》 02

Yeonjun 》

Es mi día libre. Había planeado pasarlo con mis hijos, pero debido a los recientes acontecimientos, tendré que entrevistar niñeras todo el día.

Yo no comprendo muy bien el problema. Mis hijos están relativamente bien cuidados. Hyein es una omega un poco tímida con los extraños, pero generalmente es una dulzura. BeomGyu es un poco más difícil, pero cualquier alfa lo es. Él es muy protector conmigo y con Hyein, por lo que no le agrada mucho que cualquier otra persona forme parte de nuestra familia.

Las únicas niñeras que aprueba son omegas o betas lo suficientemente mayores como para ser su abuela.

Decido que ambos pueden ayudarme a escoger su siguiente niñera. Tal vez de esta manera BeomGyu no hará que se vaya tan rápido. Dejarlos con una novia ya no es una opción. No puedo creer que estuviera tan ciego sobre Saemin, lo bueno que nunca la ame lo suficiente para marcarla.

Debí haber confiado en YuangHe cuando dijo que era una perra, pero yo lo atribuí a las hormonas del embarazo de mi cuñado.

Estoy de pie en la cocina lavando los platos del almuerzo, cuando mi teléfono suena. Sonrío cuando veo el identificador de llamadas. Kimi. Esto va a ser interesante.

—¿Hola?—respondo con suavidad.

—¿Yeonjun?

No es Kimi.

—¿Leeseo? ¿Qué va mal?—parece asustada.

—Estábamos construyendo la casa del árbol. Él me dijo que no jugara con la pistola, pero no hice caso. Se veía tan genial. Yo no tenia intención de dispararle. Mamá no es tan bueno con la sangre. Él se desmayo. No sé qué hacer. Baje la pistola de clavos, pero yo...

—Cálmate amiga. Estoy en camino—pobre chica. Para ser honestos, yo también estoy un poco preocupado. La locura de ese omega está empezando a afectarme—. ¡BeomGyu! ¡Hyein! ¡Pónganse los zapatos; tenemos que salir!

Oyendo la urgencia en mi voz llegan corriendo.

—¿Qué pasa, papá?—BeomGyu pregunta.

—Kimi tuvo un pequeño accidente, así que vamos a ayudarlo—agarro mis llaves—. Vámonos

BeomGyu le pone el cinturón a Hyein cuando salimos del garaje.

—Papá, ¿Kimi va a estar bien?

—Estoy seguro de que así será.

Gracias a mis años en la construcción, mi propio padre me enseñó los cuidados para este tipo de lesiones. Afirmó que, con ChangBin en el equipo, necesitaríamos estar preparados para cualquier cosa.

Cuando me detengo en casa de Kimi, Leeseo corre hasta el coche a mi encuentro. Tiene lágrimas en los ojos.

—Él no ha despertado. Tengo miedo. No era mi intención hacerle daño.

Tomo el kit de primeros auxilios de la camioneta antes de arrodillarme delante de ella y ponerle una mano en el hombro.

—Voy a cuidar de él. Te prometo que estará bien—ella asiente con la cabeza, pero sigue preocupada—. ¿Podrías hacerme un favor y llevar a BeomGyu y a Hyein a tu habitación? A Hyein tampoco le gusta la sangre

—D-de acuerdo—asiente con la cabeza. Sonríe tristemente a mis hijos y les indica que lo sigan. Escucho que BeomGyu le dice que está bien, que yo arreglaré todo.

Lo que es la confianza de un cachorro en su padre.

Encuentro a Kimi tirado en el suelo de la cocina. Por suerte llevaba un casco blanco, así que él no pudo haberse hecho mucho daño al caer. Hago una mueca al ver la sangre en el que él no pudo haberse hecho mucho daño al caer. Hago una mueca al ver la sangre en el muslo. Eso debe doler, él ya ha sacado el clavo.

Por lo menos no han estado utilizando los clavos grandes.

Rápidamente agarro un trapo frío y comienzo a secarle la cara y el cuello. Necesito tenerlo despierto, entonces me fijare en su herida.

Después de un par de momentos, parpadea abriendo los ojos.

—Buenos días, sol—sonrío

—Agh—se queja cuando se da cuenta que soy yo—. Dispárame ahora.

