Capítulo 6. Feel It
Le estaba besando, mis labios se habían apoderado de los suyos. Él no correspondía a mi beso por lo que solté su muñeca y llevé mi brazo a su cintura, rodeando la y pegándolo más a mi cuerpo, aún mantenía sujeta su pierna por lo que la posición era bastante comprometedora y excitante.
Al hacer aquello, el soltó un ligero gemido entre mi boca, haciendo que eso me tomara por sorpresa y mi temperatura se elevará más de lo que estaba. La excitación en mi entrepierna se hacia cada vez más grande. Liberé nuestros labios y le miré, su cara estaba totalmente sonrojada.
Sonreí por ello.
—Suéltame... —dijo, su voz sonaba ahora tan delicada y agitada.
—No lo haré, sé que huirás si lo hago —mi voz estaba más grave que de costumbre.
—Anda, maldito cerdo, suéltame ahora mismo —llevó sus manos a mi pecho y trató de empujar me para liberarse, ahí fue cuando me di cuenta que su fuerza había disminuido drásticamente.
Me acerqué lentamente hacia su oído. —Ya te dije que no lo haré —le dije en un susurro. Él se encogió un poco y apretó fuertemente mi camiseta llevando hacia un lado su rostro. Sus orejas estaban rojas y su aroma se había vuelto aún más dulce. Inhale su aroma, impregnando me por completo de él —Hueles tan bien.
—Déjame ir... —volvía a decir, empujando me sin tener éxito. Me pegué aún más a él y pude sentir un bulto pegando se a mi pierna, llevé mi vista hacia este y solté una risilla.
—Dices que te deje ir cuando te encuentras en este estado —apreté mi pierna hacia aquel bulto en su entrepierna. Él soltó un leve gemido. —Ahora lo entiendes, tus palabras no concuerdan con lo que tu cuerpo en verdad desea. —presioné aún más mi pierna a lo que él se aferró más fuerte a mi camiseta, comencé a mover mi pierna para estimularlo aún más. El cerró sus ojos y recargo su cabeza en mi pecho, sus leves gemidos apenas y eran audibles por el hecho de que trataba de callarlos. —Ya no puedo aguantar más —dije.
Despegué mi cuerpo a lo que él casi cae al suelo, tal vez por la falta de fuerza consecuencia de su excitación. Inmediatamente lo tomé de la cintura y elevé pegándolo de nuevo en la puerta y me volví a apoderar de sus labios, desesperadamente. Al principio no hubo respuesta alguna de él sin embargo segundos después sentí como llevó sus brazos hacia mí cuello rodeando lo, así también como sus piernas comenzaron a rodearme por la cintura y correspondió mi beso.
El beso estaba lleno de lujuria y desesperación, como si no fuese suficiente para ninguno de los dos. Estuvimos de esa manera no sé cuánto tiempo. Cuando nos falta el aire simplemente nos separábamos y segundos después volvíamos a unir nuestros labios. Él mordía en ocasiones mi labio inferior, haciendo que eso me encendiera más. Nuestras lenguas cada vez que se encontraban se volvían un caos. Yo acariciaba suavemente su cintura y entonces comencé a bajar mis manos ligeramente, recorriendo cada centímetro hasta llegar a su trasero. Lo apreté fuertemente, haciendo qué él soltara un gemido entre el beso. Mi cordura se fue al carajo y profundice aún más nuestro beso, mientras apretaba más sus glúteos. Lo retiré de la puerta y decidí dirigirme hacia el sofá, sentándome en éste. Deshice nuestro beso y comencé a besar su cuello así también como desabotonar su camisa y deshacer su corbata, él me tomaba fuertemente del cabello. Quité completamente la corbata que traía así también como el chaleco, dejando solo la camisa blanca con casi todos los botones desabrochados, permitiéndome así ver su piel. Era hermosa, tan blanca como la porcelana... sin embargo, mientras mis ojos recorrían cada centímetro de su piel, estos se percataron de algo.
Había ciertas marcas en su torso, en los costados para ser exactos. Eran bastante pequeñas pero por la cantidad se hacían notar bastante. Se podría decir que eran cicatrices... Más sin embargo en ese momento no le preste la atención que se debía, el calor en mi cuerpo era más intenso que no me permitía pensar en otra cosa que no fuera probar cada parte de su cuerpo; pero lo que en ese momento no sabía, es que esas cicatrices tendrían un gran golpe en el futuro que nos esperaba.
Llevé mi atención de nuevo a su rostro y le besé una vez más, mientras ahora por fin me deshacía de su camisa. Mi manos recorrían toda su espalda, dando caricias. Decidí que era hora de deshacerme de sus pantalones por lo que llevé mi diestra a su cremallera y la bajé, así también como desabotonando el pantalón. Mi otra mano seguí en su espalda así que comencé a deslizarla lentamente hasta llegar a su trasero y una vez ahí me adentré en su ropa interior. En el primer momento en que lo hice pude sentir como todo estaba empapado, apreté fuertemente uno de sus glúteos por la excitación que me provoco aquella sensación y él soltó un gran gemido el cual como consecuencia hizo que rompiéramos nuestro beso. Sonreí por aquello. Lo encontraba tan lindo y caliente a la vez.
