Capitulo 28


(Sé que ellos solo salen al final de la foto, pero, ¿qué quereis que os diga? Me hizo gracia y soy fans de Supernatural también)

Buenas a todos losMarvelitos que estáis aún leyendo este fanfic mío, en el queapenas he podido centrarme o dedicarle el tiempo que se merece enestas fechas navideñas.


En realidad, parece quecuando más me cunde escribir esta historia es cuando voy a laciudad, entre la cantidad de autobuses que cojo y el tiempo que pasoen la parada entre uno y otro. En esos ratos, escribo un capitulo pordía si estoy lo suficientemente inspirada. Es así. Os juro que esla verdad.


Sin embargo, como ahoraestoy de vacaciones y si salgo es para quedar a comer y cosas asícon los amigos, adiós a mis ratos en las paradas. Pero tranquilos.Eso no significa que vosotros os vayáis a quedar sin capítulos paraleer. En todo caso, si viera que me estoy acercando demasiado a loscapítulos que me tocan subir, me obligaría a escribir para salir deesta etapa de inactividad en el que he entrado.


Pero ni se os ocurrapensar que, por esto, no estoy escribiendo. Mi novela StonyOmegaverse va ya por su capitulo cinco escrito en mi libreta defanfics. Musa no me deja tranquila ni un momento. Si no me ataca porun lado, me ataca por el otro. Así es de graciosa ella. Ya laconocéis.


Pero no os doy másfollón de momento. Me pongo con el capitulo ya y os soltaré otrorollazo al final. Disfrutadlo.


CAPITULO 28


......................................


Si alguien había llegado a pensar que Loki ya se había olvidado delasunto de Jane Foster después de los días que habían pasado eraporque nadie le conocía realmente.


Incluso Thor, que se había encontrado con el mal humor de esteal despertar al día siguiente de su borrachera y había estadoviendo su comportamiento con él desde entonces, no lograba entenderlo que le pasaba. Aunque el hecho de que Thor no entendiera algo nosorprendía tampoco a nadie.


-Si he hecho algo que te ha molestado, te pido disculpas- murmuróel gigante rubio, viendo como este preparaba el desayuno en silencio.


-¿Y por qué crees que has hecho algo?- le preguntó el moreno,volviendo los ojos hacia él.


-Bueno.....porque no me dedicas más de dos frases seguidas y memiras de esa manera particular tuya.


-¿Particular mía?


-Sí, ya sabes. Como si me dijeras "todo es culpa tuya"con los ojos.


-Yo no miro así.


-Sí que lo haces. Y es incómodo. Deja de hacerlo. Me hacessentir como un crío.


-Si te sientes como un crío es porque, probablemente, lo seas.


-¿Por eso no me has dejado entrar en tu cuarto de nuevo?-preguntó este, tumbándose aun más sobre la encimera, tratando dedar el máximo de pena posible.


-Sabes perfectamente porque estoy así- le espetó Loki,dejandole caer el plato con su desayuno delante de él.


Thor tuvo que hacerse hacia atrás para que no le tirara este porencima.


-No. Si lo supiera, no te estaría preguntando.


-¿De verdad puedes ser tan lento?-le dijo Loki, apoyándose enla encimera e inclinándose hacia él.-Creo que hay un limite sobrelo guapo y tonto que puede ser una persona para que siga pareciendoencantadora.


-¿Te parezco encantador?- le preguntó el rubio con un amago desonrisa.


-Esa no es la parte más importante de lo que te he dicho.


-Si me dijeras realmente lo que te molesta, yo podríaarreglarlo.


-Parte del problema es que no sabes cual es el problema.


-¿Eso es posible?- preguntó Thor, frunciendo el ceño.-¿Cómovoy a arreglar un problema, si parte del problema es que no sé cuáles el problema? Necesito saber qué es para arreglarlo.


-Piensa un poco. Creo que no supondrá mucho esfuerzo para tusneuronas.


Thor miró sus manos sobre la encimera, con el ceño fruncido,esforzando a su cerebro todo lo posible por averiguar qué era lo queestaba ocurriendo allí.


Por un momento, hasta a Loki le dio lastima, viéndolo esforzarsetanto. Pero se había puesto firme con él. Ahora no podia echarseatrás.


-Llevas así desde que volví de la cena con Jane.


-¿Y eso que te sugiere?


-Que estás molesto porque me emborrachara- afirmó este,totalmente seguro de haber dado con el problema.


-Piensa un poco más.


Thor, que había creído dar con el problema, solo refunfuñópor lo bajo, pensando de nuevo.


