[21]

Yoongi contempló a ciertos sirvientes, frunció el ceño para luego señalar a cada uno con una ceja enarcada. Namjoon recorrió su mirada en cada persona para luego reposarla sobre su amigo.

—Estoy esperando una buena explicación de parte de ustedes—comentó para luego golpear la mesa que estaba frente a él, los presentes tragaron duro al escuchar aquel estruendo—¿Se puede saber quién ordenó que al prisionero que se encuentra en el palacio Yeong solo se le diera una porción de arroz en todo el día?

Los presentes se miraron entre ellos con mucho temor. Uno de ellos subió el rostro con mucho miedo.

—La concubina Hwanhee—comentó uno.

—¿Cómo?—preguntó de un solo Yoongi.

—Si, incluso nos pagó para que no dijéramos nada y...si lo hacíamos, haría algo a nuestras familias.

Hwanhee se encontraba con una sonrisa mientras terminaba de sembrar una flor. La chica se levantó orgullosa al ver aquella planta siendo agregada a las otras de su jardín. En eso vio al Rey ingresar, ella se hincó con una gran sonrisa.

—Mi Rey-...

—Levántate—ordenó con tono seco, la chica no comprendía porque aquel hombre estaba molesto, se levantó con ayuda de su sirvienta—Concubina Park Hwanhee ¿Cómo se atrevió a poner una orden sobre la mía?

—¿Cómo...

—El prisionero Taehyung, el hermano de la Reina. Usted ordenó que se le diera solo una ración diaria de arroz...¡Ahora el chico se encuentra en un mal estado!—contempló a su amigo Namjoon—pasa mi decreto, ahora a la Concubina Hwanhee se le baja de rango, quedando en séptimo rango.

La chica al escuchar aquello abrió y cerró la boca, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Mi Rey! ¡Jamás ordené algo así!—chilló para tomar al hombre de la mano; pero Yoongi se alejó, impidiendo que lo siguiera tocando, ella al ver aquel rechazo, frunció el ceño—Mi rey...

—Había escuchado ciertas cosas de usted; pero se lo dejé pasar porque aún la consideré muy joven y que debía adaptarse al lugar, pensé que solo era una conducta pasajera, que cambiaría. Es un delito ir contra la orden del Rey y usted...si no fuera porque lleva a mi hijo, la mandaría al último rincón del castillo, donde se encuentran los sirvientes de baja categoría que trabajan en las fosas sépticas.

—¡Mi Rey!—dijo ella exaltada para hincarse y mirar aquel hombre con ojos bastante abiertos, casi horrorizada—Le juro...que jamás ordené algo así,Yo lo amo...—gritó ella para empezar a llorar—siempre he velado por usted y respetado cualquier decisión suya—tomó la mano de aquel hombre.

—Sabe...concubina Hwanhee, debería aprender un poco de su hermana, ella es una mujer sensata—comentó para quitar la mano de la chica y contempló a los guardias—como castigo, quedará encerrada en este palacio hasta que nazca el bebé.

Ella al escuchar aquello, se sentó con lentitud de lado, viendo como aquel hombre salió por la puerta y empezó a ser cerrada. La concubina desvió la mirada viendo la flor que recién había sembrado, se levantó con ayuda de su criada, la cual le miró con tristeza.

—Mi señora...Ahora que está encerrada ¿Cómo hará para lo de la princesa?

—Ya buscaré una forma...—ella enarcó una ceja para entrecerrar los ojos—. Ahorita tengo otro problema que resolver. Quien haya sido, me lo pagará—comentó muy molesta.

Park Shin Hye dio un sorbo a su té negro para sonreír con mucha calma, pasó con delicadeza su mano por la orilla de la taza, notó a su sirvienta ingresar y parecía bastante exaltada.

—¿Sucede algo, por qué ese rostro?

—Mi señora, su hermana fue castigada, encerrada en su propio palacio hasta que el próximo bebé nazca.

