★ OS ⟨Nightmare⟩ «pedido»

[Chill usado para escribir en multimedia. Basado en la canción "No digas nada" de Cali y Dandee, pueden leer con esa canción]













Entró a la velocidad de un misil militar arrasando con todo mientras corría desesperadamente hacia su departamento, completamente asustado y aterrado de todo lo que venía sucediendo en su vida. No se perdonaría que esto le llegase a pasar, esta vez sí que no lo haría. Su rostro demostraba una preocupación mayor donde su ceño fruncido levemente con las pupilas dilatadas del miedo, el terror se esparcía por su cara como una mancha en una pintura.

Empujó la puerta abriéndola abruptamente provocando un gran estruendo al hacerlo, probablemente habría roto la puerta principal y la alarma del departamento comenzó a chillar en una espera por la clave para desactivarla, pero no le interesaba. Que la alarma llamara a la guardia marina si quería, él no iba a detenerse en el trayecto. Corrió cruzando la sala de estar y luego el comedor para así llegar de una buena vez al único baño del departamento, al llegar, con la misma fuerza que antes abrió aquel pedazo de madera que dividía las habitaciones.

Su cuerpo se heló instantáneamente siendo apoderado completamente del terror y el horror, sus ojos tan abiertos que juraría uno que se podrían salir de sus propias cuencas y su boca levemente abierta de la impresión mientras no parecía parpadear, en un estado parecido a una pausa en el tiempo, pero no era pausa, él mismo se había congelado ante la escena frente a sus ojos.

El cuerpo de Kristal tiritaba violentamente como si fuese a estar en el Polo Sur sin abrigo alguno con una de las peores y frívolas temperaturas jamás registradas en el mundo. Al frente de él, solo podía observarle el cabello caer por su espalda esparcidos por todas partes evitándole ver su rostro gracias a los pelos castaños, pero sí podía notar que ella sostenía su brazo completamente asustada y se la oía sollozar allí. El corazón de YoonGi comenzó a golpear con fuerza dentro de su pecho pegándose contras las paredes completamente alterado y asustado, la adrenalina que se esparcía por su cuerpo a través de sus venas era inexplicable pero sí podías sentir como esta se movía entre los ductos. Parpadeó un par de veces liberándose de aquel transe momentáneo que pareció de años para intentar acercarse a ella y acudirla, pero, algo o alguien se lo estaba impidiendo completamente, no podía entender que era. Quería moverse de ese estado paralitico que había tenido pero algo similar a una pared o fuerza metafísica no le dejaba acercarse a ella.

Gritó su nombre pero, a cambio, nada salió realmente de sus cuerdas vocales. No había nada. Absolutamente nada allí, como si alguien literalmente le hubiera arrancado las cuerdas vocales y consigo su movilidad. Intentó gritar y moverse al mismo tiempo, incluso maldijo aquella ente que le impedía acercarse a su novia. Estaba frustrado consigo mismo, quería ayudarla y a consecuencia de aquella frustración hacía que lagrimas comenzasen a salir de sus ojos. Intentó una vez más moverse y pareció ser, otra vez, en vano.

Desvió la vista al suelo de cerámica blanca del baño observando, el charco de sangre que comenzaba a expandirse alrededor de ella y notaba como las gotas carmesí salían y caían de aquel brazo sostenido. Kristal no parecía inmutarse de su presencia o forcejeos, como si él realmente no estuviese allí y fuese solo un ente fantasmagórico que le evitaba llegar a esa parte del departamento, aunque él supiese que realmente era un humano que aún tenía vida.

—YoonGi... —se la oyó murmuran por lo muy bajo, casi en un lamento que se veía ahogado por sus sollozos y la bola gigantesca que tenía formada en su garganta. YoonGi la miró dejando de forcejear por un momento, como esperando que ella dijese algo más, con los ojos abiertos de sorpresa y las lágrimas que corrían por sus mejillas, y con una expresión llena de enfado hacía él mismo.

Entonces el cuerpo de Kristal comenzó a moverse dispuesta a levantarse del suelo completamente hecho un lago de sangre. Lo hizo, se levantó dejando ver sus rodillas manchadas de aquel líquido rojo que comenzaba a deslizarse por sus piernas en gotas dejando un extraño recorrido en ellas, cayendo al suelo. Kristal se giró hacia el lavamanos a un costado de ella, aún sosteniendo su mano ensangrentada y lastimada. La soltó un momento para abrir el grifo y comenzar a lavar su brazo. YoonGi la siguió en todo momento y el pánico se apoderó de su cuerpo nuevamente cuando observó el brazo aquel que parecía haber sido arañado con púas metálicas, estaba llena de rayones rojos marcas y hematomas, todo aquello sangraba. Ella lavaba su brazo como si aquello fuese lo más normal del mundo, como si amputarle el brazo completo fuese algo de lo típico. Desvió la vista de horror hacia el rostro de ella en el espejo, ya que aun estado ella de costado no conseguía verla.

La observó con un rostro completamente desganado y agotado como si no durmiese en días y la vida le costara una fracción de su alma. Las lagrimas seguían y seguían cayendo de su rostro pálido, más de lo normal, con los ojos levemente enrojecidos y una mueca completamente torcida hacia abajo dejando mostrar una gran tristeza a través de aquello.

