Capitulo 61


Hola a todos en estecapi nuevo. Y no, no he puesto ''capi'' por el Capitán América.Es que escribir capítulo todo el rato se me hace pesado. Aunque vique más de uno se emocionó cuando Tony le llamó capi en esecapitulo 58


Al parecer, os encantaque usen los términos con los que siempre se llaman, incluso aunquesea en un universo alternativo. Tengo demasiadas ideas para hacerhistorias de ellos en universo alternativo.


Y no es coña. Sonmuchas. Por ejemplo; Steve estudiante de universidad y Tony profesor,Steve delincuente y Tony su abogado, que Steve y Tony tuvieran lamisma edad y los dos fueran estudiantes..... Cosas de ese estilo. Porlo general, voy apuntando las ideas para que no se me olviden, peroes que la lista crece y crece y mi carpeta de fanfics de Avengers seestá petando que no veas.


Me veo que me voy apasar toda la vida escribiendo fanfics de ellos para poder borrartodas las ideas que se han ido acumulando poco a poco.


Pero vamos a centrarnosen esta historia que nos ocupa porque, de nuevo, me he vuelto a irpor las ramas. Y así no hay manera.


En el capítuloanterior, dejamos a un Sam algo nervioso después de lo que Sarah lehabía dicho que había visto. Pues creo que llega el momento de verque pasa después de ese punto, ¿no creéis?


O, al menos, fue asícomo surgió en mi cabeza.


Sabéis que Musa bienpodría haber hecho que escribiera este capitulo sobre otra pareja yesperar para ver qué ocurre con ellos para más adelante. AunqueMusa hace tiempo que no me está dando tantos problemas como antes.No tengo muy claro a qué se debe ni si debo dar las gracias por elloen realidad.


Pero no son los únicosque van a aparecer aquí. No, señor.


Estoy en la obligaciónde deciros, ya que hay gente que si no le gusta mucho una pareja, sela salta, que también vamos a volver con el Stony a la mitad o másde este capítulo *aplausos y gritos de emoción on*


Ya tenía ganas devolver con ellos dos y ver qué tal les va las cosas en aquella casaen mitad de la nada.


Si esto fuera una peliamericana, sería un lugar perfecto para una peli de terror, aunquefaltarían unas cuantas chicas (adolescentes todas y de la que solose salvaría una) y unos cuantos amigos idiotas que, en cuanto pasaraalgo, decidirían separarse para explorar.


En serio, americanos.No sé que os pasa en el instinto de supervivencia, pero, si yo,personalmente, veo que está ocurriendo algo raro, lo que menos hagoes separarme del grupo. ¡Es que es de cajón! No le pongas fácil alasesino en serio que te trinche o te cuelgue en algún sitio.


Bueno.....me fui deltema de nuevo. Sorry.


Ahora mismo os dejo conel capitulo y solo os volveré a soltar mi rollo al final del mismo,cuando ya hayáis podido disfrutar de la historia. Hasta entonces,pues.


CAPITULO 61


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Veinte minutos después de la hora que le había pedido a Bucky, esteaún no había vuelto a casa y Sam estaba a punto de agujerear lamesa de la cocina con un boli, con la vista clavada en el reloj de lapared y maldiciendo a todo lo posible.


¿De verdad que este se había ido por ahí con una mujer? ¿Quiénera ella? ¿Y de dónde demonios había salido?


Las preguntas y el mal humor se iban sumando a partes iguales yel boli acabaría rompiéndose antes que él descargara todo su malhumor.


Había fingido que lo que le decía Sarah le daba igual, peroquedaba bastante claro que no era así.


Si Bucky no volvía pronto, él acabaría saliendo a buscarlo yacabarían teniendo palabras mayores.


El sonido de las llaves en la puerta le hizo volver la cabezahacia esta movido como por un resorte, pidiendo de manera silenciosaque no se tratara de nadie de su familia.


Cuando vio la figura de Bucky cruzando la puerta, se hizo eldespistado, concentrándose en el libro que tenía delante de él.


-¿Ya has vuelto?- le preguntó, sin alzar la vista hacia él,tratando de usar un tono neutro.


