Capitulo 60
Buenas a todos losMarvelitos que estáis aquí, acompañándome ya a este capitulo 60.
Sí, señores y señoras(porque sé que hay hombres y mujeres de todas las edades leyendoesta historia) Ya hemos llegado a los 60 capítulos, sin apenasdarnos cuenta. O, al menos, yo a penas me he dado cuenta de ello.
¿Quién me iba a decira mi, cuando tuve la idea de esta historia, que iba a alcanzarsemejante cifra? Seguramente nadie porque, cuando tuve la idea deesta historia, iba a ser un simple Stony. En su inicio, no iban ahaber más parejas y toda la historia solo giraría entre ellos dos.Pero.....hablando en una pagina (o grupo. No sé muy bien como sedenomina) en twitter, me dieron la idea de meter a Sam y Bucky comopareja. Y de ahí a Thor y Loki todo fue un paso.
Iba ser simple; unchico que conoce a un hombre en el gimnasio, se llaman la atención,se van encontrando por ahí y se juntan. ¡No me iba a dar para másde 10 capitulos!
Pero no sé que seapoderó de mi mientras que escribía que fijaos a lo que hemosllegado. Si es que no puede ser. Me vais a tener que incluir envuestras felicitaciones navideñas porque es que ya es como siformara parte de vuestras familias o algo así.
En fin. Me centro, mecentro. Sabéis más que de sobra, a estas alturas, que me despistohasta con una mosca volando.
En este capitulo, apesar de cómo dejamos las cosas entre Thor, Loki, Frigga y su padre,nos vamos de nuevo con Sam y Bucky, que, a pesar de que es una parejaque me encanta, pobrecitos míos que apenas los saco. O, al menos, notodo lo que a mi realmente me gustaría sacarlos. Creedme. Si por mifuera, estarían más aquí, pero la historia no me deja hacerlo.
Vamos a ver como les vaa ellos dos, mientras Bucky aun esté de permiso en Nueva York,mientras que todos los demás están ocupados con sus propiosasuntos. Y es posible que tengamos alguna sorpresa.
Agradable o no, dependede cada uno. Aunque es posible que ese alguien que va a aparecer aquíno os agrade por lo que acabe pasando.
¡Ya no hablo más, queal final me acabo yendo de la boca! Os dejo con el capitulo. Comosiempre, disfrutadlo y nos seguimos leyendo después.
CAPITULO 60
...........................................................................
El piso de los Wilson, incluso a aquellas horas de la tarde, seencontraba vacío y silencioso.
Sam, que había acabado llevando sus cosas a la mesa de lacocina, comprobando que era imposible estudiar si Bucky estabarondando cerca, había tenido que detener a este cuando se habíaempeñado en que permaneciera con él en la cama durante toda lamañana.
Se había dejado arrastrar por este a su cuarto durante un rato,lo suficiente para que se diera por satisfecho. Pero, cuando elcastaño había empezado a decir que no ocurría todos los días quese quedaran a solas, sabía que el plan de Bucky era más a largoplazo y escapó de la cama.
-Mira. Entendiendo que no pasamos juntos tanto tiempo como tegustaría, pero tengo que estudiar. Las fechas de mis exámenes se meestán echando encima y tú no me estás ayudando nada- le dijo,mostrándose lo suficientemente serio para que supiera que se habíaacabado los momentos de risas.
-Pero a mí pueden mandarme a cualquier destino en cualquiermomento- le soltó el castaño a su vez, mirándole como estaba,recostado en la cama.
-Deja de usar esa excusa. Dices eso cada vez que quieres que hagaalgo que tú quieres y no va a funcionar más. Ya has tenido algo quehas querido. Ahora, vas a hacer algo que quiero yo. Vas a estar ensilencio o, si quieres, sal a dar una vuelta y despejate un poco.Pero necesito silencio.
-En momentos así es cuando me pareces más aburrido.
-Pues mejor. Deja a este aburrido en casa y sal por ahí.
-¿De verdad quieres que me vaya así como así?
-Durante un rato, sí.
