Capitulo 85


Buenas a todos losMarvelitos que seguís en esta historia, a pesar de que no hayamanera de verle un final a esto. Aunque bueno.... buenas serán paravosotros porque vamos... las cosas en mi casa no pueden ir peor.Rectifico. Sí que podrían ir peor, pero ya van como la mierda, asíque mejor que no empeore aún más la cosa.


Si me veis pesimista enlos comentarios, perdonadme. En parte, es mi pena por lo ocurrido yel orfidal que mi psiquiatra afirma que me ayudará a dormir, perosolo logra dejarme medio gilipollas.


''Pero, ¿qué coño lepasa a esta?'', estaréis pensando algunos. Bien. No sé a cuantosde vosotros os he mencionado el tema sobre que estaba muy unida a micuñada. Ella me metió en el mundo del fanfic, me picó con losmangas y animes, hemos ido a ferias de libros (este verano estuvimosen la de Madrid), me llevó a comprarme mis primeros sujetadores,íbamos de compras, a exposiciones de pintura y demás. La conocícuando yo tenía 8 años y ahora tengo 25, así que podéis imaginarque era más una hermana para mí que una amiga o conocida.


Bien. Pues.... despuésde todo eso, mi hermano le ha sido infiel y se van a divorciar. Ellame ha dicho que eso no tiene que afectar a la relación que ella y yotenemos, pero obviamente las cosas serán muy diferentes de ahora enadelante. En serio, la sensación que tengo es de haber perdido a unahermana querida y nadie en mi casa parece entenderlo. Mi madre nuncase llevo bien con ella (decía que era ella la que le impedía a mihermano ir a su casa a verla, lo cuál era mentira) y mis padresestán tratando de apoyarlo a él en todo lo posible, a pesar dehaber sido él el que ha engañado y no ha pedido perdón a nadie.


En serio. No estaríatan cabreada sobre este asunto si él hubiera tenido, al menos, ladecencia de pedirle perdón por lo que ha hecho. Pero, inclusodespués de haberle pillado mi cuñada y sus hermanas en casa deella, seguía negandolo todo. Y hoy mismo lo ha llamado mi madre yestaba comiendo en casa de su amante. En fin.... todo muymaravilloso.


Si ese no os parecemotivo suficiente para que esté tan cabreada como me siento, hay másmotivos. Mi figura paterna siempre fue mi hermano. Mi padre trabajabamuchísimas horas, así que, para cuando llegaba de trabajar, yo yame estaba llendo a la cama. Fue mi hermano quién me protegió en elcolegio, quién me enseñó a pelear, el que procuraba que sus amigosno hablaran de sexo y cosas así delante de mí... Él era mi figurapaterna y él y mi cuñada como pareja eran los únicos que me hacíancreer que podía existir el amor en la vida real.


Ahora, esos dos pilaresse han ido a bajo y lo han dejado todo hecho una mierda. Creofirmemente que el amor de los libros y las películas solo seencuentran ahí; en los libros y películas. Y también que nunca esbueno colocar a alguien en una posición alta, porque, en cualquiermomento, puede caer. Y muy duro.


Sí, cualquierapensaría que estoy deprimida en extremo. También puede ser unefecto secundario de los olfidales. Lo ponía en el prospecto. Memandan algo para dormir que lo único que me hace es ayudarme adeprimirme. Gracias, medicina.


Pero también tengo quedeciros que mi estado de ánimo no va a tener nada que ver con lahistoria. Sé separar mi estado de ánimo con lo que tengo intenciónde contar, así que no tenéis nada de lo que preocuparos. Solo os hesoltado todo eso porque necesitaba sacarlo por alguna parte. Si habloahora mismo con mi hermano, me pelearía muy fuerte con él y mispadres solo tratan de defenderlo. Mis amigas tratan de comprenderme,pero tampoco quiero contárselo a todas ellas porque tampoco es queellas pudieran hacer mucho por ayudarme y solo las preocuparía. Solonecesitaba esto; soltarlo. Dejad toda la mierda que llevaba dandovueltas dentro de mí desde el viernes, que fue cuando nos enteramos,y quedarme como nueva.


