[Pongan la canción de multimedia]

Habían pasado más de diecinueve años desde que YoonGi la dejó de ver y todo por la maldita necesidad de preservar la fama del grupo que comenzaba a desmoronarse. Y él había sido el objetivo preciso para poder atraer la fama nuevamente. Le pidieron—por no decir que obligaron—a YoonGi a contraer un matrimonio arreglado con una famosa actriz extranjera.

Y ambos tenían un pequeño bebé de un año llamado Aiden el cual ambos amaban incondicionalmente pero desde aquel día donde él declaró que jamás la había amado fue como un golpe bajo para ella. Pero aún así, se retiró sin decir nada y sólo sollozaba por haberse sentido traicionada, destrozada e ilusionada por el hombre con el cual creía pasar toda su vida.

Ella había decidido volver a Argentina después de esa gran pelea para estar con su familia y vivir tranquilamente allí criando a su pequeño Aiden que con el paso del tiempo crecía y crecía aprendiendo los mejores valores de su madre. Él ya sabía que su padre era un famoso cantante Surcoreano pero no sabía con exactitud cuál y por más de que intentara investigar sobre aquello era imposible debido a que su relación con él había sido muy secreta.

Aiden había insistido mucho en querer conocer el cretino de su padre, que a su opinión no era su padre, era un progenitor porque nunca estuvo en su infancia o incluso en su vida y siendo sincero odiaba a esa persona aún sin conocerla. Para el chico de dieciocho años, casi diecinueve; su madre era la mujer más hermosa y humilde que había tenido y estaba orgulloso de tenerla. Su madre hablaba de su abuela al igual que su familia y podía encontrar esa similitud entre su abuela y su madre. Estaba feliz, feliz de tener una madre así.

Y ahora estaba frente a la puerta de un muy lujoso departamento, Aiden no entendía por qué estaban allí pero sospechaba levemente de la razón. Kristal había logrado encontrar la ubicación de su ex pareja gracias a sus amigos—tíos de Aiden—y los medios de comunicación. Por eso con ellos venía Ho Seok acompañándolos.

Jung tocó el timbre y este sonó por toda la casa, y entonces los tres individuos esperando pacientemente.

—¿Quién es?

—Soy J-Hope.

La puerta comenzó a abrirse desde adentro y cada segundo que pasaba había que fueran eternos y todo funcionaba en cámara lenta. Aiden estaba muy nervioso y al mismo tiempo estaba bastante molesto.

—¡Oh, tío ho-... ¿Quiénes son ellos? —una niña de unos quince años lo miró confundida.

—¿Puedes buscar a Suga Hyung? —ella asintió y corrió hacia dentro de la casa buscando a su padre.

Todo apareció en cámara lenta. Los paso determinantes del hombre de la casa comenzaban a sonar en un eco que se hacía cada vez más cercano y sonoro. Hasta que finalmente llegó hasta quedar al frente de las tres personas.

Estaba sorprendido. Estaba asustado. Estaba nervioso. Observó a Ho Seok y luego devolvió su vista hacia su ex chica, estaba tan cambiada. El hermoso cabello castaño hasta su cintura, el cual amaba hasta el infierno estaba corto, hasta debajo de sus hombro en una coleta alta. Unos anteojos distintos a los que él vagamente recordaba.

Sentía esa sensación en el pecho donde se posaba su corazón, podía sentir como se apretaba fuertemente e intentara aplastarlo con un bate de béisbol con clavos hasta dejarlo hecho pedazos. Habían pasado diecinueve años desde que no la veía y allí estaba, de sorpresa en su casa.

Relamió sus labios mientras intentaba regular su respiración mientras la observaba a ella. Desvío su vista al chico a su lado que tomaba la mano de su madre con mucha fuerza, estaba con el ceño fruncido y una mirada de amenaza pero YoonGi sabía que él era su progenitor, se parecía mucho a YoonGi y se sentía devastado por no haber estado con él.

Tragó en seco.—Kr-kristal.

—YoonGi. —habló ella—Él es tu hijo, Aiden.

La mandíbula de Min cayó mientras observaba al chico. Entonces comenzó a caminar hacia Kristal para darle un rápido abrazo cuando Aiden se interpuso y lo empujó lejos de ella, y entonces lo miró con el ceño fruncido levemente, en molestia.

—No te acercarás a ella después de todo lo que hiciste. —demandó Aiden—No tuve un padre cuando lo quise, pero sí una gran madre en quien confiar y no voy a dejar que tú la toques y la destruyas de nuevo. —lo miró fijamente a los ojos—No de nuevo.

Kristal apoyó su mano sobre el hombre de su hijo para calmar sus nervios y enojo. A lo que Aiden entendió para retroceder un poco para quede justo a un lado de su madre.

—YoonGi, no estoy aquí para reconciliarnos o lo que sea que estés pensando. Solo estoy aquí porque Aiden quería saber quién es su... —miró a su hijo, dudando sobre la palabra que usar. Tragó en seco—su progenitor.

