★ OS ⟨marry me⟩
HoSeok me había sacado a la fuerza con Lucas del trabajo con la excusa perfecta de tener poco tiempo para salir a conseguir un atuendo adecuado para el aniversario número siete de YoonGi y mío. Llevábamos mucho tiempo junto y ya era el momento donde habíamos acabado viviendo juntos hace unos tres años atrás y prácticamente parecíamos una pareja casada. En nuestra relación obviamente hubieron antibajos (muchos a decir verdad) pero de una u otra manera acabábamos volviendo el uno al otro como un chicle. No sé por qué. Si no era yo, era él. O los dos. Pero jamás dejamos de insistir hacia el otro. Supongo que es por la obvia razón de conocernos y saber que nos amamos lo suficiente como para apartar nuestras diferencias.
—¿Y esto? —corrí la cortina del vestidor para que los dos chicos me observarán.—Dígan que sí, ya me cansé de estar probándome ropa.
—Hum, prefiero que sea elegante.
—¿Tiene que serlo? Agh. ¡HoSeok!
—¡Kristal por el amor a la patria ponte algo elegante!
—¡Ya! Lo haré.
Volvió a entrae al vestidor para cambiarse por xuarta vez en lo que llevaban en esa tienda y ni había sido la primera. De hecho esta la quinta del día. Y ya estaba harta de cambiarse de ropa cada vez que entraban a un nuevo lugar.
Volvió a salir ya exasperada.
—¿Y así?
—Yo... Qué bueno que soy gay. —habló Lucas. Y los dos restantes voltearon a verlos impactados.—Perdón.
—Estás bonita, Kristal. —halagó HoSeok.
—Sí, pero es más costoso que un riñón.
—No te preocupes, YoonGi-hyung lo pagará.
—¿Es una broma? ¿Qué le he dicho sobre gastar en mi? —bufó.
—Sí, lo sabe. Pero si quiere gastar su dinero en ti es porque quiere y puede. No puedes negarle nada, sabes cómo es él.
—Bien. —miró la pantalla de su celular sobre la silla donde dejaba la ropa y observó la hora.—Son las seis y veinte. Debería ir-
—¡Demonios, se nos hace tarde! —exclamó HoSeok. Exasperado.
—¿Qué? ¿Para qué?
—Tenemos que llevarte a la peluquería.
—¿Es una broma?
—¡Desvístete rápido! —exclamó Lucas.
♥
YoonGi salió de aquella tienda de joyería acompañado por JiMin detrás de él. Una vez afuera de la tienda sacó de su bolsillo aquella caja de terciopelo morada—color favorito de Kristal—. JiMin se colocó a su lado curioso de querer volver a verlo. YoonGi abrió aquella delicada tapa y lo dejó a la vista.
—Hyung, es precioso.
—Lo sé. Intenté buscar algo que se adecuará a ella. —cerró su tapa nuevamente y lo guardó en su chaqueta.—Sé que Kristal amará todo lo que venga de mi pero realmente quiero uno donde sepa que pienso en ella todo el tiempo del mundo.
—Tranquilo hyung, Kristal te ama lo suficiente para saber que lo que haces es devoto.
YoonGi suspiró.—Para hacer esto estoy absolutamente enamorado. ¿No?
—Sí, lo estás.
—Bien. Vayamos al departamento, necesito prepararme.
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YoonGi caminó por el pasillo del departamento mientras acababa por abrochar un botón de las mangas de aquel saco negro, caminando hacia la sala donde JiMin lo esperaba pacientemente con su celular en manos hablando con HoSeok.
—¿Me veo bien?
JiMin se giró sobre su lugar hacia atrás para verlo parado terminando de ajustar su borde.
—Sí, te ves bastante bien. —desvió la vista a la pantalla de su celular.—Aunque sin importar que use ella lo amará de todas formas, ha visto todas sus facetas.