-Sí, perdona. Me he entretenido más de lo que creí- lerespondió.


Pero, a pesar de que Sam esperó de que le hablara de la mujercon la que había estado conversando, Bucky no le mencionó nadasobre ese tema, haciendo que se sintiera más disgustado.


-¿Qué es lo que te ha entretenido para venir más tarde de loacordado?- le preguntó, por fin alzando la cabeza hacia él.


-En realidad, no quedamos a ninguna hora concreta. Solo pusimosde mínimo una hora.


-Sí, porque tú parecías estar bastante ansioso por quedarte asolas conmigo de nuevo. Pero, por lo que parece, eso ya se te hapasado.


-No es eso, es que el de la tienda se ha retrasado con el pedido-le dijo el castaño, alzando la bolsa que llevaba en la mano para queeste la viera.- No sabía que se iban a atrasar tanto.


¿Comida? ¿Por eso había llegado tarde? ¿Por qué se habiaparado a coger un encargo de comida? ¿La mujer misteriosa no tendríanada que ver con eso?


-¿Y por dónde más has estado?-le preguntó Sam, tratando deaún sonar calmado.-A parte de en el puesto de comida.


-Pues por ahí- le respondió este, de manera vaga, dejando lacomida sobre la encimera de la cocina.-Dando una vuelta por elbarrio.


-¿Tú solo?


-¿A qué vienen tantas preguntas?-le preguntó Bucky a su vez,volviéndose hacia él.


-A nada. Solo que mi hermana te ha visto por ahí.


-¿Por ahí?- repitió el castaño.


-Sí, por ahí. Dice que....estabas en una cafetería.


-Así es- le respondió este, apoyándose en la encimera, de caraa él, cruzándose de brazos, pero no añadió nada más.


-Y.....me ha comentado que te ha visto con alguien.


-¿Con alguien?- repitió este, alzando una ceja.


No estaba muy seguro de si Bucky se estaba burlando de él, pero,desde luego, tampoco le estaba poniendo las cosas fáciles.


-Sí. Me ha comentado algo sobre algo de una mujer y que si oshabía visto cogidos de la manos. Ya sabes como es Sarah y enseguidaha llegado de los nervios.


-Creo que sí nos hemos cogido de las manos-comentó Bucky,rascándose la barbilla, tratando de hacer memoria.


-¿Cómo dices?- le soltó Sam a su vez, volviendo los ojos haciaél.


-No estoy muy seguro, pero creo que ha sido más de una vez.


-¡¿Y tienes el valor de decir eso tan tranquilo?!- explotóSam, con la vista clavada en el castaño.


Este dirigió los ojos hacia él, pero, en vez de mostrarsesorprendido o asustado, le dirigió una sonrisa a Sam.


-¿Acaso estás celoso?-le soltó este, derrochando demasiadacalma.


-¿Yo? ¿Celoso? ¿De qué debería estar celoso? Solo me molestaque me des el coñazo con algo y luego solo desaparezcas sin másporque alguien te ha entretenido por ahí.


-Oh. Pues a mí me ha sonado a que estaba celoso.


-¡Deja de decir tonterías!- exclamó Sam.-¿Acaso tengo motivospara tener que estar celoso? ¿Serías capaz de engañarme?


-Jamás- afirmó Bucky.-Pero verte celoso de vez en cuando esdivertido y me hace sentir bien.


-Tienes una curiosa forma de sentirte bien.


-Y tú una extraña para hacer creer que no estás celoso.


-Sino parezco celoso es simplemente porque no lo estoy.


-Ya. Por eso me has estado preguntando con quién había estado.Si Sarah es nerviosa, tú también te alteras rápido. Será cosa defamilia.


-Por enésima vez; no estoy celoso. Solo que me ha extrañado quellegaras tarde.


-Solo he llegado tarde porque hemos estado hablando de más yporque el pedido se ha retrasado más de lo que me habían dicho.


-¿Y....quién era esa mujer que te ha retrasado tanto?- preguntóSam, sin demasiado éxito en aparentar que no estaba muy interesadoen la respuesta.


La sonrisa en la cara de Bucky le demostró que no había estadomuy discreto sobre su interés en el tema.


