Apenas llegó a escuchar esa frase, luego, el resto de lo que esa voz decía parecían murmullos totalmente lejanos. Quedó inconsciente rápidamente por el fuerte golpe en la cabeza, no entendía absolutamente nada, incluso estando dormido temía por su vida, estaba más que seguro de que esa voz sólo podría haber salido de la boca del mismísimo satanás, pues no imaginaba que algún ser terrenal fuese capaz de inspirar tanto miedo como el que había sentido él.

Sus ojos se abrieron lentamente, se sentía cálido, aunque no podía mover el cuerpo, más que su cabeza y apenas los dedos índice y pulgar, estaba totalmente drogado, su cabeza le daba vueltas, tampoco podía reconocer el lugar en el que estaba, aunque lo que sí pudo reconocer fue quien estaba detrás de todo eso. La habitación era rustica, las paredes y piso de madera, en efecto, estaba en una cabaña, por la ventana se podía apreciar el bello paisaje nevado de un bosque en invierno, habían cientos de fotos colgadas en las paredes, todas de él y Bill en su época de preparatoria.

— No quería llegar a tanto, pero no me dejó otra opción —la conversación se detuvo abruptamente cuando el rubio se percató de que su pequeño castaño adorado estaba consciente por fin. Rápidamente se acercó con un vaso de agua para él, en su rostro podían notarse los nervios, estaba feliz y ansioso de finalmente tener a su amado Dippy— Al fin despiertas amor, ten un poco de agua, debes estar exhausto —agarró su nuca con suavidad, dándole agua de a poco. Cuando el castaño estuvo totalmente consciente quiso levantarse de la cama para correr en busca de una salida, aunque no pudo hacerlo. Bill se había sentado a su lado en la cama, y el lado opuesto estaba pegado a una pared, por lo que no podía moverse o levantarse por mucho que quisiera.

— ¿Por qué me haces esto? Yo no te amo... Ya no te amo... —habló con sus ojos húmedos, se sentía pésimo nuevamente, no sólo por la horrible y condenada situación en la que estaba, sino también por recordar que Mason, la persona que le había jurado amor eterno, no tardó en casarse después de su ruptura. Habían pasado dos años, sin embargo, si él no lo había superado todavía, esperaba que el otro igual.

— Una vez me amaste muchísimo, puedes volver a hacerlo, esta vez todo saldrá perfecto, no habrán idiotas que quieran enamorarte y alejarte de mí, anda Dippy... Hice todo esto por ti, por mí, por nosotros, ahora podemos estar juntos siempre. ¿O prefieres quedarte llorando porque un idiota no supo valorarte a ti y a tu maravillosa forma de amar? —al no obtener respuesta agachó la mirada, tenía los ojos húmedos, estaba al borde del sollozo, sin embargo no quería que lo viera en ese estado— Hice todo por ti Dipp, lo seguí mucho tiempo, incluso te di pruebas gráficas de su infidelidad, te hice ver quien era realmente, te mantuve al tanto de su situación, cuando todo el mundo te negaba esa información, estuve contigo todos esos meses en el hospital... ¿Y resulta que yo soy el malo en esta historia? —

— Deberías apreciar lo que este hombre esta dispuesto a hacer por ti, después de Phill, yo no volví a conocer a alguien que me quisiera tanto. Tú lo tienes aquí, vivo, sólo por ti, ¿cómo no ves eso? —los ojos de Dipper se abrieron de par en par al darse cuenta de que Marco estaba en aquel lugar, por un segundo pensó que Bill lo tenía bajo amenaza, sin embargo, esa idea se desvaneció totalmente al darse cuenta de la cama que estaba en el otro extremo de la habitación, igualmente contra una pared, en ella yacía un pelirrosa, no tardó en reconocerlo, era su psiquiatra, el novio de su mejor amigo. 

La situación sólo se volvía más escalofriante cuando iba notando el parecido que tenía aquel lugar con una sala quirúrgica, las paredes blancas, el olor a desinfectante y alcohol, además del olor a medicina, las camillas en las que apenas se había percatado que estaban, la pequeña mesa con ruedas con los instrumentos. Otra cosa que pudo notar fueron los sueros que él y Lucitor tenían en el antebrazo. 

Un grito de horror se escapó de sus labios al intentar sentarse una vez Bill se hubo levantado de su lugar, levantó las sábanas sólo para confirmar lo peor, sus piernas habían sido amputadas desde sus rodillas, los muñones estaban envueltos en vendajes, la amputación había sido hecha hacía muy poco. Miró como Marco se acercaba a Tom, quien igualmente comenzaba a despertar.

— ...¿Por qué?... —comenzó a sollozar, siendo rápidamente consolado por Bill, quien lo rodeó con sus brazos tiernamente. Empezó a hacerle suaves caricias en el cabello y la espalda.

— Descuida, sabes que Marco está muy bien capacitado para esto, en un mes ya ni siquiera notarás esa cicatriz y estarás mucho mejor —susurraba con amor y cariño, el castaño no povía responder, estaba tieso, horrorizado, había sido traicionado por su mejor amigo, ya no tenía más que hacer, sólo acomodarse a la situación.

— ¿Dónde estamos..? —

— Estamos en un bosque, no te diré cual todavía, pero es muy lindo, hay animalitos, en la primavera se ve hermoso. Ya verás bebé —

Bill no se negó a responder ni una pregunta, entonces reveló la verdad de como había comenzado todo...

Había conocido a Tom años atrás, después de poder localizarlo, no tardó en contactar a Marco, quien seguía devastado por la muerte de Phill. Ambos hablaron, lo había convencido después de asegurarle que iban a encontrar a alguien que de verdad quiera, con las fotos de Mason y algunas tomadas del perfil de Will, en un teléfono crearon una cuenta falsa para enviarle las fotos a Dipper, sabían que deberían llevarlo al hospital luego de eso, donde Tom y Marco se iban a conocer. La noche de su cita, el moreno se había asegurado de llevarse el celular de su mejor amigo y de desconectar el servicio telefónico. Siempre había actuado desde las sombras para que su amigo esté con ese hombre que tanto lo amaba, ese hombre que él una vez había tenido y que ese horrible cáncer le había arrebatado.

La última prueba, las fotos de la boda, fue cuando ambos se dieron cuenta de que, a pesar del tiempo que había pasado, no lo había superado. Entonces recurrieron al plan de emergencia, drogaron a Dipper y a Tom, llevándolos a ese deshabitado bosque, donde llevaron a cabo la amputación de sus piernas.

— Entiendo... —asintió Dipper después de escuchar las respuestas a sus preguntas, miró entonces al rubio con un pequeño brillo de cariño en sus ojos— Tú... De verdad me amas, ¿verdad Bill? —

— Más que a nadie en mi vida Dipp, haré lo que sea para que estemos juntos —de inmediato, el castaño se aferró a él tan fuerte como pudo.

Después de todo, no tenía opciones, y en su mente, gracias a su depresión y completa falta de autoestima, eso realmente era amor.