—Me temo que alguien ya ha hecho eso—le respondo sacando a relucir la situación—. Ahora sólo quédate allí mientras yo limpio esta pierna. No puedo permitir que te sigas desmayando—tomó algunas toallitas del botiquin. Él silba cuando toco la herida.

—No es que sea un desagradecido—comienza él, apretando los puños—. Pero, ¿qué diablos estás haciendo aquí?

Me río entre dientes y comienzo a frotar un poco de unguento.

Tiene buenas piemas, y su short le llega justo a medio musto. Trató de no fijarme mucho para no crear problemas en mis pantalones, tengo suficiente con su olor a manzana y canela golpeándome las fosas nasales.

—Leeseo llamó. Está arriba con Beomgyu y Hyein. Supuse que, ya que te gusta rescatar tanto a mis hijos, podría devolverte el favor—me doy cuenta que he estado frotando más tiempo del necesario, por lo que rápidamente ocupo mis manos poniendo las vendas en su lugar—. Así que no te gusta la sangre, ¿eh?

Por un momento, él sólo me mira. Realmente no puedo dejar de encontrar divertida su hostilidad.

—El olor de ella me marea, obviamente.

—No se puede oler la sangre—argumento, vendando la pierna.

—No me digas lo que puedo y no puedo oler—replica él.

—Te diré lo que huelo—cierro el kit de primeros auxilios y lo miro. Mierda el aroma a manzanas, muchas manzanas, pero no voy a decirlo.

El frunce el ceño y empieza a sentarse, pero lo detengo.

—Quieto ahí—envuelvo mi brazo alrededor de él y lo ayudo a ponerse de pie—. ¿Por qué no te sientas un rato?—él comienza a discutir, pero yo no quiero oirlo—. O caminas hasta el sofá o te tendré que cargar.

—No lo harías—replica el sonando seguro.

—Pruébame—le digo con una pequeña sonrisa. Realmente no me importaría cargarlo. Con sus cortos shorts de mezclilla y su playera blanca, no me importaría llevarlo en brazos a su habitación.

Kimi me saca de mis pensamientos golpeandome en el pecho con su casco mientras se dirige a la sala de estar. Me quedo con el casco en la mano. Sonrío y voy tras él.

—Eres un poco hostil, ¿sabes?

—Lo siento—se encoge de hombros—. Tengo un lado suave. Sólo que no lo uso muy seguido.

Leeseo entra en la habitación con nerviosismo.

—¿Mamá?

Con su lado suave o no, puedo ver lo mucho que ama a su cachorra por la forma en que él la mira. Está tratando de mantener un rostro severo, pero falla miserablemente.

—Estás en muchos problemas, señorita. ¡Te dije que bajaras esa arma! Ahora te besaré en público sin argumento a favor durante un mes.

Leeseo corre y arroja sus brazos alrededor de su cuello.

—Lo siento, mami

—Bebé, fue un accidente—dice Kimi, abrazándola con fuerza—. Y no es tu culpa que yo sea un cobarde cuando se trata de sangre—él se encuentra con mi mirada por encima del hombro de Leeseo y sonríe—. ¿Pero tenías que llamar a Yeonjun? Nunca voy a oir el final de esto—me río, él tiene razón en eso. Hace que Leeseo lo mire—. Te sientes demasiado culpable Ahora me doy cuenta que voy a tener que distraerte. ¿Quieres ir al cine?

—¿Puede venir BeomGyu? ¿Y Hyein y Yeonjun?—pregunta esperanzada

Kimi me mira esperando la respuesta.

—Claro—digo sonriendo—. Pero yo compro los boletos

—Está bien—admite él—. Pero yo compro las golosinas.

Maldita sea, me olvidé de eso. Él sonríe y se levanta.

—Me voy a cambiar de ropa—se va cojeando por el pasillo.

—¡Realmente no hay nada malo en lo que llevas ahora mismo!—digo, provocando que me enseñe su dedo medio.

Leeseo abre la boca y me mira.

—Tendría que deberme un dólar por eso.

Asiento con la cabeza. Sé exactamente lo que significa ese gesto en particular, y yo estaría dispuesto a ponerlo arriba de él. Niego con la cabeza para despejar mis pensamientos.

—Vamos a decirle a Hyein y a BeomGyu a dónde vamos

—¡Está bien!—sonríe—. Sigueme. Están en mi habitación—mira por encima del hombro mientras caminamos para asegurarse de que sigo allí.