Ahora vamos acentrarnos en la historia, ¿queréis? Vamos a iniciar el capitulocon un poco de Natasha, a ver cómo le van las cosas a nuestrapelirroja favorita, después de que le haya estado dando vueltas a loque habló con Bárbara en el ascensor y.....


Para la segunda mitaddel capitulo.... bueno... os traigo una sorpresita que seguro que leva a gustar a más de uno. O eso espero. Porque lo he hecho con todala intención de que todos vosotros disfrutéis de ello como sihubierais vuelto al parvulario. Así que... en vez de alargar másesto, dejándoos con las ganas, os dejo con la historia y seguiremoshablando después, ¿ok? Disfrutad.


CAPITULO 85


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A pesar de que su única intención había sido olvidarse de todo ydescansar, de poder dejar su mente en blanco y dejar de lado todo loocurrido en la empresa, Natasha ya había descubierto que lo que ellaquisiera y lo que su cerebro hiciera eran dos cosas distintas.


No había dejado de darle vueltas al encuentro con Bárbara en elascensor, recordando cada palabra que la mujer rubia le habíadedicado.


Pero, a pesar de que, en un primer momento, se había sentidobastante irritada por el hecho de que la tal Bárbara se metiera ensu vida, por otro lado, su cabeza no había dejado de pensar en unaúnica cosa: que Clint, incluso aunque había tratado de iniciar unavida a parte de ella, había sido totalmente incapaz de ello.


¿Qué le decía eso?


Que Clint era el hombre más insistente que había conocido nunca y,seguramente, también el más cabezota. Pero, teniendo eso en cuenta,¿por qué no podía evitar sonreír cuando sabía que no había nadademasiado serio entre Bobbie y Barton?


La primera vez que se notó sonriendo, dándole vueltas a esa idea ensu cabeza, estaba sentada en el sofá de su apartamento, abrazada auno de los múltiples cojines que plagaban este, y se obligó aponerse en pie de un salto, soltando este con rabia.


-¿Acaso eres idiota?- se dijo a sí misma.-Llevo rechazando a esehombre desde que pisé esa empresa. ¿Por qué me alegro tanto de queno esté con ella?


Era una buena pregunta, pero ella misma no se atrevía a responderla.


Aquella charla interna continuó por un buen tiempo, incluso despuésde que ella se hubiera ido a la cama, tratando de pensar en cualquierotro tema.


Era una idiotez, no tenía el más mínimo sentido. No podía estardándole tantas vueltas al hecho de que Clint siguiera libre y sincompromisos.


¿Acaso no le había parecido un hombre pesado e irritante cuandocomenzó a ir tras ella? Barton nunca hizo nada de mal gusto ni laforzó a nada, pero...


Sin embargo, ¿qué demonios estaba pasando con ella ahora?


Para cuando se montó en la furgoneta de la empresa a la mañanasiguiente, con toda la intención de ir a recoger a los miembros dela banda para comenzar con sus actividades, Natasha estuvo todo elcamino con la cabeza en otra parte.


Ni siquiera fue consciente del buen humor que reinaban en losasientos tras ella, donde Thor y Loki parecían estar más unidos quenunca, con el joven Parker sentado al lado de Steve, pues el chicoles tenía que ayudar con el vestuario y demás, haciendo bromas conRick, que parecía crecerse ante el buen ánimo del coche.


En otro momento, Natasha les hubiera pedido que se comportasen unpoco, que fueran conscientes de la imagen que debían de mantener.Pero tenía la mente demasiado ocupada en otras cosas como paraacallar los buenos ánimos del lugar.


Estuvo pendiente de las actuaciones de los chicos, procurando quetodo saliera bien y, sobretodo, que Thor no metiera la pata cuando lepreguntaran algo, pero, en parte, su cabeza seguía encontrándose endos sitios al mismo tiempo, por mucho que ella intentara locontrario.


