Capítulo 14

Salió corriendo tan rápido como sus pies se lo permitieron, la adrenalina recorría su cuerpo, él no había cambiado en absoluto, se atrevía a decir incluso que estaba peor de como lo recordaba. Ni siquiera se atrevió a mirar atrás, temía que al hacerlo, el rubio se abalanzara sobre él, sin embargo, la suerte le dio la cara, pues un mayordomo lo había detenido, no pensaban dejarlo ir sin pagar la cuenta. Llegó agitado, corriendo a encerrarse en el cuarto de Marco, quien todavía no llegaba, los teléfonos seguían cortados, por mucho que buscaba, su celular no aparecía por ninguna parte. No le cabía duda de que, muy probablemente, Bill lo seguiría hasta la casa.

— Maldita sea Marco aparece ya... —susurraba escondido en el closet, abrazándose a sus rodillas, empezaba a sentirse nervioso, su cuerpo temblaba, sus ojos se llenaban de lágrimas al pensar que nadie volvería a saber de él, y probablemente a Mason ni siquiera le importe.

En ese momento empezó a escuchar pasos que se dirigían al cuarto, sentía que el ruido de sus latidos podría delatarlo, por la fuerza con la que bombeaba, creía que se escuchaba incluso a través de la puerta, con ambas manos cubrió su boca, ahogando un sollozo de terror, empezó a temblar, sin darse cuenta, jaló una chaqueta, haciendo que esta cayera con percha y todo, haciendo un gran estruendo. La puerta del closet se abrió de golpe, un fuerte grito de desesperación se escapó desde el fondo de su garganta.

— ¡Dipper! —habló Marco, preocupado por el grito que su mejor amigo había soltado, ambos castaños se miraron a la cara, ambos con preocupación.

Dipper se calmó totalmente cuando vio al moreno frente a él, inmediatamente se lanzó a sus brazos, sollozando desconsolado. Marco no entendía su comportamiento, lo único que había escuchado al entrar fue un silencio absoluto, ni siquiera el ruido de las sabanas haciéndose revoltijos, característicos de su mejor amigo al dormir. Apenas leer la servilleta sintió que algo no andaba como debía, corrió a su cuarto, haciendo el mayor silencio posible. Ver a su amigo en ese estado inmediatamente le hizo pensar lo peor.

— Fue horrible Marco, él me iba a secuestrar... Ya no quiero verlo de nuevo —empezó a sollozar con fuerza en los brazos de su amigo, quien sólo lo tenía apresado contra su pecho con fuerza, haciéndole caricias en el cabello en un intento de calmarlo.

— ¿Qué pasó Dipper?¿Quién te iba a secuestrar? —

— ¡Bill!¡El rubio Bill! —

— ¿Tu ex novio de la escuela? —el menor asintió, Marco seguía sin comprender del todo la situación, sin embargo no iba a cuestionarlo en el estado actual en que se encontraba. Dipper comenzó a contarle absolutamente todo, con lujo de detalle, desde el momento en que él se había marchado, hasta que lo encontró encerrado en el armario sollozando sin consuelo alguno. 

La primera idea del moreno fue llamar a su psiquiatra, necesitaba la guía de alguien profesional acerca de como tratar con alguien en la situación de su amigo. Tomó su celular y marcó, sintiéndose totalmente extrañado por la voz que le respondió.

— ¡Marco! Creí que tardarías más en llamar —una pequeña risa se escuchó a través de la línea, el moreno se mordía el labio, ¿cómo no se había dado cuenta, antes, de que había tenido una cita con el encargado de darle o quitarle pastillas a su mejor amigo?— ¿Sucede algo? Estas callado —

—Doctor Lucitor, necesito su ayuda, es urgente... —

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top