—Aquí está—abre la puerta y me indica que entre.

Sonrío a lo que encuentro.

Mi dulce pequeña Hyein está de pie sobre una cama en forma de un barco pirata. Lleva un parche en el ojo y una espada de plástico. BeomGyu está de pie encima de mi en el nido de cuervos construido en una de las esquinas. Tiene un pañuelo sobre su cabello y me mira a través del telescopio.

—¡Ahoy matie!—grita.

—¿Qué están haciendo?—les pregunto.

—Los convertí en piratas—dice Leeseo y corre hacia su cama—. Muestrale lo que te enseñamos, Hyein.

Ella extiende la espada.

—Arrrrr—gruñe

Rápidamente la levanto haciéndola girar.

—¿Qué cosa dejaste que te hicieran estos chicos, princesa?

—Papi, soy un pirata no una princesa—ella rie y frotó mi nariz contra la suya.

—Pero eso es una gran idea, Yeonjun—dice Leeseo arrugando el rostro ante sus pensamientos—. Me pregunto si mamá nos podría conseguir armaduras. Podríamos ser caballeros. Necesitaríamos un dragón también.

—¡Mi tio ChangBin podría ser el dragón! Él es realmente grande en músculos—dice BeomGyu

Alguien despeja su garganta, causando que todos volteemos a la vez hacia a la puerta. Kimi está allí de pie con una mirada divertida en su rostro.

—Está bien, bribones, muevanse.

BeomGyu baja rápidamente la escalera y corre hacia él.

—Me alegro de que estés bien, Kimi.

Él sonrie.

—Gracias, alfita. ¿Su padre les dijo que todos vamos al cine?—los ojos de mi hijo se iluminan y niega con la cabeza. El omega me mira con un suspiro—. ¿Qué has estado haciendo aquí arriba, Choi?

—Me distrajeron—le respondo defendiéndome a mí mismo—. Nuestros alfas convirtieron a mi pequeña omega en un pirata.

Hyein sale en mi defensa

—¡Yo ho-hot!

—Ella estará bien—dice Kimi—. Crecí con una mayoría de alfas y mira lo bien que me resulto—empiezo a decir algo, pero él no me deja—. Vamos chicos, antes de que la boca de Yeonjun lo meta en problemas.

Mi traicionero hijo corre a sostener su mano mientras salen de la habitación. Leeseo me mira con simpatía

—Mi boca me mete en problemas todo el tiempo también.

—Está bien, Leeseo. Creo que es una cosa de alfas—le aseguro—. ¿Estás lista para ir?

—Sí, señor—sonríe y sale corriendo de la habitación. Sonrío y los sigo con Hyein.

Convenzo a Kimi para que me deje conducir argumentando que él no tiene un asiento para niños para llevar a Hyein. Al ser el caballero que soy, le abro la puerta a Kimi pero no entra.

—¿No te olvidas algo?—me pregunta

Tengo mi cartera y mis llaves. Finalmente me rindo y sacudo la cabeza. Los dos chicos están en el coche. Yo estoy todavía con Hyein en brazos.

—No que yo sepa—Kimi se inclina hacía Hyein y le quita el parche en el ojo que no me habia dado cuenta de que ella aún llevaba. Luego sonríe y sube al coche. Dejo escapar un suspiro y cierro la puerta.

—Me estás matando, Hyein.

—Lo siento, papi—sonríe. La coloco en su asiento para niños antes de entrar en el lado del conductor. Miró a Kimi—. Ni una palabra

—Arrrrr—responde él.

Me hace una mueca y arrancó el coche.

—Usted debería ser más agradable conmigo, secuestrador. Nunca se sabe cuándo va a necesitar mi ayuda otra vez

Eso lo enfada.

—Para su información, señor Choi, yo no necesitaba su ayuda hoy. Eventualmente me hubiera despertado, y fue sólo un pequeño clavo. Soy muy torpe, y he tratado con cosas mucho peores que esta pequeña herida superficial.

—Bueno, señor Yoo—hago una pausa—. ¿Es joven o señor?

—Señor—suelta un bufido—. Tengo a mi alfa encadenado en el sótano, para evitar que me marque.

Sonrío ante el sarcasmo. Supongo que fue una pregunta estúpida, ya que ciertamente no he visto una marca en su cuello, pero realmente no hemos hablado sobre esto antes.

