Parte Única

Al fin, había terminado su proyecto. Ese proyecto que todo estudiante de universidad odiaba. Ese mismo proyecto que, si fallabas, te hacia reprobar no solo una materia pero TODO el largo año. Había trabajado meses para lograr llegar a un resultado que le parecía impecable, a costa de su vida amorosa de las últimas semanas o meses, no recordaba la última vez que había pasado tiempo con su magnífico novio. Pero, ahora estaba dispuesto a estar con él las veinticuatros horas del dia.

Deslizó la llave en la cerradura y intentando hacer el menor ruido posible, entro al apartamento con los pies en punta para no despertar a su querido hombre, ya que eran las 3 de la madrugada apenas y Sehun ya no estudiaba, aun siendo el más joven, pero trabajaba así que no tenía horarios tan sueltos como los del pelinegro.

Se desplomó de su molesto abrigo de invierno y dejo su bolso a un lado del salón, siguiendo su camino hacia la recamara. Se extraño un poco a verla con la puerta cerrada ya que a su novio no le gustaba cerrarla cuando el no estaba, haciendo como si lo esperaría durmiendo.

El silencio regnaba en el grande apartamento compratido por el y su novio cuando abrió la puerta y se adentro en el cuarto. Comenzó a dejar en el piso sus prendas, acercándose a la cama cuando notó algo raro.

Desde cuando su novio tomaba tanto espacio en la cama?

Con mucho miedo, encendio la luz de golpe, encontrándose con una imagen que nuca hubiera querido ver nunca.

Las sabanas se movieron ante la repentina luz y gruñidos se escucharon. Un primer cuerpo se levantó, uno muy conocido por el pelinegro, y su cabeza lo se volteo a mirarlo. Un segundo cuerpo aún yacía en la cama, una almohada en la cara, gruñendo de molestia.

- KyungSoo... LLegaste temprano? - el nombrado cruzó sus brazos, alzando una ceja.

- "Llegaste temprano"? Es lo único que encuentras a decir en estas circunstancias? Son las putas tres de la madrugada, no puede ser pinche más temprano es verdad. Aunque no importa una mierda la hora, Baekhyun me acogerá. Eres un puto, Sehun.

Al terminar su oración, fue a recoger sus prendas previamente quitadas para ponerlas de nuevo e dirigirse hacia su armario y coger unas prendas que encerró en un bolso de viaje. Se acerco a la cama, viendo a los ojos a su ahora ex novio, quien estaba temblando de la impotencia. El pobre chico no sabia que decir ante la calma del más bajo. Al pensar tanto, se mordió la lengua al momento en que el pelinegro le dio un puñetazo que le entumecio la mandíbula e hizo que se cayera sobre el cuerpo dormido de su amante de una noche, escuchando la puerta principal cerrarse con fuerza. Lo había perdido por cachondo.

***

La escandalosa música retumbaba en mis oídos, amortiguada por el alcohol en mis venas y el calor en mi piel. Una gota sudor se deslizó por mi nuca al tiempo en que vacíe de un solo golpe el quinto vaso de tequila de la temprana noche.

Unas finas e delicadas manos se posaron sobre mis hombros y voltee a ver la cara preocupada de mi mejor amigo, BaekHyun. Sus mejillas estaban rojas por el reciente ejercicio, al bailar, y el calor, de estar entre cuerpos calientes, exhibiendo sus ganas de sexo. Sentí su aliento en mi mejilla, al intentar ser escuchado sobre la música.

- Deberías parar, a este ritmo en menos de media hora ya no podrás pararte de esa silla. Ven a bailar a evacuar un poco ese alcohol. - me tomo de la mano, haciéndome bajar de mi confortable asiento, y separandome de mi nueva adicción quemante.

Sin ganas, me deje llevar entre el mar ahogante de gente y al ver sonreír de todas sus dientes a mi amigo, deje que el ritmo de la música entre en mi, como una dulce caricia y poco a poco ese mismo cuerpo que ya no sentía como el mio, empezo a moverse sin vergüenza alguna.

De reojo, pude ver como mi amigo era agarrado de las caderas por un hombre increíblemente grande y se dejaba llevar a algún lugar, guiñandome el ojo con descaro. Le sonreí para ignorarlo. Esta noche iba a volver sin el.

Poco después de eso, entre en una transe en donde solo la música, el calor y yo existíamos y baile durante, lo que me parecio, horas, disfrutando por completo de mi estado de ebriedad avanzada.

En algún momento, mi ojos se encontraron con los del único hombre que me miraba fijo, sentando el una mesa con unas chicas y chicos hablando con ganas. Aun sentado, se veía que ese hombre era mucho más alto que yo y que no era totalmente de sangre coreana.

Sus largos dedos pasaban por su barbilla y sus carnosos labios mientras que sus ojos no se despegaban de mi cuerpo que seguía balanceándose al ritmo de las bases pero de un momento a otro, mis movimientos eran más atrevidos y sin una pizca de inocencia.

