Capitulo 15
Buenas, a todas laspersonitas que seguís aquí. Vi una frase, de esas que circulan porfacebook en fotos, que me encantó:
''Si un beso no tedeja con ganas de arrancarle la ropa, no es un buen beso''. Esel sentimiento que quiero transmitir cada vez que hablo de pasión enlos capítulos. Es lo que quería transmitir con el beso que Loki leha dado a Thor en ese momento de sinceridad que el nórdico le haarrancado.
Ahora, lo que toca esver qué va a hacer Thor después de esto. Estoy segura de quevosotros también estáis esperando ver qué va a pasar ahora. Asíque voy a dejar de daros el coñazo y os dejo con el capitulo.
Disfrutadlo.
CAPITULO 15
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Thor no pudo moverse después de aquello, ya que se sentía como sialguien hubiera apagado todas las funciones de su cuerpo.Bueno........ no alguien. Alguien no. Loki.
Aun estaba demasiado confuso después de ese beso para saber loque estaba ocurriendo allí, mirando a este como si necesitara algode él, cualquier cosa que pudiera decir, para que él volviera areiniciarse.
¿A qué habia venido aquel beso? ¿Las palabras de Loki habíanemergido realmente de sus labios o es que empezaba a alucinar?
Por su parte, Loki estaba tratando de hacerse el duro,manteniendo la cabeza en alto, pero lo que en verdad deseaba erahacerse muy pequeño, tanto que pudiera colarse por alguno de losagujeros del suelo hasta desaparecer.
Sin embargo, se estaba obligando a hacerse el fuerte, sabiendoque, si se mostraba vulnerable, lo único que conseguiría seria queThor le dijera que allí no habia ocurrido nada, que lo olvidara y las cosas seguirían como siempre.
Necesitaba que este reaccionara, que se diera cuenta de quehablaba en serio, de que, para él, aquella seria la única relaciónque podrían tener. Nada que pareciera meramente fraternal, si noalgo más allá, más intenso, menos inocente y nada familiar.
-¿Qué? ¿No piensas decir nada?- le soltó Loki, alzando másel mentón, con aire burlón.
En realidad, no habia podido aguantar más aquel silencio.Necesitaba palabras, aunque fueran las suyas, para mitigar aquelmomento de tensión.
-Hermano- murmuró Thor.
-¿Acaso no te ha quedado claro que ya no puedes llamarme así?¿No has comprendido porqué lo odiaba tanto? Mi intención, al veniraquí, era alejarme de ti. Y, sin embargo, decidiste seguirme. Túmismo te has buscado esto.
Thor volvio a abrir la boca, pero no estuvo muy seguro de lo quedecir.
Aun estaba demasiado desconcertado, casi como si alguien lehubiera golpeado y no supiera decir quien ni por donde había venidoel golpe.
-Ahora- le siguió diciendo Loki.- Si no quieres que esto sigasiendo tan incómodo, dejame ir y acabemos con esto.
-No- le respondió este con firmeza.
-¿No?- repitió Loki, alzando una ceja, sin comprender.-¿Cómoque no?
-No. No pienso dejar que las cosas acaben de esta manera.
-¡¿Es que no te ha quedado claro ya?! ¡¿Te piensas que estababromeando?! ¡Desde que entre en la adolescencia, ha sido el cielo yel infierno vivir contigo! ¡De niño, pensaba que lo que sentía porti era admiración! ¡ Se suponía que tú eras mi hermano mayor! ¡Pero, cuando creciste y madre hizo el primer comentario sobre quetendrías que buscar novia, sentí como si alguien me hubieraapuñalado en mitad del pecho!- le gritó Loki, cerrando los ojos,dejándose llevar por los recuerdos.
Lo recordaba tan claramente como si hubiera sido ayer. Amboshermanos se llevaban un par de años, y Thor estaba entrando en sus14. Estaba creciendo rápido, más que los demás niños de su edad,y sus padres estaban admirados por ello.
Loki soñaba con ser tan grande como él un día.
Pero, sin embargo, un día, cuando estaban comiendo sin Odín encasa, ya que este estaba ocupado con el trabajo, su madre dijoaquellas nefastas palabras que se habían acabado grabando en sumemoria tan nítidamente.
