Capitulo 35


Y aquí estamos,Marvelitos míos, en esta tarde de escribir. Sí, he escrito elcapitulo 33, 34 y 35 en la misma tarde. Aunque, para ser másexactos, los he transcrito. Los tenía ya hechos en mi móvil desdehace días y, como hoy he hecho el 35, me he dicho ''Ponte, que se teacumulan y los tienes que corregir enteros''. Porque, veréis, mimóvil no escribe las comas y hay palabras que me las escribe mal,por mucho que corrija, así que tengo que ir con mil ojos y revisarlas historias más de una vez.


Según mi internet, voya tardar 10 horas en descargar el ultimo episodio de Vikings. ¿Enserio? ¿10 horas? ¿Estamos locos? Tengo ganas de verlo, pero no voya dejar el ordenador encendido 10 horas para que descargue ni loca.Veremos si se pone las pilas o no. Y más si es para ver como Aibarg,o como se escriba el nombre del hijo tullido de Ragnar, se le va lacabeza una vez tras otra. En serio, ese hombre me pone muy nerviosa.Aunque he visto tan buen rollo entre él y Alfred...... AinssssEspero ver cumplidas mis esperanzas.


Seguramente estaréisdiciendo que qué hago hablando de una serie de vikingos en uncapitulo de una historia Stony, pero deberíais saber ya que se me vala cabeza muy a menudo y que os hablo de todo lo que hago y veo. Soymuy seguidora de las series. Ahora estoy queriendo ver una nueva, quees la de ''Una serie de Catastróficas Desdichas''. Algunos larecordaran como una peli de hace unos años de Jim Carry y que a míme encantó. ¡Pues han hecho serie! Estoy encantada.


Ok, ok. Os dejo con elcapitulo y cierro la bocaza en 3....2....1....


CAPITULO 35


..................................


Para cuando Steve terminó en el programa de radio, aun estabatemblando un poco, pero no podía borrar la sonrisa de emoción quetenía pintada en la cara, agradeciendo al productor Barton que sehubiera tomado la molestia por él de pedir una copia del programa.


El resto del grupo también habían lucido nerviosos durante laentrevista. Pero Loki se había hecho rápidamente con el control y,cuando alguno de ellos se quedaba en blanco y no sabía comoresponder, se encargaba de decir alguna broma y hacer que la atenciónse centrara en él. Había acabado pareciendo como si fuera un pez enel agua, hablando con el presentador.


Nadie les había preparado para hablar de aquella manera a unpúblico al que no podían ver, pero, cuando llegó la hora decantar, los nervios desaparecieron y pudieron dar una buena muestrade lo que ellos iban a ofrecer en su disco.


En cuanto salió de allí, lo sentía mucho por Bucky, pero sedirigió directo a su casa.


Si alguien tenía que escuchar aquel programa primero, esa era sumadre. A parte de que esta había insistido en que fuera a casadirecto desde el estudio para oír la entrevista. Entre otras cosas,también había querido que lo grabara para ponerlo en la sala dedescanso del hospital para que todas sus compañeras lo escucharan.Pero su madre sería la primera en oírlo todo.


Por supuesto, cuando llegó, esta aun no había terminado suturno, pero aprovechando ese momento, Steve lo preparó todo para quesolo tuviera que pulsar play cuando esta nada más cruzara por lapuerta.


Su madre tardó casi una hora en llegar, pero, si había habidoalguna urgencia, a esta no le había quedado más remedio queatenderla, por muchas ganas de llegar a casa que hubiera tenido.


Cuando escuchó las llaves en la puerta, se preparó, y, cuandoesta se abrió, dejó que la grabación comenzara.


Su madre pareció quedarse un momento paralizada, pero, trasmirar la sonrisa de este, cerró la puerta sin hacer ruido y seacercó al ordenador donde se estaba reproduciendo la grabación paraescuchar con más atención.


-Sois vosotros- murmuró la mujer cuando les oyó hablar unmomento, cuando el presentador empezó a hacerles preguntas, despuésde presentar el programa.


-Sí. Es increíble,¿verdad?


