Capitulo 44
Hola a todos losMarvelitos que estáis por aquÃ, acompañándome ya en este capitulo44, sin indicios algunos de un final cercano. Tengo ideas en lacabeza, pero no son para un final, si no para capÃtulos concretos.
Este capituloconcretamente ha sido hecho en el propio dÃa de San ValentÃn, asÃque, si os volvéis a encontrar un exceso de azúcar en estecapitulo, ya sabéis por lo que es. También lo advierto porquerecuerdo que, mientras escribÃa el capitulo, lo hacÃa con unasonrisilla en la cara todo el rato, asà que imagino que a vosotrosos pasará algo similar.
También tengo quedecir que el capitulo estará dividido en dos. La primera parte serála mañana siguiente entre Tony y Steve, porque eso habÃa que salirsà o sÃ. Era algo necesario y tenÃa que sacarlo. La segunda seráThorki. La verdad es que tenÃa la impresión de que hacÃa tiempoque no los sacaba a ellos porque me he estado centrando mucho en elStony (que es normal por otro lado) y en el WinterFalcon por todoslos problemas que tenÃan estos dos en estos dos en su relación, asÃque me ha dado ahora por mostrar un poco más de su dÃa a dÃa comopareja.
Como siempre, antes deempezar el capitulo, espero que lo disfrutéis y, también, comosiempre, os soltaré la murga también al final del capitulo, asÃque..... Hasta entonces.
CAPITULO 44
............................
Por la mañana, el ruido de los platos fue lo que hizo que Steve seremoviera en la cama, palmeando a su alrededor y dándose cuenta deque la cama estaba vacÃa.
Abriendo los ojos, buscó a Tony con la mirada, incorporándosesobre la cama con las manos, ya que habÃa estado durmiendo bocaabajo, sintiéndose algo inquieto.
Después de todo, parecÃa haber olvidado que este siempre tenÃaque trabajar por las mañanas y a él no se le habÃa ocurrido otracosa que dormirse.
No ocurrió después de su confesión. Tras aquello, volvieron aperderse en los brazos del otro un par de veces más y Steve fue aabrir la puerta cuando una camarera les trajo los postres que TonyhabÃa pedido que les llevaran al dormitorio.
Pero, en algún punto a lo largo de la noche, mientras tenÃa aeste aferrado entre sus brazos, se habÃa dormido sin remedio.
TendrÃa que haber permanecido despierto para poder despedirsecuando se fuera.
-Eh. Ya era hora de que te despertaras, grandullón- le dijoTony, entrando en el dormitorio con una bandeja en brazos,sorprendiendo a este.-Espero que tengas hambre.
-¿TodavÃa estas aquÃ?- le dijo Steve.
-Pues claro. ¿Te pensabas que iba a preparar una noche especial,pero no una mañana especial? Ya le informe a Pepper de que llegarÃaa mediodÃa.
Aquello llevó una sonrisa al rostro de Steve, cargado de alivio,ya que de verdad habÃa temido que este se fuera.
Al menos, asà fue hasta que se dio cuenta de que Tony ibaenvuelto en un mini albornoz marrón, como si hubiera cogido este delbaño a toda prisa cuando habÃa oÃdo que llamaban a la puerta.
-¿Has abierto as�-le preguntó el rubio, sentándose en lacama mientras este dejaba la bandeja a un lado y se sentaba junto aél.
-SÃ.¿Algún problema?
-No. Ninguno. Solo que habrás sorprendido a quién sea que hayatraÃdo el desayuno.
-Un poco sÃ- comentó Tony sonriendo y llevándose una fresa alos labios.- Pero ahà esta la gracia.
Steve cogió a este por la nuca, molesto por aquel ladoexhibicionista que parecÃa poseer, y le obligó a inclinarse sobreél y, besándole, le robó la fresa de los labios.
-Ere un exhibicionista- se quejó Rogers, masticando.