-¿Tanto quieres saberlo?- le preguntó este, aun dirigiéndoleuna sonrisa.


-¿Sabes qué? Si no me lo quieres decir, no me lo digas. Me daigual. Sigue con lo que fueras a hacer. Yo tengo cosas que estudiar-se quejó Sam, concentrando su vista en los libros.


Pero Bucky caminó hacia él lentamente, colocándose en suespalda y apoyándose en él, dejándole todo su peso encima,haciendo que Sam tuviera que hacer fuerza para no acabar tumbadosobre la mesa.


-Te cuesta admitir que estás celoso, ¿eh?-le soltó el castaño.


-No tengo porqué estar celoso. Se supone que has estadopersiguiéndome mucho tiempo. Dudo que ahora, de la noche a lamañana, cambies de parecer.


-A lo mejor es que me he cansado de que seas tan seco- comentóBucky, balanceándose sobre su espalda.


Sin embargo, supo que había metido la pata en cuanto le dijo esoal ver la mirada que le dirigió Sam.


Era tan parecido a lo que él mismo había pensado que el jovenWilson no pudo evitar sentir una punzada al oírlo.


-Eh, eh. Era broma- se apresuró a decir Bucky, bajándose de laespalda de este y sujetando su rostro entre las manos.-Sabía comoeras desde hace mucho y ese carácter seco tuyo también me enamoró.


-Pero todo el mundo parece creer que me paso un poco contigorespecto a eso. Tal vez lo hago- comentó Sam, más para sí mismoque para otra persona.


-Sam, cuando llegué aquí, dispuesto a confesarme y decirte todolo que pensaba y sentía, sabía de sobra cómo eras, como decomportabas, tus formas de ser y sabía cómo ibas a reaccionar. O,al menos, lo imaginaba. Solo te he gastado una pequeña broma. No megustaría que cambiaras. En realidad, creo que eso me asustaría.


-Oh. ¿Te asustaría que me mostrara cariñoso contigo?


Habíadicho aquello con el ceño fruncido.


-¡Claro que sí!- exclamó Bucky sin dudar.-El cariñoso de estarelación soy yo. Si tú también lo fueras, dime, ¿qué mequedaría?


-Puedes ser tan tonto a veces- se quejó Wilson, pero lucía unasonrisa en los labios.


-Ahí está el Sam que conozco- afirmó el castaño, tambiénsonriendo.-Si no soltaras cosas como esas de vez en cuando, no seríastú.


-Ya. Pero.....siempre podrías preferir irte con otra persona quete tratara mejor, que no se avergonzara de ir cogidos de las manospor la calle...


-Si hiciera eso, no tendría nada de especial- le dijo este,sentándose en una silla y recostándose sobre esta en su dirección.


-¿Qué quieres decir?- le preguntó Sam, alzando la vista haciaél.


-Cualquiera puede ir por ahí cogidos de la mano y haciéndosecarantoñas. Pero, cuando tú haces algo de eso, cuando sé lo muchoque te cuesta demostrar tus emociones, lo hace mucho más especial.


Oh, venga. Aquel tipo era un experto en avergonzarlo.¿Cómo sesuponía que tenía que responder a algo como eso?


Clavó la vista en los libros de nuevo, sin saber que otra cosahacer.


-Te he avergonzado con eso,¿eh?- le preguntó este.


-¿Cuándo no lo haces?- le preguntó Sam a su vez, aún con lavista en otra parte.


-Bueno....así es como tienen que ser las cosas. Y no tienes delo que preocuparte- le aseguró este.


-¿A qué te refieres?- le preguntó él a su vez, mirándole dereojo.


-Que no tienes nada que temer de esa mujer con la que Sarah me havisto.


-¿Y eso porqué? ¿Es lesbiana?


-No, pero no creo que tu amiga Carol intentara robarme de ti.Sería una jugada muy sucia por su parte- comentó este.


-¿Se trataba de Carol?


-Claro.¿Qué otras mujeres conozco yo en esta ciudad?


-La verdad es que no estaba muy seguro de cual sería larespuesta a esa pregunta.


