Capitulo 20


Hola a todas laspersonitas que seguís leyendo. Ahora que he empezado a subir mihistoria Spiderpool, espero poder cumplir con dos historias al mismotiempo.


Aunque, claro, cuandovosotros lleguéis a leer esto, la historia ya llevará subida unbuen tiempo y esto os extrañará. No dejo de escribir en ningúnmomento y eso tiene consecuencias. Por ejemplo, ahora mismo (merefiero al tiempo en el que estaba escribiendo esto) estoyescribiendo el capitulo 20 y yo estaba subiendo el 11.


Lo hago de este modopara, si por lo que sea, me da un atasco literario y me paso tiemposin escribir, eso no suponga que vosotros os quedéis sin vuestrocapitulo el día que os corresponde. Sé lo que fastidia esperar unahistoria y que esta nunca llegue. No os voy a hacer pasar por eso sipuedo evitarlo. Repito, si puedo evitarlo. Nunca se sabe si puedepasar cualquier cosa y que no este en mi mano que suba capitulo o no.


Pero no pensemos encosas tan tristes como esas. Concentrémonos en este nuevo capitulo,que espero que disfrutéis. Os doy la murga luego. ^^


CAPITULO 20


..........................


Cuando Sam empezó a despertar a la mañana siguiente, tuvo uninstante, entre el sueño y la conciencia, de una paz absoluta,removiéndose un poco en la cama solo para sentir una calidezenvolviéndole, que le llevó una sonrisa a los labios.


Sin embargo, cuando abrió los ojos y vio que esa calidezprovenía de Bucky, que estaba pegado a su costado, durmiendo a máspierna suelta que él, estuvo a punto de incorporarse y liarse agolpes con este.


Se frenó en el ultimo momento.


El castaño, era cierto, estaba pegado a su costado y tenia elbrazo en torno a su pecho, pero no habia hecho nada más. No habiatratado de hacer algo con él mientras dormía ni nada de ese estilo.Simplemente, parecía haberse movido mientras dormía, buscando elcalor que el cuerpo a su lado podia proporcionarle.


Lo observó con atención, tratando de moverse lo menos posiblepara no despertarlo.


De verdad que, en aquellas ocasiones, Bucky se veía como un niñoque estuviera durmiendo a pierna suelta, como si no tuviera ningunapreocupación en la cabeza.


Sam no sabia si debía admirarle por eso.


Pero tambien se dijo que no podia permanecer allí tumbado,admirando a este. ¿Quién haría algo así con alguien que le habiarobado un beso? Solo otro que estuviera interesado en él. Y, desdeluego, Sam Wilson podia afirmar que no tenía sentimientos de esetipo por James Buchanan Barnes.


Cuando intentó salir de la cama, diciéndose que, o salía deallí pronto o iban a tener otro momento incómodo, el brazo de Buckyque tenía en torno a su pecho se pegó a él aun con más fuerza,como si este se negara a soltar a su fuente de calor, dejando escaparun quejido soñoliento.


Bien.¿Cómo pensaba salir de la cama, si este no le soltaba?


-Bucky, me tengo que levantar- susurró este, tratando dequitarse su brazo de encima.


Pero todo lo que hizo este fue gruñir por lo bajo de nuevo yapretarse más contra él, negándose a despertar o a soltarlo.


-Vamos. No seas crío. Suelta- le insistió Sam.


La mañana había empezado muy bien hasta que había recordado susituación o donde estaba. Esperaba que Bucky no se la terminara deestropear.


Por muy cómodo que este estuviera, Sam no pensaba tolerar ser elosito de peluche de nadie. Y menos el de un tío que le había besadoen aquel mismo cuarto. Seria de locos. ¿No?


-Bucky, si no me sueltas, me enfadaré mucho contigo- le soltó,como ultimo recurso.


No es que tuviera muchas esperanzas en algo tan infantil,pero.....


