[19]
Min Yoongi se giró a ver al médico, el cual estaba hincado y con su cabeza agachada—¿Envenenamiento?—preguntó el rubio sentándose en su silla.
—Si mi Rey, analicé el veneno junto mis colegas y parecía provenir de la Belladona. El veneno de esta planta puede afectar el sistema nervioso, en dosis alta puede provocar el cuerpo, las terminaciones nerviosas, los vasos sanguíneos y paralizar el corazón. De 10 a 20 bayas son suficientes para matar a un adulto. Habrán machucado la planta para sacar el jugo y de allí la Reina pudo ingerirlo. Respecto al príncipe Heredero...
—¿Envenenamiento?—preguntó Yoongi pasando sus manos por el rostro. Notó que el médico afirmó—me imagino que el mismo veneno que la Reina tomó.
—La Reina estaba muy débil físicamente, agregando el hecho que estaba muy deprimida por la muerte de sus padres. Le habrá dado la bebida primero al bebé y luego...ella lo puso sobre su té.
—Mi Rey—interrumpió Namjoon—La Reina ordenó a sus dos criadas personales que fueran por té, puede que en ese tiempo, ella haya aprovechado.
—Aunque me gustaría agregar, a pesar que la Bella dona es una de las plantas de veneno más conocida, es originario de Europa, norte de África, y Oeste de Asia. Es muy difícil encontrarla en nuestro territorio. Es ilegal.
—Puede retirarse—comentó Yoongi mordiendo el interior de su mejilla. El médico se despidió con respeto y salió de aquel lugar.
El rubio contempló la cosas de su cuarto de oficina y empezó a tirar todo lo que había alrededor—¿Dónde estaba la Nana?—preguntó el Rey viendo agitado a su amigo—¿¡Dónde estaba ella?!
—Ella dijo que en ese momento había ido al salón de costura, ya que había una ropa que se le había arruinado al príncipe y-...
—Tantos guardias en ese maldito lugar, tantos sirvientes y nadie se dio cuenta...quiero que los maten.
—¿Cómo?—preguntó sorprendido Namjoon.
—¡Que los maten! ¡Todos!
Yoongi empujó a su amigo y se giró contemplando agitado en dirección de un cuadro donde estaba una pintura que hicieron de Yoongi y Ji Eun el día de su boda.
Los llantos alrededor de Taehyung no cesaban, todos vestían en blanco y se encontraban arrodillados, todos, incluidos a los sirvientes que estaban hincados dando también respeto al difunto. El omega contemplaba el cuerpo de Ji Eun cubierto con unas mantas blancas adentro de un cajón y luego el pequeño cajón donde estaba el cuerpo del príncipe. La vela duraría una semana debido a que era la Reina que había muerto y el príncipe heredero.
El omega contempló al Rey y desvió la mirada, viendo al tipo girarse en dirección de las demás personas, dentro estaban todos los concubinos, los príncipes, ministros entre otras personas eruditas.
—Emite mi Decreto—ordenó Yoongi viendo a su secretario—La Reina Ji Eun fue una mujer de noble corazón, una gran madre y fuerte que siempre veló por los demás. Siempre velé por ella y-...
—Mentiroso.
La mirada de todos se enfocaron en aquella voz rota que interrumpió al Rey. Namjoon contempló de un solo al chico con los ojos bien abiertos.
—¿Qué dijo, joven maestro?
—El Rey es un mentiroso que no cumpre sus promesas—el chico se levantó con un nudo en la garganta, sentía morir de los nervios; pero estaba conteniendo demasiado, además, que tenía de perder...ya no le quedaba nadie—Como escuchó ¿Velar por ella?—el chico rio entre lágrimas—mi señorita Ji Eun estaba sufriendo...pero era la Reina, no podía demostrar que estaba triste, habíamos perdido hace poco a nuestros padres; pero solo pudo guardar luto por un dia mientras al siguiente tenía que fingir estar tranquila, alegre...—señaló a Yoongi—y usted me prometió que la cuidaría.
Los concubinos miraron al chico hasta la propia Hwanhee que abrió los ojos en par al percatarse que el chico estaba retando al Rey frente a muchas personas.
—Joven Maestro ¡Tenga respeto al Rey!—interrumpió Hwanhee.
—¿Y debo de tenerle miedo? ¿Qué tengo que perder?—se cohibió de hombros.
Kim Namjoon apretó sus labios y cerró sus ojos con mucha pena.
—Joven Maestro—gruñó Yoongi—no es el único que perdió a alguien...
—SI hubiera sabido que la vida de mi señorita sería así de miserable ¡Jamás le hubiera permitido ingresar aquí! mentiroso.