-Y tú un especialista en dejarme sin palabras-replicó este a suvez, aun sorprendido con aquel beso.
Aquella noche, desde luego, le habÃan sorprendido muchas cosas.Sobretodo, la inesperada confesión de amor de Steve.
Tony no lo admitirÃa nunca, pero el corazón le saltaba en elinterior de su pecho cada vez que lo recordaba, como si fuera unaquinciañera ante su primer amor.
Era cierto que ninguno de los dos lo habÃa dicho tan claramente,pero, aun asÃ, habÃa sido algo más que una sorpresa. Se suponÃaque la sorpresa se la tenÃa que dar él a Steve. No al revés.
-¿En qué estas pensando?- le preguntó el rubio, viendo laexpresión de su cara mientras estaba perdido en esos pensamientos.
-En lo rápido que ha pasado el tiempo- comentó Tony, volviendola cabeza hacia él.-Tal vez deberÃa ir volviendo ya a la oficina.Te has levantado tarde. Son casi las 12.
-No, no, no-le dijo Steve, envolviendo a este rápidamente conlos brazos.-No puedes marcharte todavÃa- se quejó el rubio,pareciendo un niño gigante mientras trataba de retener a Tony contraél.
-Eh. No ha sido culpa mÃa que te hayas quedado dormido.
-Es que hicimos mucho ejercicio anoche- replicó este a su vez,escondiendo la cara en el cuello de Tony.
-¿Eso es lo que quieres que le diga a Pepper? ¿Que tengo quellegar más tarde porque ayer hicimos mucho ejercicio?
Steve alzó la cabeza hacia él, como si se lo estuvierapensando.
-Creo que lo entenderÃa, ¿no?- murmuró el rubio mientrasvolvÃa a esconder el rostro, ahora avergonzado, en el hueco de sucuello.
-Oh, vaya. Ahora va a resultar que no te da vergüenza de quetodos sepan lo que hacemos en el dormitorio- bromeó Tony, sonriendo.
-Por supuesto que me avergüenza. Pero no quiero que te marchestan pronto-se quejó este.-Ni siquiera hemos desayunado.
-Y el desayuno es la comida más importante del dÃa, ¿verdad?-dijo este a su vez, notando como Steve asentÃa contra él.
El rubio estaba demasiado avergonzado para hablar.
-Bueno......pues hagamos un desayuno rápido, porque no quieromorir después de haber oÃdo que me amas.
Aquello hizo que Steve alzara la cabeza hacia él de nuevo,viendo la sonrisa que se habÃa formado en el rostro de Tony al decireso.
-Tú también me lo dijiste- comentó este, dejando la barbillaapoyada sobre el hombro del moreno.
-Pero yo no estaba en una situación como para decir que no- lerecordó Tony.-¿O es que necesito recordarte lo que estabas haciendocuando me pediste que te lo dijera?
-Por favor. Recuérdamelo-le susurró Steve, dejándole unpequeño beso en el cuello.
Aquello estremeció a Tony de arriba a bajo, hasta acariciar cadanervio que habÃa en su interior, haciendo que temblara contra este.
-¿Sabes que hacer eso es trampa?-le espetó.-Me estás pillandobajo de defensas. Aún no he desayunado.
-Pues ten-le dijo Steve, cogiendo uno de los trozos de frutas quehabÃa en un pequeño bol sobre la bandeja.-Come.
¿En serio? ¿Se iba a dejar alimentar como si fuera unaprincesita?
Volvió la cabeza hacia Steve como pudo y vio como aquellos ojosintensamente azules estaban clavados en él, expectantes, esperando aque separara los labios y dejara pasar aquel pequeño trozo de frutaque le tendÃa.
Tony no supo muy bien porqué, pero, cuando separó los labios ySteve colocó aquel pequeño trozo dentro, todo aquello se sintiódemasiado sensual, casi como si hubieran vuelto a empezar con lospreliminares.