-Me encontré con Carol de casualidad y me arrastró a un café.Por eso tu hermana me vio de la mano con una mujer.


-Carol siempre ha sido una mujer muy extraña-comentó Sam.


-Pero amable. Ella me mostró el local donde he comprado lacomida. Es de un restaurante coreano. Me ha dicho que está bueno,pero no la conozco mucho.¿Puedo fiarme de su palabra o crees quequería gastarme una broma? Porque he pedido lo que ella me hadicho-le dijo Bucky, inclinándose hacia él por encima de la mesa.


-En otras cosas, tal vez, pero respecto a la comida, Carol es unamujer sincera. No tienes nada que temer-le dijo Sam, dirigiéndoleuna sonrisa.


-Estás mucho más tranquilo ahora- le dijo Bucky, notando comoeste se había relajado.


-Bueno.....tal vez me he alterado un poquito- se atrevió aconfesar Wilson.


Y, poniéndose en pie, se acercó a Bucky y le dio un abrazo.


-No tengo motivos para desconfiar de tí. Lo siento- le dijo.


Aquello le pilló tan de sorpresa al castaño que ni siquierasupo qué decir.


Por cosas como esa era que le había dicho a Sam que sus gestoseran más especiales que los de otras personas.


Para cuando este lo soltó, Bucky se puso en pie, siguiendo a Samhasta la encimera de la cocina.


-Ese abrazo ha sido rápido- se quejó el castaño, haciendo unpequeño puchero.


-No te pongas a jugar ahora- le regañó Sam.-Mi hermana está ensu habitación. Has perdido. Ha llegado alguien a casa antes que tú.


-Pero si no hacemos ruido, no debería haber ningún problema- lesoltó Bucky al oído, con total calma, rodeándole con sus brazos.


¿En serio? ¿De verdad se pensaba que iba a hacer algo con suhermana pequeña en el mismo piso? ¡¿Acaso había perdido la cabezadel todo?!


Sam le dirigió una dura mirada por encima del hombro, dejándoleclaro que no estaba para juegos.


-Mi hermana está en casa.


-Tu hermana es una de las que más se alegran de que nos llevemostan bien- le dijo Bucky, apresándole aún más.


Estaba claro que el castaño no tenía intención alguna desoltarlo.


-Pero puede llegar el resto de mi familia en cualquier momento-le dijo Wilson, tratando mirar a la cara de este para hacerle entraren razón.-¿De verdad crees que voy a dar un espectáculo como ese ami familia?


-Bueno....podemos ir a tu habitación- comentó el castaño en unsusurro.-De todas formas, tengo que compensarte el hecho de que hayahecho que te pusieras celoso.


-¡Yo no me puse celoso!- exclamó Sam.


Había cosas en la vida que un Wilson no admitiría y estarceloso estaba dentro de esa larga lista.


-Venga ya. Claro que lo estabas. Se notaban tus nervios desde quehe pasado por la puerta.


-Eres un exagerado. Y suelta de una vez. Se va a enfriar lacomida.


-Puede esperar. Solo la he comprado para probar que tal está.


-Bucky-le advirtió este, notando como las manos de esteempezaron a moverse.


-Solo un poco- afirmó el castaño.-Un poco y paro.


-Tú no conoces el significado de la palabra poco- se quejó Sam.


Sinembargo, cuando las manos de este acabaron bajo su camisa, no fuecapaz de poner ninguna pegamás.

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Enotra casa más alejada del país, Steve y Tony aún parecíanencontrarse envueltos en la nube de felicidad que los había envueltodesde que el señor Stark le había pedido que se fuera a vivir conél.


Desde luego, el rubio no se había esperado algo como eso. O, almenos, no algo así tan rápido.


Era cierto que ya llevaban meses juntos y que hasta la prensa yaconocía su relación, pero convivir 24 horas al día y saber quetodo el mundo viera que se encontraban bajo el mismo techo parecíanpalabras mayores.


-¿Qué estás haciendo?-le preguntó Tony, devolviendo a este ala realidad, mientras Steve se había encontrado trasteando en lacocina.


-Oh. Estaba preparando algo de cena.


En realidad, era un sencillo plato de pasta para recuperarenergías. Pero eso no hacia falta decírselo.