-¡Vaya, Thor! Como sigas creciendo así, vas a traerme a casapronto una novia- le dijo Frigga, con todo el orgullo de madre queuna pudiera sentir al verle, sonriendo ampliamente, seguramente yapensando en los futuros nietos que pudiera tener.
Sin embargo, Loki apartó la atención de su plato, con los ojosbien abiertos por la sorpresa, y volvió la vista hacia su hermanomayor.
Fue como si lo volviera a ver por primera vez. ¿Acaso no sehabia fijado antes en lo alto y grande que era? ¿En lo mucho quehabía crecido estando a su lado, sin que apenas se diera cuenta? Ysu rostro.... Aunque no fuera ningún genio, cosa que demostraba cadavez que abría la boca, ya habia notado que, cuando sonreía, laschicas solían hacerlo también, aunque dijera tonterías.
Dejó el tenedor sobre su plato, con el estomago cerrado a cal ycanto y la comida hecha una bola fría en algún lugar de su cuerpo.
-¿Qué te pasa, cariño? ¿Ya no tienes más hambre?- lepreguntó Frigga cuando le vio hacer aquello.
-¿Puedo irme a mi cuarto?- fue lo único que le pudo responder.
-Loki- lo llamó Thor, devolviéndole a la realidad.
-Haztea un lado. Dejame salir de aquí. Nunca debimos vivir juntos-dijo,llevándose las manos a la cabeza.-Fue un gran error, tuve quedecirte que no, que tenia otro compañero, aunque fuera mentira. Nodebí permitir que compartiéramos el mismo espacio.
-Deja de hablar así- le amonestó Thor, sujetándolo por loshombros, obligándole a que se quedara quieto y mirando hacia él.
-¿No? ¿Y cómo quieres que hable?- le dijo este, volviendo amirarlo de aquella acusadora manera.-Si no fuera por ti, por tuinsistencia, aun podríamos fingir que somos hermanos.
-Yo no quiero que finjas nada. Es lo que somos.
-¡Ya sabes que para mi no!- le gritó este.-¡Hace muchos añosque deje de verte solo como mi hermano!
-Loki, deja de hacer esto.
-¿De hacer el qué? ¿De ser sincero? Porque, aunque no te gusteoírlo, es lo que estoy siendo. Estoy siendo sincero contigo porprimera vez en mucho tiempo.
Lo miraba a los ojos, cruel en su honestidad.
-Solo te estas haciendo daño con esto- le dijo Thor.
-¿Y cómo crees que estaba antes?¿Crees que era maravillosovivir contigo,dejar que estuvieras cerca de mi y me tocaras,dejándote creer que te veía solo como a mi hermano, tratando de queno descubrieras la verdad? ¿Piensas que eso fue fácil para mi?
-No puedo imaginarme lo duro que tiene que ser eso.
-Exacto. No puedes.
-Pero,¿crees que comportándote así, besándome, me echaríasde tu lado?
-Yo me iría.
Thor chasqueó la lengua, molesto, y antes de que Loki pudieraver sus intenciones, se habia inclinado hacia el y le habia acabadobesando.
Fue un beso mucho más torpe que el del moreno, pero, aun así,Loki se sintió devorado, como si alguien hubiera soltado una fuerzade la naturaleza sobre él, notando como era incapaz de oponerresistencia alguna mientras Thor entraba en el interior de su boca,aun manteniéndolo sujeto por los brazos.
Fue casi aterrador.
En las raras ocasiones en las que Loki habia experimentado conotras personas, jamas habia sido así de intenso, así de fuerte.Sentir aquella lengua contra la suya le hizo sentir débiles lasrodillas, como si su cuerpo le avisara de que no iba a ser capaz demantenerlo, notando como sus manos se aferraban al pecho de este parano caer.
Thorno abandonó el beso, si no que lo hizo aun más profundo al sentirsus manos, robando a Loki el poco aliento que aun le pudiera quedar,oyendo su corazón en los oídos, como si todo su cuerpo y su sistemase estuviera recomponiendo con aquel beso, como si todo estuvierapasando por un cambio.