Cuando Steve vio que habÃa terminado de masticar, tomó otrapieza de fruta y se lo presentó, observándole atentamente mientrascomÃa, aún con un brazo en su cintura y sus fuertes piernasrodeándolo.
-Te has levantado juguetón-comentó el moreno, aún empleando untono bajo.
Con lo que estaba pasando allÃ, hablar más alto parecÃa hastaalgo malo.
-Solo quiero un poco más de ti. A penas hemos podido pasar algode tiempo juntos esta mañana- se lamentó Steve.
-Pero no es culpa mÃa que te hayas quedado dormido.
-SÃ que lo es. Me hiciste trabajar toda la noche.
Tony no pudo evitar reÃrse ante eso, pero la risa se vioabruptamente cortada cuando Steve volvió a besarle el cuello.
-¿Acaso planeas que no salga de esta cama en todo el dÃa?- lereprochó Tony.
-No me parece una mala idea- le dijo el rubio a su vez.
Joder. Ni a él tampoco. Conforme esas palabras habÃan salido desus labios, se habÃa dado cuenta de la inmensa estupidez que habÃadicho.
No podÃa haber nada mejor que pasar todo el dÃa en una camajunto a Steve.
-TendrÃa que llamar a Pepper para cancelar todos mis asuntos dehoy y eso ya hará que se ponga histérica. Espero que no sepa dondeestá este hotel para que venga a buscarme- comento el moreno,empezando a hacer planes en su cabeza.
-Eh. Lo he dicho en broma-le aseguró Steve.- Sé que tienes queirte a trabajar y que Pepper me matarÃa si yo soy el causante de quellegues tarde.
-Pero tenemos que hacer eso- le dijo Tony, volviendo la cabezahacia él.
-¿Hacer? ¿El qué?
-Pasar todo un fin de semana juntos. En algún lugar apartado,donde nadie, ni siquiera Pepper, consiga encontrarnos. Un largo ycaliente fin de semana solos tú y yo, ¿qué te parece?
-Que, con tu trabajo, eso es casi un sueño- comentó Steve,besando su hombro.-Aunque uno muy bonito.
-Es cuestión de organizarse. Le diré a Pepper que, en los dÃaspróximos, ajuste un poco más mi agenda para que pueda tener un finde semana libre.
-¿Nunca te cansas de torturar a esa pobre mujer?
-No.
Lo dijo con tanta seguridad en sà mismo que Steve no pudo evitarreÃrse.
-De acuerdo. Bien. Satura tu agenda. Pero eso significa que nopodré verte en unos cuantos dÃas.
-Oh- comentó Tony, volviendo la cabeza hacia él.-No habÃacaÃdo en eso.
-Bueno....no pasara nada por estar unos dÃas sin vernos si luegoestamos juntos todo un fin de semana.
-Yo te estaré esperando con muchas ganas-afirmó elmultimillonario.
-A veces eres tan romántico que me saturas-le replicó Steve conironÃa.
-Bueno....tú ya sabÃas como era-le dijo este a su vez, con unasonrisilla en los labios, volviendo la cabeza hacia este y dándoleun rápido beso en los labios.
El rubio respondió encantado a aquel beso, ¿cómo no hacerlo?,pero supo que no podrÃa durar tanto como le gustarÃa, asà que seobligó a apartar el rostro de Tony y ayudarle a que terminara dedesayunar.
Cuando vio como este empezó a vestirse nada más terminar,sintió deseos de ir hacia él y decirle que no se marchara, que sequedara un rato más a su lado. Pero sabÃa que eso no podÃa ser,asà que se obligó a permanecer en la cama, viendo como este se ibaponiendo la ropa.
Si se levantaba de aquella superficie, estaba total yabsolutamente convencido de que irÃa hacia él y le obligarÃa aquedarse, arrastrándolo de nuevo hacia la cama.
-Deja de mirarme de esa manera-le dijo Tony, dirigiendo sus ojoshacia allÃ.-Tengo la impresión de que estoy abandonando un cachorrobajo la lluvia.