Hubo un momento donde tuvo que regañar al gigante rubio porqueestuvo a punto de hablar de más de la cuenta sobre su relación conLoki, pero, a parte de eso, las actividades del día marcharon bien,pues la mayoría del grupo sabían ya de sobra cómo trabajaba ella yactuaban en consecuencia.


Menos mal que había algunos con cabeza en ese grupo.


Sin embargo, su ánimo cambio un poco cuando se vio de nuevo en elinterior de la empresa, sabiendo que podía encontrarse con Clint.


No. En realidad, ese no era el término correcto. Teníaprácticamente la obligación de encontrarse con él, pues, comoencargado de la empresa y los grupos, querría saber cómo habríanido las cosas.


Antes o después, se pasaría por su despacho.


De eso estaba completamente segura.


Sabiendo que, a fin de cuentas, era absurdo evitar lo inevitable, sedijo que debía actuar como una buena mujer adulta y se dirigió a sudespacho, encendió su ordenador y esperó sentada en la silla deescritorio a que este apareciera.


Aunque, en la ocasión anterior, le había echado de allí cuandoambos se habían encontrado en aquel cuarto, sabía que Barton, portemas de trabajo, volvería a presentarse en ese lugar.


Revisó las agendas de los chicos, asegurándose de que lasentrevistas y apariciones de estos estuvieran bien organizadasmientras esperaba, a pesar de que ella ya tenía seguro los horariosde todos ellos.


No sería la mejor en aquel tipo de trabajo si no era capaz dememorizar y compaginar unas cuantas cosas, ¿verdad?


Unos nudillos sobre su puerta la hicieron tensarse, a pesar de que noapartó los ojos de la pantalla de su ordenador, como si se hubieraquedado clavada allí.


-¿Se puede?- preguntó Clint, haciendo que solo Natasha se agitarapor dentro, tratando de no mostrar nada físicamente.


-¿Por qué no se iba a poder?- respondió ella a su vez, aún sinmirarlo.


Hasta que ella misma no supiera lo que le estaba pasando ni lo que leocurría, prefería evitar el contacto visual en la medida de loposible.


-Bueno... tenía entendido que los chicos han tenido un buen día detrabajo- comentó este, entrando en el cuarto y cerrando la puertatras él, para que todos aquellos que se encontraban fuera de laoficina no pudieran escucharles hablar.- ¿No ha habido problemas?


-Los chicos ya se están acostumbrando a mis modos de trabajar. Puedeque no todos les parezca el mejor modo de hacer las cosas o seandemasiado torpes como para seguirme sin más, pero van mejorando.


-Me alegro de escuchar eso- afirmó Clint, sonando sincero.


Pero todo lo que hizo Natasha fue asentir en silencio, sin mirarle.


Esperó a que, ya satisfecho con el intercambio de palabras quehabían mantenido, este se diera media vuelta y abandonara el lugar.


Pero no lo hizo.


Viendo que el silencio se mantenía y que Clint no abandonaba ellugar, Natasha se vió en la obligación de volver los ojos hacíaél.


-¿Qué ocurre?- le preguntó esta, viendo como él solo se habíamantenido de pie, mirándola fijamente.


-Yo.... tengo entendido que tú y Bobbie os encontrasteis ayer.


-¿Te lo ha dicho ella?


-Quería que supiera que había ocurrido algo entre vosotras, por sime encontraba contigo y.... bueno... tu humor no era del todo bueno.No entró en demasiados detalles, pero, si te mencionó algo que nodebía, lo lamento mucho.


Natasha clavó la mirada en él.


-¿Algo que no debía? ¿Cómo qué?


-Pues... no lo sé. Es verdad que traté de iniciar una relación conella y las cosas no acabaron saliendo demasiado bien. Es posible que,por algún motivo, ella te eche a tí la culpa de eso, cuando, enrealidad, tú no tienes culpa de nada.