Él suspiró soltando un poco de los nervios de lo que en una media hora estaba por suceder.—Tienes razón, aún así quiero esforzarme por ella.—le contestó sincero.
JiMin sonrió a la pantalla de su celular y YoonGi frunció el ceño confundido.
—¿Qué sonríes?
—¿Oh? Ah, HoSeok-hyung me envió una foto del vestido de Kristal-shi.
YoonGi sonrió ansioso e imaginando qué tan bella estaría viéndose ahora mismo y él no puedo verla en carne y hueso. Solo unos minutos más y ya podrá alabar a la chica con quién pasaría el resto de su vida unido a él.
—En una escala del 1 al 10, ¿cómo se ve?
—Yo diría setenta y tres mil. —exageró JiMin.—Realmente se ve bien.
—Bien, vamos al restaurante que pedí. Quiero ver cómo está decorado el lugar. —le cambió de tema apenas vio la hora del reloj de su muñeca. Apresurando al rubio sentado.
—De verdad quiere hacer de este día inmemoral, ¿no es así?
—Tiene que ser perfecto. —le contestó tomando las llaves del vehículo. JiMin sonrió orgullosamente feliz al ver a su mayor esforzándose al máximo por una persona e intentando ser alguien mejor para la misma aunque supiese que lo ama tal cual es.
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Al entrar al restaurante y subir por una grandes y texturadas escaleras por una alfombra de color ocre, llegó hasta la sala reservada únicamente para él y ella. Dos hombres de traje negro a los costados de aquella puerta doble de tono crema; la abrieron dejándole paso a YoonGi a observar el interior del lugar. Una mesa al centro y cerca de los grandes ventanales y altos que daban vista a la bella calle q sus pies. La mesa bestia de un mantel de tono crema con unas sillas negras de terciopelo. Una alfombra circular q sus pies de tono blanco y parecía de algodón. El piso de cerámica alisado negro y unas paredes de paneles y terminaciones cremas y negros. Una barra con un sujeto detrás de esta preparando todo para poder servir. Al otro lado de la habitación había un gran y bello piano de cola larga blanco con un sofá observando hacia allí. Rodeado de ventanales y cortinas blancas.
—Shabby chic. —habló Amanda. YoonGi se giró sobre sus talones hacia ella.—A Kristal le gusta el Shabby chic. Nuevamente diste en el palo.
—No te oí entrar, ¿Qué haces aquí?
—Soy quién decoró así este lugar.
—Oh, entonces gracias.
—No es nada. —le sonrió.—Debo irme, buena suerte.
—Gracias.
Amanda se despidió de él con una sonrisa sumamente feliz y orgullosa dejándolo solo nuevamente. Park se había quedado en la planta inferior pata avisarle a YoonGi cuando estaría por llegar al lugar.
Suspiró y una sonrisas oculta apareció por su rostro observando e inhalando una buena cantidad de aire fresco y buenas energías. Sentía una tranquilidad a pesar de estar a minutos de pedirle matrimonio a la chica de su vida. Tal vez estaba tranquilo porque sabía que Kristal diría que sí sin dudarlo dos veces.
—¡Hyung, ya llegó! —exclamó JiMin algo agitado por haber subido las escaleras corriendo.—Está bajando del auto.
—Ok, gracias.
Kristal caminó observando atentamente el lugar, analizando lo que saldría estar pisando aquel restaurante de primera clase. Se cuestionó si servían comida con oro comestible también, de lo que saldría la reservación y el lhqe debían hacerlo.
HoSeok la escoltó hasta las escaleras donde la abandonó y ella lo miró sonriente y agradeciéndole por la ayuda. Un chico de esmoquín le ofreció su brazo para que ella se sostuviera, la cual hizo y agradeció de igual forma ya que debía subir un solo escalón más. Aquél chico la guío hacia una gran puerta de maderas pintadas de color crema, cerradas.