De manera inesperada, Bucky abrió los ojos y los alzó haciaeste, como queriendo comprobar si lo que habia dicho iba en serio. YSam comprendió que este habia estado despierto todo el rato,haciendo que sus niveles de ira mañanera empezaran a subir de manerapeligrosa.


-¿Has estado despierto todo el rato?-le preguntó este, conaquel tono bajo que empleaba cuando estaba cabreado pero no queríagritar.


-Solo desde que tú te has movido, pero ya estaba así cuando lohe hecho- afirmó este.


Quería decir que ya tenia el brazo en torno a Sam cuando habiadespertado, que no habia hecho aquello mientras este dormía paraaprovecharse.


-Pues, entonces, tendrías que haberme soltado- le dijo Sam, aunempleando ese tono, que indicaba que estaba molesto pero que aun noiba a estallar.


-¿Por qué tendría que hacerlo? Hemos dormido así y no hahabido ningún problema- afirmó el castaño.


Sam pensó en otra cosa que responderle, pero optó porsimplemente apartar su brazo y levantarse de la cama.


-Mira que llegas a ser borde- se quejó Bucky, aun acurrucándoseentre las sábanas.


La mañana era fría y, desde luego, con la pereza que daba salirde la cama, el mejor plan parecía estar tapado lo máximo posible.O, al menos, ese parecía el plan de Bucky.


-Yo sí que te daré a ti borde- se quejó este, moviéndose porel cuarto.


Seguramente, en otras circunstancias, si el castaño no estuvierametido en su cama, notando aquel frío, habría vuelto a la cama, consus libros, y habría seguido estudiando desde allí hasta que sehubiera cansado de permanecer metido en aquel cuarto. Pero, conBucky, con esas ganas que parecian haberle entrado de permanecer a sulado en todo momento, era mejor poner tierra de por medio.



-¿Por qué no sales de la cama y empiezas a hacer algo de provecho?- le dijo, cruzándose de brazos delante de la cama.


No sabían en que momento llamarían a Bucky para que tuviera queirse. Ni siquiera sabían si realmente tendría que hacerlo, asíque, para la mente de Sam era una perdida de tiempo permanecer encama cuando no se sabia el tiempo que le quedaba en la ciudad.


-Ahora mismo no puedo levantarme- le indicó este.


-¿Cómo que no? ¿Tan vago te estás volviendo? ¡Sal de ahí!-le exigió, tratando de quitarle las sábanas de encima para que notuviera donde ocultarse.


-En serio. Yo que tú, no haría eso- le dijo este, tomando lassábanas y esforzándose en que Sam no se las quitara de encima.


-Estás en mi casa, en mi cuarto y en mi cama. No sabes el tiempoque te queda aquí y tú....¿quieres quedarte en la cama? Sal ahoramismo de ella.


-No te va a gustar lo que veas- le advirtió el castaño denuevo.


Esa última frase le hizo que este se detuviera, pareciendo comosi una lucecita de comprensión se hubiera encendido en su mente.


Llevo su vista hasta el cuerpo tapado de Bucky.


-No me digas que, debajo de mis sábanas, estás.....


-Bueno.....son cosas que pasan por las mañanas.


Sam soltó las sabanas en el acto.


-En cuanto salgas de ahí, lavo la cama entera- afirmó.


-Serás exagerado-se quejó Bucky.-¿Me estás diciendo que a tíno te pasa nunca?


-¿Con un tío a mi lado? No.


Y, en ese momento, cayó en algo.


-Joder. ¿Has estado así cuando yo estaba ahí al lado?-preguntó.


Bucky abrió la boca para responder, pero Sam alzó una mano,tratando de silenciarlo.


-No. No hables. No quiero saberlo. Llevate eso a la tumba.


-Para ser un tío que no para de buscar chicas, no eres muycomprensivo con estas cosas- le dijo el castaño.


-Puedo comprender que te pase eso, pero no cuando tienes a un tíodurmiendo al lado.


-No tenia un tío durmiendo al lado- se quejó Bucky.-Tenía allado a la persona que me gusta.


