Capítulo 5. Hard For Me
Me encontraba por fin dentro del recinto, éste tenía un particular nombre el cual había llamado bastante mi atención "Flügel der Freiheit" me parecía de lo mas interesante y esa había sido razón por la que aquel día con Mikasa, decidimos entrar. Nunca imaginé que al haber tomado esa decisión, traería un gran giro a mi vida, en verdad no esperaba que lo encontraría de todos los lugares ahí mismo, en ese instante, siendo sincero jamás creí que lo volvería a ver.
A pesar que desde la primera vez en que lo vi en aquel lugar no lo pude sacar de mis pensamientos, realmente no pensé que volvería a verle, me decía a mi mismo constantemente que dejara de pensar en él, que no tenía caso que eso había sido tan sólo una simple casualidad y que no era eso a lo que se le llamaba "destino" del que todo el mundo hablaba y debo decir que eso me ayudaba, me dejaba concentrarme en mi trabajo y mantener mi mente estable sin embargo... lo que era más difícil y un reto para mi, era el no tratar de recordar aquel aroma, aquel que se había impregnado en lo más profundo de mí, me había llenado por completo había sido tan intenso, dulce, exquisito e inolvidable. Cada que lo recordaba, mi mente y cuerpo se perdían en él e inmediatamente su rostro y todo de él llegaba a mi, mis feromonas se volvían un caos y eso de alguna forma me asustaba, no sabía porqué sucedía aquello ya que jamás había experimentado algo así. Es por esa razón que hubo bastantes ocasiones en las que estuve a nada de dejar todo para volver a aquel burdel tan solo para verle de nuevo; pero siempre me detenía por el hecho de que no sabía qué haría una vez que le encontrara, en realidad ni siquiera sabía si él se encontraría ahí o si todo volvería a ser como ese día, si sentiría de nuevo ese aroma... Al pensar en todo eso, me detenía.
Y bueno, todo dio un giro de lo más drástico porque lo encontré donde menos lo esperaba.
Ahora, aquí me encuentro de nuevo, esta vez no pude detenerme. Tengo que confirmar un par de cosas que me intrigan y rondan tanto en mi mente que no me dejan dormir.
Un vez en la entrada observé bien el lugar porque la primera vez no había podido hacerlo. Era amplio y tenía una decoración muy peculiar, una combinación entre moderno y rustico lo que le hacía ser bastante cómodo. Afortunadamente no había tanta gente como la primera vez, tal vez por el horario o el día, no lo sé sin embargo era algo bueno.
—Bienvenido, el mostrador se encuentra disponible, ¿le gustaría tomar lugar ahí? —preguntó uno de los empleados.
Como no habían tantas personas, tenía la oportunidad de elegir dónde estar. Pude divisar una mesa que era para solo dos personas junto a una ventana, casi al final del lado izquierdo del bar. —No, gracias, tomaré asiento justo ahí —señalé aquella mesa.
—Claro, adelante.
Caminé hasta ahí y me senté. Había tenido suerte al encontrar esta mesa disponible por varios motivos, uno de ellos era porque no venía con compañía, otro porque quería pasar desapercibido y el último para poder divisar todo el lugar y así poder encontrarlo fácilmente. Ordené un par de tragos, los cuales sólo llevaba a mis labios y terminaban de lipstick. No tenía la intención de beber porque ese no era mi propósito, además no quería terminar ebrio, sin embargo tampoco podía estar ahí sin siquiera consumir algo.
En fin, mientras llevaba un trago hacia mis labios, observaba aún más el lugar de un lado a otro, ahora que me ponía a pensarlo bien y me percataba, desde el momento en el que entré no percibí como esa ocasión aquel aroma. En realidad era muy vago, estaba casi completamente perdido entre todos los olores de bebidas tanto de personas.
Tal vez hoy no se encuentra aquí.