Uno que estaba parado a un lado las abrió de par en par dejándole observar el interior en un corto panorama. Dentro observó a YoonGi parado frente y a unos cuantos metros de ella, del otro lado de la puerta con un brazo detrás de la espalda y en otro sosteniendo un bello y gran ramo de flores.
YoonGi se paralizó autónomamente al verla a su frente vistiendo ese bello vestidor que le hacia resaltar aún más su belleza natural sintiendo que se volvía a enamorar nuevamente de la misma persona. Si corazón latiendo enloquecido dentro de su pecho.
Desvío la vista a los ramos de flores que tenía en manos cuando una ola de nervios y vergüenza le invadieron sus mejillas y su sistema. Sintió los pasos de ella sonando contra la cerámicas del suelo acercándose a él hasta quedar a su frente a unos escasos centímetros, observándolo con una sonrisa de felicidad y amor radeantes.
—Son para ti. —las extendió hacia ella para que las tomara en manos. Kristal las miro y río con timidez tomándolas delicadamente por su tallo envuelto en ese especial y bello papel.
—Gracias, Yoon. —acercó su nariz a los petalos de las flores inhalando su bello aroma.—Huelen muy bien.
—¿Nos sentamos? —le ofreció una mano para que la tomara y ella lo miró un momento a los ojos y observó la felicidad que escupían estos.
Ella asintió con la cabeza y—con su mano libte—tomó la palma de YoonGi quien la guío lentamente hacia la mesa a unos metros detrás de ellos. YoonGi imitando a un príncipe caballeroso se apresuró a tomar la silla para que ella se sentara allí a lo que divertida por la escena aceptó.
—No era necesario todo esto amor. —le dijo ella a YoonGi cuando logro depositar el ramo de flores sobre la mesa a un lado de ella.
YoonGi tomó la mano que descansaba sobre la mesa entre las suyas sintiendo lo tibias que estaban a comparación de su mano fría.
—Te lo mereces. Te mereces esto y más. Si quiero compraría todo lo que amas y deseas.
—¿Cómo compras la paz mundial?
—Te gustan los caballos, te daría uno. —le nombró.—Aunque no es necesario, puedes montarme a mí.
Kristal enarcó una ceja incrédula mientras YoonGi se reía de su propio chiste sucio.
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La cena transcurrió normalmente, con anécdotas y preguntando cosas del día que han hecho. Incluso lo gracioso que ha pasado en el día de ellos. Compartiendo tiempo y sintiéndose a gusto el uno con el otro. YoonGi sabía que Kristal prefería mucho más algo que fuese sencillo y bonito a algo extravagante, pero sentía la necesidad de hacerlo.
El mozo que los atendía en aquella noche volvió con la misma bandeja de plata donde traía los postres para finalizar la bella cena. Dejó los dos platillos a un lado de los platos sucios para así tomar fácilmente los trastes sucios. Kristal alzó el plato con los cubiertos usado sobre estos ayudándolo a juntar la mesa, siendo observaba sutilmente por la mirada de YoonGi. Examinando y curioso por cómo actuaba.
[nOOOOO YO ME COMÍA TODO]
El mozo sonriente le agradeció por el gesto y ella se lo devolvió. Juntó el plato de YoonGi y se alejó de ellos nuevamente para dejarlos solos.
—Eres la única persona que conozco en este mundo que ayuda a un mesero levantar la mesa. —habló YoonGi sonriente.
—Es algo involuntario. —se rió ella.—Siempre me sucede lo mismo, solo me falta levantarme y lavar los trastes.
—Eres una persona que no se le haría imposible. Si te lo pudiesen yo creo que lo harías. —habló YoonGi y dijo su vista en su postre.—Me gusta, significa que eres humilde de corazón no por aparentar. Algo por lo que aún sigo amándote.
—¿Me amas porque soy humilde?
—Te amo porque eres, Kristal la chica del humor negro pero llena de sentimientos. Y estoy perdidamente enamorado de ti.