Después de largos segundos, le sonreí de lado y le guiñe un ojo, que el tomo señal para levantarse y caminar hacia, pasando su lengua sobre su labios, como un lobo cazando su presa.

Y yo era su presa. Y gustosamente me dejaría devorar.

Al fin, llego a mi altura pero, al momento en que iba a tocarme, unas horribles manos sudadas, me tomaron por las caderas, como salidas de una película de horror. Sentí mi cuerpo enfriarse de inmediato y miré al hombre que pensaba tener el derecho de tocarme, pero otras manos le apartaron de mí y pude escuchar una masculina voz resonar en mis oídos.

- No toques lo mio, pendejo ! - el chico me echo un vistazo, como para asegurarse que era cierto y yo me apresure en pegarme al amplio pecho, mirando con odio al chico que finalmente fue a tocar a alguien más.

Suspiré de alivio y sentí una grandes y calientes manos, tomarme de mis caderas para volteame y acorralarme aún más en su pecho, alcé la cabeza y vi un magnífico rostro justo encima del mio que me miraba como si fuera a comer y solo eso despertaba algo en mi.

- Así que ... soy tuyo? - me sonrió seductor y se bajó un poco para hablar normalmente en mi oído, dejando chocar su aliento en mi nuca.

- Y por toda la noche, te parece? - sonreí y lleve mi manos detrás de su nuca, alzándome sobre mi pies.

- Me encanta la idea. - logré susurrar sobre sus labios antes de sentir sus deliciosos labios sobre los míos, moverse al compás de mi.

Su lengua vino humedecer mis labios para deslizarse en mi boca y jugar con la mía, enredándose alrededor de ella. No pude evitar soltar un suspiro al mismo tiempo que el agarro con una mano una mis nalgas, profundizando aún más el beso.

Por desgracia, el se separo de mi pero me cogió la mano para llevarme lejos del bullicio de la pista de danza y yo lo seguí dócilmente, sintiendo mis pantalones un poco estrechos a un cierto lugar de mi anatomía.

Nos desplazamos rápidamente hacia los espacios VIP y el guardia, apenas nos miró antes de dejarnos pasar, y el hombre no se paro tampoco. Seguimos hasta un lugar que desconocía de mi discoteca favorita y con un código, el logro entrar a un cuarto muy limpio con una enorme cama y un escritorio lleno de papeleo.

Sin darme el tiempo de dejarme preguntar algo, el ataco mis labios con hambre y me hizo caer de espalda sobre el colchón sin hacerme daño e inmediatamente se posicionó encima mio, una rodilla entre mis pierna, rozando la tela al nivel de mi semi erecto miembro.

Para no quedarme atrás, le mordí el labio y pase mis manos por su camisa, delineando un cuerpo muy bien formado. Tiré sobre la tela y el se enderezo para quitársela de un golpe para volver, enseguida, a besarme sin descaro, dejándome sin aliento.

Sentí como era desplomado de mi camiseta y de mi pantalón bajo sus dulces caricias y sentí su mirada llena de lujuria observar mi cuerpo. De pronto la vergüenza volvió a mí e intenté cubrirme con mis manos pero él las tomó y las inmobilizo encima de mi cabeza.

- No te escondes de mi... Eres precioso. No te muevas, te haré ver las estrellas. - y se relamió sus labios, soltando mis manos que se quedaron donde estaban y lo mire hacer rodar la tela de mi boxer sobre piel.

Mi miembro fue rápidamente descubierto e hice fuerza sobre mis manos para que no se movieran y temblaron ante mis deseos contradictorios. El tiro mi boxer en algún lugar del cuarto e cerro su dedos sobre mi enfiebreso miembro, y lentamente comenzó a masturbarme.

A este punto yo ya no era más que un desastre de gemidos y suspiros. No pude evitar el chillar, cuando sentí que acababa de soplar sobre la punta de mi pene y con sumo cuidado, delineo el tronco de ese con su caliente e húmeda boca antes de tenerlo completamente en su boca.

Mis dedos se aferraron a la sabanas con desesperación ante las olas de placer que este desconocido lograba darme con solo una felación. Gruñí cuando el saco mi miembro de su boca y el alzo la mirada para verme a los ojos.

- Dime tu nombre, precioso. Yo soy Kris. Para que gimes mi nombre. - alzo mi caderas para tener frente a su cara mi trazero, como un espectaculo.

- K-KyungSoo ... Ah! - mi espalda se puso a temblar ante la húmeda intromisión de su lengua en mi entrada.

Una mano en mi cadera que me sostenaba, mientras que la otra estaba masturbandome con un ritmo pausado, que me hacía querer suplicar por más cuando su lengua entera estaba abusado de mi ano. Con mucho cuidado, deslizo su mano hacia el hueco entre mis nalgas y alejo su cara de ese lugar, dejándome con ganas de mas.