-¿Solo increíble? ¡Es fantástico!


Su madre no volvió a abrir la boca durante el resto de laentrevista, aunque soltó más de una risilla cuando alguno de elloscomenzaba a hablar o ante los chistes de Loki. Y, para cuando llegóa la parte donde ellos tocaban, cruzó las manos ante su pecho yescuchó, encantada.


-Estoy tan orgullosa de ti- le dijo la señora Rogers cuando lagrabación terminó, colocando su mano sobre el hombro de este.


-Gracias, mamá-le respondió Steve, con un pequeño nudo en lagarganta.


Pensaba que no se iba a poder emocionarse más de lo que ya habíaestado, pero tampoco había contado que las palabras de su madre, queya había escuchado en ocasiones anteriores, le fueran a produciraquel efecto.


Cuando Sarah se dio cuenta de lo que había hecho a su hijo aldecirle aquello, acabó abrazándolo, del mismo modo que Steve laabrazó a ella, en un momento en el que no les hicieron falta laspalabras.


Pero acabaron soltándose cuando este consiguió serenarse.


-Habéis estado muy bien. Y me ha encantado esa canción- le dijoesta.


-Esperemos que a quién nos haya oído también.


-Oh. ¡Claro que les habrá encantado! ¡¿Cómo puedes dudarsiquiera?! Has salido a tu padre, así que eso significa que lograrástodo lo que te propongas.


Aquello solo hizo que una nueva sonrisa acudiera al rostro deSteve.


-Ahora- siguió diciendo esta.-Si acabaras diciéndome con quiénestás saliendo, mi felicidad sería completa.


Aquello dejó congelado a Rogers, que se volvió hacia ella.


-¿Cómo dices?-murmuró.


-No te hagas el tonto- le dijo esta, con una débil sonrisa.-¿Tecrees que, por que estoy poco tiempo en casa, no sé cuando entras ycuando sales? Soy tu madre. Tengo un sexto sentido para esas cosas.


Rogers no supo muy bien qué decir en aquellos momentos, mientraslos ojos de su madre estaban clavados en él.


-¿Y bien?- le dijo esta.-¿Vas a decirme con quién estassaliendo de una vez?


-Mamá.....yo....


-¿Sí?- le animó la mujer a seguir hablando.


-Yo....


-¡Oh, vamos, hijo! ¡No me tengas así! ¡Dime de una vez conquién estás saliendo!


-Estoy saliendo con un hombre- le soltó de sopetón, prefiriendodecirlo de golpe que no seguir con las palabras atascadas en lagarganta.


Su madre le miró fijamente durante los segundos más largos dela vida de Steve, pero esta solo giró la cabeza hacia un lado, comosi eso no fuera todo lo que hubiera esperado oír.


-¿Y? Pero, ¿quién es?- le preguntó esta.


-¿No......no te extraña que te diga que estoy saliendo con unhombre?- preguntó este, alzando un poco la cabeza hacia ella.


-¿Te tengo que recordar que eres mi hijo? He visto como tecomportabas con las mujeres. Siempre atento, pero distante. Nunca meha parecido que ninguna te interesara demasiado, así que no negaréque lo había estado pensando.


-¿Habías estado pensando que era gay y ni siquiera me lopreguntaste?


-Es que tampoco parecía que lo tuvieras claro tú- le soltóesta sin más, encogiéndose de hombros, restando importancia aaquello, dejando a Steve sin palabras.-Y, dime.¿Quién es? ¿Conquién estás saliendo?


Bueno.....Steve aun trataba de recuperarse de lo que le habíadicho su madre para seguir tan rápido con la conversación.


-¿Es Bucky?


-¿Por qué piensas que es Bucky?- le replicó Steve a su vez,volviendo a mirarla.


-Bueno.....habéis sido amigos de toda la vida. Era mi primeraopción. Perdón por no adivinar a la primera.


-No es Bucky- le aseguró Rogers.


-Entonces......¿Sam? Me parece muy serio para ti, pero, si túle quieres.....


-Tampoco es Sam, mamá- dijo este, alzando los ojos al cielo porun momento, sintiéndose algo avergonzado por estar teniendo aquellaconversación.