-Si es que no he hecho nada malo, a parte de eso- afirmó.


-Oh. Seguro que sí. Piensa.


-¿No puedes darme ni una pista?- le rogó, dirigiéndole unosojos de cachorro.


-Piensa- le dijo Loki, endureciendo la expresión de su cara paraque viera que hablaba en serio.


Thor volvió a agachar la cabeza.


-Salí con.....Jane cuando tú......estabas haciendo la cena-acabó murmurando el gigante rubio al fin.


-¿Ves como puedes pensar cuando quieres?- le espetó Loki a suvez, sentándose frente a este.


-¿Es por eso que estas molesto? ¿Por que salí con Jane? Ellaes solo una buena amiga.


-¿Qué? No. No estoy molesto porque salieras con ella- le dijoel moreno, alzando la cabeza.-Lo que me molesta es que te largarascuando yo ya estaba preparando nuestra noche juntos.


-¿Y eso te molestó tanto?- le preguntó Thor, poniéndose enpie y dirigiéndose hacia él, con una pequeña sonrisa en loslabios.


-Si.¿Hay algún problema con ello?- le soltó Loki a su vez.


-Si fuiste tú quien me dijo que podia ir- le dijo Thor,abrazando a este por la espalda, aprovechando que estaba sentado yque podía tomarse esa libertad.


-Deberías haber notado mi tono- le dijo este a su vez.-¡Yquítame las manos de encima!.


Loki se removió, tratando de que lo soltara, pero era más queobvio que Thor era mucho más fuerte que él.


-Vamos. No puedes estar enfadado conmigo por eso.


-¿Cómo que no? Claro que puedo.


-Es una tontería que estés así por eso. Hace días que no medejas tocarte- se lamentó el grandullón.


-Y más días que te tendría que dejar a pan y agua- se quejóel moreno.


Luchar contra él era en vano. Aunque se encerrara en un gimnasiodurante meses, jamás conseguiría estar a la altura de la fuerza deeste, por mucho que a Loki le molestara eso.


-No me has dejado que te toque durante días- se quejó Thor,escondiendo su rostro en el cuello del moreno, abrazándolo como sifuera un oso de peluche.


-Si piensas que, con mimos, vas a obtener de mí lo que quieras,estás muy equivocado- le soltó Loki a su vez.


Odiaba ser tan débil ante Thor cuando este se ponía a jugar deaquella forma. Tenía que ser más duro, que se tomara en serio losmomentos en los que se enfadaba con él para que reflexionara sobreello y que no lo volviera a hacer.


Sin embargo, si cedía cada vez, lo único que le enseñaba eraque, con unos cuantos mimos, besos y caricias, se olvidarían losproblemas y eso solo era malcriarlo.


-Hoy te estás haciendo el duro- le susurró el rubio al oido.


Estuvo a punto de hacerle estremecerse con aquello, pero, confuerza de voluntad, consiguió resistirse.


-Quiero que entiendas porqué estoy enfadado contigo- le dijoLoki a su vez.-Y que no lo vuelvas a hacer.


-De acuerdo. Te prometo que no volveré a dejarte tirado si Janeme llame.


-Jane o cualquiera- le recalcó.


-Bien. Jane o cualquiera.


-Y, si no cumples esa promesa, tendrás un castigo.


-¿Un castigo?- repitió Thor, soltándolo y haciendo que este sevolviera hacia él en su silla para que pudiera mirarlo.-¿Qué clasede castigo?


-Cada vez que lo incumplas, estarás una semana sin tocarme.


-¿Qué? ¡Eso no es justo!- se quejó Thor, dirigiéndole unamirada de cachorro a este.


-Conmigo no te molestes en mirarme así, porque no vas aconseguir lo que quieras. Ese va a ser tu castigo.


-Pero....¿no va a ser como si te castigaras a ti mismo?- le dijoThor a su vez, señalándole con una mano y alzando ambas cejas,sabiendo de lo que estaban hablando.


-Créeme. Me he pasado la mayoría de mi vida esperando por algoque nunca pensé que tendría. Podré resistir una semana sin que metoques.


-Entonces......si hiciera algo que te molestara cada semana,¿estaría todo ese tiempo sin tocarte?


-Exacto.


-¡Eso es demasiado cruel!-se lamentó Thor, tratando de que esteentrara en razón.


-Ahora estás en una relación- le dijo este a su vez.-Deberíascomprender que no todo va a salir como tú quieres y tienes quepensar tambien en la otra persona.