-Es que me estas abandonado- le dijo este, sentado como estaba enaquella amplia superficie, con la bandeja del desayuno vacÃa a unlado, mientras aquellos ojillos azules lucÃan triste.
-¿En serio? ¿Ahora me vienes con esas? ¿No hemos acordadotener nuestro fin de semana tranquilos y solos?
-Pero he cambiado de idea. No quiero que te vayas.
-No me pongas las cosas más difÃciles- le pidió Tony,abrochándose la corbata y dirigiéndose a la cama.-Tengo que ir atrabajar ya o Pepper empezará a llamar a mi teléfono hasta que echefuego.
Besó a Steve rápidamente, viendo como este no abandonabaaquella expresión triste y, aún sintiendo que dejaba la mitad de sucorazón en aquel cuarto, salió de lahabitación.
.......................................
Porsu parte, cuando Loki consiguió abrir los ojos a la mañanasiguiente, ni siquiera recordaba como habÃan llegado los dos a lacama.
TenÃa vagos recuerdos de lo que habÃan estado haciendo por lacasa, asà como que habÃan roto una lámpara cuando el moreno lehabÃa dado con el pie y habÃa quedado hecha trizas en el suelo,pero todo lo demás era una vorágine de besos, caricias y sonidosque no conseguÃa desenredar aún en su mente.
Removiéndose en la cama, sintiendo como los brazos de Thor loestaban envolviendo firmemente, como si pretendiera que no fuera aninguna parte, echó un vistazo al reloj, recordando que habÃanquedado con Clint y los demás para comer y celebrar su primeraaparición como grupo en televisión.
La primera vez que sus ojos se posaron sobre el reloj, este pensóque estaba viendo mal.
Cuando se flotó los ojos varias veces y volvió la vista hacialos números rojos y parpadeantes, supo que no habÃa ningún error.
-¡Thor, despierta!- le gritó, tratando de liberarse de aquellosbrazos que lo rodeaban y lo mantenÃan preso.-¡Vamos a llegarincreÃblemente tarde!
HabÃan quedado con Clint y los demás a las dos, como muy tarde.Y, a no ser que al reloj le hubiera dado por gastarles una broma,eran la una y media y aún no se habÃan levantado de la cama.
Como toda respuesta a sus gritos, Thor gruñó y aquellos brazosque lo rodeaban se aferraron aún más a él.
-¡No estamos para tonterÃas!- le gritó el moreno de nuevo,tratando de ignorar las pequeñas protestas que le daba su cuerpoante tanto movimiento repentino.-¡No podemos dejarlos tirados cuandoesta celebración es para nosotros!
-¿Celebración?- murmuro Thor, por fin soltando a este un poco,lo suficiente como para que Loki pudiera escabullirse de entre susbrazos.
-¡SÃ! ¡Con todo lo que pasó ayer, se nos olvidó poner eldespertador!- gritó este, cogiendo ropa de su armario y dirigiéndosea la ducha.
-Normalmente, eres tú el que pone el despertador-le dijo Thor,desperezándose en la cama y rascándose un momento la cabeza,emergiendo de entre las sábanas, totalmente desnudo.
-¡¿Me estas echando la culpa a m�! ¡Te recuerdo que yo solote pedà un masaje!
-Que sabÃas que iba a acabar siendo otra cosa- le indicó este,siguiendo al moreno a la ducha.
Cuando Loki vio como este se metÃa en aquel pequeño cubÃculocon él y lo rodeaba con los brazos, todo su cuerpo se puso entensión, como si ya estuviera preparado para hacer eso.
-¡¿Se puede saber que demonios haces?!- le dijo.
-Que yo sepa, llegamos tarde y solo hay una ducha, asà que ¿ati qué te parece? Ahorro tiempo.
-Lo que me parece es que te has levantado con ganas de juegos yeso va a ser imposible ahora mismo.