-Pues.....por descarte, quedan los miembros de tu grupo. Porfavor, dime que no es Thor. Lo quiero mucho, pero te destrozaría.


-¡Mamá!- exclamó este, entre sorprendido y horrorizado poroírla hablar de esos temas.


-¡¿Qué?!- exclamó esta a su vez.-No me estás dejando nadaclaro. Tendré que adivinar,¿no?


-No le conoces- acabó por decirle este.


-Entonces, ¿por qué me has tenido un buen rato tratando deadivinar?


-Yo no te he hecho que adivines nada.


-Bueno....entonces.....¿quién es? ¿Con quién estás saliendo?


¿Cómo decirle a una madre que estaba saliendo con el mayormujeriego de la ciudad de Nueva York y que esta se lo tomara bien?Todos se habían mostrado sorprendidos cuando había hablado de surelación con Tony.¿Cómo reaccionaria su madre?


-Se......se trata de.....de Tony Stark.


Aquello también hizo parpadear a su madre durante unosinstantes, mientras tenía los ojos clavados en él.


-¿Tony Stark? ¿El de los inventos? ¿Ese Tony?


-El que sale en las revistas, sí.


-Pero....¡¿por qué no me has dicho que sales con ese hombretan guapo?!- exclamó su madre, de nuevo sorprendiendo a Steve.-¿Telo querías quedar todo para ti o qué?


-¿Conoces a Tony Stark?


-¿Cómo no le voy a conocer? Sale en la prensa casi todos losdías. Tiene a todas mis compañeras locas, sean de la edad que sean.Aunque es verdad que últimamente ha estado demasiadotranquilo.¿Desde cuando sales con él?


-Desde hace unas semanas.


-¿Y por qué no me lo habías dicho antes?- le dijo su madre,dándole un pequeño empujón en el pecho, que a penas movió a este.


-Porque no estaba seguro de lo que teníamos hasta hace poco.


Ante eso, su madre asintió.


-Tienes razón. Nunca ha sido conocido por ser el hombre másfiel del mundo- comentó.-Pero si hace daño a mi niño, me encargarede que no vuelva a llamar la atención de nadie nunca más- aseguróesta, lo que solo hizo que Steve sonriera.


-¿Estás amenazando a Tony Stark?


-¿Para proteger a mi bebe? Desde luego.


-Mamá, ya no soy ningún bebé.


-También es verdad. Ahora tienes hasta novio- comentó esta,como si acabara de comprender el alcance de esas palabras.-Me estoyhaciendo vieja- murmuró, llevándose las manos a la cara.


-¿Qué tonterías dices? Aun eres jovencísima. Podrías pasarpor mi hermana si quisieras-le dijo Steve, abrazando a esta por laespalda.


-¿En serio lo crees?- le preguntó su madre, envolviendo susbrazos con los suyos.


-Pues claro que sí. Eso ni lo dudes.


-Pero hay que invitarlo a cenar-soltó esta de pronto.


-¿A quién?


-¿A quién va a se? A tu novio. Ahora que voy a tener laposibilidad de conocer a Tony Stark en persona, no me vas a quitareso, ¿verdad? ¿Es tan guapo como parece?- le preguntó esta,tratando de volver la cabeza hacia él.


-Que me estés preguntando eso a mí es......-murmuró Steve,algo avergonzado.


-Claro. Que idiota que soy. Claro que es guapo. La cámarasiempre engorda y él sale genial en todas las fotos. Ademas, tútenias que estar con alguien espectacular sí o sí.


-Mamá, no te emociones tanto.


-¿Cómo no voy a estar emocionada cuando mi hijo sale con TonyStark? Hay que organizar una cena todos juntos lo antes posible.


-Ahora está fuera de la ciudad.


-Pues cuando vuelva- le dijo esta, soltándose de sus brazos yvolviéndose hacia él.-Pero esa cena tiene que hacerse. Yo tengo queconocer a ese hombre.


-Pensaba que lo que querías era conocer al novio de tu hijo.