Al pensar aquello mi ánimo cayó por los suelos, me había costado tanto trabajo el haber venido hasta aquí y el haber podido armarme de valor para entrar y verle. Solté un suspiro. Tal vez hoy no era el día indicado para encontrar la respuesta a todas mis preguntas... Como mi estado de ánimo había cambiado, ahora sí quería beber por lo que en un par de segundos tomé mi trago y lo bebí hasta el fondo. No pude evitar hacer una mueca, aquel trago había sido muy fuerte. Cuando bajé el pequeño vaso y lo coloqué de nuevo en la mesa escuché como alguien me nombraba.
—¿Eren? —levanté mi vista y la llevé hacia aquella persona. —¡Oh! En verdad eres tú, Eren. Creí que no volvería a verte. Me alegre tanto que hayas vuelto —se trataba de nada menos que la mujer de aquel día, la cual parecía conocerme aunque no tenía idea de dónde, ella sonreía, en verdad no parecía mentir al decir que le daba gusto verme.
—Hola —fue lo único que pude decir.
—Vamos, no estés tan nervioso, no es como si fuera a comerte o algo por el estilo. Eso ya quedó en el pasado. —dijo mientras reía a lo que yo me tensé, aquello había sido de alguna forma muy extraño y escalofriante. No sabía a qué se refería con el término de "eso ya quedó en el pasado". Retrocedí un poco en mi asiento, realmente no sabía qué sucedía con esta mujer, era muy extraña, no sabía qué esperar viniendo de ella. Creo que lo mejor era irme lo más pronto posible, di una última mirada al lugar con la ilusión de encontrarlo aunque sabía que no iba a ser así. Bien, ya era momento de levantarme y largarme de aquí.
—Que graciosa —traté de sonreír un poco aunque fuera de una manera falsa. —Bueno, en realidad yo ya... —me detuve de golpe. SOY UN IDIOTA. Tenía en frente de mi a la única persona a la cual podría preguntarle sobre él. Esta mujer parece ser alguien a la cual le encanta hablar sin parar y podía utilizar eso a mi favor, además al ver que insiste en decir que me conoce creo que así será aun más fácil sacarle alguna información. Era mi última oportunidad para no irme hoy con las manos vacías. Carraspeé mi garganta.
—¿Qué sucede, Eren? No terminaste lo que ibas a decir.
—Ah sí, sobre eso —volteé mi mirada hacia otro lado —En realidad no sé cómo debería de decirlo ya que es un poco vergonzoso —llevé la palma de mi diestra detrás de mi cuello. —Verás, la verdadera razón por la que volví fue para verlo a él, tengo muchas preguntas sobre aquel día sin embargo no le he visto desde que entré, así que supongo que hoy no se encuentra por aquí —solté un pequeño suspiro.
Silencio. Fue lo único que venía por parte de ella.
Llevé mi mirada hacia ella y lo que me encontré me dejó sorprendido. Sus ojos tenían un cierto brillo, como si hubiesen visto algo hermoso, sus mejillas estaban sonrojadas y su boca hacia una grande O. De verdad esta mujer no dejaba de sorprenderme. Estaba a punto de decir algo cuando ella rápidamente sin esperarlo, se movió y tomó asiento en la silla que se encontraba vacía frente a mi.
—¡EREN! ¡Oh querido Eren, debiste haberlo dicho antes! —Decía de manera eufórica mientas sonreía. En verdad esta mujer me asustaba bastante... sin embargo tenía que mantener mi postura para poder llevar a cabo mi plan.
—¿A qué te refieres? —en verdad no sabía qué sucedía, el porqué de su actitud y palabras así que quería saberlo.
—Verás —carraspeó su garganta y se tranquilizó —Estás equivocado al pensar que hoy él no se encuentra aquí —cuando dijo aquello sentí un gran latido en mi pecho, llevé una de mis manos a mi boca para cubrir la pequeña sonrisa que se comenzaba a formar en mis labios.
—¿Estás bromeando conmigo? En todo el tiempo que llevo aquí no le he visto —quité mi mano de mi boca, tenía que decir aquello para que ella me dijera todo lo que sabía, claramente no podía decir sobre que no sentía su aroma, aún tenía que guardar un par de cosas para mí. —Y si fuese verdad lo que dices, que él está aquí, entonces ¿dónde?