Thor le dirigió un puchero, pero, en aquellos momentos, no leserviría de nada.


-¿Por qué tienes que ser así conmigo? Antes me reñías, perono eras tan malo.


-Eso es porque nuestra relación es diferente. Madura.


Este no pareció muy contento con aquello, pero, casi por lafuerza, se vió en la obligación de asentir, sabiendo que, de otromodo, solo alargaría aquella estúpida pelea con Loki.


-Entonces....el problema no es que salga con Jane, ¿no?


-Ya te lo he dicho. Ella no es el problema.


-Bien. Porque este fin de semana voy a salir con ella y unosamigos. Solo quería avisarte con tiempo.


Loki volvió los ojos hacia él, observándole con atención.


-¿Unos amigos?


-Sí, unos compañeros suyos de la universidad, que se pasan amenudo por el bar. Te estoy avisando con tiempo,¿verdad?


-Sí, claro. No hay problema.


-¿Seguro? Mira que no quiero que tengamos que hacer esto denuevo.


-Que sí, está todo arreglado.


-Bien- afirmó Thor, inclinándose hacia él.-¿Eso quiere decirque podemos pasar ya del desayuno?


Por la sonrisa que se abrió paso en su cara, estaba claro a loque quería referirse. Y a Loki le habría encantado olvidarse de losenfados y demás de una manera tan simple, entrando en su dormitorio,pero....


-Me encantaría, pero tengo que irme a trabajar- dijo, poniéndoseen pie.-Y tú tambien dentro de media hora.


El gigante rubio pareció bastante decepcionado ante eso.


-Pero, esta noche, cuando volvamos del ensayo, no habráproblemas- afirmó Loki.


Thor era un cachorrillo y, de vez en cuando, necesitaba un huesopara ser feliz. ¿Qué le costaba a Loki lanzárselo de vez encuando?


-¿En serio?- le preguntó este, pareciendo animado de pronto.


Lo único que le faltaba era que le apareciera una cola a laespalda y que esta se agitara de un lado a otro por la felicidad.


-Sí. Pero, recuerda. Solo si te portas bien.


-¡De acuerdo!- afirmó.


Si habia alguien en el mundo al que se le pudiera hacer feliz conpoca cosa, sin duda, ese era Thor.

.................

Pasartoda la mañana en la casa de Stark no fue nada cómodo para Bucky,sobretodo cuando, por la tarde, Steve tuvo que marcharse al ensayo,sin haber recibido ni una llamada de Sam.


En cierto modo, había esperado que el halcón gruñón llamara a este y le preguntara si lo había visto, aunque solo fuera paragritarle porqué había salido de aquella manera de su casa. Pero nohabía hecho ni siquiera esa llamada.


¿Eso era una muestra más de que no sentía nada por él? ¿Sehabía engañado a sí mismo cuando este había ido a buscarlo aledificio, montando aquel espectáculo delante de todo el mundo?Parecía lo más probable.


-¿Se encuentra bien, señor Barnes?- le preguntó Jarvis, ya queeste se había sentado en el sofá del salón, pero ni siquiera habiaencendido la televisión, quedándose mirando la nada.


-¿Eh?- preguntó este, alzando la vista. Y, cuando vio alanciano hombre mirándolo a su vez, esperando algún tipo derespuesta, solo asintió.-Sí, estoy bien. Gracias.


-De acuerdo. Pero si necesita algo, solo tiene que pedírmelo.


Oh. Desde luego, él jamás podría acostumbrarse a aquel tipo devida, con alguien que siempre rondara en torno a él y le sirviera entodo. Casi agradeció que este se fuera a otra parte de la casa, aseguir con los quehaceres que tuviera que hacer.


Sacó su móvil, pero, mirando la pantalla, se dió cuenta que notenia ni mensajes ni llamadas perdidas, lo que le hizo suspirar yechó la cabeza hacia atrás, sobre el sofá, contemplando el techo.


¿De verdad quería que Sam diera señales de vida o era mejorasí? Después de todo, no estaba en casa de Steve en aquellosinstantes para que este no pudiera encontrarlo.


Sin embargo, una cosa era que no lo encontrara y otra biendiferente que ni siquiera hiciera el esfuerzo de dar con él.


Se frotó la cara con las manos, tratando de centrarse, dedecirse que así habían acabado siendo las cosas, que, si no habíanacabado resultando como él habia imaginado era solo por su propiaculpa. Después de todo, sabía que Sam nunca había sentido unespecial interés por los hombres. ¿Por qué había creído que conél sería diferente?