-Oh. Eso también, por supuesto- añadió esta, sonriendo.


-Creo que solo quieres verlo a él. Te da igual que salgamos ono- comentó Steve, cruzándose de brazos.


-Pero, ¿qué tonterías dices? Claro que quiero conocerlo porqueestá al cuidado de mi pequeño.


-Y para que te firme algún autógrafo- añadió este.


-Bueno....¿Y qué habría de malo?- le siguió diciendo sumadre, con una pequeña sonrisa.-Tú llamale y dile que tiene quevenir a casa, que tu madre quiere conocerlo.


-Le llamaré, pero no sé si es de esos que se toman la molestiade conocer a la familia.


-Por su bien, lo hará- afirmó esta, aunsonriendo.

.........................

Por suparte, cuando acabó aquella conversación con su madre, Steve fuedirecto hacia la Torre Stark con toda la intención de mostrarle lagrabación a Bucky, dejando un poco de lado lo que había estadohablando con su madre. Así que fue una pequeña sorpresa llegar yencontrarse que no estaba en el apartamento.


-¿A dónde ha ido?- preguntó Steve a Jarvis cuando no le hallóallí.


-No lo tengo muy claro, señor Rogers- le dijo el viejomayordomo.-Lo único que puedo afirmar es que parecía muy felizmientras se preparaba para salir.


-¿Se preparó para salir?


-Así es. Pasó por la ducha y se arregló antes de marcharse.


Steve tenía una vaga idea de a dónde habría ido este y, si lascosas habían acabado tan bien como parecian haber ido, se alegrabamuchísimo por ellos.


Dejó guardado el dvd con la grabación de la entrevista, paracuando Bucky o Sam decidieran dar señales de vida, y se concentróen lo que tenía que hacer en esos momentos.


Su madre se había empeñado en que tenía que conocer al noviode su hijo y que tenían que comer en su casa para que todos pudieranhablar con tranquilidad.


Desde luego, si iban a comer a algún local, estaría todo elrato pendiente de quién podría estar escuchando su conversación oen como les miraría la gente, ya que Stark no pasaba desapercibidoen ningún sitio.


Pero...¿De verdad aceptaría Tony ir a comer a su casa, así,sin más? Él había estado solo mucho tiempo, sin importarle lo quelos padres pudieran decir o pensar de él. ¿Y si se negaba aconocerla, diciendo que no tenía nada que opinar sobre su relación?¿O, peor, y si se caían mal?


Se sintió entrar en pánico.


-Señor Rogers, ¿le ocurre algo?- le preguntó el ancianomayordomo, sacándolo de sus pensamientos.


-¿Eh?- murmuró. Al menos, hasta que se dio cuenta de que esteestaba a su lado.-Oh, no. Estoy completamente bien.


-Pues, por el modo en el que aferra su móvil, no parece que todovaya bien.


Bajando la mirada, se dio cuenta de que Jarvis tenía razón.Estaba apretando con tanta fuerza el móvil que no sabía como nohabía acabado partiéndose entre sus manos.


-¿Sabes qué hora es en Dubai?- le preguntó Rogers al hombre,aflojando la presión que hacia sobre el pobre móvil.


-¿Tarde? Lo lamento, señor. Pero no lo sé. ¿Es que necesitahablar con el señor Stark?


-La verdad es que sí.


-Entonces, utilice el teléfono de su taller. Contestará unallamada hecha con él, esté donde esté.


-Tampoco quiero molestarlo.


-Pero como siga sin llamarlo, se acabara quedando sin móvil,señor- le indicó Jarvis, mostrándole que había vuelto a apretaral pobre aparato en su mano.


Dejando este encima de una mesa, se dispuso a entrar en el tallerde Tony. O, al menos, lo que él llamaba su taller, ya que a Steve lepareció más un vertedero que otra cosa cuando puso un pie dentro.


Había piezas de metal por todas partes, sin saber decir si eranpartes de máquinas, de algún coche o solo desperdicios que elmillonario había ido dejando desperdigados por el cuarto.


