Capitulo 77




Un capitulo más,Marvelitos, en la sucesión que parece no tener fin. Y no, no mepondré pesada otra vez hablándoos sobre como no veo el final a estahistoria aún.


En el capitulo anteriornos habíamos quedado con una interesante charla entre Steve y Tonyen el coche de este último, hablando sobre cosas que hacer cuandollegaran a la Torre. Cosas sobre las que os gustaría mucho leer.Estoy totalmente convencida sobre ello.


Sobre todo porque a mime gustaría escribirlo también. Estoy haciendo esta entrada sinhaber escrito una sola línea sobre el capitulo en mi móvil. No séqué me ha pasado hoy, pero, cuando he intentado escribir estamañana, no me ha salido nada. Me he tenido que salir de las notas yempezar a ver videos para entretenerme, a pesar de que me helevantado con toda la intención de escribir.


Para aquellos lectoresque también sois escritores, ¿tambien os ha pasado una cosa comoesa? ¿La inspiración se os ha ido al cuerno, a pesar de quevosotros teníais todas las intenciones de escribir? Porque no solome ha pasado con el fanfic, si no con mis novelas también. Hetratado de avanzar en un capitulo, pensando que solo se trataba de unbloqueo en esta historia, y nada. Ni una línea.


Odio seriamente cuandopasa eso. Es un asco.


Y encima, hoy, heestado rodando todo el día un documental con una amiga para ayudarlacon un trabajo en la universidad y, por el móvil, mi cuñada me diceque ella y mi hermano han ido a ver Thor Ragnarok. Y yo como: *gritosinternos de dolor*.


¡Con las ganas quetenía de verla! Vivo en mitad de un camino, así que si no me llevaalguien o alguien, imposible ir yo al cine por mis propios mediospara verla. Vamos, me tendría que quedar a dormir en el centrocomercial porque podría ir pero no volver a tiempo de los autobusespara regresar. Y como que el guardia me echaría.


Al final me va a pasarcomo con Spiderman Homecoming. Como su estreno me pillo en la playa,dije de ir al cine de verano a verla el día que la ponían y esemismo día se tiró todo el tiempo lloviendo. A mi me ha mirado untuerto para que no pueda ir a ver las ultimas pelis de Marvel alcine. Esto duele. Es dolor en el kokoro. No sé cuanto podréaguantar si me sigue pasando lo mismo en las siguientes. TT.TT


Es que.... nunca nadaserá igual que verlas en el cine.


Pero... en fin. La vidaes dolor, eso es así, así que me tragaré las lágrimas y seguiréescribiendo, que es lo que toca. Como siempre, Marvelitos, espero quedisfrutéis del capitulo y seguiré contándoos mis penas al final.Hasta luego.


CAPITULO 77


...............................................


Para cuando llegaron a la Torre, Steve se aseguró de queverdaderamente Jarvis se había marchado ya, viendo como las luces seactivaban a su paso.


Tony había hablado de hacer cosas nada más llegar a casa, cosas delas que no le gustaría que el mayordomo supiera nada, a pesar de quesabía que este debía de suponer lo que hacían ellos dos juntos.


Como si el moreno también hubiera estado pensando en lo mismo,sintió las manos de Tony ascender por su espalda y, poco a poco,dirigirse hacía su pecho sintiendo el cuerpo de este apretándosecontra su espalda.


-Creo que teníamos algo pendiente- susurró Stark, haciendo queSteve se estremeciera brevemente.


-¿Algo pendiente?- repitió.


-No te has el loco conmigo. Recuerda que tengo que compensarte portoda una noche llena de bromas.


Las manos siguieron moviéndose por su pecho, haciendo que Stevesintiera un cosquilleo nacer dentro de su propia piel, un cosquilleoconocido, que sabía en lo que solía desembocar y que no podíacontrolar ni detener. Seguramente, tampoco deseaba hacerlo.


¿Cuándo fue la última vez que Tony le puso las manos encima? ¿Apenas un día? Y, a pesar de ello, reaccionaba de aquel modo. Eracasi involuntario, como si su cuerpo lo deseara constantemente o, porotro lado, Tony encendiera algo en él nada más tocarlo. Eraextraño, algo confuso y, tal vez, algo mágico.


Sabiendo que, de seguir de aquel modo, perdería el control, sevolvió hacía Tony, viendo como el moreno sonría al ver laexpresión de su cara.


-¿Qué pasar, Rogers? ¿Estás esperando algo?


-Tal vez- murmuro él a su vez.


-¿Tal vez? ¿No estás seguro?


-¿Y tú?¿Estás seguro de lo que estás despertando?- replicóSteve.