-Bien. Entonces, de acuerdo. Saldré durante un rato para quepuedas estudiar, pero vamos a hacer un juego.
-No sé yo si me gustarán tus juegos- le soltó Sam a su vez,cruzándose de brazos.
-Si, cuando vuelva de mi paseo, nadie de tu familia a vuelto aún,volveremos a hacer algo que yo quiera.
-Pero tienes que estar fuera durante una hora como mínimo- lesoltó Wilson, señalándole con un dedo.
-De acuerdo.¿Hay trato?
Sam barajó las posibilidades. Con las horas que eran, erabastante improbable que no hubiera vuelto alguien para cuando Buckyregresara al piso. Y, a las malas, solo tendría que soportar losmimos de este durante un rato más. No veía como podía salirperdiendo.
-De acuerdo-aceptó.-Pero tiene que pasar una hora entera comomínimo-le recordó, no queriendo que este se hiciera el loco luego.
-Bien. Entonces será mejor que me vaya cuanto antes para poderregresar pronto- comentó Bucky, levantándose de un salto de lacama, corriendo a vestirse.
Sam volvió al salón, dispuesto a estudiar por fin con un pocode silencio, viendo como este se dirigía hacia la puerta.
-¿Te llevas las llaves de casa?-le dijo, viendo como el castañoabría esta.
-Pero....si estás tú aquí.¿Para qué necesito llevármelas?
-Yo voy a estar concentrado hasta que vuelvas. Además, podríapasar cualquier cosa y tendría que salir, así que llevátelas.
A Bucky aquello le pareció una estupidez, pero Sam también erabastante cabezota, así que, antes de ponerse a discutir con él,prefirió coger las llaves que la madre de Sam ya le había dado ysalió del piso.
Jugueteando con estas entre los dedos, se dirigió al ascensor,echando un vistazo al reloj.
Las cuatro y veintisiete. Tenía que volver a las cinco yveintiocho como mínimo para que este no se disgustara y élobtuviera su victoria.
Aunque, en realidad, todo su juego se iría a la porra si algunode los Wilson llegaban antes que él al piso.
A lo mejor, ese no había sido el mejor juego que se le habíaocurrido. Pero, si él cumplía su parte, Sam tendría que cumplir lasuya la siguiente vez que se quedaran a solas. Eso estaba claro.
Una vez que pisó las calles de Harlem, no tuvo ni la más mínimaidea de hacia donde ir, echando un vistazo a un lado y a otro delcamino.
No le interesaba alejarse demasiado para poder estar en el piso ala hora que necesitaba. Pero no podía quedarse ante la puerta deledificio, dando vueltas como un loco.
Al final, se decidió por dar una vuelta por el barrio.
Ya había echado un vistazo antes, pero aún se seguíasorprendiendo al descubrir como podían cambiar tanto las cosas enpoco tiempo. Cada vez que volvía, siempre había alguna tiendanueva, sonaba una nueva canción por las calles.....
Era algo que, para alguien que vivía anclado a unas normas quese habían marcado hacía mucho tiempo atrás y que aún funcionaban,eso no dejaba de sorprenderlo.
Se paró en el escaparate de una tienda coreana que juraría queno había estado allí días antes, echando un vistazo a lo quevendían.
Como un buen chico de las fuerzas especiales, había viajadobastante. Pero no había conocido mucho a la gente o se había paradoun poco para hacer un tour gastronómico.
Podía comprar algo sencillo allí dentro y cocinar algo aquellanoche para los dos. La prueba sería un éxito si conseguía que lacasa saliera en llamas.
Si cumplía su apuesta y encima cocina, Sam tendría quesentirse muy satisfecho con él.
-Bucky, ¿eres tú?- comentó una voz a su lado, mientras élhabía estado revisando en su cabeza lo poco que sabía de cocina.
-Carol-comentó el castaño a su vez, dándose cuenta de quiénera.
Una de las ex de Sam y que, al parecer, no tenía pelos en lalengua.