Sabía, ademas. que aquella era la única estancia de la Torreque Jarvis no podía tocar. Podía entrar si le hacia falta, perotenía absolutamente prohibido tocar nada. El más mínimo movimientode alguna de las piezas provocaría la ira desmedida y sin control deTony Stark.


Aun algo nervioso, Steve se sentó en la silla que había en eltaller, un simple taburete con ruedas que Tony usaba para moverse deun lado a otro por la sala, y, mirando el teléfono, supo que, ocogía este de inmediato para hablar con él, o no se atrevería allamar. Así que, cogiendo aire, tomó este y marcó el número delmóvil de viaje de Anthony Stark.


Esperó, sintiendo que el corazón retumbaba en su pecho como siamenazara con explotar en cualquier momento, pero, por mucho quetrató de tranquilizarse, no mejoró nada mientras seguía oyendo lostonos de llamada.


-¿Diga?- dijo una voz somnolienta cuando descolgaron.


-¿Tony?- preguntó Steve, aun nervioso.


-El mismo. ¿Quién es?


Sonaba a que le había pillado durmiendo.


-Soy Steve. Perdona. Parece que te he despertado. Pero no sabíaque hora era allí.


-¿Qué? No, no, no. No me has despertado. Me acababa de acostar.


-Mentiroso- le dijo este.


-Solo un poco-admitió, seguramente haciéndole un guiño sihubieran estado cara a cara.-Dime.¿Qué ocurre? ¿Tanto me echabasde menos que no has podido evitar llamarme?


Sonaba satisfecho al decir aquello.


-Podría ser, pero, en realidad, se trataba de otra cosa.


-Si es sobre que Bucky ha roto algo, no te preocupes. Se puedereemplazar.


-No. No es nada de eso.


-¿Entonces?


Podía imaginarse perfectamente a Tony en aquellos momentos,tumbado boca arriba en una amplia cama, con la mano libre sobre elpecho desnudo, ya que este dormía sin ropa siempre que podía, enuna enorme habitación de algún lujoso hotel.


-Mi madre.....-comenzó a decir, pero se le cortó la voz antesde poder continuar.


-¿Qué pasa con tu madre? ¿Hay que temer algo malo, como susalud o.....?- preguntó este con cautela.


-No. Ella está bien. Es solo que.....


-Oh, vamos, Rogers. Suéltalo antes de que me des un susto.


-Mi madre quiere que vayas a casa a comer- soltó de bocajarro.


Se hizo un instante de silencio al otro lado de la línea y Stevepermaneció paralizado, esperando a que fuera Tony quién hablaraprimero.


-¿Eso es todo?- preguntó el castaño al cabo de un rato.


-Bueno.....sí. Le he dicho que estábamos juntos y te quiereconocer. Al parecer, es una de tus fans.


-Oh. Genial. Siempre es estupendo conocer a una fans.


-Entonces.....¿no tienes ningún problema?


-¿Qué problema iba a haber?


-Pues.....no sé....


-Oh, amigo. Ya entiendo porqué estabas tan nervioso. Pensabasque era de esos que no conocía a los padres, ¿verdad?


-No tenias mucha pinta, la verdad.


-Te engañas, querido mío. Tengo encanto para todo el mundo. Situ madre era ya fans mía, te digo que acabara adorándome.


-Yo....preferiría una comida tranquila.


-¿Cuando será?


-Cuando vuelvas.


-De acuerdo. ¿Tengo que reservar en algún sitio o....?


-¡No! Ya te he dicho que comeremos en mi casa.


-De acuerdo. Creo que no he oido nada más después de que medijeras que tu madre quería conocerme.


-En realidad, se lo ha tomado sorprendentemente bien.


-¿Y por qué se lo iba a tomar mal? Estás saliendo conmigo,pequeño. No se puede poner ninguna pega a esto.


No podía verlo, pero Steve estaba seguro que Tony habíaseñalado su cuerpo cuando había dicho aquello.


-Entonces....sin inconvenientes, ¿verdad?- preguntó Rogers,tratando de asegurarse.


No le gustaría que este se echara atrás en el ultimo momento.


