Shima no quería ver a sus amigos a la cara, no después de aquel momento. Pero ellos estaban ahí, justo en la entrada del colegio, esperando a su amigo, cuando distinguieron el castaño cabello de Shima, el más ajo no perdió el tiempo y corrió hacia él, mordía su labio desesperado porque su amigo le contara lo que paso.

-¿Qué ocurrió Shima?-

-Takanori. Perdón pero se me hace tarde- con una sonrisa, acomodo sus lentes y salió casi corriendo, Taka lo llamaba, tratando de detenerlo a que se fuera a casa, pero no funciono, Shima ya estaba lejos de ellos.

-¿Qué crees que haya pasado?-. Pregunto a Akira detrás de él.

-creo que, lo que no queríamos que pasara- suspiro, tomo la mano de su pareja y Taka se recargo en su brazo.

-mañana hablare con el-.

-por ahora, vayámonos, tiene que estar solo- Takanori muy a su pesar asintió, no quería dejar a su amigo, pero era lo mejor por ahora.

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-Shima, ¿Qué te he dicho de venir solo?- lo reprendió su madre una vez que vio que Shima estaba completamente solo en el camino.

-lo siento, Taka tenía que ir a otro lado antes- mintió.

-bien, pero trata de venir con otros compañeros, no me gusta que vayas así en la calle- se encamino a la cocina a terminar sus deberes, mientras Shima se mantenía ahí, con la mirada baja.

-ah madre, subiré un rato, tomare una siesta, estoy de verdad muy cansado- su madre dudo por un momento.

-bien, descansa un poco-.

Shima solo asintió y corrió a su habitación, se encerró y tirando sus cosas en el suelo se recostó en la cama, los minutos pasaban, casi en total silencio, y las lágrimas trazaban suavemente el camino por su rostro, quito sus gafas y se acomodó mejor en la cama, cubriéndose con una frazada, nuevamente se sentía solo.

¿Qué había pasado?

Esa misma mañana en el colegio, había decidido por fin confesar lo que sentía, Yui, era una chica un grado mayor que él, sin embargo eran compañeros de taller, Shima desde hace tiempo se sentía atraído por la delicada personalidad de la chica, así que por medio de una carta él le confesaba lo que sentía, pidiéndole verse una vez que las clases terminaran.

Pero cuando la hora llego, solo fue para recibir las crueles palabras de ella.

"no eres lo que busco"

-lo sé, no sirvo para nada- susurro, escondiendo su rostro en la almohada y dejando ahogar sus lágrimas ahí.

Los recuerdos volvían a él, más rechazos, más dolor.

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A la mañana siguiente él fue de los primeros alumnos en llegar, tenía sus auriculares con el volumen alto, haciendo que la llegada de Taka fuera desapercibida para él.

-te quedaras sordo algún día- tomo con fuerza a Shima de los hombros, haciéndolo sobresaltar.

-Taka, no hagas eso-.

-Dime Shima- se sentó en el pupitre del mencionado- ¿Qué te dijo Yui?-

-que no era lo que quería, además de muchas más cosas que... olvídalo- aparto la mirada.

Takanori sabía que Shima nuevamente fingía esa sonrisa, en realidad, estaba lastimado.

Ella, y muchas más personas se encargaban de hacerle saber a Shima, que era solo un estorbo, llegando a jugar con él, juzgándolo y burlándose.

Fue como Shima desarrollo ese miedo, a las personas, a lo que pasaba a su alrededor.

Pero a través de varias experiencias, el encuentra a alguien, que poco a poco le enseñara a ver la vida de otra manera, Yuu.