-Oh. Pues, según lo que me comentó ella, al parecer, es mi culpaporque no te dejé claro que no quería nada serio contigo y, portanto, hice que fuera imposible que funcionara algo entre vosotrosdos.


-¿Eso te ha dicho?- le preguntó Clint, pasándose una mano por elpelo de manera nerviosa, algo avergonzado, sin saber bien dóndemirar.


-Entre otras cosas- afirmó Natasha, recostándose en su asiento, conlas manos cruzadas sobre el regazo.


-Perdón por eso.


-¿Por qué te disculpas tú por ella?


-Porque, en cierto modo, creo que yo he sido el culpable de todoesto- comentó Clint.-Si hubiera dejado las cosas claras con elladesde el principio, no habría acabado con esa especie de maníahacía tí.


-Opino lo mismo en ese respecto- afirmó Natasha.


-Y, bueno.... supongo que yo tenía que.... pedirte disculpas porello. Intenté seguir adelante, pero no inmiscuyendo e hiriendo aotras personas.


-Sí, a mí también me parece que hubiera sido lo mejor.


-Pues... entonces, creo que ya está. No hay nada más que hablar.


-Creo que no- comentó Natasha, moviendo un poco su silla deescritorio de un lado a otro, meciéndose.


-Bien- murmuró Clint.-Entonces, será mejor que me vaya ya. Tengomás asuntos de los que ocuparme.


Natasha solo se mantuvo en silencio mientras veía como este se dabamedia vuelta para salir del cuarto, diciéndose a sí mismo que notenía que abrir la boca bajo ninguna circunstancia porque no habíanada más que decir.


Que sorpresa fue para ella que su boca actuara por su cuenta.


-¿Tienes planes para cenar?- preguntó, cuando Clint ya estaba conla puerta abierta, a punto de salir de la habitación.


Ante sus palabras, este se detuvo y se giró hacía ella, extrañado,como si por nada del mundo se hubiera esperado escuchar esas palabrasabandonar los labios de la pelirroja.


-¿Cómo dices?- le soltó Clint, pareciendo como si necesitaraconfirmar que Natasha realmente había dicho aquello y no era nadaque este se hubiera imaginado.


-Pensaba que, en algún momento, necesitarás cenar. Si no tienesotros planes o asuntos durante esa hora, no veo porqué no podríamosir a cenar los dos juntos tranquilamente. Ya lo hemos hecho antes-comentó Natasha, con la vista clavada en la pantalla de suordenador.


Estaba intentando mantener un tono calmado, como si hubiera podidohacer la misma invitación a una infinidad de personas diferentes.Pero no era verdad. A pesar de lo que se pudiera imaginar Clint, lehabía costado horrores decir esas palabras con tanta calma.


¿Por qué había tenido que abrir la boca? Barton prácticamente yase había encontrado fuera del cuarto. ¡¿Por qué?!


Este parpadeó un par de veces, como si aún estuviera asimilando loque había escuchado. Pero acabó dirigiendo una sonrisa hacía ella.


-Me encantaría ir a cenar contigo- le dijo.


-Bien. Entonces... nos vemos más tarde en la entrada del edificio-le respondió Natasha, tratando de mirarle con toda la calma a la quepodía recurrir.


-Bien- le dijo Clint a su vez, aún sonriendo.-Nos veremos entonces.


Y abandonó el despacho.


Natasha, por su parte, en cuanto se vio sola en el lugar, se llevólas manos a la cabeza y empezó a agitarse en su silla.


¡¿Por qué?! ¡¿Por qué había tenido que hablar?! ¡¿A quéhabía venido todo aquello?! ¡¿Para qué había invitado a Clint acenar?! ¡¿Acaso era que estaba perdiendo la cabeza o algo así?!¡¿Tanto darle vueltas a aquel asunto le había hecho perder lospapeles?!


Posiblemente, sí. Pero ya estaba hecho. Tenía una cita para cenarcon Clint.