Llegados a aquellas alturas, notaba como todo él entraba al juego,como su mente se centraba en lo que ocurría y en seguirla a Tonyhacía donde acabara aquello.


Colocó las manos en la cintura de esta y empezó a obligarle acaminar hacía su dormitorio, pues no le gustaba demasiado hacerlodentro del piso en otros lugares. Luego, cuando veía a Jarvis cercade donde habían estado, se moría de vergüenza.


-Oh, Rogers. Yo estoy muy seguro de lo que quiero despertar- afirmóTony, sacándole a Steve la camisa fuera del borde de las pantalonesy comenzando a deshacerse de esta con manos expertas.


Ambos tenían tanta práctica en aquel tipo de situaciones que,seguramente, ambos podrían desnudar al otro con los ojos cerrados.


Steve lo dejó hacer mientras daba una vuelta hacía la puerta deldormitorio, para cerrar esta, y se volvía hacía Tony de nuevo,viendo como este también esperaba que él hiciera algo.


-Tal vez, no deberíamos estar haciendo esto esta noche- murmuróRogers.-Mañana tengo que madrugar para los ensayos y todo eso.


-Oh. ¿Eso significa que no quieres nada de esto?- preguntó Stark,señalándose con una mano, aún luciendo una sonrisa de medio ladoen los labios.


-Pues claro que quiero- afirmó Steve, rompiendo la distancia depocos pasos que los separaba.-Siempre querré estar todo lo cerca deti que la piel me permita. Incluso si pudiera estar dentro de tupropia piel, lo haría.


Aquellas palabras parecieron shockear un poco a Stark, que carraspeo,no habiéndose esperado ese tipo de respuesta.


-Vaya. Menuda declaración ha sido esa- comentó el moreno,sonriendo, un poco nervioso, sintiéndose un tanto fuera de lugar.


-Lo he dicho totalmente en serio- le dijo Steve, alzando su mano paraacariciar el rostro de Tony, que seguía sorprendido.-Nunca hehablado tan en serio en mi vida.


Sabía que, en el tema de los sentimientos, Tony se trababa. Estabatan poco acostumbrado a hablar de ellos que prefería mostrarlos conacciones. De ese modo, él se sentía más seguro. Pero Rogers, enocasiones, no podía evitar ponerse serio y deseaba que Tony tambiénse mostrara tan franco como él en ese aspecto.


-Vaya- murmuró Stark.-Creo que podría inventar algo como eso.


-Tony- murmuró Rogers, sujetando el rostro de este con las dos manose inclinándose hacía el, para que ambos quedaran a la mismaaltura.-Sabes que hablo en serio cuando te digo esto.


-Claro que lo sé. Serías incapaz de mentir en algo como eso.


-Exacto. Y que aquí los dos podemos decirlo que sentimos sin temor.


Stark clavó los ojos en él cuando dijo aquello. Claro que a Tony leencantaría poder decir cosas como aquella, dejar al aire sussentimientos sin ningún problema. Pero... se había pasado tantotiempo tratando de protegerse, de evitar que nadie viera más alládel muro que había levantado, que era complicado echar este abajo.


-Yo también te quiero- le soltó Tony sin más, aún mirándolefijamente, queriendo que viera que estaba hablando en serio.



Steve había esperado alguna de sus frases, alguna de esas que usabapara camuflar lo que sentía, pero que dejaba entrever sus emociones.Sin embargo, que le soltara aquello de esa manera, mirándole a losojos, centrado en él....


-¿Cómo has dicho?- murmuró Rogers.


No estaba muy seguro de haberlo escuchando. Era bastante probable quesu imaginación le estuviera jugando una mala pasada. Esperaba tantoque Tony se soltara en ese aspecto que ya hasta oía lo que queríaoír.


-He dicho que te quiero. ¿Acaso no ha quedado lo bastante claro?-replicó el moreno, tratando de mantenerse lo más entero posible,sin que la vergüenza lo atacara.


Fue prácticamente de inmediato. Steve sintió como todo él seenternecía al escuchar aquellas palabras salir de labios de Tony y,sin poder contenerse a sí mismo, lo abrazó contra él todo lofuerte que se vio capaz.


Era tan raros los momentos en los que Tony hablaba tan claramente deello.... Y, además, creía que era la primera vez que Tony se lodecía sin tener que obligarle. Era cierto que él también habíaestado hablando de sentimientos, pero no le había obligado a hablar.


-Eh, grandullón. Vas a acabar ahogándome- le dijo el moreno,dándole unos golpecitos en la espalda para que aflojara su agarre.