-¿Imposible por qué?- le preguntó este, besando su hombro.
-Porque no hay tiempo para esto-le replicó Loki, colocando lasmanos en su pecho y apartándolo de él.-En otro momento, no te dirÃaque no, pero ahora es imposible. Nos están esperando nuestros jefes.No podemos llegar tarde.
-Dicen que es de buena educación llegar un poco tarde- le dijoeste, volviendo a atrapar a Loki entre sus brazos, ahora de cara aél.
-Un poco. Pero son las una y media pasadas y aún estamos en laducha, asà que enfrÃa tu cabeza de una vez y sal a vestirte.
-¿Por qué no me obligas a enfriarme tú?- le dijo este,inclinándose hacia él para besarle.
Pero la mano de Loki delante de su cara se lo impidió.
-No me vengas con esas o tendrás un castigo- le advirtió.-¿Terecuerdo lo que eran los castigos?
-Una semana sin tocarte-le dijo Thor, incorporándose.
-Exacto. Asà que, si no quieres un castigo, más te vale estarsaliendo de la ducha en este momento y ve a tu cuarto a vestirte.
-Vale. Pero todo menos uno de esos castigos-le dijo este,soltando por fin al moreno y saliendo de la ducha.
Por un momento, habÃa creÃdo que no serÃa posible convencer aeste para que saliera de allà pacÃficamente. Pero, al parecer, lehabÃa quedado bastante claro que Loki habÃa hablado en serio cuandole habÃa dicho que era muy capaz de castigarle.
Terminando con su ducha lo más pronto posible, este se vistió atoda prisa y se asomó al cuarto del rubio para asegurarse de que éltambién se hubiera preparado ya.
Ya iban a llegar bastante tarde por la tonterÃa.
¿Por qué no se habÃa acordado de poner el despertador antes dehacer todo aquello del masaje? Porque habÃa estado demasiado ansiosopor ello. Eso lo sabÃa. HabÃa estado esperando tanto tiempo eltener un rato para él que todo lo demás se habÃa borradodirectamente de su cabeza, metiéndoles en aquel lÃo.
SabÃa que, aunque Thor si hubiera pensando en ello, no se lehabrÃa ocurrido poner el despertador. Ni siquiera era capaz deactivarlo cuando tenÃa que ir a trabajar, asà que era siempre Lokiel que se encargaba de despertarlo.
Dudaba de que este consiguiera sobrevivir de encontrarse solo.
-¿Estás listo?- le espetó Loki, viendo como este estabasentado en su cama, poniéndose unos zapatos.
-Ya casi- afirmo este.
-Pues vamos. Aun nos queda un rato para llegar- replicó este,echando un vistazo al reloj.
-No te pongas nerviosos o me pondrás nervioso a mi.
-¿Y por qué te tienes que poner nervioso tú si yo estoynervioso?
-Porque siempre me guÃo por ti. Y si tú estás nervioso esporque hay que estar nervioso y, entonces, me pongo nervioso.
-Entiendes lo absurdo de estar perdiendo el tiempo con estaconversación, ¿verdad?- le dijo Loki, tratando de que se pusiera enmarcha hacia la puerta.
-Pues no será más absurdo que me hayas echado de la ducha paratener que ir a comer-replicó este.
-Para comer con nuestros jefes. TendrÃamos que estar lamiéndolesel culo por la oportunidad que nos han dado.
-Uhgggg. Yo no me apunto a hacer eso-le dijo el rubio.- Al únicoal que lamerÃa algo serÃa a ti.
-Ni se te ocurra decir una cosa asà durante la comida- leadvirtió Loki mientras salÃan del piso y cerraba con llave.
Estaba convencido de que el rubio ni siquiera las habÃa cogido,a pesar de que las suyas también estaban en el bol, junto a lapuerta.
-Ya deberÃan saber que estamos juntos- replicó este, molestoporque siempre Loki le prohibiera hablar de cosas.