La concubina de cuarto rango se levantó de un solo al escuchar aquello, muy molesta de la actitud del chico.
—¿Cómo te atreves a faltarle el respeto al Rey?
—¿Quieres hablar de respeto?—preguntó de un solo Taehyung viendo a la chica—tus lágrimas de cocodrilo no van en estos lares, hipocrita.Se que no te caía bien mi señorita Ji Eun...y se que no soy el único que lo sabe.
Yeonwoo miró de pie a cabeza a la chica y enarcó una ceja al escuchar aquello.
—¡Tú-...
—¡Cállate!—ordenó de un solo Yoongi a la chica, que se hincó de un solo y agachó su mirada muy molesta, el alfa contempló al chico frente a él con un nudo en la garganta.—¡Hable!—gritó con sus fuertes pulmones—¡Diga lo que siempre quiso decir, si tanto extraña a la Reina, entonces se irá con ella! ¡Guardias!
Taehyung rió entre la amargura.
—¿Cree que mátandome solucionará todo? ¿Así como lo hizo con los sirvientes del palacio, con la nana del príncipe heredero y los guardias? ¿Esto apaciguará su ira?
Dos hombres se acercaron y tomaron de las manos al chico para hincarlo de un golpe.
—Llévenselo y matenlo por faltarle el respeto al Rey, contradecirlo y difamarlo.
Namjoon abrió los ojos en par y se hincó de un solo frente a su amigo.
—MI rey...—el chico contempló a Taehyung con el rostro agachado—según las tradiciones, no se debe derramar sangre tras la muerte de la Reina, son 3 meses de luto por respeto a ella y otros tres por el fallecimiento del Príncipe heredero y otros nueve para que ambas almas encuentre su camino a la reencarnación—el oficial suspiró.
¿Qué demonios? ese chico ya no quería vivir y quien le cortarían la cabeza por tratar de defenderlo serían a él, de seguro. Pero si su madre se enterara, moriría de la tristeza, ya había sufrido mucho con la muerte de su amiga, con la pérdida de la Reina estaba destrozada y le pidió que cuidara del joven Taehyung.
Todos contemplaron al Rey, era cierto que según las reglas del palacio no se podía derramar sangre y él no podía ir en contra de aquello. Se sentía frustrado, enojado. Había perdonado al chico si le hubiera dicho esas cosas en privado, desquitado su ira donde nadie mas se diera cuenta; pero lo había hecho enfrente de muchas personas. Era así ¿Cierto?
Ese tipo...realmente no sentía nada hacía él.
—Llévenselo y después de nueve meses...será sentenciado a muerte gruñó Yoongi mirando aquellos hombres—Alto—ordenó en dirección de los guardias—antes de que se vaya, quitenle la máscara.
El guardia de la derecha arrancó la máscara y la tiró al lado. Todos enfocaron rápido su mirada sobre el chico, curiosos de saber como era el rostro que se ocultó por tantos años. El omega subió su rostro y sus ojos se enfocaron sobre Yoongi por unos segundos y luego bajó la mirada.
Min Yoongi se quedó sin palabras al ver aquellas largas pestañas, ojos marrones, unas cejas muy bien definidas y oscuras, sus ojos grandes y...
Desvió rápido la mirada, haciendo un gesto de que se retiraran con Taehyung.Los guardias se lo llevaron y los demás empezaron hablar entre ellos sorprendidos y uno que otros maravillados.
—Pensé que tendría la cara desfigurada; pero no es así—susurró una chica a lo lejos—incluso puede ser tan bonito como el omega Yeonwoo.
El tercer príncipe frunció el ceño contemplando como los guardias, pensó en algo para luego contemplar a Min Yoongi.
—Mi Rey—interrumpió de un solo el tercer príncipe—El joven Maestro era una persona muy amada por la Reina, si lo mata, no creo que la Reina se pueda ir en paz—comentó Bo gum para alzar el rostro—. Es cierto, cometió un delito a su persona, es imperdonable; pero por respeto a la Reina, debería dejarlo vivir, darle otro castigo—contempló a su hermano, quien al verse observado frunció el ceño: ¿Qué, por qué le miraba de esa forma?
BoGum pellizcó con disimulo al mayor, quien casi soltó un chillido y con mala cara agregó.
—Mi hermano tiene razón, mi Rey. El joven Maestro era muy especial para la Reina y-...
—Ustedes dos, cierren la boca—ordenó mirando a ambos tipos muy molesto.
Namjoon al escuchar aquello decidió aprovechar también la situación.
