Capitulo 10

Si las miradas pudieran matar, pueden estar seguros de que tanto Leonardo como Raphael estarían muertos. Ambos sentando en sillas que Donnie había colocado en su laboratorio justamente para ambas tortugas mayores. Ambos con los brazos cruzados teniendo la mirada fija en uno al otro, apenas parpadeando, creando un ambiente bastante tenso y muy malo. Mientras ambos estaban en su concurso de miradas, la tortuga de bandana morada estaba arreglando algunas cosas, poniendo equipo en su lugar correspondiente, al finalizar su trabajo este se gira a ver a sus dos hermanos mayores y suspira de forma pesada.

Camino hacia ello para asi dejar en claro algunas cosas y el porque los sito a ambos sabiendo muy bien que desde que llegaron no podían estar en la misma habitación ni un minuto sin estar gritándose el uno al otro.

–Muy bien, me alegra ver que ha pasado cinco minutos y no están gritándose, de echo ni una palabra se han dicho. –Dijo Donatello logrando que la mirada de ambos mayores cayera en él. –Hay una razón detrás de esto.

–¿Y esa es? –Pregunto Raph ya teniendo en mente irse de la habitación porque de verdad no soportaba estar en la misma habitación que Leo.

–Ustedes dos T-I-E-N-E-N que arreglar sus diferencias. –Y al decir eso ambos hermanos de nuevo se miraron con ira y molestia. –No vamos a lograr nada si no pueden ni siquiera hablarse sin que termine en uno de sus millones de peleas... ¿Pueden por favor hablar como los adultos que son y dejar esta tonta discusión a un lado?...

–Es muy difícil hablar con la tortuga que se supone que era el líder y termino abandonando su propio equipo por una mujer manipuladora.

–Lo dices como si tu no te hubiera ido y abandonado este lugar.

Al menos yo no me fui detrás del trasero de una mujer.

–¡Esto es exactamente lo que me refiero! –Grito Donnie interrumpido la misma discusión que ambos han tenido desde que llegaron. –¿Cómo pretender ayudar con la situación de Mikey si no se llevan bien, si siempre están peleándose?... ¿Creen que ustedes dos peleándose ayudara a que Mikey vuelva a tener un poco de confianza en nosotros de nuevo?... ¡NO LO HARA! ... Asi que ninguno de ustedes dos saldrá de aquí hasta que hablen como las tortugas adultas de 21 años que son y dejen un lado sus diferencias y se concéntrense más en Miguelangel, y no me importa si se quedan aquí todo el día, si es necesario los dejare aquí encerrados una semana hasta que se concilien.

Tras gritar básicamente eso, cerro de un portazo la puerta de su laboratorio y ambos hermanos escucharon claramente como le ponía el seguro. Luego de escuchar pasos alejándose de la única puerta no se volvió a escuchar otro ruido en la habitación. Ninguno de los dos hermanos mayores se miraba, ni tampoco mencionaban nada, ¿por donde empezar esta conversación? ¿como no llevar esto a una pelea de cuerpo a cuerpo entre ambos?

Tanto para Leo como para Raph era casi imposible imaginarse que no llegaran a tener una pelea si comenzaban a hablarse. La tortuga de ojos azules llevo su miraba por unos segundos hacia la tortuga de bandana roja, con solo mirarlo la ira lo apodero. Si, el acepta que cometió un error, pero Raphael se lo recalca como si él no hubiera cometido el mismo estúpido error. Lo encuentra estúpido e ilógico que Raph le reclame por irse cuando él hizo lo mismo.

''–Quiero confiar en ustedes...De verdad que si porque después de todo siguen siendo mis hermanos...Pero Leo, ten-tengo miedo...''

El recuerdo de las palabras de Mikey lo golpeo mas fuerte que cualquiera de los golpes que recibió cuando batallaba con Destructor.

''–Y eso lo entendemos Mikey, te herimos al dejarte solo. Tú no tienes que hacer nada, nosotros somos lo que debemos de arreglar las cosas contigo.''