Kristal se rió avergonzada por las palabras de YoonGi y tomó la cucharada a su lado para poder comenzar a comer aquel último plato de la mesa.
—Y tú, ¿Qué amas de mi?
—Tu valentía y fuerza de voluntad. No te importa nadar en contra corriente si el objetivo es clave en tu vida. No sigues modas, tú las creas. Porque a pesar de aparentar dureza eres sensible y frágil, tienes muchos sentimientos que son muy hermosos y adoro ver cuándo los expresas. ¿Quieres que continúe? Si continuó no acabaré jamás. —se rió para ella misma.
YoonGi la observó unos momentos en silencio, solamente observando. Ni siquiera estaba pensando o cuestionado algo. La observaba atónito, embobado y hasta algo sorprendido.
Tomó las manos de Kristal entre las suyas.
Sonrió y río de la misma forma, aún observandola. Con sus dedos pulgares repartiendo suaves caricias sobre el dorso de las manos de ella. La levantó hasta sus labios donde con parsimornia y el amor más apasionado del mundo; besó los nudillos de ella con lentitud
—Kristal, —le llamó con suavidad buscando que toda la atención de ella se enfoque solo en él. Se levantó de la mesa aún con sus manos sostenidas y se acercó a ella arrodillándose a su lado. Soltó una de sus manos y hurgó dentro de su chaqueta hasta sacar aquél anillo de compromiso que había comprado hace un par de horas.—llevamos tanto tiempo juntos que siento aún que ha sido poco. Hemos pasado por tanto juntos y hemos logrado solucionarlo al mismo tiempo. Estoy agradecido de haberte encontrado a ti, supiste mantenerme con los pies sobre la tierra. Me enviaste al cielo con tus labios y caricias en muchas ocasiones.—de pronto elnpqsaso se vino a sus ojos. Recordado.—Cuidaste tanto de mi que cualquiera pensaría que eres mi madre.—pausó unos segundos al notar la mirada fruncida de ella y sus ojos cristalinos. Observándolo fijamente completamente emocionada.—Eres tan pura y transparente a las personas, ni siquiera te interesa el qué dirán. Eres astuta e inteligente, humilde y generosa. Tienes un gran corazón, tan grande que me siento mal en tenerlo solo para mi. Sé que a veces no pasamos el tiempo de pareja que nos debemos dar por mi trabajo o mi mal humor. Eres la única que sabe cómo lidiar conmigo, como si supieras exactamente qué me sucede con mirarme. Es asombroso, adoro mirar tus ojos y sentir ese amor y calma que tanto veo en mis letras. Sé que tal vez no soy el adecuado para ti, pero estoy dispuesto a hacer todo por tu amor. Kristal, ¿Quieres casarte conmigo?
Las lágrimas de Kristal se derramaban a por montones por sus mejillas y aún así movió su cabeza de arriba hacia abajo.—Sí, sí quiero.
YoonGi sonrió ensanchando su sonrisa en un intento en vano por disimular su felicidad. Y con cuidado coloco el anillo en el dedo anular de ella para luego levantarse y secar sus lágrimas con sus dedos para luego besar sus labios, los cuales tenían un sabor salado por las lágrimas que ella había soltado hace segundos. Con su mano libre acarició el rostro de ella mientras la otra jugaba con el anillo de compromiso en el dedo de Kristal.
—No tienes ni idea de lo felíz que me hace que aceptes. —le dijo YoonGi apenas a escasos centímetros del rostro de ella.—Te amo. Te amo demasiado.
—Yo te amo por igual.
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Bueno gente perdóneme si hay errores pERO TENGO ALTO SUEÑO
😭😭😭😭
Acá tienen su ponche compromiso, ya está. Están comprometidos. Ldjaosl ahora falta la boda uwu
Vayan anticipando ahq
-Homicidal_Bloody
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