-¡Se acabo!- sentenció Sam, llevándose las manos a los oídosy elevando la vista al techo.-No vamos a hablar más de esto. Yo iréa desayunar, tú saldrás de ahí y yo desinfectare esa cama.


-Eres un exagerado- volvió a quejarse el castaño.


Pero Wilson ya no le estaba escuchando. Había salidoprácticamente volando del cuarto, tratando de evitar escuchar algomás de lo que no quería oír.


-¡Eres un exagerado!- le gritó aun así Bucky, para que seescuchara por el pasillo.


Sam, que se cruzó en aquel momento con su hermano Gideon,compartió una mirada con este, sabiendo que el hijo mayor de losWilson no entendía que estaba pasando allí y viendo como su hermanoestaba huyendo de su propia habitación.


-Parece que Bucky te estaba diciendo algo- comentó Sarah cuandoambos llegaron al salón, sin que Gideon hubiera preguntado nada.


A veces, el mayor de la familia sabia cuando no meterse en temasque no le concernían. Que lastima que la pequeña no hubieracomprendido eso aun.


-Pues que hable solo- fue todo lo que Sam añadió del tema,viendo como su madre buscaba las llaves de la casa por todo el salón.


-¿Por qué siempre se me pierden?- murmuraba mientras levantabacojines y miraba por los alrededores


-¿Has mirado en la puerta?- le dijo Sam.


No seria ni la primera ni la última vez que su madre habiallegado tan cansada que se había olvidado las llaves de la casa enla cerradura de la puerta.


Menos mal que estaban en un edificio familiar y los vecinos noles habían jugado una mala pasada con eso.


Darlene miró un momento a sus hijos, como si acabara de darsecuenta de que estaban ahí y, señalando a Sam con un dedo, comodándole la razón, se dirigió a la puerta, abrió esta y.....¡Tachan! Allí estaban las llaves, colgando tan calmadamente de lacerradura de la puerta.


-Si no nos han entrado a robar ya, es porque en este edificio nosquiere-comentó Sarah.


-Pues no entiendo porqué- comentó Gideon a su vez.-Con lo quegritamos, lo que tendrían que querer es que nos largáramos de aquícuanto antes mejor.


Su madre no podia perder más tiempo, así que, mandándoles unbeso volador antes de salir por la puerta para ir a trabajar.


Bucky no tardó en unirse al resto de la familia, con cara de nomuchos amigos y pendiente de Sam. O, al menos, eso les pareció a loshermanos de este, que estaban en la cocina con ellos y podíanobserva a los dos como si estuvieran en un programa de la tele.


-¿Vosotros dos estáis saliendo?- les preguntó Gideon.


Porque, desde luego, su relación parecía algo rara.


-¡¿Qué gilipolleces estas diciendo?!- le gritó Sam,volviéndose hacia él, tirando sobre el suelo y la encimera el caféque se habia estado sirviendo.


-Sí. Desde luego, esa es una reacción para nada sospechosa-afirmó Sarah, viendo como su hermano mediano chasqueaba la lengua y,con un trapo, trataba de limpiar el estropicio que habia hecho.


Bucky lo observó hacerlo, sentado al lado de Sarah en la mesa.Sabía perfectamente que, si trataba de ayudar a Sam en esosmomentos, solo conseguiría que el halcón gruñón le gritara.


-Bucky, tú que eres más sincero. Dinos- le pidió Sarah,volviéndose hacia él.-¿Hay algo entre mi hermano y tú?


-Por mi parte querría, pero tu hermano envía señalescontradictorias.


Aquello hizo que los otros dos hermanos Wilson se pusieran agritar en plan fans histéricas, el mayor más por sorpresa, pero lapequeña en plan como si estuviera esperando que algo así se dijeraal final, lo que no ayudaba a mejorar el humor de Sam en aquellosmomentos.


-¡Pero, ¿que coño estas diciendo tú ahora?!


