciosa, no resistiendo más la tentación, me alejé de él, y chupé su farol, diciéndole cosas sucias.

- Tu novio te complacía de la misma manera que yo, dear teacher.

Víctor no respondió y se mordió el labio, por su mutismo supuse que el ex novio de Víctor no era tan ágil como yo en las artes de eros. Me alegré por esto último, me sentía poderoso, era yo quien estaba humillando al profesor descarado y no al revés. Mientras teníamos sexo le di sexo oral a Víctor, mientras él me seguía poseyendo, yo a veces lo agarraba de los cabellos e invertíamos los roles él se volvía el pasivo y yo el activo. Me encantaba eso, era la oportunidad perfecta para humillarlo, mientras le ponía mis dedos en su boca.

- ¡Di que te gusta! Dilo.

- Yes, yes, very much. Dijo Víctor