—Bueno, joven Yoo, si yo no hubiera estado ahí para limpiar la sangre. ¿Quién puede decir que no te habrías desmayado de nuevo?

—Yo...—él deja escapar un sonido de frustración que suena muy parecido a un gruñido—. Muy bien. Pero eso no significa que voy a ser más amable contigo. Pareces el tipo de persona que ya tiene a mucha gente besándole el culo.

—Oh—dice Leeseo desde el asiento trasero. Kimi resopla y le da un dolar a cada uno de los niños—. Me gusta cuando tu papá viene—Leeseo le susurra en voz alta a BeomGyu—. Me hace juntar más dinero.

Me río a carcajadas de esto y Kimi está reprimiendo una sonrisa, El resto del camino al cine es relativamente pacífico. Los niños estuvieron charlando tranquilamente detrás de nosotros y Kimi fue tarareando al ritmo de la radio.

—¿Qué es lo que quieren ver chicos?—les pregunto cuando llegamos.

—¿Podemos ver la sirenita?—pregunta BeomGyu él y Leeseo.

—Si está bien con los omegas—respondo. Ambos se voltean hacía Kimi y Hyein.

Kimi mira a la multitud de gente entrando y saliendo del cine.

—Por mí está muy bien, con una condición—dice—. Aprovecharé uno de mis besos—Leeseo arruga la cara cuando le planta un sonoro beso en la mejilla. Cuando BeomGyu ríe, el omega se vuelve hacia él—. Creo que también necesitas uno—y lo besa a él después. A mí pequeño alfa no parece importarle tanto.

Hyein lo mira ofendida

—¿Y yo qué?

—Oh, lo siento mucho—se ríe Kimi, la levanta y la besa en la mejilla—. ¿Está mejor, señorita Hyein?

—Es tu turno—responde ella, sorprendiendo a Kimi con un beso.

Él sonrie suavemente antes de buscar a BeomGyu y Leeseo con la mirada.

—Ustedes, chicos, deberían prestar atención. Podrían aprender algo de esto.

Tan pronto como entramos pago por los boletos de cada uno, mientras que Kimi lleva a los niños a la dulceria.

Estoy bastante seguro de que los obligara a escoger más de lo que quieren sólo para que pueda gastar más que yo. Sé que no hay manera de que Hyein sea capaz de comer tantos nachos.

Ya que tenemos a los chicos y a Hyein sentados, Kimi está a punto de sentarse al lado de Leeseo, pero lo detengo.

—¿Qué estás haciendo?

—Tienes razón—responde él—. Sentarse es tan sobrevalorado

Le tomo la muñeca y lo llevo a la fila detrás de los niños.

—Tenemos que sentarnos aquí para que podamos cumplir con nuestro deber de padres y lanzar palomitas sobre ellos si se ponen a hacer escándalo

—¡¿Y no podemos hacer eso si nos sentamos al lado de ellos?!—él responde levantando una сеја.

—No es tan eficaz—le informo. Sonrío triunfalmente cuando él rueda los ojos y se sienta—. Sabía que me entenderías

Hyein se voltea.

—¿Kimi? Estoy llena—su pequeña boca está cubierta de queso.

Kimi toma los nachos y me los entrega antes de tomar una servilleta y limpiar la cara de Hyein. Yo podría haberlo hecho puesto que es mi hija, pero me gusta más ver a Kimi hacerlo. Le entrega a Hyein un vaso de plástico lleno de ositos de goma antes de volver a sentarse detrás.

—Voy a agarrar esos—él roba justo de mis manos los nachos.

—No es posible que te puedas comer todo eso.

No hay manera. Él es demasiado delgado y pequeño.

—Mírame—responde, empujando un totopo en su boca.

No sé cómo lo hace sin batirse de queso.

La película comienza y aparte de los codazos que él me da un par de veces por el robo de sus nachos, y yo nos llevamos bien.

BeomGyu tira palomitas hacia nosotros una vez. Al parecer, lo estábamos molestando. Se parece demasiado a mí para su propio bien.

Él y Leeseo divagan sin cesar sobre la película una vez que llegamos al auto. La boca de Hyein sigue ocupada con ositos de goma.

—Um, Choi, este no es el camino a mi casa—dice Kimi mientras mira por la ventana.