-Pues la verdad. Para eso vine.


-Creo que habría que dejarlos solos- comentó Gideon, haciéndoleuna señal a su hermana para que se levantara de la mesa.


-¿Solos por qué?-gruñó Sam.


Pero ninguno de los dos le contestó mientras la menor se levantóy se dirigían hacia la puerta.


-Desayunamos fuera- les dijo Sarah desde la puerta con unasonrisilla en la cara instantes antes de quedarse a solas en el piso.


-¡¿Se puede saber porqué les has dicho eso?!- le espetó Sam,volviéndose hacia el castaño.


-Porque es la verdad- afirmó este sin más.


-Debería matarte- comentó el halcón por lo bajo.


-Bueno.....siempre puede intentarlo- fue lo que obtuvo porrespuesta.

................

Tony fue el primeroen despertar a la mañana siguiente, entreabriendo los ojos yencontrándose con el rostro placido de Steve frente a él, haciendoque una sonrisa acudiera a su cara.


Se acurrucó un poco, tratando de no despertarlo con elmovimiento, y estudió atentamente aquel rostro, viendo lo relajadoque lucía, con el rubio cabello alborotado sobre la almohada,teniendo un breve impulso de pasar los dedos por aquellos cabellos,pensando que seguro se sentirían suaves entre sus dedos.


Sin embargo, al mismo tiempo que esa idea se le pasó por lamente, negó con la cabeza, diciéndose que en qué había estadopensando, imaginando hacer ese tipo de cosas cursis que siempre habiadetestado.


Para huir de Steve y de esa influencia que parecía tener en él,Tony se puso en pie y salió de allí, dirigiéndose a la cocina. Detodos modos, quisiera o no, tenía que ponerse en marcha cuantoantes. La mañana comenzaba y él estaba prácticamente obligado a ira trabajar, aunque eso significara ir dos pisos más abajo.


Las rodillas le fallaron un poco cuando trató de levantarse,pensando por un momento que se caía, pensando si era un principianteen aquello como para que su cuerpo se sintiera tan débil tras unanoche de movimiento, pero sus piernas consiguieron finalmentesostenerlo y consiguió salir de allí.


Aun intentando decirse qué era lo que habia ocurrido allí quéera lo que había ocurrido en aquel cuarto exactamente, se sirvió uncafé y sacó los donuts de su lugar. No moriría de hambre si Jarvisno estaba allí, pero seguramente la suciedad acabaría devorándole.


Recordó, tan nítidamente como si hubiera pasado un instante, laforma en el que su corazón se le habia subido a la garganta cuandose habia dado cuenta de que Steve estaba en el piso y en como dejóde respirar en cuanto este se colocó frente a él con aquellos pasoslentos que parecían haberse extendido hasta un tiempo infinito, conaquella mirada en sus ojos, temiendo y deseando lo que creía que ibaa hacer.


Y también recordaba todo lo que habían hecho en el dormitorio.


Joder. El dormitorio. Por mucho que Steve hubiera afirmado que notenia experiencia en aquellas cosas, un chico sin experiencia no semovía como se habia movido él. O lo hubiera sometido con semejantefacilidad, haciendo que se abandonara entre sus brazos.


Si se concentraba lo suficiente, aun podia sentirlo sobre él,tomándolo, llenando todos los rincones de su cuerpo y algunos másde los que, en aquellos momentos, prefirió no pensar.


-Buenos días- saludó Steve, entrando en el cuarto ydevolviéndole a la realidad.


El magnifico rubio lucía entre avergonzado y feliz, usando solounos pantalones, dejando su pecho al descubierto, y pasándose unamano por el pelo.


-Buenos días- le respondió Tony, teniendo un breve pensamientosobre que no seria nada desagradable tener aquella visión todas lasmañanas.


-Cuando me he despertado, ya te habías ido- comentó Steve,acercándose a él y sentándose en el taburete de al lado de Tony.


-Sí, bueno.....es que tengo que irme a trabajar-le dijo elmultimillonario, observando su taza de café.