Ahora el recuerdo de sus palabras, de su promesa hacia Mikey y asi mismo. Donatello tenia razón, no logran nada con Mikey si entre él y Raph las cosas están mal. Con un gran suspiro, Leonardo lleva su mirada hacia su hermano y toma aire para decir las siguientes palabras.

–Yo...Lo siento. –Dijo apenas, teniendo enseguida la mirada esmerada de Raphael en él.

Hubo un pequeño silencio entre ambos, en donde las miradas azules y verdes no abandonaban la otra.

–Tenias razón...Fui el primer en irme, y no debí hacerlo...No debí irme con ella después de todo lo que vivimos.

Raphael suspiro, y llevo sus manos a sus rodillas, aun observando a Leo. No sabia como contestarle, no sabia que decir. Al fin tuvo la victoria pero ¿de que?...¿De una tonta discusión? ¿De una acción que él mismo tomo y lo hizo peor que Leo?...Es que mierda, él se fue de un día para otro sin avisar, sin decir a donde iba o porque, dejo solo a Mikey y Donnie justo como Leo los dejo a ellos tres.

Aparto la mirada de Leo apretando sus manos en sus rodillas.

–No me molesto que hayas querido ir a Japón...Si solo hubiera dicho eso, que querías ir a Japón por papa no...No hubiera reaccionado como lo hice ese día.

–¿Entonces? – Ahora el mayor estaba bien confundido.

–Me molesto que te hayas ido con ella...De todas las malditas personas en este mundo, me molesto y me sigue molestando que hayas decidido a Karai sobre tus hermanos...

–¿Por qué?

–¿Cómo que ''porque'', Leo? – Pregunto de manera brusca. –Ella apenas estuvo en nuestras vidas...Apenas estuvo contigo, incluso después de saber la verdad sobre quien era su padre y sobre Splinter ella decidió desaparecer...Solo aparecía cuando necesitaba ayuda...Cuando necesitaba TU ayuda. –Comenzó a levantar mas la voz y para este punto Raph ya se había levantado de la silla tumbándola en el proceso. –Ella puede ser la hija de Splinter, y puede que el mismo Splinter la haya perdona y aceptado todo...Pero yo nunca...Nunca puede ver nada de Sensei en ella...Cuando la veía solo podía ver una versión de Destructor...

El silencio reino una vez mas entre ambos. Leo tenia que aceptar que Karai jamás se pareció en Splinter, ella busco venganza después de saber la verdad, básicamente ella quiso hacer lo mismo que Destructor quería hacerles a ellos. Ella busco venganza algo que Splinter jamás hizo ni jamás haría, ella busco dañar a Destructor por todo lo que hizo, cuando Splinter busco paz y tranquilidad. Si, Karai fue criada por Destructor, entonces era mas que obvio que iba a actuar como él.

–Me molesto que te dejaras manipular por ella tan fácilmente...

–Lo siento...Si me deje llevar por ella, tienes razón en eso también...Pero eso no pasara de nuevo...Ella ya no tiene control sobre mí.

–Creo que lo tendré que ver para creer.

–Bueno pero tu no puedes hablar mucho...–Exclamo parándose también de la silla y quedando frente a la tortuga de badana roja.

–Yo también metí la pata Leo...¿Contento? – Exclamo con cierto tono de sarcasmo al final.

–En realidad no.

–Pues mala suerte para ti. –Dijo mientras lo apuntaba.

–¿A dónde fuiste? ¿Qué tuviste haciendo todos estos años? – Comenzó a tirar preguntas de forma rápido e ignorando por completa la mirada de ira que tenia Raph y que parecía que aumentaba mas cuando soltaba mas preguntas.

–No necesito contestarte nada de eso. – Exclamo casi gritándole a la tortuga mayor.

–¿Qué te cuesta decírmelo o decírselo a Donnie, o incluso al mismo Mikey? ¿Qué es lo que ocultas?

–¡No oculto nada Leo! ¡Si no quiero decírtelo es porque no me da la gana! – Comenzó a gritar mientras tanto él como Leo se acercaban.

–¡Es obvio que ocultas algo Raph! ¡Puede que pudieras engañar a todos, incluso a papa, pero a mí no me engañas! ¡Sé cuando mientes! – Grito Leo perdiendo casi la paciencia con la tortuga de bandana roja.