Más le valía disfrutarla.


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Peter aún no se acostumbraba del todo a vivir en aquella torre, queera como el faro hacía el futuro tecnológico en medio de la granciudad. Y, mucho menos, a que tuvieran servicio, a pesar de que no lepodía poner ninguna pega al maravilloso trabajo de Jarvis.


Ese hombre era demasiado excepcional como para poder quejarse.


Sin embargo, Peter le gustaba pasearse por el apartamento,contemplando las vistas que el lugar le ofrecía, viendo como lasluces de la ciudad se iban encendiendo aquí y allá conforme ibacayendo la noche.


Todo estaba en calma, en silencio, pues, a pesar de que él ya habíavuelto a casa desde la discográfica, pues Natasha le había indicadoque ya había acabado todas sus tareas, el señor Rogers aún habíatenido cosas de las que ocuparse y no estaba demasiado seguro dedónde se encontraba el señor Stark exactamente.


-¡No me jodas, Wade!- oyó exclamar a este de repente.-¡¿Quéhaces presentándote aquí con esa cara dura que tienes?!


Sabía que aquel grito era del señor Stark, que tendría que habervuelto al apartamento en aquel mismo instante. Pero desconocía conquién se suponía que estaba hablando este.


-Venga ya, Stark- comentó la voz de otro hombre, al que no supoidentificar.-Solo he estado haciendo algunas cosas por ahí. Tampoconada tan grave.


-Sesupone que tú estás en la sección de armamentística y defensa deindustrias Stark. Vas a algún lugar para defender a la gente, verque nuestros equipos son seguros y demostrárselo a nuestros futuroscompradores. No para que subas fotos a tu instagram de todos aquellostipos a los que te cargas o les das una paliza.


-Recuerdas que, antes de meterme en este trabajo, yo era unmercenario, ¿verdad?- le preguntó el hombre, sonando bastantecalmado para encontrarse cara a cara con un Stark cabreado.


-No una vez que empezaste a trabajar para mí. ¡Comportate!


-Si me he comportado. Antes de subir ninguna foto, les preguntaba alos presentes si me dejaban tomarlas. Pero nadie me responde nunca.


-Mira. Lo que menos deseo es ponerme a discutir contigo otra vez, asíque voy a buscar esos datos que necesitas mientras tú te quedas aquíquietecito y desaparecerás de mi casa al instante, ¿entendido?


-¡Por supuesto, jefe!


Aunque el tono burlón del otro hombre no dejaba muy claro si iba ahacer realmente lo que Stark le había dicho que debía de hacer ono. Pero, por lo que sea, Tony aceptó que este se quedaría allí,ya que se subió al ascensor y dejó al tipo en la entrada.


Peter se había asomado, solo queriendo ver al hombre que se habíaatrevido a hablar de esa manera al gran Tony Stark, preguntándose,al mismo tiempo, dónde estaría metido Jarvis, pues le parecía muyraro que el mayordomo no atendiera a una visita.


Observando al tipo, vio que este sería más o menos de la edad deSteve, de cabello corto y oscuro, ancho de hombros, musculado...Peter sabía que, de meterse en una pelea con este, lo tendríatumbado en el suelo en menos de cinco segundos.


Sin embargo, también tuvo que admitir silenciosamente que elpantalón oscuro de traje y la camisa azul claro que llevaba lesentaban de maravilla.


Nunca se había fijado especialmente en esas cosas con los hombres,pero...


-Hola- comentó el tipo, percatándose de que había sidodescubierto.-¿Piensas estar ahí escondido todo el tiempo?


Algo avergonzado porque le hubiera descubierto espiando, Peteremergió de su escondite y se colocó delante del tipo, tratando deque la vergüenza no le coloreara la cara.


-¿Quién eres tú?- le preguntó el hombre, cruzándose de brazosmientras lo miraba, inclinándose ligeramente hacía él para quedarmás o menos a la misma altura.


