You are my only wish
Notas: Ningún personaje me pertenece. Todo es obra de su respectivo creador.
Advertencia: Pareja homosexual. Headcanons. Fluff.
Aclaración: Lo sé, lo sé. Jeremy es judío, pero quería escribir algo con esta temática ¿Sí? >:'(
-You are my only wish-
Casi lo tenía todo listo, de eso podría estar seguro.
Frituras, refrescos, caramelos, videojuegos de zombies... Sí, creo que tengo todo.
No era la primera vez que hacía esto; era prácticamente una traducciones que repetía periódicamente cada año junto a Michael desde incluso antes de entrar a la secundaria; pero Jeremy Heere era muy perfeccionista cuando de días festivos se trataban; especialmente cuando cierto castaño con peculiares auriculares estaba incluido de por medio.
Y es que vamos, su novio no merecía menos.
Novio...
Una sonrisa boba escapó de sí mismo, a la vez que dejaba a un lado la libreta en la que iba anotándolo todo.
Oh, Dios. De solo pensar en esa palabra sentía su cara arder completamente. Hace tan solo unos meses que el pensar en aquella posibilidad parecía un sueño, y ahora... Ahora era una hermosa realidad.
Una que al fin le hacía sentir que tal vez su adolescencia sí que cargaría con recuerdos felices.
Michael... El mencionado había viajado con sus madres la semana pasada por las festividades, pero hoy en la tarde ya estarían de regreso. Todos los años eran así, pues éste se negaba rotundamente a permitir que el de pecas pasara a solas la Navidad, así lo festejara o no.
Y si bien era cierto que ahora Jeremy estaba intentando reconciliarse con su padre, aun no lo suficiente como para sentir comodidad en una nostálgica intimidad familiar.
De cualquier modo, la relación de ambos chicos era tan cercana como para recibir el apoyo/ayuda de sus progenitores para nunca faltar a dicha tradicional compañía mutua, y Paul ya reconocía a Michael como su yerno desde incluso antes de que el noviazgo se hiciera oficial.
En teoría, ser novios ya volvía al castaño parte de la familia.
– Novios, familia... En verdad ya lo somos.
Y estaban cerca de sobrepasar ya los 3 meses, no era para menos su euforia. En su vida había llegado a creer que su gran amor le correspondería, y mírenlo ahora, organizando una velada geek post navideña con el chico que lo hacía suspirar.
Comparado a su inicio infernal de clases, esto parecía el paraíso.
Oh, por favor ¡No desbordes tanta jotería, por amor a Okinawa! ¡Ni siquiera ha llegado!
Oh, cállate. No pedí tu opinión. Rodó los ojos de solo escucharlo.
Últimamente el Squip andaba tan callado que casi olvidaba su presencia, aunque nunca faltaban sus ácidos comentarios cuando se ponía a soñar despierto con Michael.
Ni que se pasara de meloso... ¿O sí lo hacía?
Bah, ridícula tecnología de bases conservadoras. Seguramente se quejaba tanto solo por andar molestando, pero no le daría el gusto de desconcentrarlo.
¡Tenía mucho por hacer aún!
– Veamos... ¿Qué más me faltaba?
Ya tenía el lugar, el entretenimiento, la comida, el regalo...
... ¿Eso último lo habías mencionado?
– ¡...!
¡N-no puede ser...!
Eres un idiota, Heere.
¡Mierda, mierda, mierda!
¡¿En verdad había sido tan estúpido como para olvidar algo tan importante?!
¡No! ¡Lo había comprado! ¡Estaba seguro de ello!
Hasta recordaba haber escogido específicamente aquel papel de regalo con estampados de pacman solo para la ocasión.
¿En verdad puedes confiar en tu cabeza? El otro día estabas alucinando sobre un unicornio.
¡El otro día estaba fumando! ¡No cuenta y no me estás ayudando!
No. No tenía tiempo para estar discutiendo con aquella pastilla electrónica, debía intentar recordar donde guardó el obsequio para Michael y rápido, no tardaría en llegar.
Veamos, si lo escondió debería estar cerca; probablemente en un lugar que su novio no frecuentara tanto.
– No es mi habitación ni el sótano... Tampoco sería el refrigerador. -Bien, descartando esas opciones y tomando en cuenta al regalo, eso le dejaba...- ¡...!
¡Uno de de los armarios!
Tan rápido como pudo recordarlo, fue a revisar, cruzando los dedos porque todo estuviese donde debería estar y rogando al cielo porque ningún retraso más ocurriera.
Ya nada podría seguir arruinando esto.
Solo debía obtener su obsequio y bajar a esperar pacientemente. De seguro, el castaño no tardaría mucho en aparecer ¿Cierto?
|•|•|•|
Ok.
De todos los días que pudo escoger el universo para atrasarlo en su visita... ¡¿Por qué justo hoy?!
Eso era lo que maldecía Michael Mell mientras seguía su carrera por las húmedas y frías calles de su vecindario, todo en pos de llegar a tiempo para ver a su querido novio, tal y como acordaban cada año.
¡Maldito viaje! ¡Maldito avión atrasado! ¡Maldito trasero congelado!
Y es que todo parecía venir en plan de retrasarlo más y más, pero nada de eso bastaría para hacer que Michael Mell desistiera de ir a ver a su novio. Así llegase como un zombie, lo haría.
Casi resbalaba en un par de ocasiones y en alguno que otro momento sufría algún mini infarto por casi ser chocado por un auto o trineo, pero no tardó mucho en divisar aquella casa que conocía desde hace tanto.
Aun cubierta de nieve, casi perdida entre el brillo de todas las casas adornadas y luego de no haberla visto un par de días, nunca podría olvidarla o confundirla.