Aquellas mañanas era lo que más odiaba, esos momentos despuésde hacer las mayores barbaridades en el dormitorio, sin que ningunosupiera bien qué decir.


Por lo general, obviaba totalmente esos momentos desapareciendode casa o del apartamento de la persona con la que se encontrara,pero, con Steve, lo único que habia querido habia sido un poco deespacio. El suficiente para pensar en lo que habia pasado y porqué.


Steve miró un momento a su alrededor, seguramente buscando algoqué decir. Pero Tony no tuvo compasión y no hizo el menor intentopor ayudarle.


-He metido la pata, ¿verdad?- dijo el rubio de repente, alzandola vista hacia él.-No tuvimos que dejar que pasara eso.


-¿Por qué?- le preguntó Tony a su vez, mirándolo.


-¿Cómo que por qué? Porque ahora apenas podemos mirarnos a lacara ahora. En realidad, parece que me estas evitando.


-Lo siento- le dijo Tony.- Pero nunca he sido muy apegado despuésde hacerlo. Todas mis parejas se han quejado de lo mismo.


-Bueno....no esperaba que me llevaras el desayuno a la cama,pero.....no esperaba esto, esta incomodidad.


-¿Quieres desayunar algo?- le dijo Tony, pasandole la caja dedonuts.


Después de todo, odiaba ver triste a este, aunque fuera por untema tan absurdo como aquel para él.


-No tengo hambre- murmuró Steve, frotándose un poco las manos.


Con tan poca ropa como la que llevaba encima, era bastanteposible que tuviera frío.


-Tienes que comer algo. Hiciste bastante ejercicio anoche-comentóeste, en tono de broma, haciendo que Steve volviera la cabeza haciaél, frunciendo el ceño.


Seguramente, se estaría preguntando si Tony le estaba tomando elpelo.


-Bueno......igual que tú- le dijo, para seguir la conversación.


-Por eso estoy comiendo- afirmó Stark, enseñándole el donutque tenia a medio devorar en la mano.


Y, viendo este, le vino una idea.


Dando un nuevo mordisco al dulce, se volvió hacia Steve y lobesó, haciendo que el enorme chico se envarara, sorprendido. Sinembargo, instantes después, mientras Tony profundizaba el beso,consiguiendo pasar la barrera de sus labios, Steve se dejó hacer yrespondió al beso, llevando una mano hasta el rostro de Tony,acariciando su rostro mientras él llenaba su boca de dulzor.


-¿A qué ya no es tan incómodo?- le dijo este cuando se apartó,lamiéndose el azúcar que le había quedado pegado a los labios yque Steve tambien lucía.


-Pues no. Ya no es tan incómodo- afirmó Steve, sonriendo.


-¿Ves? ¿Ahora te vas a comer un donut?


-No vas a parar hasta que lo haga,¿verdad?- le preguntó este,retomando su buen humor.


-Nop. Así que más te vale coger uno. Y sírvete café. Tampocoes que hayamos dormido mucho.


Así comenzó su día, consiguiendo superar la timidez de lamañana siguiente, hablando sobre estupidez, sobre la empresa, sobrecomo la secretaria de Stark le cortaría el cuello si llegaba tarde,sobre el estado de salud de Jarvis y cientos de cosas más.


Para cuando ambos estuvieron listos para salir del apartamento,Steve se volvió hacia él en el ascensor.


-¿Cuando volveremos a vernos?- le preguntó.


-¿Acaso te has quedado con ganas de más?- le preguntó Tony asu vez, haciendo que este se sonrojara un poco.


-No es eso- murmuró Rogers.-Pero no quiero ser ese tipo de tíoque se acuesta con alguien y luego desaparece.


Tony lo estudió con atención y, tomando a este por sorpresa,tomó la mano de Steve y la puso sobre el control del ascensor, allídonde tenia el reconocimiento de huella.


-¿Qué estas haciendo?- le preguntó el rubio.