—Eso tiene una explicación —sonrió —como verás en todo trabajo siempre hay un descanso para los empleados y bueno, Levi se encuentra ahora en el suyo, aunque... —miró el reloj de su muñeca —ya está a unos minutos de terminar. —Así que si te quedas un poco más tenlo por seguro que lo verás —me guiñó un ojo.
Yo por mi parte no pude evitar sentirme aliviado al pensar que no había venido en vano aquí sin embargo, ahora los nervios se hacían de nuevo presentes. Ahora que sabía que él realmente estaba no sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar en el primer momento en el que le viera; pero ahora era un poco diferente de al principio ya que tenía a una persona frente a mi que podría ayudarme.
—¿Puedo preguntarte sobre algo?
—Claro. Lo que sea.
—Antes que nada, ¿cuál es tu nombre? Sé que es un tanto estúpido preguntar en este punto y aún más por el hecho de que tú pareces conocerme, aunque en realidad eso es lo que más me intriga.
—No te preocupes por eso —me sonrió —Me llamó Hanji, Hanji Zoe y sobre el hecho de que te conozco, creo que eso tendrás que esperar un poco más.
—¿Eh? ¿Por que? ¿Acaso es al... —estaba a punto de preguntar una razón cuando en ese instante, sin previo aviso, sucedió, él.
Salió de una puerta que se encontraba no muy lejos de mi mesa, se veía hermoso. Jamás había visto a una persona así antes. Era como si brillara ante mis ojos. Tragué lentamente mi saliva. En verdad me había dejado sin habla. Mi corazón comenzó a acelerarse rápidamente y fue entonces cuando su aroma se hizo de nuevo presente. Todo lo demás dejó de ser importante para mí y sólo me dediqué a mirarle. Él aún no se había percatado de mi presencia por el hecho de que se mantenía acomodando su uniforme y tomando un par de cosas de la barra. Solté un suspiro y al hacerlo, hice que Hanji se diera cuenta qué sucedía.
—Eren —me llamó haciéndome salir de mi trance.
—¿Eh? Perdón, ¿qué sucede?
—Parece que Levi aún no sabe que estás aquí, voy llamarle para que venga aquí. ¡Oi, Le... —No la dejé continuar ya que rápidamente tape su boca, todavía no me había preparado mentalmente para afrontarlo a pesar de que lo había intentado antes de entrar aquí.
—¡Shhh! ¡Espera! Aún no estoy listo, no sé qué diablos voy a decirle una vez que le tenga frente a mi —dije mientras retiraba mi mano de su boca. —Perdona por eso.
—Está bien —rió —pero si ese es el caso, entonces ¿qué es lo que planeas hacer? ¿Sólo verlo de lejos?
—No, claramente tengo pensado hablar con él, pero no sé por dónde o cómo comenzar. No quiero resultarle desagradable.
—Bien, tú déjame lo a mi, Eren, simplemente sigue todo lo que te diga ¿entendido?
No me traía buena idea algo viniendo de ella pero era mi única opción —Está bien.
—Perfecto, ahora vamos a hacer lo siguiente. —dijo y yo asentí —Vas a cambiarte a esta silla para esconder tu rostro —señaló donde se encontraba ella. —Lo demás ya sabrás en unos momentos. Así que habiendo dicho esto, ella se levantó y fue en dirección hacia la barra donde él se encontraba, aproveche ese momento para cambiarme de asiento.
Me sentía nervioso, había que admitirlo. No tenía idea de lo qué Hanji pensaba y lo que tenía planeado, eso era lo que me aterraba un poco, sin embargo lo único que me quedaba era confiar en ella. Llevé mi mirada hacia el techo mientras esperaba, ahora mismo necesitaba un trago fue en ese momento en el que sin previo aviso sentí su aroma de una manera intensa, como si se encontrará muy cerca de mí a lo que no pude evitarlo y me decidí a buscarle, comencé a voltear mi rostro hacía mi lado izquierdo cuando sentí un líquido recorrer toda mi espalda y parte de mi cabello para así escuchar un fuerte golpe, el de un vaso al romperse. Maldita sea. Volteé detrás de mi para ver a la persona responsable de esto, obviamente estaba molesto y quería reclamar por ello.