Para cuando el rubio le soltó, Loki apenas era capaz de respirarcon normalidad y miró a aquellos ojos azules que lo observaban conuna clase sorpresa que no habia sentido antes en su vida.
-¡¿A qué ha venido eso, idiota?!- le gritó en cuanto pudoencontrar su propia voz, notando como enrojecía.-¡¿Acaso te hasvuelto loco?!
-¿Crees ahora que te dejaría?- le dijo Thor a su vez,pareciendo completamente calmado.
-¡¿Y para que has hecho eso, si se puede saber?! ¡¿Paradecirme que un beso no te asusta?!
-No. Para decirte que, me veas como me veas, aunque me creas elser más plasta del planeta, jamás me voy a apartar de tu lado.
-¿Y eso que significa?-le soltó Loki a su vez, con una manosobre los labios.
Aun no se podia creer que realmente Thor hubiera iniciado un besoentre los dos.
-Significa lo que te he dicho.
-Ya te he dicho que no te veo como mi hermano, que, si permanecesconmigo, voy a querer hacer algo más que besarte. Lo sabes,¿verdad?¿Sabes lo que eso significa?
-¿Crees que soy un niño? Sé perfectamente lo que significa.
-Entonces.....yo sigo sin entender que.....
-En el momento en el que nos peleamos, en el que me dijiste queme buscara una chica, me sentí....solo, dolido. Creo que no me habiasentido así en la vida. No sabia si se debía a que nunca me habíashablado así antes o era otra cosa. Pero, después de hablar conmadre, me di cuenta de que a ellos los quiero de un modo distinto alque te quiero a ti.
-¿Y eso que demonios significa?- le soltó Loki, tratando dehacerse el duro.
Pero el rojo de sus mejillas y el hecho de que estuvieraencarcelado entre los brazos de Thor, con la espalda contra la pared,le quitaba buena parte de su aspecto de tipo duro.
-¿De verdad que no lo entiendes o es que te estas haciendo elloco para que te lo diga con todas las letras?
-¡Perdona que no me entere de esta conversación!- le espetóLoki, tratando de salir de su encierro, sin éxito.-¡Pero ha quedadodemostrado por la cara que he puesto cuando me has besado que notengo idea de lo que esta ocurriendo aquí y.....!.
Loki fue incapaz de decir algo más, ya que, antes de queterminara su frase, los labios de Thor estaban de nuevo sobre lossuyos, silenciándolo.
Por una vez en la vida, el gigante rubio habia encontrado unamanera de dejar sin palabras a su parlanchín hermano.
Lokiacabo rindiéndose a aquel beso con un jadeo que murió en la boca deThor, echándole los brazos al cuello, necesitándolo aun más cerca,asegurarse de que aquello estaba siendo real y que no se trataba deningún sueño.
Notó la sonrisa del rubio contra sus labios cuando le oyójadear, pero no le importó. En aquellos momentos, con el ser que máshabia anhelado entre sus brazos, podría reírse todo lo quequisiera, ya que él no pensaba soltarlo.
Noahora que era finalmente suyo.
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AunqueSteve se hubiera tomado a broma el hecho de que Bucky habia decididoentrenar a Sam, ninguno de los dos se lo habia tomado del mismo modoy, en aquellos instantes, el halcón gruñón murmuraba palabras deodio hacia su entrenador mientras daba la vuelta un millón a aquelmaldito parque.
-¡No te hagas el tonto, Wilson! ¡He visto como te has saltadoese banco! ¡Te he dicho que tenias que saltar todos los obstáculosque te salieran en el camino! ¡Otra vuelta y, ahora, sin trampas!
¿Era necesario decir que Bucky estaba disfrutando de lo lindocon aquello? Era la primera vez, en mucho tiempo, que Sam obedecíasin rechistar una orden que él le hubiera dado. Y, claro, pensabaaprovechar aquella oportunidad al máximo.
-¡Vamos, Wilson! ¡Te he dicho que des otra vuelta, no que bajesel ritmo!
-¡Eres un cabrón!- le gritó este a su vez, resoplando mientrastrataba de coger aire por todos los medios posibles, saltando losobstáculos que le salieran al paso.