Gracias a aquella respuesta, solté su glúteo y ahora lo apreté suavemente haciendo pequeños círculos en el proceso, pegándolo hacía mi entrepierna, repetí aquella acción un par de veces mientras veía su rostro el cual estaba totalmente sonrojado, su pecho subía y bajaba rápidamente por la excitación a lo que él llevaba sus manos a su boca para ahogar sus gemidos, eso en parte lo encontraba aún más sexy sin embargo quería oír su voz; pero no podía tomar sus manos con las mías ya que estas las necesitaba para tocarle. Busqué por la habitación algo que me ayudara y encontré algo que serviría a la perfección. A mi lado se encontraba la corbata que le había quitado minutos atrás, estiré mi diestra y la tomé para entonces llevar mi surda hasta sus manos y quitarlas de su boca. Al no encontrarme tocando su cuerpo hizo que él recobrara un poco la cordura y se percatara de mis acciones.
—¿Q...qué es lo que tratas de hacer? —preguntó, recuperando un poco el aliento.
Yo por mi parte me quedé en silencio y simplemente comencé a atar sus manos.
—¡O...oye! ¡Espera! ¡No hagas eso! ¡IDIOTA! ¡CABRÓN!—al darse cuenta de mi acción, se exaltó bastante y trató de forcejear, pero era inútil. Había logrado mi cometido. —¡¿Por qué hiciste esto?! ¡Déjame ir! ¡Quitame esto!
Me mantuve en silencio pero con una sonrisa coqueta.
—¡Responde! No te quedes sonriendo como estúpido. ¡Desatame ahora mismo! ¡Hazlo!
Yo simplemente lo ignoré y levanté sus manos que ahora estaban atadas por arriba de mi cabeza, metiéndome por debajo de ellas, quedando ahora estas rodeando mi cuello.
—No lo haré —dicho esto volví a apoderarme de sus labios, los cuales eran tan exquisitos que sabía que se convertirían en una adicción. El gimoteó al tan inesperada acción de mi parte pero pronto correspondió. Nuestros labios encajaban a la perfección.
Ahora es cuando ya no habría nada que me parara, mientras le besaba, regresé no sólo una sino ahora las dos manos a su trasero, volviendo a adentrarme dentro de su ropa interior y apretándolo de nuevo fuertemente, decidí levantarme del sofá con el en brazos y lo recosté sobre éste, bajé su pantalón así también como su bóxer dejando a la vista su pene y su trasero. Separé nuestros labios, quería observarle bien, cada centímetro de él. Quité sus manos de mi cuello y me separé un poco para poder apreciarlo debidamente. Definitivamente era hermoso, jamás había visto a alguien así. Volví a acercarme a él pero ahora me fui a su pecho, aquellos pezones se veían tan apetecibles ante mis ojos y sin pensarlo comencé a lamerlos suavemente y estimularlos con las yemas de mis dedos, dando caricias lentas y suaves, provocando cosquilleo por todo su cuerpo. Llevé unas de mis manos hacia su parte trasera, ya era hora de hacerme cargo de ella. Cuando llegué a su entrada introduje mi dedo medio, provocando un gran gemido de su parte a lo que empecé a hacer movimientos circulares dentro de él, así también como sacando y metiendo mi dedo para luego introducir mi dedo anular. El gemía bastante pero trataba de ahogarlos mordiendo sus labio, sin embargo no era suficiente ya que no podía controlarlos por lo que decidió llevar sus manos a su boca aún cuando estas se mantenían atadas; mientras tanto mis labios , lengua y mi mano se mantenían en su pecho; pero cuando me percaté de su acción al querer callar sus gemidos me dirigí a sus muñecas, parando toda acción incluso la de mis dedos.
—No lo harás. —dije, tomando sus muñecas.
—Su...suéltame, ya fu...e sufi...ciente —mencionaba entre jadeos.
—Yo no estaría tan seguro de eso. Tan sólo mira como te encuentras. —levanté sus caderas y volví a introducir mis dedos, provocando más un fuerte sonido de su parte. —Lo ves.
Él no dijo nada, simplemente trató de recobrar el aliento, así que decidí continuar pero ahora dirigí sus brazos por arriba de su cabeza y las mantuve ahí con mi diestra, apretándole fuertemente. El poco razonamiento que me quedaba ahora se había esfumado por completo al parecer el poco efecto que quedaba de la inyección que me puse en casa se había esfumado por completo. Me volví un poco agresivo al instante, mis instintos estaban saliendo totalmente, ahora ya no me importaba más nada. Las embestidas con mis dedos en su ano se volvieron muy rápidas y agresivas, así también como mis besos y lamidas por todo su cuerpo. Me desconocía por completo. Jamás me había dejado llevar de esta manera por mis instintos ya que siempre lo había odiado.
—Ba...basta, para.