—¡¿Qué es lo que te... suce... de... —miré a la persona que había sido responsable de aquello y me quedé sin palabras, el enojo se había esfumado en un segundo. Era él.
Se le veía sorprendido y era obvio, no se esperaba verme aquí y menos el haberme derramado un trago. Llevé mi mirada a la persona detrás de él, Hanji. Ella se mantenía con sus manos en la boca como si tratará de aguantar la risa, ahora comprendía que este era su plan a lo que llevé mi mano a mi rostro y no pude evitar que se formara una pequeña sonrisa en mis labios. Hanji se acercó a Levi haciendo que él reaccionara y que me miraba para así acercarse a mí. Mi corazón dio un vuelco. Una vez que lo tuve frente a mi, sentí como la temperatura en mi cuerpo se elevaba por la vergüenza y además por su belleza. Su aroma ahora era tan inmenso y potente que apenas podía mantenerme cuerdo y no perderme en él.
—Yo... lo siento, ¿te encuentras bien?—dijo haciendo que me sorprendiera.
Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.
Su voz es preciosa.
—Estoy bien , no te preocupes. Al parecer fue un accidente —dije, dándole una pequeña sonrisa.
—En verdad lo siento —decía de nuevo. A lo que yo no podía dejar de pensar que era hermoso. Llevé mi mirada a Hanji, tratando de pedirle ayuda. Ella al parecer lo comprendió y se acercó a nosotros.
—Levi, porque no lo llevas a nuestro lugar de descanso, ahí hay un par de toallas y tal vez alguna camiseta. No puede quedarse de esa manera —dijo.
—Pero, necesito limpiar esto, no puedo dejarlo así —señaló el vaso que ahora eran pequeños fragmentos en el piso.
—No te preocupes por eso, yo lo limpio por ti pero al final, tu eres el responsable de él —me señaló —tú derramaste una bebida en él y no puedes dejarlo así.
—Hanji, ¿acaso tú... —Ella no lo dejó terminar y comenzó a darle pequeños empujones en la espalda hacia el lugar que antes había mencionado. —¡Oye Hanji, espera!
—Vamos Eren, ven.
Me levanté de mi asiento y los seguí, en realidad estaba hecho un desastre, me sentía más nervioso que nunca al sólo pensar en estar junto a él en una habitación, sólo nosotros.
Llegamos a una puerta que decía "Solo personal", Hanji la abrió y metió a Levi ahí, ella me hizo una seña de que pasará, a lo que yo me tardé unos momentos, tomé aire y así me adentro en aquella habitación. No sabía que es lo que podría suceder pero ya no había vuelta atrás. no podía perder esta oportunidad. Una vez que estuve dentro, miré a Hanji y pude leer de sus labios un "Suerte" y dicho esto, cerró la puerta.
¿En qué lió me he metido? pensé.
Aún no tenía el valor de voltear hacía donde se encontraba él o incluso de decir algo.
—Oe, ven aquí —escuché su voz, la cual resonó en toda la habitación, me tensé. Eso me había tomado desprevenido.
Volteé hacia él, se encontraba cruzado de brazos, así que decidí hacerle caso y acercarme un poco, al hacerlo él se fue hacia unos casilleros que estaban en la parte izquierda de la habitación, yo aproveché para darle un mirada a la habitación. En ella sólo estaban los casilleros, un sofá y una mesa del lado derecho y al fondo del mismo lado de los casilleros me parecía divisar un puerta que era de un baño.
—Toma —dijo, a lo que yo volteé y vi como me aventaba unas pequeñas toallas junto con una camiseta blanca. —Ahí hay un baño —señaló una puerta —no hay una ducha pero supongo que algo puede hacerse.