-¡Llamame como quieras, pero no dejes de correr!
Oyó a Sam refunfuñar para sus adentros cuando pasó cerca dedonde estaba, pero solo trajo una sonrisa al rostro de Bucky,pensando si debía traer un silbato la próxima vez. Seria divertidotocar de vez en cuando, aunque fuera solo para asustarlo.
-¡¿No quieres ser policía?! ¡Pues deberás hacer estosejercicios como si no fueran nada!
-¡¿Y tú que sabrás?! ¡No eres policía!
-¡No me repliques y corre! ¡Si tienes tiempo para hablar, lotienes para correr!
Algunas de las personas que habia en el parque los miraban y sereían, seguramente porque veían con total claridad como Buckyestaba disfrutando de aquello. La sonrisa que lucía en la cara lodecía todo. Incluso alguna de las corredoras se habia acercado a él,preguntándole, de manera coqueta, que si era entrenador personal.
No fue muy difícil quitárselas de encima. Sin embargo, cada vezque alguna se le acercaba, Sam bajaba el ritmo y se les quedabamirando hasta que la chica se alejaba trotando, ya fuera para seguircon lo que estaba haciendo o para marcharse del parque.
-¿Has venido a entrenar conmigo o para ligar?- le preguntó Sam,tras conseguir terminar el entrenamiento, resfrescándose la nuca enuna fuente.
-No.Yo no he hecho nada para que se me acerquen.
-A parte de existir, claro- refunfuñó Sam.
-Oh. No me digas que estás celoso.
Eso hizo que Sam se irguiera en el acto.
-¡¿Yo?! ¡¿Celoso de qué?!
-A lo mejor de que a ti no se te ha acercado ninguna chica entoda la mañana.
Oh. Ok. Se refería al hecho de celoso por las mujeres, no porqueestas se acercaran a Bucky. ¿En qué demonios habia estado pensando?
-No tengo tiempo para pensar en mujeres-comentó el halcóngruñón, haciéndose el interesante.
-Serás mentiroso- le espetó Bucky, aun sonriendo.- Si me dijoSteve que lo primero en lo que pensaste cuando supiste que podíasentrar en el nuevo gimnasio donde trabaja tu padre fue en comopodrías ligar con mujeres.
-¿Nunca te he dicho que Steve es demasiado bocazas?
-Es la primera vez que te lo oigo decir.
-Pues lo es.
-Bueno....tampoco te he dicho que fuera una mala idea. Cada unoliga como puede.
-¿Vamos a seguir con el entrenamiento?-preguntó Sam, cambiandode tema.
-Si tu cuerpo aguanta, por mi no hay ningún problema.
-Decías que tenias cosas que hacer en la ciudad cuando venias aquí.
-Pero nunca dije que tuviera que hacer esas cosas todos los días.
-¿Son asuntos del ejercito?- preguntó Sam, interesado.
-No puedo hablarte de ello- fue la respuesta que Bucky le dió,endureciendo la expresión de su cara.
Las bromas habían quedado a un lado. Fuera lo que fuera de loque se tratara, no tenia permiso para hablar de ello. Y Sam no eratan idiota para obligarle a contarle algo que podría llevarlo decabeza a un consejo de guerra. Sam podría bromear con muchas cosas,pero nunca con la seguridad de su país.
-Bien. Siempre que no te despistes con las mujeres que corren poraquí y me ayudes, me parece bien- afirmó Sam al final.
-Oh, venga. Solo ha pasado eso una vez.
-Querrás decir una detrás de otra. ¿Crees que no he visto comose te han acercado las mujeres?
-¿Y tú no tendrías que haber estado muy ocupado corriendo comopara darte cuenta de eso?
-Puedo hacer más de una cosa a la vez- le soltó este.
-O tal vez debería encontrar una serie de ejercicios algo másdifíciles. Subiremos un nivel más.
-¿Eso que quiere decir?
-Que no te pondré las cosas tan fáciles.
Siguieron hablando de eso mientras salían del parque, pero Samno dejó de darle vueltas a lo que habia ocurrido allí, al modo enel que las mujeres parecian reaccionar con Bucky.