—Mi Rey, si la Reina viera la situación, ella rogaría por su hermano sin importar dar su vida, ella siempre vió al chico con mucho aprecio además, él no está ahorita en sus mejores momentos, está lleno de dolor y molestia por perder a lo último que le quedaba en su familia...se que usted es un Rey muy comprensivo,deje que viva viva, tampoco es que pueda huir del castigo que se le ofrecerá. Muchos son testigos de como faltó el respeto y eso nadie lo puede negar.
—No tengo tiempo para pensar en algo así, acabo de perder a mi esposa e hijo. Y tengo asuntos del estado que resolver.
Dicho aquello, Yoongi salió a zancadas de aquel salón. Namjoon se levantó y salió tras su amigo. El mensajero llegó corriendo un poco cansado, el Rey le miró de pie a cabeza—¿Qué sucede?—preguntó extrañado.
—Llegó una carta para usted.
Yoongi tomó aquella carta y la abrió, frunció el ceño para luego desviar la mirada—¿Quién mando esto?
—No lo sé mi Rey...alguien lo había dejado sobre su escritorio.
—Namjoon, lleva al joven Maestro a mi oficina.
El oficial afirmó contemplando como su amigo ponía sus manos sobre su espalda y las tenía hechas un puño, arrugando con aquel papel en sus manos.
Taehyung fue sentado en una silla, el chico contempló al Rey que estaba sobre su silla. El rubio visualizó por varios segundos aquel rostro. Se levantó con cuidado para poner aquel papel frente al rostro del chico, Taehyung lo leyó y solo sonrió para desviar la mirada, sus manos estaban atadas con una pequeña cuerda.
—¿A qué se refiere esta carta?—preguntó Yoongi—Se afirma que usted no es ningún maestro de música, es más, ni está especializado en las artes y que su nombre no es Hansung ¿Quién demonios eres?—el rubio hizo una pausa, quería pensar que tal vez solo era alguien que estaba en contra del chico, que eso no era real—¿Es cierto? —preguntó con un nudo en la garganta.
—¿Acaso, yo dije en algún momento que fuera maestro de música?—Yoongi le miró con ojos tristes—usted me nombró así, jamás lo confirme; pero veía que el Rey me había llamado así, solo seguí el juego.
—¿Me engañaste?—preguntó sorprendido Yoongi.
—No, usted mismo se engañó, Rey—respondió el omega con una ceja enarcada.
—¿No te llamas tampoco Hansung?—preguntó el rubio sin poder creerlo. Todo ese tiempo, con que se suponía que había estado, ese chico que aparentó algo que no era.
— Mi nombre era Hansung, es mi nombre de pila cuando llegué a la casa de los difuntos señores Lee, Pero después me fue cambiado.
—¿Y...cómo te llamas realmente?
—Taehyung.
—Me mentiste todo este tiempo...¿Por qué?
—Soy un don nadie en estas tierras. Lo hice porque quería que mi señorita Ji Eun fuera feliz; pero ahora lo lamento tanto...
—¿Se puede saber...qué soy yo para usted? ¿Fui un juego...se divirtió tanto al verme cara de idiota? le entregué mi confianza.
Taehyung contempló con mucha profundidad aquel rostro y suspiró para desviar la mirada. En esos momentos, no sabía ni siquiera como sentirse.
—Si lo utilicé—comentó tragando duro, mentía—Y no soy, ni seré el único que lo hace en este castillo.
—¡Joven Maestro!—gritó Yoongi tirando aquella hoja al suelo y sobresaltó al chico—me usó...
De la esquina de los ojos de aquel hombre se podían ver leves lágrimas. Taehyung agachó su rostro, mentía; pero a esas alturas, le estaba resintiendo la muerte de Ji Eun, se culpaba a sí mismo por no haberse dado cuenta que lo único que hizo fue arrinconar a la chica al dolor. El creía que ella sería feliz; pero no fue así.
—Sabía que era el Rey y que si me mantenía cerca de usted, tendría más posición, además de que eligiera a mi señorita. Lo logré; pero a cambio de un costo...tal vez, solo fui yo quien me engañaba, creyendo que usted podía amarla de verdad.
Yoongi se hincó rápido y tomó del cuello al chico para alejarlo de verdad.
—Joven Maestro...
—Pero el Rey...no sabe lo que es el amor.
—¡Retractese!—pidió el rubio—y lo perdonaré...lo dejaré vivir.
—No quiero su perdón.
—Le estoy dando la oportunidad que se disculpe...
—¿Qué hizo con Solar y Moonbyul? ¿También las mandó a matar?—preguntó el chico dejando caer lágrimas—¿De qué me sirve...seguir vivo? ¿No lo ve? Ya no me queda nadie. No veo nada en usted que me guste, es un tipo frío, sin sentimientos que culpa a los demás de sus desgracias.