—Claro, gracias —dicho esto caminé hacia la puerta y me metí. Solté un gran suspiro. La tensión era inmensa y además me sentía tan avergonzado al estar cerca de él e incluso estarle dirigiendo la palabra y no se diga de su aroma el cuál me estaba volviendo un desastre.
Me despojé de mi ropa de la parte superior y me acerqué al lavabo para así tomar agua en mi manos y poner detrás de mi cabeza y espalda y después secar con las toallas. Simplemente quería quitar lo pegajoso y un poco el olor del alcohol, ya que estuviese en mi casa tomaría una buena ducha. Tomé la camiseta que me había dado, la extendí y la observé bien. Mis latidos se aceleraron al darme cuenta que ésta le pertenecía a él. No pude evitarlo y la acerqué lentamente a mi rostro, al hacerlo no me quedó ninguna duda, era de él. Su olor estaba por todas partes. Traté de resistir pero no pude, la pegué a mi nariz y e inhalé, haciendo que todo su olor me impregnará. Esto estaba mal, lo sabía, pero no podía evitarlo. Sentí como mi temperatura se elevaba y comenzaba a excitarme, me era difícil controlar mis feromonas y no dejarlas salir. Me avergonzaba de mi mismo al caer en algo como esto, al caer por mis instintos que era lo que más odiaba.
Maldición. No puedo parar. Tengo que controlarme.
—¿Está todo bien? —escuché su voz del otro lado de la puerta, gracias a eso pude volver a mis sentidos.
—Sí, está todo bien, ya casi termino —respondí para así acomodar la camiseta y vestirme con ella. Me quedaba bastante justa pero no me importaba. Traté de recobrar un poco la postura y mis feromonas. Afortunadamente antes de venir aquí había tomado mis precauciones, en mi casa me había puesto una inyección para controlar el celo, aunque no había servido de mucho ya que reacciones desde el momento en que lo vi, sin embargo por eso había tomado todas las precauciones y había traído conmigo la inyección más fuerte que tenía, jamás la había utilizado pero la tenía por si se podía presentar alguna vez en mi vida la ocasión y ese podría ser que ese día fuese hoy. Una vez que estuve listo, inhalé profundamente y exhalé, me sentí más relajado. Abrí la puerta y salí del baño.
—Perdona la tardanza —dije mientra me rascaba la parte detrás de mi cabeza.
Le miré, él se encontraba sentado en el sofá. Me miró por unos momentos, sin despegar su vista de mi eso me hacía sentir avergonzado y nervioso, no sabía a dónde dirigir mi mirada.
—Bien mocoso, ya que estás listo, salgamos de aquí —se levantó del sofá y se dirigió a la puerta.
¿Mocoso? Eso es para un chiquillo. De alguna forma eso me molestó.
—Oye espera —dije mientras me acercaba a él.
—¿Qué? —respondió sin voltear a verme.
—Necesito hablar contigo antes.
—No hay nada de lo que debamos de hablar tú y yo.
Eso me molestó aún más.
—En serio, necesito hablar contigo ahora.
—Te lo dije, no hay nada. No sé qué es lo que quieres que hablemos si ni siquiera nos conocemos.
—¿Qué? ¿Qué es lo que sucede contigo? Desde el primer momento en que nos vimos en aquel burdel, has demostrado que me conoces, incluso saber mi nombre. Deja de decir mentiras —hablé comenzando a mostrar mi enojo en mi tono.
—Deja de decir tonterías, mocoso. Yo no te conozco. Tal vez me confundiste con alguien más. Si esto es una broma por lo que sucedió hace rato con la bebida, lo siento, ahora déjame regresar a mi trabajo —mencionó mientras tomaba el pomo de la puerta y comenzaba a abrirla.
A ese punto, después de escuchar sus palabras, mi enojo me dominó y caminé rápidamente hasta a él, cerrando fuertemente la puerta con mi mano mientras que con mi cuerpo lo acorralaba. Él me daba la espalda.