-¿En la base te pasaba lo mismo?-le preguntó mientras ambos sedirigían a casa.
-¿Si me pasaba lo mismo? ¿Con qué?
-Con las mujeres. ¿Cada vez que salíais de la base era así?
-Ya te dicho que yo no caía en eso tanto como mis compañeros.Entrenaba mi resistencia y....
-No estoy hablando de eso. Solo te estaba preguntando si tambiense te acercaban así.
-Bueno.....puede que hubiera más de una que se comportara así.Pero era normal. Las chicas de allí estaban acostumbradas a que,cuando los muchachos salían de la base, fueran a por ellas comolobos. Supongo que les llamaba la atención que uno se dedicara abeber.
-Oh. Que bonito. Tenias resistencia con ellas, pero luego ledabas a la bebida.
-No sabes como eran las cosas allí, las pruebas que nos hacíanpasar, como nos trataban los que estaban a cargo....
-Si era tan duro,¿por qué no lo dejaste?
-Porque eso habría sido lo fácil. El rendirse, tirar la toalla,nunca entró en mis planes. Me prometí que saldría de allígraduado. Y, aunque no estuviera bien, tampoco era tanto problema quebebiera de vez en cuando. Tampoco es que perdiéramos la cabeza. Sesometía a castigo a aquellos que bebían de manera descontrolada.
Sam asintió, sin notar que, de manera imperceptible, su visiónde Bucky tambien estaba cambiando, mejorando.
Siempre lo habia tratado como el amigo pesado que no se separabade Steve, aquel que estropeaba sus planes cuando aparecía, el quepululaba en torno a su casa con Rogers, a pesar de que apenas teniatrato con él, ese que emergía de las sombras cuando ya no seacordaba de él.
Ahora, sin embargo, empezaba a verlo como un hombre disciplinadoque, aunque pudiera parecer una molestia, tenia sus principios bienarraigados y un buen sentido del deber. Y, aunque le molestara,tambien era un buen entrenador.
-¡Eh!¡Esperad!- les llamó alguien, haciendo que ambos se volvieran,viendo como una rubia enfundada en unas mallas deportivas trotabahacia ellos.
-¿La conoces de algo?-le preguntó Sam a Bucky.
-No. No la habia visto en mi vida.
Sin embargo, la chica trotó hasta ellos con una sonrisa en lacara, tendiéndole un trozo de papel a Bucky.
-Te habías ido antes de que me hubiera dado tiempo a acercarme.
Aquello hizo que Sam se cruzara de brazos y frunciera el ceño.
-¿Qué es eso?-le preguntó Bucky, señalando el trozo de papelcon la barbilla.
Como si no supiera ya lo que era.
-¿Qué va a ser? Es mi numero de teléfono- le dijo la chica,con una sonrisa coqueta.-Por si quieres llamarme en algún momentodel día. O de la noche.
Bucky pareció quedarse sin algo que decir y miró a Sam. Peroeste tenia la vista puesta en la rubia, la cual aun esperaba a quecogiera el trozo de papel.
-Oh, perdona- les dijo la chica, mirando al serio Sam y laexpresión de Bucky, que parecía no saber lo que hacer.-¿Es tunovio? ¿Por eso parece enfadado conmigo?-les dijo la chica,comenzando a retirar el papel.-No sabia que erais....
-No es mi novio- le dijo Bucky, quitándole el trozo de papel delas manos.-Si no te importa, me quedaré con esto, pero no prometonada.
La sonrisa en la cara de la chica reapareció.
-Bueno.....mientras que lo tengas, siempre existirá laposibilidad.
Y, tal como habia aparecido, la chica se marchó trotando deallí, dejándoles en mitad de la calle.
-¿Has visto?- comentó Bucky con una sonrisilla en loslabios.-Se pensaba que eramos novios.
-Y yo creía que no estabas interesado en las mujeres.
-¿Quién ha dicho que no estaba interesado? Me gustan lasmujeres. Era solo que no quería distracciones en la base.
-Ya. Concentrado como estabas en que te machacaran- le dijo Sam,reiniciando la marcha a casa, sin esperar a este.