-Lo siento, pero es que.... o me sueles decir eso muy a menudo. Y,desde luego, no porque tú quieras decirlo, sin que yo te lo pida-comentó Steve, aflojando un poco su agarre y volviendo la cabezahacía Tony, aún sin soltarlo.


¿Era posible que, a pesar de vivir juntos, sabiendo lo que el unosentía por el otro, aún pudiera Tony hacer que su corazón diera unsalto en el interior de su pecho, como si aún se encontraran en losinicios de su relación?


-Eres demasiado débil a estas cosas- comentó el moreno.


Pero, a pesar de que pretendía parecer molesto por el modo en el queSteve había reaccionado, sus manos también estaban rodeándole.


-Tal vez, si me lo dijeras tan a menudo como par acostumbrarme, noreaccionaría así- comentó este a su vez, dirigiéndole una pequeñasonrisa.


-Pero eso sería mal acostumbrarte. Y tu madre no quiera que seas unmimado.


-Venga. Solo dilo una vez más. Quiero oírlo otra vez.


-¿El qué quieres oír exactamente?


-Sabes muy bien lo que quiero escuchar- murmuró Steve, apoyando lacabeza en el hombro de este, observándole con expectación,esperando.


-Hablo de muchas cosas. Si no especificas....


-Oh, vamos. Sabes que lo que quiero....


-Te quiero- soltó Tony de nuevo, haciendo que Steve se silenciara enel acto.


-Otra vez- murmuró, estrechando más fuerte a Stark.


-He dicho que te quiero, ¿vale? Me parece increíble que tengas queescucharlo para saberlo- soltó Tony, tratando de parecer un pocoindignado.


Pero Steve solo se derritió aún más con esas palabras y, alzandola cabeza, lo besó.


Besó a Tony como si hubiera pasado muchísimo tiempo desde la últimavez, tratando de perderse dentro de él, de demostrarle lo que habíasignificado para él que se hubiera esforzado en decir semejantespalabras.


Tony rodeó el cuello de este con los brazos, necesitando anclarse aél antes de que aquella corriente se lo llevara lejos y no pudieraaferrarse a nada.


Él mismo se sentía orgullo por haber podido decirle esas palabras,pues sabía que, aunque en muchas ocasiones hubiera querido decirlas,no había podido.


-Gracias- murmuró Steve, mientras lo giraba hacía la cama.-Graciaspor decir eso. Sé que no ha sido sencillo para tí.


-Lo dices como si yo no pudiera ser romántico- le soltó Tony,centrándose en quitarle la ropa al rubio.


En aquellos momentos, quería concentrarse en algo como eso, puessabía que, si no lo hacía, acabaría avergonzándose. Y el granTony Stark no se avergonzaba.


Steve lo dejó hacer, pues él mismo empezó a desvestirlo también.Después de todo, sabía que ya había sacado demasiado de este aqueldía. Había llegado el momento de demostrarse lo que se habíandicho con palabras en acciones.


Las camisas volaron, los pantalones desparecieron.... Para cuando fuecon a darse cuenta, ambos estaban tumbados sobre la cama, besándoseel uno al otro, como si hubiera algún tipo de urgencia, como si eltiempo fuera a agotarse.


En aquella ocasión, de los dos, Steve parecía llevar la vozcantante. Se había situado encima de Tony, besando y acariciandotodo aquello a lo que pudiera llegar, tratando, como ya le habíadicho, de meterse dentro de su propia piel. Quería estar tan fundidocon él como fuera posible, que respiraran el mismo aire, que sesintieras a ambos en cada parte de su cuerpo....


Sí, tal vez podía parecer algo absurdo, hasta infantil, una clasede sentimientos que, a lo mejor, las parejas solo sentían al iniciade su relación, algo que en ellos debería haber desaparecido hacíaya mucho tiempo. Pero no era así, nunca había sido así.


Por mucho tiempo que pasara, por muchas veces que estuvieran juntos,el deseo no parecía apagarse jamás. Era como una llama, una llamaque solo crecía y crecía, un sentimiento que se expandía hacía elinfinito, unas emociones que no se apagaban....


A ojos de los demás, hasta parecía algo imposible, algo que solopodría ocurrir en las novelas, algo que, en el mundo real, con el iry venir de la vida diaria, no tendría lugar. Y, sin embargo, allíestaban ambos, siendo la muestra perfecta de que, a pesar de que suscaracteres no podían ser más diferentes, no podrían estar másunidos.


-Te quiero- murmuró Steve, entre besos, sabiendo que Tony le estabaescuchando perfectamente, deshaciéndose de las últimas prendas deambos.


No se cansaría de decir aquellas dos simples palabras, no podía,sobretodo si veía como los ojos de este se iluminaban de aquel modoal decirlas.