La había conocido mínimamente en una ocasión, aunque tuvo queadmitir que, obviando el hecho de que había perdido la virginidadjunto con Sam, la mujer le caía bien.
-¿Qué haces aquí tan solo?-le preguntó esta, echando unvistazo al interior de la tienda.-¿Sam está adentro, comprando?
-No. He salio yo solo a dar una vuelta. Sam tenía que estudiary, al parecer, mi presencia le molestaba.
Carol se echó a reír mientras le dió unos golpecitos en elbrazo.
-Sam siempre tan cariñoso, ¿eh? Tienes una gran paciencia.
-Desde luego.
Eso no podía negarlo. Solo alguien con una gran paciencia podríahaber estado enamorado de Sam durante años, esperando unaoportunidad, por mínima que fuera, para intentar tener algo con él.
-Entonces.....¿estabas pensando en cocinar algo?- comentó lamujer, echando un vistazo a los ingredientes que podían verse en elescaparate.
-Sí, pero creo que no tengo mucha idea de cocina.
-Si lo que quieres es comida coreana, hay un restaurante por aquícerca que te puede ayudar con eso.
Bucky se incorporó, mirando a esta.
-¿Cómo lo sabes, si pasas fuera mucho tiempo?
-Siempre procuro estar al día de todo cuando estoy en un lugar.Y porque camino mucho-le dijo la mujer, dirigiéndole una ampliasonrisa.
Carol parecía algo nerviosa, una de esas típicas personas queno podían estarse quietas en ningún momento ni bajo cualquiercircunstancia. Pero, aun así, se la veía buena persona.
-Eso sería genial. Gracias- le dijo Bucky sinceramente.
-No hay de qué- le dijo esta, restando importancia a aquello conun gesto de la mano.-Pero aún es demasiado temprano como para quecompres una cena.¿Por qué no vamos a un café a ponernos un poco aldía?
Bucky echó un vistazo a su reloj. Aún quedaban cuarenta y cincominutos para que pudiera volver al piso.
-Me parece genial.
-¡Fantástico! Conozco un café barato y que está genial cercade aquí.¡Vamos!
Y antes de que Bucky pudiera hacer algo para pararla, Carol lehabía cogido de la mano y había empezado a arrastrarlo por lascalles, dirigiéndole hacia solo ella sabría donde.
Demasiada energía y demasiadas ganas de quemarla. Sería unaforma de describir a Carol.
A regañadientes, sabiendo que sería inútil resistirse, se dejóarrastrar por esta hasta un café justo enfrente del restaurante delque esta le había hablado.
-Ya es casualidad que estén tan cerca, ¿eh?- le dijo la mujer,dirigiéndole una sonrisa.
-Lo que me parece increíble es que todo esto se encuentre enHarlem. Recuerdo que, de pequeño, todo esto estaba lleno de pequeñastiendas de los vecinos y, ahora, te puedes encontrar casi cualquiercosa.
-Es la magia de la ciudad- le dijo esta, llamando a unacamarera.-Que no para de cambiar y de crecer. Es casi como si fueraalgo vivo, un cuerpo al que nosotros nutrimos.
-Eso ha sido.....muy poético- comentó el castaño.
Y solo recibió una sonrisa por parte de esta ante esecomentario.
-Pero no hablemos más de la ciudad- le dijo Carol.-Háblame devosotros.¿Cómo os va desde la ultima vez que nos vimos?
-Pues igual.
-¿Igual? Eso es imposible. Algo ha tenido que mejorar en eltiempo en el que no nos hemos visto.
-Pues.....no. Espera. Sam les ha dicho a sus padre que somospareja.
-¿Ves? Eso es algo nuevo-comentó Carol, pareciendo que sealegraba de esa noticia.-¿Y cómo se lo tomaron?
-No estoy muy seguro. Tuve que irme porque me llamaron para untrabajo.
-Vaya. Eso sí que es mala suerte.
-Es posible que Sam aún esté algo molesto conmigo por eso-comentó Bucky, reflexionando un poco sobre ello.
Después de todo, lo había dejado colgado con sus padres en unmomento bastante delicado.