Yoongi soltó al chico y se levantó para dar la espalda al menor: ¿Acaso ese chico no comprendía? No deseaba que muriera, lo quería a su lado; pero de que le servía tener a su lado alguien que no lo amaba y lo culpaba de la muerte de su hermana y sobrino.
Además que parecía gritar por todos los cielos que no deseaba vivir.—Llévenselo...no quiero volver a verlo—ordenó—encierrenlo en palacio Yeong de por vida.—En eso Yoongi se giró a ver la espalda del chico.—¿Alguna vez me miró como algo más que solo...el rey?—preguntó dando una gran inhalada.
—Una vez...pensé que era tan glorioso y lejano; pero mientras mas lo conocía, me di cuenta que solo era una alma solitaria—el chico hizo una pausa—¿Se recuerda aquella vez que me fui del palacio y le dije: Proteja, ame y cuide a mi señorita Ji Eun, es lo que mas aprecio en el mundo?
—Joven Maestro...
—No fui yo quien rompió su promesa... fue usted—el chico le miró con ojos tristes—eso nos convierte a ambos en mentirosos.
Dicho aquello los guardias sacaron al joven. Taehyung alzó el rostro y mientras más se alejaba unas lágrimas cayeron del rostro, Yoongi cayó sobre sus rodillas y miró el suelo mientras rompía a llorar con mucho dolor.
Unas puertas enormes de un lugar se cerraron, dos guardias pusieron un enorme candado tras aquella puerta roja. Taehyung se giró en cámara lenta viendo aquella puerta tras su espalda, luego miró al frente, notando lo que parecía ser un jardín pequeño y en medio la casa abandonada. Un frío viento sopló sobre aquel lugar, levantando las hojas secas que danzaron sobre el aire para luego caer al suelo. El omega alzó el rostro viendo aquel cielo gris y cerró sus ojos para dar una gran inhalación.
Una chica dio un sorbo a su té negro y sonrió ladina mientras contemplaba su reflejo en el espejo, sacó un poco de colorante rojo para echarlo sobre los labios—Su alteza ¿Qué piensa hacer ahora?—preguntó su sirvienta personal.
—El rey está muy triste...es la oportunidad perfecta para poder acercarme más a él...aunque se que no seré la única que querrá consolarlo—comentó la mujer que se levantó con elegancia para luego acercarse a una jaula vacía—¿Quién es la otra persona favorita del Rey?—sonrió acariciando la jaula—ese joven maestro...metió el mismo la pata, así que fue fácil eliminarlo. Él mismo cavó su tumba.
—Escuché que lo encerraron en el palacio Yeong.
—¿El palacio Yeong?—dijo sorprendida aquella mujer—¿No fue allí donde el Rey pasó su infancia—La chica soltó una gran carcajada al darse cuenta de la situación y se sentó sobre su cama—el invierno está a punto de llegar, ese chico no sobrevivirá las frías noches, sobre todo cuando lo único que hay en esa casa es vacío, el frío se cola entre la madera...
—Por cierto, mi alteza. El consorte Hyun Sik, parece que va muy bien con su embarazo.
—Hmm...¿En serio?—dijo con ironía para hacer un gesto y que le llevaran su té. Cuando aquella bebida estuvo en sus manos, dio otro sorbo—. Se que se buscará que alguien sustituya a la Reina y quien tomará ese poder, será el Consorte Noble Imperial, Yeonwoo...se ve tan orgulloso para haberle dado una princesa al Rey. Pero ese orgullo...no le durará mucho.
Dicho aquello la chica dio un largo sorbo de su té caliente para dejarlo sobre una mesa.
Una pequeña nave da vueltas y vueltas, una bebé pega un grito desafinado en el interior hasta que aterriza sobre algo. La nena rompe la puerta y sonrió emocionada ¡Por fin, tierra! su sonrisa se borró de un solo al ver un enorme paisaje blanco y montañas llenas de nieve. En eso se escucha un gruñido enorme tras ella.
Ella se giró con los ojos bien pelados, viendo un oso polar que se lamio los labios al ver una rica carne en dos patas, un delicioso bistec para sus ojos. —¡Geuraeseo nan nunnunannanu! —gritó para empezar a correr como sus dos piecitos pequeños se lo permitian, mientras salía como alma que se la llevaba el diablo, mostrando sus campanillas.
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Hola Solecitos preciosos de mi vida~~~—hace ojitos—gracias por su apoyo, abróchense los cinturones que este fanfic...ya se vendrá con todo. ¡Muchos besitos en sus hermosas mejillitas mis preciosuras!
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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