Los ojos de Dipper se llenaron de lágrimas, por supuesto que nunca pensó en la posibilidad de que el mayor fuera inocente, había visto las fotos, no cabía duda de que era él, sin embargo, la tranquilidad con la que admitió su infidelidad fue algo que no hizo más que lastimarlo. Sin embargo, Mason hizo su movida, conocía a su novio, y muy bien, sabía que era capaz de perdonarlo si sabía convencerlo, así que no se resignaría a perderlo.

— Ni siquiera te importa... ¿Verdad? —murmuró con la voz quebrada, mientras seguía sollozand sin consuelo.

— Claro que me importa bebé, iba a decírtelo cuando pasó pero... Te veías tan feliz que no quería arruinar eso... Pero fue sólo una vez, porque él se me tiró encima —pasó saliva nervioso, esperaba poder convencerlo, sin embargo, Dipper ya había tomado una decisión, por mucho que le doliera.

— Vete de mi casa, Gleeful, y llévate toda la ropa que dejaste aquí, no quiero que vuelvas a aparecerte... —la firmeza en su voz se notaba a pesar del llanto, después de todo, conocía muy bien a los infieles, su padre había sido uno de los mejores. Engañando a su madre por cuatro años sin que ella sospechara en lo más mínimo, sabía que una vez infiel, siempre lo sería.

— Bebé por favor, sabes que yo te amo... —
 
— ¿Y por eso tienes un amante..? —

— No es mi amante, te juro que pasó una sola vez. Yo jamás estaría con alguien que no fueras tú —el rostro de Dipper pareció trastornarse, se sentía furioso de que pudiera mentirle tan descaradamente sin haberle dicho un "lo siento" ni una vez.

— Te dije que te fueras —se acercó hasta la puerta, abriéndola para que se fuera. Mason sólo suspiró y asintió, sabía que sólo era cuestión de tiempo hasta que se le pase el enojo y lo perdone.

El menor cerró la puerta fuertemente, yendo a encerrarse a su cuarto, devastado, había terminado una relación que era prácticamente su todo. En la cama se aferró a su almohada con fuerza, abrazándola en busca de un poco de calor, sin embargo sabía que era en vano, el calor que él quería era ese reconfortante que sólo Mason podía darle, aunque eso no evitó que se encontrara con una nota, algo que naturalmente lo hubiera asustado, considerando que vivía sólo, la posibilidad de que alguien pudiera entrar sin ser visto no era algo que transmitiera mucha serenidad, pero en ese estado, sólo la leyó sin darle mayor importancia a su origen.

"Se que es algo duro de aceptar, pero a no desesperar, no es el único hombre de la tierra, pronto llegará alguien mil veces mejor, porque eso es lo que mereces Dippy lindo, te mereces al mejor hombre del mundo, que te ame como si fueras el centro de su universo. Eres la persona más encantadora que podría haber pisado la tierra, jamás olvides eso".

 Al final de la nota había un corazón con un número de teléfono, sonrió levemente al ver que alguien pensaba así de él, así sea un muy posible violador que lo secuestraría, se sentía bien por leer esa nota.

Decidió que lo mejor era llamar a su mejor amigo, seguramente pasar tiempo juntos lo animaría. Se metió bajo las sábanas, Marco tenía llave del lugar y no tardaría en llegar, como bien había pensado, en menos de quince minutos el moreno llegó, abrazándolo por la espalda con fuerza.

— Lo siento mucho Dipp... Se que lo quieres mucho... — 

— Yo lo amo... Y a él ni siquiera le importó, tenía un amante... Probablemente ya estaba aburrido de mí, digo, es la opción más viable, ese chico se veía mucho más lindo que yo— su mirada estaba gacha, se sentía horrible, como un pedazo de mierda que todos quieren tener lejos.

— Claro que no es así, para nada, de verdad Dipp, tú eres lo mejor que ese idiota va a conseguir en toda su vida, mírate, eres muy dulce y tierno, además eres hermoso,  ¿de verdad crees que ese chico podría ser mejor que tú? — 

— Lo se, se que ese chico es mejor que yo, de otra forma ¿por qué Mason tendría un amante?... —Marco sentía un nudo en la garganta, realmente no sabía como accionar ante aquello, ¿qué se supone que debía hacer?

— Lo tenía porque no se daba cuenta del excelente chico que tenía a su lado—sonrió acariciando su cabello suavemente— Tal vez no se lo que sientes ahora mismo, pero si se que estarás mejor pronto, así que llora, te hará bien—besó su cabeza con suavidad— Iré a prepararte algo rico para comer, quédate aquí— 

Una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, seguramente su amigo tenía razón, pronto estaría bien, como si Mason nunca hubiera sido parte de su vida.

Mientras tanto, mirando por el pequeño espacio que había entre las tablas del armario, estaba Bill, sonriendo enormemente al ver que su plan había funcionado, su amado había abierto los ojos, incluso había sonreído con su nota. No dudó ni un segundo, iba a enamorar al castaño de una forma o de otra.