-No digas eso- le dijo la mujer, cogiendo la mano de este porencima de la mesa.-Es imposible que Sam esté molesto contigo.
-¿Y cómo puedes saber eso?
-Porque es imposible que nadie esté molesto contigo- le dijoCarol, recostándose en su silla de nuevo.-Eres un tío majo y hasconseguido a Sam al final. Y, creeme, siendo Sam, que es alguien aquién le cuesta expresar realmente lo que siente, se nota lo quesiente por ti.
Fue inesperado, pero las palabras de Carol le tranquilizaron unpoco, como si hubiera estado inquieto desde entonces y no hubierasabido porqué hasta ahora.
-Gracias- murmuró el castaño.
-No hay de qué. Carol Danvers siempre dispuesta a ayudar- ledijo la mujer, haciéndole el saludo militar con una sonrisa en loslabios.
Sin embargo, en seguida volvió la vista hacia el local.
-¿Alguien nos va a tomar nota hoy?-comento en voz alta, haciendoque una camarera corriera en su dirección.
.............................................................
-¡Sam, Sam, Sam, Sam, Sam!- entró gritando Sarah en el piso,pareciendo como si hubiera ido corriendo hasta a casa.
Este, que por fin había podido concentrarse, dejó escapar unsuspiro, colocó la frente contra su libro y luego alzó la vistahacia su hermana.
-¿Sabes lo que me ha costado quedarme solo para poder estudiar?-le reprochó.
-Pues no deberías estar tan tranquilo respecto a eso- le soltóesta, corriendo hasta colocarse a su lado.
-Bien, exagerada. Será caer en la trampa, pero....¿qué ocurre?
-¿Dónde está Bucky?
-Le dije que saliera del piso para que yo pudiera estudiar.
-¡¿Y cómo se te ocurre hacer eso?!
-¿Por qué necesito tranquilidad para estudiar? Pero deja degritar de una buena vez y dime que se supone que te pasa para quevengas así.
-¡He visto a Bucky!- le contó esta, aferrándose a su brazocomo si fuera una noticia increíble que este no se fuera a creer.
-Pues.....felicidades. Le hice salir a la calle, así que esnormal que te lo encuentres.
-Pero seguro que lo que no es normal es que le haya vistoacompañado de una mujer.
Aquello consiguió que los radares de Sam se pusieran en alerta,aunque trató de no mostrarlo exteriormente o su hermana se alteraríamás al saber que tenía algo jugoso entre manos.
-¿Le has visto con una mujer?- le preguntó, asegurándose deque tuviera bien la información.
-¡Así es! ¡Una mujer guapísima! Y estaban los dos en unacafetería, no muy lejos de aquí- le siguió contando esta.
-¿Y cómo estás tan segura de que era Bucky?
-¿Estás bromeando?- le soltó Sarah a su vez, mirándole comosi estuviera loco.-¿Crees que no sé distinguir a Bucky del resto depersonas del mundo?
-No, pero es posible que te hayas confundido. A parte de Steve,sus compañeros de la banda y nosotros, Bucky no conoce a nadie másen esta ciudad.
-¡Está más que claro lo que ha pasado, tonto!- le dijo suhermana, al borde de un ataque de nervios.
Sarah vivía demasiado los cotilleos y, en aquellos momentos,parecía que se había enterado del secreto más grande del país.
-Vale, lista. Ilumíname. Dime lo que ha pasado.
-Bien- le dijo esta, tomando una silla y sentándose al lado desu hermano.-Has echado a Bucky de casa para poder estudiar.....otravez. El pobre ha estado dando vueltas por la calle, sin saber bienqué hacer en ese tiempo libre y una de las miles de mujeres quepululan por estas calles no ha podido evitar ponerle los ojos encima.Seguro que se le ha acercado con alguna excusa, en plan de que esnueva en la ciudad o algo así. Y, como Bucky es demasiado buenapersona, le habrá enseñado algunos locales de por aquí. ¡Peroestá clarísimo de que esa mujer quiere algo con él!