—¿Que...? —YoonGi estaba más que confundido sobre la palabra usada. ¿Por qué lo llamaba Progenitor?—Kristal, por favor. Quiero hablar contigo.

—Todo lo que tengas que decir, será ante mi. —respondió rápidamente Aiden.

Miró a Ho Seok buscando ayuda y él entendió.—Campeón. —apoyó su mano sobre su hombro—Te prometo por lo que quieras que Suga hyung no le pondría un sólo dedo a KrisKris arriba.

Aiden lo dudó pero aún así los dejó solo volviendo por dónde vinieron para bajar a la planta inferior del edificio y YoonGi a su vez cerraba la puerta detrás de él.

—Si vas a decir algo, que no sea: lo siento, no quise dejarte. Quiero volver contigo de nuevo. —la mirada llena de comprensión de Kristal se había esfumado de sus ojos, ya no recordaba el mismo brillo en sus ojos como era antes. Tal vez sí, tenía ese brillo pero no aparecía cuando lo miraba a él.—¿Qué esperas? Habla.

Él suspiró y comenzó a contar todo lo sucedido, desde arriba hacia abajo sin saltearse ningún detalle del relato. Describiendo como un poeta callejero sus pensamientos, emociones como lo hacía usualmente cuando él escribía sus canciones o componía su música. Ahora lo estaba diciendo él mismo, sin necesidad de plasmarlo en ningún lado.

YoonGi sentía que lo que decía no tenía una mera chispa que hiciera que Kristal lo mirará con otros ojos que no fueran de crítica o rencor, quería volver a ver esos ojos con ese brillo inusual que venía acompañado por una bella sonrisa suya y a veces con una risa o un comentario sarcástico. Quería sentir ese amor, esa calidez suya que se había esfumado desde aquel día.

Y entonces fue cuando tocó el tema de su esposa fallecida, había muerto por un cáncer cerebral y había quedado en estado vegetal antes de morir.

Y aunque nunca la había amado pero sí tomado cariño era muy difícil ver a una persona en ese estado y de alguna manera, eso lo hacía sentir más frágil, más débil de lo que se sentía. Se sentía como si fuese un adorno de cristal colgado a la intemperie siendo amenazado por el clima, el entorno, y todo lo que había allá afuera. Sin Kristal, se sentía como ese adorno frágil fuera de su caja.

Aquello activó el modo proteger de Kristal mientras intentaba consolar al hombre para que se sintiera mejor y que de alguna forma logró. Y él finalizó aquello diciendo que tenía una niña de diez años que cuidar desde que su esposa había muerto e hizo todo por criar a la niña para que se pareciera a Kristal, porque quería recrear y ver la figura femenina de ella. Pero no era lo mismo.

Sorbió de su nariz.—Y ahora apareces de manera repentina frente a mi, con Aiden y me hace sentir la culpa de diecinueve años inútiles donde no puede decirte, cantarte y mostrarte mi amor por ti. Porque estoy jodido, jodido por ti. Y quizá... —la voz de YoonGi se debilitó mientras mojaba sus labios—quizá tú me hayas olvidado para siempre pero la verdad es que yo no. Porque Kristal, fuiste la única que tuvo el valor de pisar mis desastres y ponerle orden a toda mi vida y sin juzgarlo. Hiciste que vea la luz entre tanta oscuridad. Fuiste quién me dió el valor de afrontarlo todo cuando lo veía perdido. Eres la única en mi mundo. —lloriqueó unos segundos mientras veía directamente esas orbes verdes de la contraria, que lo miraban en silencio y no conseguía saber qué estaba pasando por su cabeza—Entie-entiendo el comportamiento de Aiden hacia mí, no me ve como un padre porque no lo fui. Ni siquiera fui hombre para tomar el problema por los cuernos como tú me enseñaste. Y Aiden toma el papel que yo debería estar tomando hacia ti, pero aún así. Yo jamás te lastimaría porque si lo hago yo me sentiré peor, ni siquiera podría ponerme en mente herirte.

—Pero lo hiciste.

—¡Sí, lo sé! Y me arrepiento profundamente, no lo pensé a detalle. No analice los problemas como tú lo haces, buscando el camino más recomendable. Puse primero a mi fama como cantante y mis compañeros que a ti, sin darme cuenta que estaba perdiendo la joya más preciada de mi vida. ¡Kristal te sigo amando! Por favor, corresponde de nuevo mis emociones...

Ustedes deciden el final.
nO ME PIDAN SEGUNDA
PARTE PORQUE LES
PEGO

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No sé pero se me ocurrió
mientras veía La Era Del Hielo 😂

Y si porque su escritora es la
persona más lógica ndlala

Tengo que actualizar J-Hope Reaction pero... Me salen imaginas

Capaz esta noche empiece un OS para ese libro 🤔

-Homicidal_Bloody