Ella al escuchar aquello se levantó sorprendida.

—¿Cómo y eso...por qué?

—Escuché que ella ordenó a los criados de la cocina que reducieran la comida del prisionero del palacio Yeong.

—¿Habla del hermano de la Reina?

—Si...

—Necesito hablar con el Rey—comentó ella para dejar la taza a un lado—si la familia se entera, se sentirá avergonzada.

—También se le bajó de categoría a su hermano—la chica se hincó y sonrió a su ama—En cambio,felicidades, ahora ha subido a 6 rango.

Shin Hye se quedó en silencio por unos segundos para luego chasquear la lengua—No puedo perder el tiempo, tengo que pedir al Rey que perdone a mi hermana—dijo con tono serio. Dicho aquello, la chica salió de aquel lugar junto a sus sirvientas. Cada concubina poseía a su servicio 6 sirvientas y 4 guardias. Aunque dependiendo de su nivel, podían tener más.

Al salir por el pasillo, Shin Hye contempló como en el lado contrario, venía la concubina Lim Ju Eun que ahora había tomado la cuarta categoría, ambas se vieron de pie a cabeza y se saludaron con respeto.

—Escuché que su hermana, fue castigada—comentó la joven Ju Eun—algún día pensé que se metería en problemas, aunque no pensé que fuera por algo así—comentó la chica para desviar la mirada—¿Cómo es que ustedes provenientes de la misma familia, son tan...diferentes?

—Felicidades—comentó Shin Hye bajando la mirada—Por subir de categoría—miró a los lados con curiosidad—¿De dónde viene?

—Vine de visitar al Consorte Hyun Sik, está muy enfermo por la pérdida de su bebé, además somos amigos cercanos—comentó ella con un poco de decepción—es muy triste lo que le sucedió—contempló a la ajena—Si su hermana llega a tener un príncipe...puede que el Rey la perdone, ya que sería un heredero.Tengo cosas que hacer, así que con permiso.

Dicho eso, aquella concubina se alejó en silencio. Shin Hye la siguió con la mirada un poco pensativa, en la verdad que esa mujer, Ju eun, no había sido favorecida aún por el rey, incluso parecía no estar interesada aún en querer engendrar un hijo. Era una mujer muy rara, le gustaba pasar bordando en el jardín Hana, con un té caliente siempre, caminar por los pasillos conversando con las doncellas y cada sábado, ver la ópera que se daba en el palacio.

Taehyung se encontraba sentado en el exterior, contemplando como algunos pájaros pasaban y se reposaban en la ramas secas de un árbol, el chico enarcó una ceja al ver que era un canario, el silbó y aquel animal lo contempló, dejando a la vista sus ojos negros—No sabía que habían de ese pajaro en estos lugares—el chico se acercó al árbol seco, escuchó la puerta abrirse, viendo que ingresó una persona con un enorme velo ¿El omega Yeonwoo?

No, tenía el cuerpo de una mujer.

Cuando las puertas se cerraron, aquella persona se quitó la tela del rostro. Taehyung se sorprendió de quien era, es más, ni siquiera se esperaba esa visita.

—¿Princesa Yoona?—preguntó consternado.

—Joven Maestro—comentó ella ofreciendo una suave sonrisa para acercarse con delicadeza—perdone esta visita tan inesperada.

—¿Qué hace usted aquí? se puede meter en problemas.

—Lo sé...pero no importa, quería saber como se encontraba usted ¿Podemos tomar el té juntos?—unos sirvientes que venían detrás de la chica ingresaron con unas bandejas y teteras—. Desde la muerte de la Reina...han sucedido demasiadas cosas en el palacio, además que solía tomar el té en la tarde con ella. Ahora no tengo con quien—comentó con trizteza—en esta época suelo enfermar, mis pulmones son débiles—susurró—hoy me sentía mejor así que quise venir a ver como se encontraba...está muy delgado.

Taehyung se tocó las mejillas para luego subir el rostro y desvió la mirada avergonzado.