-Ninguno. Así que deja de preocuparte. Te preocupas por cosasmuy pequeñas.


-Perdona si me pongo nervioso porque mi novio y mi madre se vayana conocer- le espetó este a su vez.


-Repite eso- le pidió Tony.


-¿El qué?


-Eso ultimo que has dicho.


-¿El qué? ¿Novio?


-Sí, eso.


Por el modo en el que el castaño bajó el tono, Steve no pudoevitar sentir un cosquilleo por dentro de su piel. ¿Quién habíapuesto la calefacción de pronto?


-Es que eres mi novio,¿no?-le dijo, tratando de no parecernervioso.


-Sí, lo sé. Me gusta que tú tambien lo recuerdes.


Que manera más posesiva tenía de hablar este a veces. Pero, aunasí, Steve no pudo negar que a él también le gustaba como sonaba.


-Tengo que seguir durmiendo o tendre jet lag. Nos vemospronto,¿de acuerdo?- le dijo Tony.


-Bien. No me iré a ningún sitio.


-Eso espero- le soltó este antes de colgar.


Volviendo a respirar con tranquilidad, Steve salió del taller yvolvió al salón, donde recuperó su móvil, que seguía en el mismolugar donde lo había dejado.


-¿Más tranquilo ya, señor Rogers?- le preguntó el mayordomo,apareciendo de nuevo en el cuarto desde alguna de las habitaciones.


-Sí, Jarvis. Así es. Al parecer, tengo la fea costumbre depreocuparme por nada.


-Mejor ser precavido que imprudente, señor- le consoló este,dirigiéndole una amable sonrisa antes de volver al trabajo.


-Bueno.....en eso lleva razón- murmuró Steve a su vez.


Findel capitulo 35


Nosé a vosotros, pero a mí la madre de Steve me ha encantado en estecapitulo. Me ha salido un poco fangirl de Tony Stark, pero es que nohe podido evitarlo. Me he imaginado al pobre Steve diciéndole que esgay y ella ahí, de pie, frente a él, con cara de ''¿Y?'' o comose ha emocionado al saber que Anthony Stark era la pareja de su niño.


Sivosotros no habéis acabado adorándola tanto como yo, es que notenéis corazón. Yo quiero una madre como esta mujer. ¿Dónde lavende? Cambiaba a la mía pero a la de ya. Y algunos diréis''Alaaaaa. ¿Cómo puedes decir eso de tu propia madre?''.Bueno.....habla con mi padre, con mi hermano, con mi cuñada, con losvecinos y con los que se suponían que eran amigos suyos y se hacargado esas amistades. Mi madre es como una Viuda Negra, pero de lasrelaciones humanas. Nunca ha conseguido mantener una buena relacióncon alguien si está mucho tiempo en contacto con esa persona.


Laverdad, no sé como mi padre y ella siguen casados. Será porque élno se vez capaz de vivir por su cuenta o algo. Pero, en serio, pasarmucho tiempo junto a ella es realmente agotador. Acabas histérica odepresiva. O como yo, que paso olímpicamente de todo cuanto sucede ami alrededor. Mi cuñada dice que en eso mi hermano y yo somosiguales, que, cuando los demás hablan de sus madres, a nosotros senos nota super desligados de ella. También dice que es una pena,pero que, con lo que hemos vivido con ella, tampoco podríamos habersalido de otro modo.


Perocreo que me he puesto a hablar demasiado de nuestras miseriaspersonales, aunque también me he quedado bastante a gusto. Esperoque vosotros estéis mejor en vuestras casas. Yo estoy buscando unlugar donde vivir donde sea, si fuera fuera de mi país mucho mejor.Aunque eso es más por el tema de que me gusta escribir. España notiene cultura lectora, aunque muchos ya sé que leéis. Si quiereshacerte un nombre como escritor, te toca irte fuera por narices,porque en España es muy difícil (por no decir imposible) hacerte unhueco importante en el mercado.


Perono más rollo. Ahora sí que me despido de vosotros, que tengo que ira prepararme la cena. Como siempre, manteneos sanos y nos seguimosleyendo, Marvelitos. Besos!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top