—Ya lo sé—respondo con calma—. Puesto que tú conseguiste superarme y comprar todos los bocadillos, creo que es justo que los lleve a cenar.

—No nos comprarás la cena—responde él

—¿Quién ha dicho algo sobre comprar la cena? La familia siempre se reúne una vez por semana. Ya he llamado a mamá y le dije que esperan a dos más.

Espero a la explosion.

Él no me defrauda.

—¡¿Qué?! No, Choi, tú me llevarás a casa ahora mismo.

—Lo siento, Mamá ya ha hecho los arreglos. No quisieras decepcionarla al no presentarte, ¿verdad?

Estoy amando esto.

Kimi gime dejándose caer en su asiento.

—Tú dijiste que era una reunión familiar. Leeseo y yo no somos familia

No estoy de acuerdo

—Eres el omega que secuestra a mis hijos. Por supuesto que eres de la familia. Hyein y BeomGyu ya han adoptado a Leeseo como su nueva hermana. Me temo que no tienes excusas, Kimi. Vamos a estar en casa de TaeHyun esta noche, así que YuangHe estará ahí. ¿Te acuerdas de TaeHyun, no?

Él gruñe de nuevo. Me está empezando a gustar ese sonido.

Cuando estacionó en el camino de entrada de TaeHyun, salto fuera y corro rodeando el auto para abrir la puerta de Kimi. Él no se mueve.

—Vamos—le ruego—. Te juro que vas a amarlos. Sí quieres, yo incluso te puedo sostener la mano

—¿De qué serviria eso?—él sonríe y baja del coche.

—¡¿Entrarán tus niños o qué?!—el idiota de mi hermano menor grita desde la puerta.

—¡Tío ChangBin!

BeomGyu corre justo hacía sus brazos.

Tomo a Hyein y les indico a Kimi y a Leeseo que me sigan.

—ChangBin, permitame presentarte como se debe a Kimi y Leeseo Yoo.

—Amiga, ¿Leeseo?—sonríe.

—Es una derivación femenina de Leonardo el de las Tortugas Ninja.

Cuando Leeseo explica, Changbin extiende la mano para que choquen las cinco.

—Genial—entonces, él se centra en Kimi—. Escucha, Kimi, a mi omega y a mí nos vendría bien un tiempo para nosotros solos. ¿Crees que podrías secuestrar a mi hijo por una noche?

Kimi me mira.

—Pensé que habías dicho que era encantador

ChangBin se ríe.

—Me gusta—agarra a BeomGyu bajo un brazo y a Leeseo bajo el otro—. Vamos, cachorros. Quiero derrotarlos en algunos videojuegos.

—Él simplemente tomó a mi bebé—dice Kimi asombrado.

—Aquí—le paso a Hyein—. Ten uno de los míos.

Cuando sonríe, pongo mi mano en su espalda baja para guiarlo al interior.

—¡Ahí están!—mamá llega enseguida—. Tú debes ser Kimi. Por favor llámame Joy. Acabo de conocer a Leeseo y ya la amo—ella deja un beso en la mejilla de Kimi y luego en la de Hyein—. Tengo que volver a la cocina—me aclaro la garganta antes de que pueda escapar—. ¡Oh, Yeonjun querido!—me besa la mejilla y sigue su camino.

—Soy claramente el favorito—digo cuando atrapo a Kimi mirándome.

TaeHyun escoge ese momento para aparecer.

—Ahora los dos sabemos que no es verdad. Hola de nuevo, Kimi. ¿Cómo va la casa del árbol?

Yo me río y el omega por supuesto me mira.

—Leeseo y yo empezamos a trabajar en ella hoy, pero hemos tenido un par de distracciones.

—Si un clavo en el muslo es bastante distracción—responde mi hermano con calma.

—Lo es—contesta Kimi con dulzura—. Y si tú y tu hablador hermano vienen de nuevo, yo estaria más que feliz de mostrarles que tan distractor que puede ser—toma a Hyein y caminan hacia el interior.

—Él amenazó con pegarme un tiro en mi propia casa—se ríe TaeHyun, pero luego su rostro se pone serio—. No creo que él lo haga realmente, ¿verdad?

Es mi turno de reír. Le doy una palmadita en la espalda sin contestar antes de ir a reunirme con los demás. 