—No me encuentro en mis mejores prendas para usted, su alteza.

—Me gustaría que tocara un poco de música para mí—detrás de ella salió una chica con un instrumento de cuerda—hace poco me regalaron este Gayageum; pero no soy muy buena con los instrumentos.

—Me se unas cuantas canciones—comentó Taehyung al recordar cuando tenía cinco años y la señora Lee era quien le enseñaba a tocar aquel instrumento.

Taehyung la empezó a dirigir al interior de la casa.

Ella se sentó donde se encontraba en la mesa, notando el frío de aquel lugar, no solo por su interior, era en sí ese lugar, se notaba desolado. Taehyung tomó aquel instrumento para empezar a tocar, las sirvientas dejaron sobre la mesa las tazas de té. Yoona sonrió con dulzura escuchando aquella melodía que empezaba a salir del instrumento.

Siendo ya noche, Taehyung contemplaba la luna, dirigió su mirada al instrumento, la princesa se lo había dejado. Habían tomado el té y conversaron sobre ciertas cosas, como por ejemplo que la salud del consorte Hyun Sik había empeorado, en como cierta concubina bajó de rango, la castigaron-pero la princesa no sabía la razón- y en que el médico había ido a visitar con frecuencia a la primera princesa, ya que en este tiempo se enfermaba. El omega por supuesto, estuvo gustoso de conocer las buenas nuevas de aquel lugar, siempre le había escuchado oír historias o actualizarse de lo que aconteciera.

A pesar que la princesa no le terminó por contar todo, se sentía un poco inquieto a cierta situaciones que estaban sucediendo en el palacio. Desde la muerte de los señores Lee, sabía que alguien había planeado todo; pero no sabía donde comenzar, además encerrado no iba lograr hacer mucho. Escuchó la puerta abrirse y él frunció el ceño.

¿Por qué ahora todas las personas andaban cayendo en ese lugar desolado?

Salió bien abrigado y sus cejas se enarcar al ver al Tercer príncipe, el cual juntó sus manos y se hincó con mucho respeto para luego dejar su cabeza en el suelo , haciendo un saludo muy grande. El hombre se levantó contemplando al chico quien desvió la mirada un poco nervioso: ¿Qué hacía ese tipo allí?

—Joven Maestro—comentó aquel hombre.

—Ya no soy un Joven Maestro, solo un prisionero más—dijo desviando la mirada—¿Qué lo trajo aquí?

—Tengo algo que darle.

El hombre se acercó a Taehyung para extenderle una carta, el chico frunció el ceño mucho mas extrañado y lo tomó.

—¿Y esto?

—Es de la Reina.—notó que las manos del menor temblaron al escuchar aquello—Ella me dijo que se lo diera cinco meses después de su muerte.

—¿Qué?—dijo sin poder creer lo que escuchaba.

Taehyung abrió aquello de un solo para contemplar que si era la letra de su señorita Ji Eun.

"Querido Tae-Tae"

Si esta carta llega a tus manos, significa que ya estoy muerta.

Pensé mucho hacer esto, no sabía que frases poner al respecto. Cuando el Rey me eligió fue el día más feliz de mi vida; pero cuando me giré a verte, noté que había una falta de brillo en tus ojos. Al principio no comprendí la razón hasta que con el tiempo me di cuenta...que te atraía el Rey, siempre te quise a mi lado; pero habías decidido mi felicidad sobre la tuya. Me sentía devastada e incluso el dia de mi boda, no dejé que el Rey me tocara esa noche, sentía que eras tú quien debía estar en mi lugar; pero...tambíen pensé en tus sentimientos, que si dejaba todo, te ibas a sentir traicionado y que no me perdonarías tampoco. Así que decidí llevar la vida como Reina y esposa, como agradecimiento.

Pero cada mes que me pasaba, empezaba a sentirme sola, las miradas estaban sobre mí, viendo cual sería mi siguiente movimiento, que haría la Reina o que cometiera el mínimo error. Un miedo en mi interior empezó a invadirme, cada día, estaba sola en este enorme lugar. Pero seguí mi camino.