Mi pulso estaba alterado y demasiado rápido cuando sentí unos largo dedos adentrándose en mi, tocando sin dificultad mi próstata e haciendo de tijeras, dándole golpecitos que me envió escalofríos por toda la columna vertebral. Estaba por llegar a mi límite.

- Kris ... Yo ya... - al instante en donde comprendió, sonrió sádicamente y alejo sus manos de mi cuerpo, haciendo caer el bajo de mi cuerpo en el colchón. Lo miré, dudoso.

- Es demasiado temprano aún. - con mucha agilidad, se tumbó en la cama pero me posiciono encima de el, sentí mis mejillas sonrojarse. - Tu turno, KyungSoo.

Con timidez, agarré su pantalón con su boxer y los tiré detrás mío, y agarré su miembro. Sabiendo muy bien que ya no podia esperar mas, escupi en su pene y comencé a esparcir mi saliva por todo su longitud que era enorme. Alinee mi entrada con la punta de su ano y lentamente introduje su glande y me paré para acostumbrarse un poco, pero el agarro mi cadera e me hizo bajar de golpe sobre su pene, llegando hasta el fondo. Mi garganta soltó un grito de dolor y de placer desgarrador.

Después de unos segundos, mis caderas comenzaron a moverse sobre él, golpeando de vez en cuando mi punto dulce, haciéndome gemir como una perra en celo, dejando escapar de mis labios el nombre del hombre bajo mío, que con sus manos, me hacía marcar un ritmo mas y mas frenetico.

Sentí en mi, su miembro hacerse aún más grande, señal que él estaba cerca y comencé a escuchar sus gruñidos bajo y sus maldiciones en susurros, mirándome a los ojos. Al fin el agarro mi miembro y comenzó a masturbarlo con el mismo ritmo que nuestras estocadas.

Fue cuestión de segundos para sentir mi bajo vientre calentarse y contrarse para suplicar por más y que ya estaba por llegar. Un caliente líquido salpicó ambos abdómenes pero yo seguía en trance, golpeando aún más fuerte mi próstata, sintiéndome en el cielo hasta que sentí su semencia regarse dentro de mi.

Me quede unos pequeños segundos más, dando ligeras y lentas estocadas, sintiendo como mi cuerpo se quedaba sin fuerza y caí rendido sobre el cuerpo de Kris, quien me sonreía con orgullo.

Aun con su caliente pene dentro mio, me deje caer en los brazos de Morfeos y caí rendido ante la fatiga acumulada, sintiéndome reconfortado y en seguridad en los brazos de ese increíble desconocido, que me acariciaba de las yemas de los dedos la espalda en círculos.

***

Mis párpados estaban siendo abusados por un viento irregular y caliente cuando desperté en la mañana. Fue al abrir los ojos que me di cuenta que no era un viento pero que me estaban soplando en la cara para despertarme.

Aturdido y sorprendido de la presencia de alguien a mi lado en la cama, me sobresalte y me levante de golpe, haciéndome daño en mi entrada. Su pene estaba en mi. Poco a poco, los recuerdos de la noche anterior volvió a mi mente y avergonzado al tope, tape mi cara con mis manos, al darme cuenta que el hombre me estaba mirando fijamente. Quien rió ligeramente ante mis reacciones.

- No quieres primero que salga ante de avergonzarte? A este paso me voy a poner duro de nuevo y te va doler. - Sin esperar un segundo mas, deje caer su verga adormecida sobre su vientre y me levanté completamente en la cama, cubriéndome con una fina sabana.

- Lo siento... Normalmente no me duermo así... - el bufo, sonriendome.

- Sabes, ya vi su cuerpo por completo ayer, no tienes porque taparte de esa forma. - se acerco a mi y me tomo por la mandíbula para darme un corto beso en los labios y lamerlos con descaro. - Me gustaste bastante, que dices de una relación?

- Ni siquiera sé quien es usted.

- Deja las formalidades, Kyung. Justamente, de esa forma nos conocemos.

- No creo...

- Ademas, hacia mucho tiempo que un cuerpo no se adapta tan bien al mio. Eres sorprendente, Kyung. Me fascinas. Lo intentamos?

- No sé si ....

- Salimos de cita y si te disgusta la idea, lo dejamos, si? No es mucho y ya tuvimos sexo. - me miro con una gran sonrisa.

Su cuerpo era increíblemente bien formado y su cara era muy apuesta. Ademas, para olvidar al otro no era lo mas facil?

- Bueno... Solo una.

- Ahora que estamos de acuerdo, porque no hacemos una ronda rápida en la ducha? Se me paro al mirarte. Eres demasiado suculento - rei ante su proposición que no me desagradó tanto, al parecer, ya que mis piernas se encontraron muy pronto alrededor de su cadera, y el me llevaba hacia la famosa ducha.

- Usted solo es guapo.

- Y bueno en la cama!



¿Hago segunda parte? Ay no sé...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top