Kristal cerró el grifo y tomó una toalla sobre el lavado para envolver su brazo que aún sangraba, lo hizo de una manera completamente improvisada y luego se giró hacia YoonGi, esta vez, notando que él se encontraba completamente petrificado en el umbral de la puerta, en la misma posición en la que había llegado. Dio unos cuantos pasos hasta quedar a unos escasos centímetros de él, y luego, con los ojos completamente tristes y llorosos no dejaban de ver los cuestionadores y aterrados del contrario, sin intención de cortar el contacto visual. Ella delicadamente acarició la piel del rostro de YoonGi, acunando entre su palma y se acercó un poco más hasta estrellar apaciguadamente los labios de ella contra los suyos en un beso delicado y melancólico. Se alejó un poco de él, esta vez con el pulso inestable donde sus manos tiritaban mientras acariciaban el rostro de YoonGi y él no comprendía por qué, ¿a qué le tenía miedo?

Entonces observó el rostro de Kristal, el cual de pronto hizo una completa mueca de dolor y luego un grito desgarrador salió de sus labios. YoonGi no entendió, no entendía y se estaba desesperando, era como si le hubiesen clavado una daga. Ella se tambaleó hacia atrás levemente y luego cayó de rodillas llevándose la mano izquierda a la parte inferior debajo de sus costillas del lado derecho. Él la observó caer y notó la sangre comenzar a salir, y sus ojos se abrieron en un terror supremo y este se intensificó cuando la figura suya con un cuchillo ensangrentado aparecía y la observaba caer completamente orgulloso. Él mismo la había matado.

Abrió los ojos exaltado, completamente sacado de lugar y con el corazón latiendo a mil por segundos al mismo tiempo que su respiración irregular se volvía nuevamente estable, teniendo el control nuevamente. Estaba en la sala de maquillaje. Aspiró mucho aire y se recompuso mientras exhalaba el aire que había llegado a sus pulmones. Miró a su alrededor observando a sus compañeros ser maquillados y preparados para el show próximo a salir en vivo.

Se levantó de aquél sofá y caminó saliendo de la sala sin que nadie lo notase, todos muy ocupados en sus cosas como para prestar atención a algo más. Sacó su celular de su bolsillo mientras buscaba y tecleaba en busca de su número de teléfono. Marcó completamente decidido y llevó el aparato a su oreja oyendo los pitidos al marcar, pero luego, una voz diciendo que el número ya no existía lo destrozó. Kristal había cambiado de número. ¿Y quién no? Después de todo ya no eran ni siquiera amigos, todo se había terminado. Hizo una mueca de frustración y se sentó en una banca que había por los pasillos mientras las personas que trabajaban pasaban apresurados de un lado al otro. Buscó el otro número alternativo y esperó unos segundos antes de ser atendido.

—¿Diga?

—Lucas.

Se oyó un pequeño silencio al saber de quién se estaba tratando.—YoonGi. ¿Qué quieres?

—Yo... sé que no debería hablar contigo, más que nada porque debes odiarme ahora y...--

—Te aplastaría por weon, no más digo.

YoonGi suspiró frustrado.—Necesito tu ayuda. —antes de que Lucas se negara volvió a hablar-Últimamente tengo pesadillas continuas donde Kristal sangra y es lastimada unas varias veces y...—sus ojos se cristalizaron de pronto recordando las indefinidas veces donde ella sangraba y gritaba por ayuda y él no podía salvarla, incluso era quien la mataba. Estaba traumatizándolo—no sé, no puedo hacer completamente nada. Ella me ve y es quien muere frente a mis ojos pero no puedo acudirla. —su voz se partía en cuanto su ultimo sueño se repetía como película de terror en su mente—Me da pavor verla destruida frente a mí. Ver como... como muere lentamente y se desangra frente a tus ojos... y no poder evitarlo.

Lucas no respondió, un silencio se hizo en la línea por un momento. Al parecer aquello dejó petrificado a Lucas, sabía qué estaba ocurriendo en la mente de YoonGi y era extraño la forma en la que sucedía. Pasaron unos diez segundos y se oyó un suspiro de Lucas.—Escucha, lo que tienes se llama duelo. Lo cual es completamente ilógico siendo que tú fuiste quien la abandonó. Todavía no te digieres el hecho de que ella no esté contigo y se presenta mediante pesadillas porque es la única forma en la que tu consciencia te reprocha la decisión y a cambio te atormenta.

—Y... y ¿Qué hago? ¿Cómo curo eso? —se lo oía extrañamente te desesperado.

—Arreglando las cosas con ella. —se oyó un silencio, nuevamente de parte de ambos y luego Lucas volvió a hablar.—Aunque, para ser quien la dejó y pasar cinco, casi seis meses deberías haberla superado. Viniendo de ti, no tiene sentido. En cuyo caso ella debería pasar por esto y no tú.

—Admito que cometí un error. —declaró YoonGi y pasó su mano por su cabello desarreglando el trabajo que habían hecho los estilistas.—De seguro me odia más que la cebolla.

—Lo hace. —YoonGi soltó un suspiro de decepción hacia sí mismo. Y Lucas observó a Kristal sentada frente a él envuelta en una manta dormida profundamente en el sillón, mintiendo descaradamente por un acto de protegerla.

—¿Ella está contigo?

—¿Eh? No. No. No está aquí.

—¿Y sabes donde encontrarla?

—Ehm... —tragó saliva—Aparte de su trabajo, en su antiguo departamento.

—Entiendo, gracias.

—No hay de qué.

Y colgó la llamada. Miró nuevamente a su amiga dormir y sonrió completamente melancólico, era una triste historia de amor la que su amiga vivía. Desvió la vista al ventanal observando la Cordillera de los Andes y sonrió cuando recordó la mentira que había dicho a YoonGi. Ellos se encontraban en Chile, ahora trabajando allí. YoonGi no la encontraría jamás.














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*la intentan quemar* bRO STOP

Lo ví hace rato y me tente nxoajodkd
¿Que tienen de fondo? uwu

-Homicidal_Bloody
ft.
IShi_kary

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