Cuando me enteré que estaba embarazada, pensé que era un sueño y jamás había notado tanta felicidad en el rostro del Rey al tener un hijo. Pero tras esa felicidad, algunos no parecían estar muy de acuerdo, en el cuarto mes del embarazo de príncipe, me quisieron envenenar, querían que perdiera a mi hijo. Si no fuera por Moonbyul que se dio cuenta que el té tenía un extraño olor, no hubiera podido salvar a mi bebé.

Desde ese momento supe que alguien estaba tras mí, me querían hacer daño. Pero no podía decir nada, no quería que el Rey se preocupara, tenía muchos problemas ya con gobernar el País, así que decidí indagar por mi misma; pero no encontré nada. Esa persona supo que estaba buscando la verdad.

Y se que para frenarme mandó a matar a nuestros padres. Me sentí culpable, estaba tan enojada, quería saber quien era; pero era tan débil y con miedo. Cuando te ví llorando frente al rey y suplicando, seguro de que mamá no había matado a papá y cometido suicidio, solo pude admirarte. Quería ser tan fuerte como tú...

Pero esa persona sabía que no se quedaría quieta, había sido capaz de lastimar a nuestra familia y tuve miedo que te hiciera daño. Hace una semana, me llegó una carta, que decía con detalle todo sobre tí. Temí, además de mi hijo, eras lo único que me quedaba y si esa persona te hacía daño, se que no quedaría satisfecho e iría tras mí, no podía perdonarme dejar a mi hijo solo.

Además de la carta venía un pequeño frasco, supe lo que era.

Se que si acabo con mi vida, se que esta persona se detendrá, se que quiere algo más y soy un impedimento para que tenga su cometido, no se quien es; pero temo que pueda hacer mas daño.

Tan solo me hubiera gustado ver a mi hijo crecer, verte vestido de rojo el día de tu boda; pero tengo que partir. Ya no podré cuidar mas de ti, Taehyung; pero una vez que te vi caminar a la lejanía, supe que te habías convertido en un hombre y que ya no me necesitarías. Jamás me dí cuenta que era yo, quien necesitaba de tí.

Se que cuando te enteres de esto, la rabia y la ira no dejará que pienses con razón, así que dejaré esta carta en alguien que te estime, me podré ir, sabiendo que dejo en buenas manos a mi hijo, cuídalo por mí.

Por favor...cuida al Rey de mi parte, es un tigre solitario.

Con mucho amor, tu pequeña Ji Eun.

Taehyung pegó un grito desgarrador al terminar de leer aquella carta y cayó al suelo a romper en llanto, sintiendo un fuerte nudo, el tercer príncipe se acercó a él y lo abrazó consternado—¡Me los mataron!...¡Me los mataron!—gritó el menor aferrando sus manos a la tela de aquel tipo casi ahogándose en el dolor. El tercer príncipe tomó aquella carta con cuidado para leerla, sus ojos se abrieron en par ante lo que estaba leyendo, contempló al chico y alzó el rostro del menor.

—Tiene que decirle al Rey.

—¡No!–gritó respirando con mucha dificultad—esto...no tiene nada que ver con él—comentó escondiendo su rostro en la separación del cuello del tercer príncipe.

—Joven Maestro esta carta, es una evidencia de que asesinaron a la Reina.

—Si esta carta sale a la luz, esa persona que me quitó mi familia se puede dar cuenta...—contempló al tercer príncipe—no puedo confiar por el momento en nadie. Si mi señorita Ji Eun se lo dio a usted, será por algo...

El chico se levantó y tomó aquella carta con cuidado. Sacó la tela morada con la horquilla y la contempló por varios segundos—Necesito estar a solas—pidió pasando con dificultad la saliva.

El tercer príncipe le contempló con mucha tristeza para luego agregar—Si necesita algo...me puede decir.