Era el hogar de su persona más importante después de todo.
– ¡Llegué!
Tan rápido como pudo, llegó hasta la puerta, cuidando no darse contra ésta, y tocó el timbre un par de veces.
Nadie salió a recibirlo, pero eso no lo angustió. A veces sucedía, ya fuera porque Jeremy estuviese indispuesto o el señor Heere fuera, así que ya sabía que hacer en situaciones como esas.
Tan solo tuvo que revisar bajo el tapete de sus pies para hallar la llave de repuesto y abrir la puerta. La familia Heere le había confiado este conocimiento desde hace años y ahora era uno de esos momentos dignos para hacer uso de ello.
Bien, es hora.
Una vez abrió la puerta, ingresó lentamente y cuidando no olvidar colocar la llave en su sitio luego de usarla. Tal y como suponía, las luces estaban encendidas al igual que la calefacción, lo que indicaba que sí había alguien en casa.
– ¿Hola? ¿Jer-bear? -No recibió respuesta, pero de igual modo terminó de entrar.
Dejó su abrigo y gorra en el perchero cercano y fue en busca del joven que robó su corazón, optando por ir directamente al sótano a buscarlo.
Ese era casi el "santuario de machos" predilecto cada vez que se reunían; era obvio aludir que allí se encontraba Jeremy.
Y supo que no se había equivocado cuando alcanzó a vislumbrar su rizada cabellera tras un puff frente a la TV apenas terminó de bajar las escaleras, inhalando hondo por contener su emoción y listo para hacer todo lo posible por compensar su tardía llegada.
– ¡Jear-bear! -Gritó con alegría, acercándose tan rápido como pudo y apretando entre sus dedos el pequeño obsequio que llevaba todo este rato oculto en su bolsillo. Debía elegir el momento ideal para dárselo, pero antes debía disculparse ¿No?- P-perdona la tardanza, tuve un retraso en el avión y tuve que... -Sin embargo, antes de terminar de hablar cayó en cuenta de algo importante.- ¡...!
Su amado ya estaba profundamente dormido, por eso quizás no había subido a abrir la puerta.
Y eso no era lo único que notó el amante de Bob Marley, sino también el pequeño paquete envuelto con un papel de pacman que el joven con pecas acurrucaba entre sus brazos con tal cuidado que nunca había visto.
Ese... ¿E-es mi regalo? El moreno sintió sus ojos arder de emoción. No era la primera vez que recibía un regalo suyo, pero ser testigo de ese dulce detalle de parte suya siempre lo emocionaba.
Le recordaba cuan importante eran el uno para el otro, el inseparable par de jugadores 1 y 2.
En ese momento, Michael no pudo contener su propia sonrisa mientras se preguntaba internamente qué hizo para merecer un novio tan perfecto como lo era Jeremy.
Seguía sin saberlo, pero de algo estaba muy seguro.
No necesitaba regalos caros, adornos despampanantes ni la épica escena digna de una película cursi.
No.
Todo lo que deseaba para tener una noche perfecta la obtenía con solo tomar la mano ajena o sentarse al lado suyo.
Nada más.
Gracias por estar conmigo, Jer-bear. Sonrió para sí, besando cariñosamente la frente ajena y acercando su puff para acurrucarse a su lado.
Despertar juntos, esa sería parte de su sorpresa en cuanto el pecoso despierte; pero por ahora se dedicaría a gozar del mejor obsequio de todos.
Estar juntos.
...
....
[Extra]
Vale, lo sabía.
Se le había hecho absurdamente tarde y quizás volvió a meter la pata en un momento especial para su hijo, pero... ¡No fue su culpa! El centro comercial estaba repleto y no creía que volver a ordenar pizza en Navidad fuese una gran idea; con todo el esfuerzo que veía en su hijo por recibir a Michael creía que merecía esforzarse un poco más en ello, así fuese apaleado por las compras de último momento.
Además, de que esto que había logrado de seguro lo compensaría.
¡Jeremy adoraba el pavo después de todo!
– ¡Chicos, chicos! ¡Logré conseguir un pavo relleno! -Gritaba Paul apenas lograba ingresar a su hogar, en busca del par de adolescentes y todavía con restos de nieve en la cabeza.
Se veía agotado, pero satisfecho como nunca antes. Hacía tanto que no obtenía un logro sobre el cual sentir orgullo, y poder compartirlo junto a su hijo y yerno era lo único que necesitaba.
– Enserio. Era el último de la tienda y una anciana casi me lo roba, pero yo pude ingeniármelas y... ¡...!
Sin embargo, al bajar al sótano y asomar la mirada, pudo vislumbrar fugazmente a cierto par acurrucados sobre los puff frente a la pantalla, cómodamente dormidos y luciendo tan adorables como en sus tiempos de antaño.
Sonrió enternecido, a la par que volvía a subir a la cocina.
Bueno, la cena en conjunto podría esperar a otro momento ¿Cueryo?
No tenía corazón para despertarlos, aunque sí para tomar alguna que otra foto luego.
Ay, amor joven.
Lo mejor de tener esa edad ¿No?
– Descansen, tórtolos. -Murmuró por lo bajo, cerrando cuidadosamente la puerta y observando la nieve a través del cristal de la cocina.
Pensándolo un poco, esto era un poco nostálgico.
Me pregunto... Si yo tendré esa suerte de nuevo...
Bueno, soñar era gratis y todo era posible, especialmente porque ahora usaba pantalones.
Notas finales: Holi~
Quería dejarles un regalito atrasado por Navidad (?) ojalá hayan pasado hermosamente esta fecha y nos leemos pronto~
Oh, y por si se preguntan qué regalos tenían preparados Jeremy y Michael... Bueno, lo dejo a su imaginación ~
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