Uno aquí pensaría que la pelea entre ambos hermanos iba a empezar, después todo Raphael parecía que se le quería salir el mismo Satanás de él, pero no fue asi. Raph si levanto el puño, lo apretó con toda la fuerza que tenía, pero no le dio a Leo, mas bien golpeo la mesa que en algún momento separada a los dos. Lo golpeo con tanta fuerte que hasta logro partirla por la mitad. Dejando que el silencio reinara entre ambos hermanos una vez.

Podías ver como los hombros de Raph subían y bajan, podías ver como trataba de controlar su respiración, y como aun sus puños los seguía apretando, tratando de controlar las ganas de tirarse encima de Leo y partirle toda la cara. A Raph le molestaba que Leo tuviera razón en algo, y mas si tenía algo que ver con él. Siempre odio que Leo lo pudiera leer como un libro abierto, odiaba que Leo no tuviera que hacer el esfuerzo con él porque ya sabía todo, odia todo eso

–Tarde o temprano tendrás que decirlo, y si no me lo dices a mi...Al menos se lo tendrás que contar a Mikey...–Dijo Leonardo sin ninguna expresión en su rostro, demostrando que la acción que hizo Raph hace poco no le afecto en nada.

–Eso solo va a empeorar todo...–Susurro con la voz ronca.

–¿Mas de lo que ya esta?...Si queremos que Miguelangel vuelva a confiar en nosotros debemos ser sinceros con él...Demostrarle que no nos iremos, y de los tres has sido el único que apenas se ha acercado a él. –Explico ya teniendo una expresión mas calmada.

–Es que tú no estabas en el momento que Mikey me vio...L-La ca-cara que puso al verme...–Susurro lo ultimo bajando la mirada. Traer a la conversación lo que ocurrió con Mikey el día que regreso le quitaba toda la ira que tenia y la reemplazaba con culpabilidad.

Si, incluso después de una semana desde que volvió, la cara de terror que puso Miguelangel cuando lo vio aun no atormenta, y lo va a seguir atormentando. Esa es la razón por la cual no se ha atrevido acercarse a la tortuga de pecas, desde lejos podía ver como Donnie y ahora Leo se le acercaban para decirle algo y aunque Mikey actuaba con timidez y a veces con rudeza con los dos, podía ver el intento de ambos en ayudar a Mikey. Mientras que él no hacía nada...

–Si no piensas hacer algo...Si no piensas en ayudar a Mikey entonces ¿Por qué sigues aquí?

Es verdad...¿Por qué sigue aquí? No ha tenido algún acercamiento con Mikey, entonces ¿Qué hace ahí? Es obvio que no esta ayudando en nada, pero igual irse sabiendo todo lo que ha pasado Mikey y todo el daño que causo al irse, no podía hacerlo. La idea de regresar era ayudar a Mikey y no iba a negar que justo cuando se aseguraba que Mikey estuviera bien iba a regresar a su vida actual, pero ahora no podía. No podía volver a su vida de antes, no podía ni quería irse.

–Trata de acercarse a Mikey de alguna u otra forma Raph, evitarlo o esperar que él haga el primer movimiento no funcionara esta vez...Mikey ya no es el mismo y puede que no vuelva a ser el mismo...– Trato de recomendarse Leo, mirándolo con sus ojos azules que reflejaban sinceridad y determinación. Después de todo eran hermanos y los hermanos se ayudan entre sí, y aunque Leo y Raph siempre han estado discutiendo por sus diferencias siempre terminan perdonándose.

–Lo hare Leo...Gracias. –Susurro lo ultimo apartando la mirada de su exlíder, quien sonrió al escuchar la ultima palabra. Leo sabia cuanto le costaba a Raphael decir esa palabra, él lo sabia mejor que nadie.

Puede que tal vez esta conversación no haya terminado o todavía había cosas que tenían que resolver, pero al menos entre ellos las cosas están bien, Ambos están ahí por no solo Mikey sino por todos, por los cuatros, por su sensei.

¡Hasta el próximo capituló!

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