Seguramente porque se había creído especial, que, lo que sentíapor él podría con lo que fuera que este pensara y las cosas seresolverían por si solas.


Pues......Hola, Realidad.


Allí estaba, en la casa de un millonario al cuál no conocíapersonalmente de nada, esperando permanecer lejos de Sam mientras sele cerraban las heridas, esperando a que sus jefes lo mandaran a laotra parte del mundo para que pudiera olvidar sus penas.


Había sido tan ingenuo.....


Tal vez fue por permanecer con los ojos cerrados, tal vez porqueel hecho de tener que salir de casa de los Wilson le había dejadomás hecho polvo de lo que creía o porque, sinceramente, no habíadormido bien desde que Sam había ido a buscarlo, siendo másconsciente de su presencia en el cuarto.


Fuera por lo que fuere, el resultado fue que se quedó dormido enaquella posición, mientras su cabeza aun le daba vueltas al tema deSam.


Solo volvió a espabilarse cuando oyó el sonido del ascensor asu espalda, haciendo que se pusiera en pie, creyendo que se trataríade Steve.


Sin embargo, al darse la vuelta, se encontró con un tipo másbajo que él, trajeado y con una corta barba bien perfilada.


El tipo se sacó las gafas de sol, que aun llevaba puestas,cuando le vio (¿Por qué le hacían falta gafas se sol dentro de supropio edificio?) y echó un vistazo a su alrededor.


-Steve aun no ha vuelto del ensayo- le dijo Bucky, pensando quesería eso lo que se estaría preguntando.


-Tú, entonces, debes de ser el amigo de Steve- comentó elmoreno hombre.-Yo soy Tony Stark.


Bucky vio que este extendía una mano hacia él, pero que no semovía del sitio, así que fue él el que rodeó el sofá y fue aestrecharle la mano.


Después de todo, aquella era su casa y le estaba haciendo unfavor.


-Yo soy James Buchanan Barnes, pero todo el mundo me llama Bucky.


El apretón no duró demasiado, pero el mapache pudo percatarsede la mirada de arriba a bajo que le dedicó el multimillonario.


-Bien, Bucky. ¿Qué es lo que ha ocurrido para que tengas quesalir huyendo de esta manera? ¿Te busca la poli? ¿Has matado aalguien por accidente?


-¿Qué? No, desde luego que no. Solo que......he tenido un golpede realidad.


-¿En qué sentido?- le preguntó Tony, quitándose la chaqueta ylanzándola al sofá.


-Pues de la manera en la que te das cuenta que lo que creías noera lo que ocurría en realidad.


-Suena a desengaño amoroso- comentó el multimillonario,volviendo la vista hacia él de nuevo.


-Así es- tuvo que admitir este.


Por mucho que le doliera reconocerlo, eso era justo lo que habíaocurrido. Se había llevado un desengaño amoroso, incluso cuando suamor no habia sentido amor por él a su vez en ningún momento, alparecer.


Jarvis apareció de nuevo, interrumpiendo su conversación ysaludando a Stark, recogiendo la chaqueta que este habia lanzado decualquier manera sobre el sofá.


-¿Le ha ido bien el día?- le preguntó el hombre, cepillando lachaqueta con un cepillo que parecía llevar en el bolsillo deluniforme.


-Todo lo bien que puede ir mientras se trabaja con Pepper- sequejó Tony a su vez.


Pero se volvió hacia Bucky, ya que este se había quedado paradocerca del ascensor.


-¿Qué haces ahí?- le espetó Stark.-Acercate. De momento, nome he comido a nadie.


Bucky hizo lo que le pidió, pero estaba más que claro que no sesentía cómodo conviviendo en el mismo espacio que aquel tipo al queno conocía de nada.


Necesitaba que Steve volviera cuanto antes del ensayo. ¿No sesuponía que llegaba siempre antes que Stark? ¿Por qué precisamenteese día era al revés? Además, ¿no se suponía que solo era unpequeño ensayo, ya que el disco se estaba preparando para la venta?


-¿Qué clase de problema tuviste para tener que correr de estemodo?- le preguntó Tony, sin disimular en lo más mínimo sucuriosidad.-¿Le hiciste a alguien algo que no debías de hacer oalgo así?


-En parte- murmuró Bucky, echando un vistazo al ascensor,sintiéndose incómodo al tener que seguir hablando de un tema que lehacía demasiado daño aún.


<<¡¿Steve, dónde estas?!>>.


-Bueno, por experiencia, te diré que, aunque parezca que algo noles gusta, puedes conseguir que les acabe gustando- afirmó Tony, conuna de sus sonrisas de medio lado.