Aumenté más mi agarré en sus muñecas.
—Te digo que pares.
Hice caso omiso a su voz. No podía pensar en nada más que en su olor y en volverlo mío.
—Deten...te.
Mis sentidos estaban fuera de si, saqué mis dedos de su ano y desabroche mi pantalón, comenzando a sacar mi pene. Él me tiró una patada en el costado y por un instante le solté, aprovechó esa oportunidad para girarse y tratar de huir, ese golpe me hizo perder más mi razonamiento haciendo que rápidamente le tomará del cabello y lo tumbara de nuevo al sofá manteniendo lo ahora boca abajo, tomé sus muñecas de nuevo para que no escapara y las puse contra su espalda apretándolas fuertemente, levanté sus caderas y abría sus piernas colacandome en el espacio que quedaba entre ellas. Mi respiración estaba agitada por la excitación. Una parte muy interna de mi gritaba que lo que estaba haciendo era lo peor y que debía parar mas sin embargo ya no podía dar marcha atrás. Coloqué mi miembro en su entrada acariciándola con éste, para entonces comenzar a introducirme dentro de él.
—Eren... por favor... para.
Se escuchó un sollozo.
Al escuchar mi nombre saliendo de sus labios con ese tono de voz, recobré la cordura y observé la escena en la que estábamos. Sólo había introducido la punta de mi pene por lo que la saqué rápidamente, entonces lo observe a él. Solté sus muñecas y me di cuenta que su cuerpo temblaba, no de placer, sino de miedo. Un fuerte latido retumbó en mi pecho, uno de dolor. Desaté sus manos a lo que él rápidamente comenzó a darles caricias, se podía apreciar que quedaron marcadas por la atadura que le había hecho, eso hizo que mi pecho se estrujara aún más.
Inmediatamente saqué la inyección que traía en unos de mis bolsillos del pantalón y me la coloqué, no quería que volviese a suceder lo mismo, porque a pesar de que había recuperado el conocimiento sabía que en cualquier segundo podría volver a perderlo.
Lo observé de nuevo, se encontraba recostado de lado, masajeando sus muñecas pero lo que más se hacía notar era su temblor. Su cuerpo no paraba de temblar, quería acercarme pero también me daba miedo hacerlo, yo había provocado todo esto, la forma en la que se encontraba. Yo tan sólo quería hablar con él, admirarlo y cuidarle pero ahora sé que me había ganado su odio y repulsión. Bajé mi mirada y apreté mis puños así también como mis labios. Quería decir algo, pero tampoco había palabras para pedir su perdón.
En ese instante él se levantó lentamente, quedando sentando pero con su rostro mirando hacia abajo, pude notar como caían gotas de su rostro y supe en ese momento que se encontraba llorando.
Mi pecho se hizo añicos y sin pensarlo e importarme me acerqué a él atrayendole hacia mi cuerpo, rodeando su pequeño cuerpo entre mis brazos, haciendo de eso un fuerte abrazo. Él no dijo nada, sólo se pegó aún más a mi escondiendo su rostro en mi pecho y apretando fuertemente mi cintura.
—Perdón. —dije —Perdóname. Soy un estúpido, hijo de puta, tal como habías dicho —mi voz sonaba enfadada y desesperada. Ahora mismo me odiaba, estaba tan furioso conmigo pero también sentía una gran desesperación. Sentía como se formaba un nudo en mi garganta por todas las emociones que sentía en esos momentos.
—Eren, está bien —al escuchar su voz y palabras sentí como mis ojos se ponían borrosos por las lágrimas que venían en camino; pero aguanté, aguanté tanto como pude para no llorar.
—Lo siento —al decir aquello dejé escapar un sollozo, le apreté más y recargué mi rostro en su hombro.
—Tranquilo —acarició ligeramente mi espalda.



A pesar de sus palabras, su cuerpo seguía temblando.
En ese momento no lo comprendía, no me daba cuenta del secreto que había detrás de ello, ni de lo que había ocasionado. Aquello de lo cual si era descubierto, traería una herida a nuestro futuro.
¡Hellow!
He aquí el nuevo capítulo je.
¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Espero que sí :(
¿Tienen alguna teoría acerca de las marcas de Levi o aquel secreto?
¿Cómo creen que comenzará a ir de ahora en adelante la historia?
Me gustaría mucho leerles :)
¿Cómo se desarrollará la historia de Eren y Levi a partir de ahora?
Descubran lo en el siguiente capitulo jajaja
PD: hace años que no escribía smut, así que ando algo oxidada en eso, por lo que si hay ciertas partes que se sacan de onda en el cap, es por lo mismo :C perdónenme, también no es que me haya olvidado del nepe de Levi, sólo que Eren andaba bien loquito entonces no hacia todo como se debía, pero después se vendrá un buen SMUT , no se desanimen ggg también pronto le tocará a Eren que le hagan sentir bien euer
ME DISCULPO SI ENCUENTRAN FALTAS DE ORTOGRAFÍA O INCOHERENCIA EN EL CAPÍTULO.
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