—¡Te dije que necesito hablar contigo! Sé que tú eres aquella persona, no estoy equivocado. No puedes mentirme, no soy tan idiota, además... tu aroma lo confirma —dicho esto lo observé bien, lo tenía a pocos centímetros de mi, sabía que era de baja estatura pero ahora me daba cuenta de lo pequeño que era, su cuerpo se veía tan delicado. Acerqué mi rostro a su cuello y lo olí, al hacerlo sentí como su cuerpo se tensó y comenzó a desprender más feromonas que antes.
—¡Dije que me dejes en paz! —volteó hacia mi dándome un puñetazo en la mejilla. Yo retrocedí un poco por eso y toqué mi mejilla sobando la un poco por el dolor, a pesar de que su cuerpo se veía tan pequeño y delicado debo admitir que tenía una gran fuerza, sin embargo, ese golpe hizo que me comenzará a excitar.
Sonreí levemente.
—¿Qué es tan graciosos, cerdo?
—¿Cerdo? —reí —Bueno, si dices que soy un cerdo entonces lo seré —Comencé a caminar hacia a él lentamente.
—No te acerques, maldito idiota.
—No puedo asegurar nada —dije de manera coqueta. Realmente no me reconocía, jamás había hecho este tipo de cosas, no podía evitarlo, su voz y acciones me provocaban.
Él al ver que me encontraba cada vez más cerca, volteó hacía la puerta y trató de salir de la habitación sin embargo reaccioné antes y llegué de nuevo hasta él, volví a cerrar la puerta y con una de mis manos le abracé y pegué a mi cuerpo.
—No te dejaré escapar. Te dije que sólo quería hablar contigo, pero ahora las cosas han cambiado —le dije susurrándole al oído.
—¡No! ¡Maldito estúpido! ¡Pedazo de mierda! ¡Cerdo asqueroso! ¡Déjame ir! —decía mientras forcejeaba fuertemente.
—No quiero.
—¡Eres una mierda!
—Di lo que quieras.
Sentí como se calmó de repente, tal vez se había cansado ya, así que disminuí la fuerza de mi agarré en su cuerpo, pero gran error. Al hacerlo él inmediatamente se volteó y me lanzó otro puñetazo pero ahora lo hizo hacia mi estómago. Mi tiré de cuclillas al suelo, tratando de recuperar el aire. Ese golpe se había sentido de la mierda. Me había dejado sofocado.
Ahora sí, el enojo era enorme.
—Eres un mocoso de mierda. Que con esto te quede claro que yo no estoy para tus asquerosidades. Alfa de mierda.
Me levanté como pude, tratando de tomar aire y la fuerza.
—Ahora si me has hecho llegar a mi limite. Tenía planeado que todo esto fuese diferente. No entiendo cómo resulto así —dije, mientras mantenía una mano en mi estómago —Ah, ya lo recuerdo. Tú has sido el culpable.
—¿Acaso no te quedó claro con ese golpe? Bien si no fue así, tengo muchos más si te acercas. Te haré mierda.
—Estaré listo para eso.
Caminé hacia donde estaba a lo que el se puso en una posición de alerta y cuando estuve lo suficientemente cerca, lanzó un golpe hacia mi rostro sin embargo actué rápido, esquivé el puño y le tomé de la muñeca. Él al ver aquello lanzó una patada hacia el costado de mi abdomen. Ese golpe lo recibí a lo que pensó que ya había ganado esto; pero no se esperaba que yo aún me mantuviera de pie y tomara también su pierna y una vez que tenía entre mis manos su muñeca y pierna lo llevé hacia la puerta y le arrinconé a ésta pegando totalmente mi cuerpo al suyo.
—Te tengo —sonreí.
—¡Suéltame pedazo de imbécil! ¡Eres un cerdo! ¡Asqueroso! ¡Cabrón!
—Que boca tan dulce tienes —dije bromeando —Mejor guarda silencio si no quieres que entre alguien y nos vea de esta manera.
—¡Cállate mocoso de mierda! A mi no me vas a decir que hacer. ¡Eres un cabrón! ¡Hijo de puta!