-Te acabas de inventar todo eso-le soltó Sam, tratando demostrarse tranquilo.
Pero, aún a pesar de que trataba de lucir sereno para suhermana, en el interior de su cabeza estaba haciendo nota mental delas mujeres que este podría conocer.
A lo mejor, se trataba de alguna compañera de trabajo. Estabaaquel edificio, la sede donde se encontraban los jefazos de Bucky.Era posible que se hubiera encontrado con alguien que trabajara allí.
Si es que aún alguien le hablaba después de que él mismohubiera estado cerca de saltar el mostrador y atacar a una de lasrecepcionistas que estaban allí.
-Bueno.....es posible que no me sepa la historia con pelos yseñales, pero sé lo que he visto.
-Solo has visto a Bucky en una cafetería, acompañado de unamujer que podría ser cualquiera. Es verdad que no conoce a muchagente aquí, pero hasta podría ser una compañera de trabajo queesté de servicio o algo así.
-Oh. ¿Así que tú te vas cogiendo de las manos con unacompañera de trabajo?
-¿Iban cogidos de las manos?- repitió Sam a su vez, notandocomo aquel asunto cada vez le gustaba menos.
-Sí. Los he visto pasar por la calle y ella lo llevaba cogido dela mano. Y después, dentro de la cafetería, ella se la ha vuelto acoger por encima de la mesa.
Vaya. Cuanto contacto físico con otra persona cuando Buckyinsistía y persistía en que él era el único para él.
Pero agitó la cabeza. No había motivos para estar nervioso.Mucha gente se cogía de las manos. No era solo algo que ahora sehiciera con su pareja. Pero......aún así....
-¡¿Qué haces aún sentado ahí?!- le soltó Sarah, viendo quesu hermano no se movía.
-¿Y a dónde quieres que vaya?-le soltó Sam a su vez.
-Hombre....pues me gustaría que movieras el culo de esa silla yfueras a recuperar a tu novio para empezar- le soltó esta.
-Bucky no es de mi propiedad y puede verse con quién le dé lagana. En realidad, fui yo quién le echó de aquí, así que soy elmenos indicado para presentarme y cortar una conversación que nisiquiera sé de qué va.
-¡¿Estás bromeando?!- exclamó Sarah, pareciendo completamenteincrédula.-¿Me estás diciendo que no vas a hacer nada al respecto?
-Es que no tengo que hacer nada.¿Acaso Bucky no tiene derecho atener amigas?
-¿Tanto confías en él que ni siquiera estás nervioso conesto?
-No era ese el punto, pero.....sí. Considero que Bucky no es unapersona falsa y, si le gustara otra persona, sería el primero enenterarme.
Además, el motivo por él que había conseguido que este salierade casa había sido prometerle tener un nuevo momento a solas. Dudabaque se hubiera cansado tan rápido de los hombres y hubiera vuelto allado de las mujeres.
-Bueno......es verdad que Bucky te quiere demasiado para hacertealgo así- comentó Sarah, pero, en seguida, volvió a alzar lacabeza y clavó los ojos en él.-Pero que él te sea fiel nosignifica que no haya un montón de lagartas que traten dequitártelo. Bucky es demasiado bueno y amable y, además, guapo,para que las mujeres se queden simplemente a un lado, ¿sabes?
-¿Y tú sabes que, por mucho que digas, no me vas a preocupar?-le soltó Sam, haciendo como que toda su atención estaba puesta enlos libros que tenía delante.
Aún faltaba un rato para que se cumpliera la hora de plazomínimo que le había puesto a Bucky para que volviera. Si no estabaallí para cuando esta se cumpliera ni después, entonces empezaríaa preocuparse.
-¿Ves? Por cosas como esta es que Bucky podría estar buscando aotra persona-le recriminó su hermana.-Estás tan seguro de que ya lotienes solo para ti que no haces el más mínimo esfuerzo por él.Seguramente, ni siquiera lo complaces en las pocas cosas que te pida.