Aquel hombre se fue en silencio dejando al chico solo en medio de aquella casa. La puerta se cerró por completo. Taehyung empezó a quitarse los adornos que tenía en su cabellera hasta dejarlos caer al suelo, dejando que su cabellera larga cayera con delicadeza sobre sus hombros y se reposaran en la espalda. El chico tomó la mitad de su pelo en la parte alta e hizo un moño para luego sostenerlo con aquella horquilla.

Se sentó tomando aquel instrumento y empezó a tocar con lentitud; pero mientras más lo hacía, la música empezó aumentar hasta que la delgada línea entre lo pasivo y lo destructivo se rompió y una cuerda salió de su lugar y Lee Taehyung golpeó con ambas manos aquella cuerdas.

Subió su rostro de un golpe y sus ojos pasaron hacer de un color amarillo encendido.

Hola Solecitos, gracias por leer este fanfic y por el apoyo.

Hoy me llegó a mi muro un mensaje diciendo que le gustaba y no le gustaba Daechwita, porque era Yoontae y odiaba que Yoongi tuviera muchas parejas. Para luego poner que esperaba que no me ofendiera.

 Al principio me sentí muy triste en la verdad, sentí que el corazoncito se me apachurró, me preguntaba: ¿Qué debería de responder a esta persona? ¿Qué razón le podría decir?  ¿Cómo podía contestarle? 

Estaba teniendo un ataque de ansiedad y lloré: ¿Estoy haciendo esto bien, lo estoy haicendo mal? ¿Debería dejarlo a un lado? pero cuando fui subiendo mientras pensaba en que responder, justo un Solecito me había puesto que no le hiciera caso a los comentarios que me decían que cambiaran algo de mi historia o que decían que algo no estaba bien. 

Que mis historias eran mías.

Luego ingresé a ver este fanfic, a leer los comentarios que me habían dejado y no me había dado cuenta como pasamos de ser 45 lectores a ser como 100 ahora y me pregunté: ¿Cuándo esta historia creció tanto? 

Volví a ver el comentario que estaba en mi muro y me di cuenta que no tenía una respuesta que dar, así que lo eliminé, porque no quería que si alguien mas lo leyera y le gustara esta historia se pusiera a discutir (odio las discusiones entre mis lectores, saben, porque siento que somos una pequeña familia)

No se si esta persona es un lector fantasma, ya que no he visto un comentario suyo por este fanfic pero si anda leyendo esta historia déjame decirte algo: Gracias.

Porque me hiciste darme cuenta que aunque a tí no te guste, no debo deprimirme, porque hay más personas que sí. Y si no te está gustando la historia, hay más historias Yoontae a las que puedes recurrir con escritores con su propio estilo que te pueden brindar ese amor que sientes por este Shipp. 

Me disculpo de mi parte por el hecho que te moleste como va este fanfic; pero se como estoy llevando esta historia y estoy amando como me va quedando y no dejaré de escribirlo; pero quiero decirte esto de todo corazón. Si no vas a poner un comentario constructivo o positivo al respecto, guárdate las molestias porque aunque hayas puesto que era sin ofender, lo estás haciendo indirectamente a mi trabajo y cuando lo haces, también cae sobre mí y sobre las demás personas que están leyendo esta historia. 


Y porque amo esta pareja, siempre trato de actualizar todos los días y darle su tiempo, a veces me lleva 4 horas escribir un capítulo. Se siente bien satisfactorio leer una actualización ¿Cierto? pero hay un trabajo tras todo eso, una persona humana, ofreciendo parte de su tiempo desvelos, 3 tazas de café, bloqueos con la historia, casi tirando el escritorio por la ventana o la computadora.

 Hay un esfuerzo y uno debe ser agradecido con el escritor, porque lo único que desea a cambio, es que sus lectores disfruten.


Los amo mucho Solecitos, cuiden su salud mis preciosuras.

[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]

¡Recuerden el lema de la familia!

∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞

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