ChangBin y los chicos se divierten con un poco de Wii Mario Kart, él trata de cubrir los ojos de Leeseo para que no gane y la cachorra lo encuentra gracioso. KyungSoo mi padre está sentado con  JeongLi y Hyein en su regazo interpretando perfectamente su papel del abuelo orgulloso. 

Los omegas están sospechosamente desaparecidos. 

—¿Papá? ¿Dónde está Kimi?

Sé que es una tontería estar preocupado, pero los omegas de esta familia están locos,

—Yuriko lo llevó a conocer a YuangHe—responde distraídamente sin ni siquiera levantar la vista de los más pequeños—. Él dijo que había algunas cosas que discutir.

TaeHyun está un paso por delante de mi de modo que prácticamente corre por el pasillo hasta el dormitorio principal. Abre la puerta y somos recibidos por sus risas.

—Ninguno de los dos podía sentarse por una semana—Yuriko está diciendo.

Me aclaro la garganta, pero cuando nos ven allí de pie, sólo se rien más fuerte.

—Yeonjun—YuangHe sonríe graciosamente. Él fue confinado a su cama y aun así insiste en vestirse a la moda—. Estábamos aquí contándole a Kimi algunas historias acerca de sus propias lesiones en la construcción. Parecía justo.

—Maldita sea—murmura TaeHyun. Luego pone su sonrisa más encantadora—. YuangHe, bebé. ¿Por qué no me dejas ayudarte a bajar al comedor?—de algún modo lo levanta con facilidad y se apresura a salir de la habitación.

Le ofrezco mis brazos a los otros dos.

—¿Omegas?

—Así que tuviste que sacarte un clavo del culo—dice Kimi mientras caminamos hacia el comedor.

No hay forma de que le permita restregarme esto.

—Sí. Tengo la cicatriz para demostrarlo. ¿Quieres ver?

—Por lo general conozco a un alfa por lo menos una semana antes de que se baje los pantalones—responde él.

—Así es como los alfas Choi son—interviene Yuriko—. ChangBin los dejó caer en la primera noche, y de acuerdo con YuangHe, TaeHyun los dejó caer en la primera hora. Tendrás que preguntarle a Joy acerca de KyungSoo. Le gusta contar la historia ella misma.

—Gracias, Yuriko—digo con firmeza. Tengo la suerte de echar un vistazo a Kimi y verlo mordiéndose el labio inferior en un intento de evitar reír—. En realidad nosotros no somos los prostitutos que él nos está haciendo parecer.

Eso lo hace, la risa llega libremente después de eso.

La cena es un asunto interesante. Gracias a mi entrometida familia aprendo más sobre Kimi y Leeseo. Me parece especialmente divertido que su padre sea un jefe de la policía teniendo en cuenta que lo conocimos después de que secuestrara a mis hijos. Ellos rehúyen a las preguntas que son demasiado personales, así que no sé dónde está el padre de Leeseo, pero yo estoy seguro de que me lo dirá Kimi con el tiempo.

También se niega cortésmente a decirnos lo que hace para ganarse la vida. La mente de ChangBin va directo a los pensamientos maliciosos, lo que le vale una bofetada de Yuriko. Está decepcionado cuando Kimi asegura que no hace nada ilegal y que simplemente recién se habían mudado desde Tailandia.

Al final de la noche, ChangBin convence a Kimi para que Leeseo haga las pruebas de audición para entrar al equipo de fútbol infantil, y mamá lo ha invitado a los días de spa con los omegas una vez que YuangHe tenga al bebé.

Los niños están durmiendo en el asiento trasero mientras conduzco a la casa de Kimi.

—¿Necesitas ayuda para meterla?—le pregunto cuando nos detenemos frente a su casa.

—No—sonríe—. Soy un profesional en esto—él carga a Leeseo fuera del coche—. Me gusta hacerlo mientras todavia puedo. Crecen muy rápido—se exactamente lo que quiere decir.

Yo por lo menos abro la puerta principal para ellos, viendo que sus brazos están tan llenos.

—Buenas noches, Kimi.

Él asiente con la cabeza:

—Tú también, Yeonjun.

Después de cerrar la puerta, corro hacia el coche. Ha sido un día interesante. Yo no sé exactamente lo que esperaba, pero estoy contento de cómo son las cosas. Nada bajara mis ánimos.

—¿Papá?—BeomGyu pregunta atontado—. ¿Quién va a ser nuestra niñera?

Mierda

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