-Yo... Me llamo Peter Parker y.... vivo aquí.


-¿Ahora Tony secuestra niños para tenerlos como esclavos sexuales?


-¡No es eso!- exclamó Peter en el acto, alzando los ojos hacíaeste.-¡El señor Stark y el señor Rogers me están ayudando en unmomento difícil! ¡No lo haga sonar como si fueran alguna clase depervertidos!


El tipo pareció sorprendido porque le hubiera hablado de esa manera,pero, poco después, una sonrisilla de medio lado emergió a surostro.


-Así que eres el hijo adoptivo de esos dos, ¿eh?


Peter no respondió, ya que, en parte, era lo que parecía.


-¿Qué pensaría Tony si le hiciera algo a su pequeño cachorro?


Esas palabras hicieron que el menor frunciera el ceño, sincomprender al principio. Al menos, hasta que alzó la vista y se diócuenta de que el tipo se estaba acercando a él.


-¿Qué... qué está haciendo?- le preguntó Peter, retrocediendoinconscientemente hacía la pared a su espalda, tratando de manteneruna distancia segura con aquel hombre.


-¿A ti qué te parece que estoy haciendo?- le dijo este a su vez,apoyando una mano en la pared, bastante cerca del rostro del chico,haciendo que Peter se diera cuenta de que ya no tenía a donde huir.


-Pues.... no entiendo a qué... viene esto- le soltó el joven,mirando hacía otro lado, diciéndose que dejara de mostrarse tannervioso e hiciera algo de una vez, en vez de mostrarse como unadamisela en apuros.


Pero, al mismo tiempo, se imaginó dándole a este un empujón paratratar de apartarle de él e imaginó como el hombre no se movía niun milímetro porque sus fuerzas no tenían punto de comparación.


Quedaría muy ridículo si sucediera eso.


-No pensé que fuera a ser tan divertido molestarte- le dijo elhombre, tratando de buscar su mirada.-Además, eres una cositaadorable, ¿lo sabías?


-No me gusta demasiado que me llamen cosita- se quejó Peter, aúntratando de mantener la cabeza lejos de él, pues el hombre estabatotalmente inclinado hacía su rostro.


-Oh. Un chico joven y tierno como tú seguro que ha sido llamado deesa manera y de otras en muchas ocasiones- afirmó este.-Estoyconvencido también de que nunca habrás hecho algo con eso quetienes dentro de los pantalones. ¿O me equivoco?- le dijo, colocandouna mano, aquella que no estaba colocada contra la pared, en sumuslo, dirigiendo esta hacía arriba.


En el acto, Peter volvió la cabeza hacía este, rojo hasta el ultimoextremo de sus orejas, con la boca medio abierta para decir algo,pero sin ser capaz de que algún sonido emergiera más allá de suslabios.


-Oh. ¿Tengo que tomarme ese silencio como una señal afirmativa?¿Tengo vía libre para practicar?- le dijo el tipo, sonriendo másampliamente.-Te garantizo que sería muy divertido enseñarte todo loque podrías disfrutar con tu cuerpo.


Peteraún seguía siendo incapaz de hablar, notando como aquella mano queascendía no tardaría demasiado en llegar a su cadera. Con el rostromás encendido que había tenido en su vida, abría y cerraba laboca, como si estuviera diciendo algo, pero la vergüenza le habíahecho mudo en extremo, solo siendo capaz de mirar a este de manerafija mientras el hombre sonría aún más pícaramente.


-¿Estás diciendo que quieres que te enseñe?- le preguntó este,inclinándose aún más hacía él, hasta que prácticamente suslabios se rozaron.


La mente de Peter era un completo caos, incapaz de tener unpensamiento racional mientras oía a su propia voz interior gritandosin parar, sin saber cómo demonios había llegado a aquellasituación, dejándose atrapar por un hombre que no conocía de nadacontra una pared, quedando a su completa merced.