-Ya. Si por eso he venido, atraído por el olor.


-Oh. ¿Así que solo has venido por eso? ¿No porque estuvierasbuscándome?


-Bueno.....ha habido un poco de todo- comentó Tony, sentándoseen una de las sillas de la cocina, viendo lo que este estabaterminando de prepararlo todo.


-Tienes hambre, ¿eh?- le preguntó Steve.


-De lobo- admitió el moreno sin ningún problema.


-Bueno....pues esto estará listo en seguida.


-Oh. Genial. ¿Planeas ser tú el encargado de la comida?


-Queyo sepa, estamos solos aquí y, si quiero evitar tus perritoscalientes de gasolinera, tendré que estar entre fogones de vez encuando.


-Veamos el lado positivo de esto. Siempre vas a tener otro campoque se te da bien y los cocineros guapos suelen tener sus programasen la tele.


-Ya. Y de paso, mientras cocino, canto, ¿no?


-Podría estar bien, pero la gente estaría tan concentrada en tuvoz que no se enterarían de la receta.


-Exagerado. Mi voz no consigue ese efecto.


-Yo creo que sí.


-¿Ah, sí? ¿Siquiera recuerdas la primera vez que me oístecantar?- le preguntó Steve, colocando un plato de pasta ante él.


-Por supuesto que me acuerdo- afirmó Tony sin ninguna duda,cogiendo los cubiertos.


-Bien. Dime.


-Fue en la fiesta en la que hablamos por primera vez. Si habíascantado en el gimnasio, yo no había llegado a oírte. Pero, cuandote vi en ese escenario, con las luz de los focos.....


Parecía que este se había quedado sin palabras ante elrecuerdo.


-Oh, vaya- murmuró Steve, un poco emocionado.-No sabía quehabías sentido algo así.


-¿Cómo no sentirlo?- le dijo Tony.-Fue verte y querer llevartea la cama más cercana.


Vaya. Parecía que había habido un cruce de información ahí.La magia de ese momento saltó por los aires .


-A veces eres tan romántico que no sé qué decir- le dijo elrubio con ironía.


-Piensa tan mal de mí como quieras, pero nunca me había sentidotan atraído hacia alguien como cuando te ví en ese escenario. Solopodía en aprisionarte en algún lugar. Y, cuando me hablastemientras tomabas la copa que te ofrecí.....no sé como pudecontenerme para no saltar sobre ti.


-Pero.....eso fue prácticamente al principio- comentó Steve,recordando las fechas.-¿Fue tan rápido para ti?


-Pequeño, desde el mismo momento en el que te vi en tu primerdía de gimnasio, sabía que te iba a atrapar antes o después.


-¿Ah, sí?


-Sip. No tenías escapatoria alguna.


-Pues lo que yo recuerdo es que tratabas de saber de mí portodas partes. Más bien parecías una fans- le soltó, dirigiéndoleuna sonrisa juguetona.


-¿Unafan? ¿Me estás comparando con una de esas chicas que se ponen agritar como locas cuando les dedicas una sonrisa?


-Bueno.....¿tú no? A penas había estado allí por primera vezy ya intentaste saber de mi.


-Que quede claro que eso lo hizo Happy. Me vio interesado y quisorecabar información antes de que yo le dijera nada.


-Ya. Happy.


-Sí, Happy. A veces, se toma demasiadas confianzas con su jefe.


-Comete la pasta antes de que se enfríe.


-No me crees. ¿Me vas a obligar a llamar a Happy para que te loconfirme?


-No hace falta- le aseguró Steve, alzando una mano.-¿No seríamás sencillo admitir que estabas loquito por mi?


-Creo que eso ya iba implícito en lo de que quería llevarte ala cama más cercana.¿O es que no había quedado muy claro?


-Pues la verdad es que no mucho.


-Normal. Porque tú no viste lo que vi yo el primer día.


-Sabes que se que estás hablando de mí, ¿verdad?


-¿Pero tú has llegado a verte el perfecto culo que tienesalguna vez? Porque fue lo primero que me saltó a los ojos cuando tevi.


-¿En serio, Tony? ¿Mi culo?