-Creo que vas a pasar mucho tiempo por aquí, así que estoyponiendo las cosas más fáciles- fue la respuesta que obtuvo.


Tras tener la huella de Steve en los controles, Tony puso la suyapropia para autorizar a este a acceder al ascensor siempre quequisiera, detalle que sorprendió a Rogers.


Apenas se conocían y solo habían pasado una noche juntos. Y,aun así, ¿Stark hacia aquello?
El rubio no pudo evitar observara este con sorpresa.


-No me mires con esa cara- se quejó el multimillonario.-Solo tehe dado acceso al piso. Como me robes algo, haré que te partan laspiernas.


Steve no pudo evitar sonreír ante aquella afirmación. Y aun lohacia cuando el ascensor llegó a la primera planta, hasta donde Tonyle habia acompañado, a pesar de que su oficina estaba más arriba.


-¿Nos vemos esta noche?- le preguntó Steve, tras salir delaparato.


-De acuerdo. Jarvis no estará, así que siéntete como en tucasa.


Steve sonrió más ampliamente e, inclinándose hacia él, le dioun rápido beso antes de que las puertas volvieran a cerrarse y Starkse quedara al otro lado, parpadeando por la sorpresa.


¿Por qué se había sentido como una esposa que se despedía desu marido cuando se iba a trabajar? Seguramente porque no habiadormido lo suficiente y aun estaba cansado. Sería por eso.


Aun así, una pequeña sonrisa se abrió paso por su rostromientras volvía a subir. Aun lucia la sonrisa cuando llegó a suoficina y, cuando Pepper vio esta, se cruzó de brazos, alzando unaceja, haciendo que Tony la borrara.


-¿Qué?- le soltó a la joven rubia.


-Nada. No soy yo la que viene al trabajo con una sonrisa de orejaa oreja.


-¿No puedo venir contento a trabajar?


-¿Teniendo en cuenta que no has ido a trabajar contento en tuvida? No. Es obvio que te ha pasado algo bueno.


-Ni pienses que te lo voy a contar- le soltó Tony a su vez.


Y todo dignidad, con el mentón en alto, pasó junto a unasorprendida Pepper y se metió en su despacho, dispuesto a trabajartodo el día si era preciso, esperando a que llegara la noche.


Findel capitulo 20


¿Qué?¿Qué os parece como se están desarrollando las relaciones? LaStony ha tardado en llegar, pero yo diría que va viento en popa,¿no? Steve siempre me ha parecido un gran oso de peluche. Si fuerahetero (en mi imaginación siempre será la pareja de Tony, digan losdemás lo que digan), creo que sería un novio encantador, quecomprendería a su pareja y le daría su apoyo en todo. Pero tambiénque le mostraría sus errores cuando los cometiera. Un buen novio,vamos. Ainsssss. Si hay que ponerle con una mujer, solo me lo puedoimaginar con Peggy Carter. ¡Haré ese fanfic! ¡Lo juro!


¿YBucky y Sam? Creo que Falcon no vuelve a dejar al mapache solo consus hermanos en la vida. Y, aún así, me parecen una parejaencantadora, con sus peleas y sus charlas, que ponen a Sam de losnervios. Es un fandom que apoyo de verdad y que espero que me sigandando juego en las próximas películas. Porque estoy convencida queen la de Black Panther, Bucky será despertado y T'challa lo curaráde algún modo. Wakanda es el país más tecnológicamente avanzadodel mundo Marvel, si quitamos la ciudad de los Inhumanos.


Pero,¿qué opináis vosotros? Me encanta saber qué pensáis de lospersonajes, de la historia, de lo que habéis visto en los cómics olo que vosotros habéis intuido a través de las películas. Me gustasaber que es lo que conocéis y opináis. Creo que estoy sonando yademasiado pesada, así que me despido de vosotros aquí. Comosiempre, manteneos sanos y nos seguimos leyendo en el siguientecapitulo. Hasta entonces, bye.

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