Stark no se lo agradecería con palabras y no todas las vecesrespondería tan francamente como lo había hecho aquel día. Perosiempre vería aquel brillo, esa emoción que se reflejaba en losojos de Tony cada vez que se lo decía.


Steve apoyó su frente contra la de Tony mientras hacía intenciónde entrar en él, no queriendo perderse ni el más mínimo detalle desu expresión.


-¿Me has oído bien? Te quiero- volvió a decirle, hundiéndose ensu cuerpo.


Los dedos de este se clavaron en sus hombros, fuerte, casi como siquisieran atravesar la piel, dejando escapar de su garganta losjadeos que había estado tratando de controlar hasta ese momento.


¿Acaso Steve sabía cómo reaccionaba su cuerpo cuando le escuchabadecir semejantes cosas? Era como si todo en su interior se agitara ysu presencia se hiciera aún más clara, más nítida. Era como sillegara a lugares que normalmente no alcanzaba, lugares dondehabitaban sentimientos dormidos que solo pudieran despertar por él.


¿Sonaba cursi? Desde luego, a él le sonaba curso, por eso mismojamás le diría al rubio en voz alta lo que ocurría cuando soltabaesas palabras.


Steve aumentó el ritmo, dejando que sus jadeos se mezclaron con losde Tony, así como el ligero sonido que arrancaban a la cama cada vezque se movían, entrelanzándose el uno al otro todo lo posible,tratando de fundirse todo lo que se veían capaces.


Tony tuvo que morderse el labio inferior para no gritar, porque elmuy condenado de Rogers era muy bueno en lo que hacía. Sabía dóndemoverse, cómo y hasta que momento, cuando bajar el ritmo paraalargar el momento....


Había estado juntos tantas veces que ambos conocían de sobra elcuerpo del otro, como llevarse al limite el uno al otro, como alargarel placer y, finalmente, cuando dejarse caer al precipicio de aquelcaos de placeres.


Para cuando Tony se dejó ir, Steve hundió su rostro en el hueco desu cuello, también temblando de pies a cabeza, dejándose arrastrarpor las sensaciones.


Siempre era de esa manera, tan... poderosa, como si la energía quedespertaban pudiera sacudir los mismos cimientos de su interior.


Era tan difícil describirlo con palabras.... porque las propiospalabras quedaban cortas para hablar de esas emociones que no teníannombre.


Tony abrió los ojos al cabo de unos segundos, tomando aire,sintiendo el cuerpo de Steve, aún apretado contra el suyo, pues elgigante rubio no había hecho la más mínima intención de moversehasta el momento.


Pasó las manos por su espalda, acariciando a este, sintiendo susmúsculos moverse bajo su piel mientras respiraba, tratando derecuperar el aliento. Era casi balsámico para Tony sentirlo de esamanera, poder ser consciente del cuerpo de Rogers a ese nivel.


-Oh. Tengo que estar aplastándote- murmuró Steve, cuando parecióvolver a ser consciente de ambos, moviéndose perezosamente a unlado, aún permaneciendo pegado al cuerpo de Tony, contemplando aesta.


-¿Qué?- murmuró el moreno cuando vio toda aquella silenciosaatención sobre él.


-Nada. Es solo que... quería observarte.


-Parecemos un par de adolescentes- comentó.


-No creo que eso sea nada malo- le soltó Steve a su vez.


-Mientras que nadie nos vea así, estoy de acuerdo.


-Y eso lo dice el mismo hombre que se presentó en nuestro conciertoy me besó delante de todo el mundo.


-Bueno... estaba marcando territorio.


-Ya. El gran Tony Stark siendo Tony Stark.


-Exacto- afirmó este, sin el menor rastro de duda, haciendo reír aSteve.


-¿Cómo puedes ser de esa manera y aún encontrarme?- murmuróRogers.


-Porque soy único en mi especie. Eso juega modo en mi favor.


-Sí, seguramente será algo de eso- comentó esta de vuelta.


Pero, después de eso, ambos se quedaron en silencio, solo mirándoseel uno al otro.


-¿Sabes?- comentó Tony de golpe.-Tenía algo dándole vueltas a lacabeza y, cuánto más lo pienso, menos motivos veo para no hacerlo.


-A ver. ¿Qué es eso que ronda tu cabeza?- le preguntó Steve,acomodándose a su lado.


Conociendo a Tony como lo conocía, podía tratarse de cualquierlocura.


-Ya hemos hablado con tu madre sobre adoptar al joven Parker y le haparecido una excelente idea. El chico vive solo porque su tía estáen el hospital. ¿Qué tal si, de manera totalmente desinteresada, ledecimos que puede vivir aquí, en la Torre?