Al escuchar le decir todos esos insultos hacia mi, hizo que de alguna forma me excitara y aun más estando en la posición en la que nos encontrábamos, además quería que se tranquilizará un poco, desde hace unos minutos atrás no podía dejar de ver sus labios. Me había estado conteniendo desde ya tiempo atrás; pero no podía seguir así por lo que sin pensarlo, sin importarme las consecuencias, lo hice, hice aquello que había estado deseando desde el primer segundo en el que lo vi aquel día.
Lo besé.
¡Hola!
Jé, ya no sé no que decirles :(
Me desaparecí bastante y dejé casi en el olvido esta historia cuando esa jamás fue mi intención.
No puedo dar excusas porque se me haría estúpido hacerlo, sólo puedo pedirles perdón, lo siento tanto y sobre todo MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR ESPERANDO ESTA HUMILDE HISTORIA TT—TT
Siempre leo sus comentarios y me siento tan feliz por ello porque no se han olvidado de mi historia a pesar de que soy una mala escritora que no les merece :(
En fin, dejémonos de estas cosas tristes jajaja
Hoy les traigo un la continuación y el capítulo más largo que he escrito de esta historia. Hasta yo me sorprendí al escribirlo, la verdad es que andaba algo inspirada y todo gracias a las rolitas de RBD JAJAJAJA escribí todo el capítulo mientras los escuchaba y la otra razón por la que me sentía muy inspirada es por el hecho de que ya se nos viene la última temporada de Shingeki No Kyojin AAAHHH El trailer me dejó sin palabras y además del anime también ya se nos viene el final del manga :((( Isayama ya dijo que sólo queda como el 5% de la historia y que a la historia le faltaba como unos 7 capítulos más, así que SNK ya se nos viene al fin, entonces eso me hizo tener muchas emociones y sentimientos a las vez y pues de alguna forma me inspiro a escribir. Hay que disfrutar lo que queda de SNK. Ahora continuaré más esta historia TTuTT
Por cierto, a pesar de que estaba super inspirada, sé que él capítulo no quedó como me hubiese gustado, pero eso también es por la razón que tanía bastante tiempo sin actualizar esta historia que había perdido las ideas que tenía y fue difícil recuperarlas, así que puede que haya muchas cosas medio raras e incoherentes :(
Por otro lado, hay algo que quiero dejar muy en claro y más porque lo he visto bastante en los comentarios desde que comencé esta historia y eso es sobre el Doujinshi Ereri "Control" de mi bellisima y diosa UNAP. Esta historia la decidí escribir gracias a es DJ, lo he leído como mil veces y recuerdo que uno de esos días en lo que volví a releerlo, fue como de "Oh, me hubiese gustado que pasará esto o por qué no se dice nada sobre esto otro" y así, entonces fue como de "Por qué entonces yo no escribo mi propia historia sobre esto" y fue entonces cuando comencé esta historia.
Mis primeros Fanfics fueron Ereri, ellos me trajeron a este maravilloso mundo, en ese tiempo utilizaba Fanfiction; sin embargo dejé sus historias por algunos años y al leer de nuevo Control de verdad que me inspiro demasiado para retomar los Fanfics Ereri y así llegué con ustedes :) y es lo más bello. Esta pareja ha sido mi OTP desde 2013.
En fin, creo que ya es momento de irme y continuar escribiendo. Nos leemos pronto.
En el próximo capítulo entenderán porqué Levi se comportaba de esa manera hacia con Eren y porqué no reacciono como otras veces. Su cambio de actitud tan drástico.
También el porqué Hanji estaba tan tranquila y nadie le decía absolutamente sobre el regresar a su trabaja y dejar de platicar con los clientes XD
¿QUÉ TAL LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?
Esta imagen representa un poco como Eren se acercaba a Levi y cerraba la puerta con sus brazotes :) riquísimo.
ME DISCULPO SI ENCUENTRAN FALTAS DE ORTOGRAFÍA O INCOHERENCIA EN EL CAPÍTULO
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