-¿Qué quieres que te siga? Fue culpa tuya. Haberlo tenidomenos perfecto.


-¿Te has dado cuenta de que estábamos hablando de amor y túhas acabado hablando de mi culo?


-¿Acaso es que no puedo estar enamorado de tu culo perfecto?


-Sí, eso es super romántico. Ya me estoy imaginando lastarjetas de San Valentín- comentó Steve con ironía, elevando lavista al cielo por un momento.


Pero antes de que pudiera apartarse de este para limpiar todoaquello que había ensuciado para hacer la cena, Tony sujetó su manoy lo obligó a acercarse a él.


Steve ni siquiera supo como pudo moverse tan condenadamenterápido.


Antes de que se diera cuenta, los labios de Tony estaban sobrelos suyos, amoldándose a él y haciendo que aquel cosquilleo tanfamiliar le recorriera deliciosamente de arriba a bajo.


Era una sensación adictiva y de la que no parecía cansarse,sintiendo el aliento de este contra sus labios, su calor contra sucuerpo.....


Erala forma en la que se sentía más cerca de él y en la que Tony eramás sincero con lo que sentía.


Con cada una de aquellas pasadas sobre sus labios le decíacuanto le quería, cuando las palabras parecían limitarse tanto.


Steve enredó los dedos entre los mechones cortos de este,deseando que aquel beso durara para siempre, pero eso parecíaimposible, ya que, antes o después, ambos se quedaron sin aliento.


-Sabes cuanto te quiero, ¿verdad?-murmuró Tony contra suslabios, mientras ambos parecían incapaces de alejarse el uno delotro.


Steve asintió, con la vista clavada en esos labios y el corazónlatiéndole deliciosamente rápido.


Nunca habría creído que sentir su corazón a punto de escapardel pecho pudiera hacerle sentir tan feliz.


-Pero comete la cena- le dijo el rubio.-No quiero que se enfríe.


Fin del capitulo 61


Pues nada. No sé muy bien quedeciros en estos momentos, ya que hemos tenido un poco de todo aquí.


Creo que no soy la única que piensaque he hecho a Sam un poco demasiado yanderee, aunque me cuestahacerlo de otra manera la verdad, pero que Bucky es jodidamenteencantador. Y manda narices con eso, porque en las pelis y demásseries a penas lo soporto.


Ahora que se me lancen encima todosaquellos que les encantó el Soldado de Invierno y tal, pero, paramí, que Steve pierda la cabeza cada puta vez que su amigo sale acolación es que ya me cansa demasiado. Es que es cada vez. Es salirsu nombre y ¡pufff! La inteligencia se le va a la mierda.


Incluso en Avengers Assemble me hetenido que tragar momentos como esos y es que me saca de miscasillas. Yo soy Bucky y ya le hubiera dicho a Steve que pase paginade una vez y que se centre en lo que tiene que hacer. Porque,realmente, el Capitán América vive demasiado en el pasado.


Creo que por eso me encanta tanto elcastaño aquí; porque no hay pasado. No ha ocurrido lo de los añoscuarenta, ni que piense que está muerto, ni que vuelva siendo unsoldado de la hostia cuando todo lo que han hecho ha sido resetearleel cerebro y ponerle un brazo de metal. Cable tiene uno igual y noestá tan en plan comando.


Creo que voy a empezar a dejar dehablar porque más de uno estará deseando matarme en estos momentos.Aunque....recuerdo que me quejé de el Spiderman de Andrew y nadie meha comentado nada sobre el tema. No sé si es que estáis de acuerdoo simplemente habéis ignorado el tema como si nada de eso hubierapasado.


Creo que lo comenté en la historiade ''Encontremonos en el Espacio'', pero creo que sois más o menoslos mismos los que leéis ambas historias y es que nadie ha dicho lomás mínimo sobre ello.


En fin.....a lo mejor es que nisiquiera leéis las cacho notas que os dejo a cada principio y cadafinal de capitulo. Si hablo mucho, es hasta normal.


Asíque me voy a ir despidiendo ya, Marvelitos. Como siempre, mantenossanos y nos seguimos leyendo en el siguiente capitulo.

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