-No exactamente. Ya tenia a alguien en mi cabeza- afirmó Bucky,teniendo que trotar tras él para alcanzarlo.
-Ni me interesa ni voy a preguntar de quién se trataba.
-¿Enserio? ¿No sientes ni un poquito de curiosidad?- le preguntó Bucky,tratando de leer su expresión.
Pero todo lo que logró fue que este se molestara aun más de loque ya estaba, volviéndose hacia él.
-Me importa muy poco tu vida. Siempre lo ha hecho. No voy aempezar a preocuparme ahora.
Y, con esas palabras, se alejó a toda prisa, dejando a Buckyatrás.
Vale. Quedaba claro. La habia cagado. No tendría que habercogido ese teléfono. O haber dejado a la rubia con su idea errónea.
Sacando su móvil, trató de llamar a Steve, necesitando hablarcon alguien.
Aunque, al cuarto tono, pensó que este no se lo cogería.
-Ey, Bucky.¿Qué ocurre?- preguntó este en cuanto le cogió elteléfono.
-¿Es siempre Sam así de refunfuñón o es algo que solo le pasaconmigo?
-¿Qué?
-No. Nada. Es solo que necesitaba soltarle esa pregunta aalguien.
-¿Os habéis vuelto a pelear?
-Di más bien que él se ha vuelto a enfadar. Parece incapaz deestar de otro modo conmigo.
-Te has presentado como su entrenador solo porque te ha dado lagana. No creo que estuviera en ningún momento para tirar cohetes.
Bucky no pudo evitar dejar salir un suspiro cansado.
-Te llamare más tarde para seguir hablando de esto,¿deacuerdo?- afirmó Steve.-Tengo unos asuntos que resolver.
-De acuerdo. No era nada importante. Solo que.....queríacomentarlo con alguien.
-Pues seguiremos comentándolo más tarde.
-De acuerdo.
Pero, cuando colgó el teléfono, tampoco es que se sintieramucho mejor.¿Qué habia querido Sam que hiciera? ¿Qué tirara elteléfono de la chica al suelo o a la basura? ¿Qué la hiciera creerque eran novios para que se largara? ¡¿Qué quería de él?!.
Sin embargo, no tenia la respuesta a nada de eso, así que solosiguió caminando tras Sam, esperando alcanzarlo, y que aquello seresolviera rápido.
Findel capitulo 15
Bueno....pareceser que nunca puedo hacer que Bucky y Sam tengan una buena relacióndurante mucho tiempo. Sus caracteres chocan, nunca se habían llevadodemasiado bien entre ellos y, cuando sentimientos empiezan a surgir,estaba claro que las cosas no se volverían más fáciles.
Y,como he podido ver por videos y demás, hay cientos de fans de BuckyBarnes, tantos que me han sorprendido. Lo tienen como una especie desex simbol o algo así, así que, si te lo encontrarás en un parque,sonriendo, ¿no intentarías acercarte y hablar con él? Eso es loque he querido hacer con eso de que las mujeres se le acercaran. Yporque quería poner a Sam un poco celoso. Vamos a decirlo todo.
Estosdos cada vez me gustan más conforme más escribo de ellos. En esaspeleillas tontas que tienen me gustan. Tienen un encanto especialdonde revelan sus emociones sin querer.
Perohablemos de los otros que os interesan: Thor y Loki. Ese beso entrelos brazos de Thor, Loki sin ser capaz de soltarlo. Ambos solos enaquel piso. No sé vosotros, pero yo puedo imaginarme fácilmente loque va a pasar entre ellos después de eso. Thor es torpe hasta paradeclararse, pero ¿podéis imaginar el alivio que ha tenido quesuponer sus palabras para alguien que lo ha querido tanto tiempo yque sufría por ello? Creo que me vuelvo demasiado sentimental conesas cosas. Vosotros me diréis si os gusta o no.
Pero,dejaremos a estos para el siguiente capitulo. Las cosas entre ellosno van a quedar solo ahí. Como siempre, os deseo que os mantengáissanos y nos seguiremos leyendo en el próximo capitulo. Muchos besos.
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