-¿Eso lo dices por Steve?


No fue planeado. Lo juraba. La pregunta había emergido de suslabios antes de que fuera capaz de pensar con claridad.


Estaba tan centrado en el hecho de ver aparecer a su rubio amigoen cualquier momento que, inconscientemente, había metido a este enla conversación.


-¿De verdad quieres saberlo?- le preguntó Tony, alzando unaceja.


-No. Mejor no- afirmó Bucky a su vez.


Jarvis, que había estado viendo como aquella conversaciónestaba llegando a los limites del fracaso, decidió intervenir.


-Señor Stark, ¿sus invitados se quedaran a cenar?- preguntó,tratando de que el tema se dirigiera hacia otra parte.


-Pues....creo que sí. Steve ya está llegando tarde- comentó elmoreno, echando un vistazo a su reloj de pulsera.


-Bien. Entonces me pondré a preparar algo. ¿Hay algo que no leguste comer, señor Barnes?


-No tengo problemas con gana, gracias.


Y, en realidad, tambien agradecía que este hubiera intervenido.


No estaba preparado para una conversación para saber lo que Tonyhabia llegado hacer o no con Steve entre aquellas paredes. Esas erancosas que quería dejar en la intimidad de su buen amigo.


-¡Perdón por retraso!- afirmó el desaparecido, apareciendo porla puerta del ascensor en ese momento, con la cara roja, como sihubiera llegado corriendo hasta allí.-¡Barton quería queretocáramos algunas cosas y no nos soltaba!


-No pasa nada- afirmó Tony.-Estaba aquí conversando con tu buenamigo Bucky, así que no ha sido molesta la espera.


-¿Ah, sí?- preguntó Steve, mirándoles y sonriendo.-¿Tan bienhabéis congeniado?


-Yo hago amigos en todas partes- afirmó Tony, acercándose aeste y obligando a Steve a que se agachara un poco para poderbesarlo.


Steve se sonrojó, esta vez no por la fatiga, al ver que iba ahacer eso delante de su amigo, pero besó a Stark y le dedicó unasonrisa solo para él.


-Bien- afirmó Tony de nuevo, volviéndose hacia Bucky.-Ahoratenemos que ver a donde vamos a meter al grandullón este.


Findel capitulo 28


Bien.Una cosa está clara. La he liado pero bien y a lo grande. ¿Quiénme manda a mí a hacer que Sam y Bucky se peleen? O, más quepelearse, hacer que Bucky decidiera que las cosas con este no iban afuncionar, cogiera sus cosas y se marchara del piso de los Wilson deesta manera. Sabía que tenía que hacer que las cosas entre ellos sepusieran en marcha de alguna manera. Pero juro que nunca fue miintención que acabara pasando esto.


Nisiquiera sabía que iba a hacer que Bucky se fuera de casa de losWilson hasta que el propio Bucky se lo dijo a Steve cuando ambos seencontraron. Mi musa o la historia tomaron las riendas en ese momentoy utilizaron mis manos, dejándome a mí con este gran follón en miterreno, esperando a que yo lo resuelva de algún modo. ¡¡¡Bien!!!(nótese la ironía con el que digo ese bien)


Peroes lo que me toca como escritora; resolver cualquier conflicto quesurja de la manera correcta, concordando con la personalidad de lospersonajes. Rezad para que no la cague en el ultimo momento.


Porcierto, mi regalo de Papá Noél han sido las pelis de Ironman,Deadpool, Guardianes de la Galaxia y Los Vengadores. Ya tenía esaspelículas, pero piratas. Me encanta ver las películas de Marvel concomentarios de los directores una vez que ya las he visto y loscontenidos extra, así que imaginad mi felicidad con esto.


Enrealidad, yo he estado buscando otra película, una de Robert DowneyJr, por todas las tiendas de mi ciudad, pero estaba descatalogada. Sellama ''Retrato de una Obsesión'' o ''Fur'', depende de dondeseas. No hubo suerte. Busqué en centros comerciales y nada. Todas medecían que no la tenían y que tampoco podían ponerse en contactocon el distribuidor que tenía esa película en España. Pero graciasa Internet, ya he conseguido tenerla y verla. A cabezona no me gananadie. ¡Otra victoria más a mi cabezonería! Muaajajajajaa


Nosé qué quería decir con esto, así que mejor dejo de desvariar ynos despedimos aquí. Manteneos sanos y nos seguimos leyendo en elpróximo capitulo. Bye.

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