Aquello hizo que Steve se incorporara sobre un brazo para poderobservar al moreno con toda la atención posible.


-¿Hablas en serio?- murmuró.


-¿Te parece que esté bromeando?- le soltó Stark a su vez,mirándole fijamente.


-¿De verdad traerías al chico aquí, a vivir con nosotros?


-¿A tí no te cae genial y querían ayudarlo en todo lo posible?


-Desde luego que si. Lo ha pasado muy mal y está muy solo.


-Entonces, ¿qué mejor idea que traerlo aquí? Trabaja contigo y conel resto del grupo, así que podríais salir de aquí a trabajarjuntos, no tendría que molestarse en mantener una csa y todo lo queganara podría dedicarlo a que su tía se pusiera bien.


-Tony, ese sería un gesto increíble por tu parte- le dijo Steve,colocando su mano sobre el pecho del moreno, un tanto emocionado porla idea de este.


-Lo sé. Aún no sé porque no me han concedido el nobel de la paz.


Aquello hizo que Steve riera, pero acabó inclinándose sobre este ylo besó nuevamente, notando como Tony respondía al beso.


-Hablaré con Peter sobre esto nada más verlo- afirmó Steve,alejándose unos centímetros de Tony para poder mirarlo a la cara.


-Estoy seguro de que aceptará.


-¿Y porqué estás tan seguro?


-¿Tener a su idol y al gran Tony Stark como padres adoptivos? Vengaya. El chaval aceptará de cabeza.


Y, ante aquellas palabras, dichas con tanta confianza, a Steve no lequedó de otra más que volver a echarse a reír.


Findel capitulo 77


Bueno,Marvelitos, un nuevo capitulo terminado. Este, en comparación conotros, ha resultado una página más corto que otros capítulos, peroes lo que tiene cuando te pones a escribir en una nueva libreta.Hasta que no haces un capitulo en ella, no sabes cogerle la medida.Pero tranquilos. Ahora sé más o menos cuántas paginas son aquí uncapitulo de los míos.


Además,después del encuentro entre Tony y Steve, no había hueco para metera otra pareja. Incluso me dije a mí misma que parecía algo corto,pero, con lo que han estado hablando, sobre adoptar a Peter sí o sí,¿en serio era bueno meter a alguien más después de semejantemomento?. Sí, en eso seguro que más de uno se ha puesto a saltar enla silla al leer esas palabras. No me digáis que no. Más de uno mehabéis estado pidiendo que esto sucediera incluso antes de la propiaaparición de Peter en la historia tuviera lugar, así que algunosestaréis gritando ''¡¡¡Super family!!! ¡¡¡Sí!!!''.


Enserio, era como una obligación no escrita hacer que estos dosadoptaran al chico si aparecía en la historia. Incluso siendo ununiverso alternativo. Vais a tener que mandar cartas a Marvel paraque ellos también hagan la adopción legal. En Spiderman Homecoming,Tony estuvo a un pelo de un calvo en adoptarlo. Cuando dijo que seríadel equipo y le iba a dar el traje nuevo y demás, diciéndole queviviría en el complejo, yo estaba pensando ''tío, te lo estásllevando a vivir con tu otro hijo, Visión. Te estás montando unafamilia''. Pero claro, el papá Steve les salió rebelde.


Noestaba muy segura de si meter otra escena de cama de ellos tanpronto. Sé que ha vosotros no os molesta, pero muchas seguidaspierden gracia. Menos mal que, en esta ocasión, me he centrado másen lo emocional que lo carnal. Me gusta más ese resultado. Ya mediréis si para vosotros es lo mismo o preferís el buen sexoexplicito de toda la vida jajajajaa


Bien.Hemos tenido una escena Stony de cama, sentimientos, la adopción dePeter por parte de estos dos (aunque creo que aún les queda hablarcon el chico para asegurarse de que Parker realmente quiera irse avivir con ellos) Vamos, que ha sido un capitulo bastante completitoen ese sentido. Ha habido de todo.


Asíque, como creo que tampoco tengo mucho más que decir, pues vosotros,Marvelitos, aún seguiréis emocionados por la noticia, pues ya osemocionasteis cuando Tony bromeó sobre esto con la señora Rogers,será mejor que me despida en este punto.


Comosiempre, manteneos sanos, pues yo estoy agarrando un buen resfriado,siento la garganta como si alguien me hubiera pasado un estropajo conella y los pulmones me duelen al respirar, y nos seguimos leyendo enel siguiente capitulo, ¿ok? Hasta pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top