-¡Wade Wilson, alejate de ese chico ahora mismo!- gritó Tony,apareciendo de golpe en el ascensor, haciendo que los dos volvieranla cabeza hacía este.


Si Peter había pensado que no podía llegar a sentir más vergüenza,era porque no sabía que Stark iba a hacer su aparición en aquelmomento.


-Solo estaba jugando un poco con él- afirmó el tal Wade, alzandolas manos en señal de paz y declarando su inocencia.


-¡Me importa muy poco lo que digas que estuvieras haciendo!- le dijoTony, acercándose a este.-¡No te quiero cerca de él de nuevo!


-Mira que llegas a ser un papaito estricto- comentó Wilson.


-¡Peter, marchate a tu habitación ahora mismo! ¡Yo me ocupo deesto!- le dijo Tony, volviendo la cabeza hacía él.


Solo siendo capaz de asentir, Peter salió huyendo de aquella escenamientras aún era capaz de oír las voces de ambos hombres a lolejos.


Para cuando llegó a su habitación, cerrando la puerta con suespalda, tuvo que llevarse una mano al pecho, pues su corazón seencontraba latiendo como un loco, casi a punto de escapar de suinterior en cualquier momento.


¿De verdad se había puesto tan nervioso porque un hombre le habíaatrapado contra una pared? ¿Es que acaso era una chica? El tipo eraatractivo, eso no podía negarlo, pero, ¿tanto cómo para reaccionarasí?


Agitando la cabeza, se dijo que dejara de pensar en ello.


Después de todo, dudaba que fuera a volver a verlo.


Findel capitulo 85


Sí,señores y señoras. Aquí la valiente (o la idiota, dependiendo decómo se mire) no se le ha ocurrido otra cosa más que meter otrapareja en esta historia, como si fueran pocos, ¿verdad?. Como dicenes España ''eran pocos y parió la abuela''.


Perono es mi culpa que haya acabado pasando esto. No, señor. La culpa deque mi mente se haya ido directamente hacía el Spiderpool han sidounas fotos de Tom Holland que han subido las fans a las páginas defanfics y demás de facebook, donde se ve a este en una cama, sincamiseta y haciéndose unas fotos, como si estuviera hablando conalguien por chat o algo así. Tal vez, la mayoría sepáis de quéfotos estoy hablando.


Yclaro. En el acto, mi mente pensó ''que bueno sería esto para haceruna conversación por internet con Wade si estuviera en el fanfic''.


Mearrepentí de ese pensamiento en el mismo momento en el que lo tuve,pues sabía que, irremediablemente, iba a meter a otro personaje enla historia y otra pareja iba a acabar formándose. Como siga así,esta historia jamás llegará a su fin y habrán tantas parejas desuperhéroes que no sabré ni cómo organizarme.


Perobueno.... a pesar de que yo acabe loca como una cabra, espero quetodos vosotros hayáis disfrutado de esta aparición y que os hagailusión saber que el Spiderpool va a tener cabida en esta historia.En realidad, desde que metí a Peter Parker para daros el gusto dehacer a la superfamily, debería haber sabido que algo como estoacabaría ocurriendo.


Porotro lado, también tenemos la relación de Natasha y Clint y, comohemos podido comprobar, la pobre de nuestra querida pelirroja, pormucho que haya tratado de resistirse a los encantos de este, no puedeevitar entrar en órbita alrededor de él.


Yaveremos cómo acaban esos dos en el futuro, porque Clint ya le hadejado claro que, incluso aunque haya intentado hacer su vida porotro lado, conociendo a otras mujeres, no puede sacarse a esta de lacabeza.


Y...bueno... después de haberos traído semejante sorpresa y que, detodos modos, yo no me encuentro con demasiados ánimos en estosmomentos, será mejor que ponga punto y final al capitulo en estemomento, antes de que me ponga en modo emo o algo así.


Comosiempre, Marvelitos, os deseo que os mantengáis sanos y nosseguiremos leyendo en el siguiente capitulo. Hasta entonces, bye.

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