-¿Y tú que sabrás, niña?- le soltó Sam a su hermana, alzandola vista hacia ella.-Metete en tus propios asuntos y deja la vida delos demás en paz. Las cosas de nuestra relación es entre Bucky yyo. Tú no tienes nada que ver.
-Bien. Vale.¡De acuerdo! ¡Pero cuando él te deje porque eresel peor novio de la historia, después no me vengas llorando!- lesoltó esta, dándose media vuelta y dirigiéndose a su cuarto, dandograndes pisadas en el suelo, como si un tiranosaurus estuvierayéndose refunfuñando a su habitación.
Sam no pudo evitar suspirar un poco al dar por concluida aquellaconversación, recostándose sobre la silla en la que estaba sentado.
¿Y si Sarah tenía razón? Siempre trataba a Bucky como si estefuera algo seguro en su vida. Pero lo trataba así porque este mismohabía insistido en que jamás desaparecería y estaría siempre a sulado, dispuesto a darle el coñazo.
Entonces....¿qué estaba haciendo en una cafetería con unamujer cuando le había pedido solo una hora a solas, para tener paz ytranquilidad? ¿Y quién era ella para que se tuvieran tantaconfianza como para cogerse de las manos?
Incluso aunque fuera una compañera de trabajo, eso era algodemasiado raro.
Volvió a hacer una lista de las mujeres que podía haber en lavida de Bucky, pero, teniendo en cuenta que no tenía ni idea dequiénes eran sus compañeros de trabajo, esa lista se quedabademasiado corta.
Echando un vistazo al reloj, se dio cuenta de que quedaban nueveminutos para que se cumpliera la hora que le había dado.
Si, para entonces, este no había llegado, entonces empezaría apreocuparse.
Aunque la imagen de una mujer misteriosa sujetando la mano deeste en una cafetería no se le iba del todo de la cabeza.
Fin del capitulo 60
Pues nada. Aquí estaba esa personasorpresa que os estaba comentando. Carol Danvers ha vuelto a laciudad.
No sé porqué demonios en estahistoria la he hecho tan simpática, cuando, en realidad, supersonaje como superheroica de Marvel me cae fatal. Pero fatal,fatal, gente.
En la Civil War II es que no puedotragarla. No tiene sentido la forma que tiene de pensar ni lo queacaba haciendo para supuestamente proteger a la gente. Y no oscreíais que en Avengers Assemble me cae mucho mejor. La han puestotan sumamente creída que yo estaba deseando que alguien acabaradándole una paliza o algo. Es que no puedo con ella. Va de dignapero las mayores perrerías es capaz de hacerlas ella.
Sí no os creéis que me caiga tanmal, solo tenéis que leer mi otra historia Stony de ''En nuestrapequeña academia'' para saber como pongo a su personaje.
Pero en fin..... el pobre Bucky seha visto echado a la calle de casa de los Wilson, buscando algo quehacer o a donde ir, así que la presencia de Carol en este momentovenía muy bien para él.
A ver si hago ya que Sam termine consus estudios y empiece a trabajar de policía. Y ahora que no meaparezca nadie diciendo que si voy a hacer que le pase algo en eltrabajo. A pesar de que sé que el índice de incidentes con miembrosde la policía en Estados Unidos es alto, no soy tan hija de puta.
Que ya más de uno me ha preguntadosi es que pienso matarlo o algo así. De verdad que no sé de dondeos sacáis las cosas. ¿Tan mala me creéis? Si algo como eso fuera apasar, en la descripción de la historia vendría angust o algo asípara hacéroslo saber. Y ya deberíais saber que no me gusta ese tipode historias, incluso aunque hago que pasen cosas malas en momentospuntuales.
Como me estoy enrollando de nuevo,porque en mi cabeza estoy oyendo lo que estoy escribiendo, serámejor que os deje ya y me ponga a transcribir el siguiente capitulo,ya que, hasta la fecha, tengo hecho hasta el capitulo 62 entero.
Esto va a ser un no acabar nunca.
Comosiempre, Marvelitos míos, nos despedimos en este punto. Manteneossanos y nos seguimos leyendo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top