-Una cosa es que lo sepan y otra cosa es que sueltes uncomentario como ese y hagas que se lo imaginen. Los pondrásincómodos.
-¿Por qué se iban a poner incómodos?
-Porque nadie quiere saber lo que hacemos dentro de nuestra casa.
-¿Y si alguien me pregunta?
Aquello hizo que Loki volviera la vista hacia Thor con el ceñofruncido.
-Nadie te va a preguntar eso.
-Pero....¿Y si me lo preguntan?
-Diles que eres demasiado caballero como para hablar de esascosas.
-Pero a lo mejor insisten-comentó Thor, mientras tomaban elascensor.
-Tengo la impresión de que me vas a dar un viaje muy largo-replicó el moreno a su vez.
............................
Para cuando llegaron al lugar acordado para comer, todos ya seencontraban en el interior del local y los estaban esperando.
-Pues sà que os habéis tardado- les dijo Clint, indicándolesque se sentaran como pudieran en la mesa.
-Jefe, ya le habÃa dicho que Thor no se perderÃa una comidagratis-le dijo Rick, sonriendo ampliamente, sentado como estaba allado de Steve, rodeado por el resto de trabajadores de ladiscográfica que habÃan estado trabajando con ellos.
-Bueno....pero aun asà se han retrasado bastante.¿Qué habéisestado haciendo?
Loki echó una mirada hacia Thor y este, a su vez, volvió losojos un momento hacia él y, alzando la barbilla, replicó:
-Soy un caballero y no hablo de esas cosas.
Y se sentó tal cual en la mesa.
Loki se sonrojó hasta la punta de las orejas, ya que habÃaestado pensando en decir simplemente que se habÃan quedado dormidosy ya está. Pero, ahora, todos se pensarÃan que habÃan estado todala mañana haciendo.........
La risa de Rick estalló en el acto, asà como la de otrosmiembros de la mesa, mientras el moreno se sentaba y pensaba quetenÃa que explicarle mejor a Thor con qué tipo de preguntas tenÃaque soltar aquella respuesta.
Findel capitulo 44
Deverdad, creo que yo morirÃa de vergüenza continuamente si tuvierauna pareja como Thor, que parece no tener problema alguno de hablarsobre cualquier cosa de su relación. Menos mal que Loki es una grandiva y su orgullo hace que no se refleje tanto esa vergüenza queeste le hace sentir.
Y,aún asÃ, sabiendo que a mi me da una vergüenza ajena tremendahacer escenas como estas, ¿por qué las hago? No tiene sentido, ¿no?Si no me gustarÃa estar en medio de una escena asÃ, ¿por qué hagoque mis pobre personajes tengan que pasar por estas cosas? ¿Al finalva a ser verdad que soy tan mala y no me he dado cuenta todavÃa?
Enfin. Esto es lo que me invita a escribir cuando pienso en la relaciónde Thor y Loki. No sé porqué pero veo a Thor una clase de actitudque me invita a pensar de que realmente serÃa capaz de decir estascosas sin más, asà que tampoco creo que pudiera hacer sus escenasde otra manera. Loki es el dios de las bromas, pero Thor tendrÃa queser el dios de la inocencia y de la sensualidad, como mÃnimo.
Pero,por otro lado, también tenemos aquà a Steve y Tony después dehaber pasado toda la noche juntos. Creo que habrÃa hecho lo mismoque Steve, la verdad. Y me refiero al hecho de aferrarme a Tonycuando dijo que se tenÃa que ir. Lo habrÃa acabado atando en lacama, seguramente.
Yya os digo que Steve no le prestó nada de atención a las vistas quehabÃa desde aquella habitación. Estaba demasiado ocupado con otracosa.
Bueno......creoque hasta aquà voy a dejar suelta a mi verborrea. Ya os soltaréotra de mis charlas sin fin en otro capitulo, Marvelitos. Manteneossanos y nos seguimos leyendo. Bye ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top