Cap 78: Varicela

Dos días después, el viernes vino y ahora el lobito se tuvo que levantar temprano para ir a su universidad en San Sebastián, y ahora sí pudo tener el valor de llevar al niño a la escuela. Por eso, decide levantar al niño temprano; lo levanta para llevarlo...

José: Pequeñín, mi amor, ahora irás a la escuela >:)

Sam: (ù_ú) Tan bien que estaba...

José: Venga, arriba, acabo que no has ido a la escuela, niño huevón jeje.

Sam: Y me dice huevón el que le da flojera hablar de la independencia, sobre cosas que quiero que hables y no haces, el que no es capaz de leer un libro completo...

José: ... Sí, sí, sí. Tienes que ir porque no quiero quedes como yo de retrasado. Me terminas todas las escuela y a buscar un trabajo decente. Anda, crío, y te doy un premio -mueve la colita feliz-.

Sam: Vale -c para de la cama y se va alistar-...

José: Jejeje este niño...

José María alista al niño para llevarlo a la escuela, hasta lo llegó a ver en el baño, porque capaz que hace desorden, y ahí es cuando le mira que le empiezan a salir unas ronchas...

José: Anda, tienes la cara llena de ronchas -le empieza a checar el cuerpo-. A volver a gastar el euro y el eusko que nos queda en el doctor (-_-).

Sam: Bueno... ¿Nos vamos a la escuela?

José: -suspirar- No, no, irás...

Sam: Jiji :)

José: PEROO... me vas a ayudar en la casa ¿vale?

Sam: Sí -lo abraza-.

José: Jeje -corresponde- no puedo creer que te pase esto... Mmm... a ver... -le hecha agua helada-

Sam: ¡Ayy...! >:(

José: ¿Te dolió?

Sam: Sí.

José: Ya veo... A lo mejor tienes varicela, si vas a la escuela así puedes contagiar a los demás niños y eso no es aceptable en las escuelas de niños.

Sam: o.

José: Mmm... Faltaré a universidad por hoy, diablos.

Sam: Perdón, papi.

José: No, no te preocupes, no es tu culpa. Son cosas que pasan... Sería mal padre al culparte y culpar a un niño es malo, porque son inocentes, aunque tú no tanto pero bue... -lo abraza-

Sam: Jiji te quiero.

José: Yo también :3. Venga, desayunemos y luego te vas a dormir un ratito, después te llevo al doctor cuando tenga tiempo.

Sam: ¿No que irías a faltar a la universidad?

José: No sé, no quiero faltar porque la quiero terminar rápido, pero tampoco quiero que tengas falta de atención por mi ausencia.

Sam: Mmm... Puedes irte y que me cuide Andrés.

José: Pero también lo que tienes en el cuerpo.

José María estaba indeciso, no sabía que qué hacer: faltar a la unidad o no. No quería faltar, porque quería acompletar sus sueños, pero estaba el niño que hasta lástima le daba con tanta enfermedad... La pensó dos veces y sí, decidió faltar, y solo llevaría al Cristóbal a la escuela.

José: AMOOR, LEVÁNTATE, SE TE HACE TARDE :D

Cristóbal: Mmm~ ya voy...

José: Anda, date prisa.

Cristóbal: Voy...

Cristóbal se alista para ir, mientras que el José María le alistó todo: la ropa y la comida. Una vez alistandolo, llega el bus de la escuela, se va a la escuela y quedaron solos como padre e hijo.

Una vez sin Cristóbal, José María lo lleva a las Similares, donde estaba el doctor Simi, y ahí es donde el doctor oso, quien también trabajaba ahí, lo checa y le da por resultado que tenía varicela. Debido a eso, le recomendó que se quedara en casa dos semanas, pero también le recomendó una medicina para el dolor.

José María estaba aterrando, pues el chico faltó mucho a la primaria ¿y otra vez faltar?; le pareció una broma. No tuvo remedio, así que lo aceptó un poco, intentando hacer lo posible para ayudar al chico.

José: ¡No puede ser que tendrás que estar en casa sin ir a la escuela! ¿Afectará tu futuro?

Sam: Bueno, al menos no tendré que soportar sueño durante las clases :)

José: Porque te acuestas tarde... Pero me ayudarás en la casa y me vas a hacer tarea.

Sam: Bueno :)

Cristóbal: Listo, amor...

Cristóbal desayuna y se dispone a ir a la escuela, estando solos el padre y el hijo solos en casa y con muchos quehaceres, aunque el guapo no estaba seguro de que este le ayudara en la casa debido a la varicela; sin embargo, de lo que sí estaba seguro, era que iría a hacer tarea.

Entonces se tuvo que faltar a la universidad, todo por el niño, llamó la universidad diciendo que no podría ir por un asunto de familia. Así fue como el lobito lindo se quedó en casa, pero no era culpa del niño; sabía que eran cosas que pasan y que no era culpa del niño. Si lo culpaba, sería mal papi y eso no se hace, ni por Dios. La culpa era de la enfermedades. En fin, aún así estuvo feliz, más a gusto, y no le importó que tan duro fuera: él haría todo por un hijo y eso hizo el lobito valiente.

José: Vale, me quedaré en casa por este niño -lo abraza y mueve la colita feliz-.

Sam: Qué mal que no vayas a la universidad :(

José: No importa, ni es tu culpa. Son cosas que pasan, pero así podría estar con este niño todo una semana entera.

José María y el chico, aprovechando la soledad, se pusieron a tratar la varicela. Aún no comenzó el efecto, por lo que se pusieron a estar haciendo lo que quiera, pero antes el lobito lindo se puso a avisar que faltaría a la universidad. El chico estaba viendo la tele, mirándose las cosas más tentosas en los brazos y se dispuso a reventarlas, a lo que el lobito le dijo que no hiciera eso.

José: Déjate ahí, mi rey. Te van a quedar las marcas.

Sam: -se acuesta en el lobito lindo- Bueno... ¿A ti cuando te dio la varicela?

José: No me acuerdo jeje -le pone la mano derecha en su cabeza-. Bueno, no iré por mucho tiempo a la universidad, ya veré si me mandan lo que tengo qué hacer.

Sam: ¿Qué harás cuando salgas de la universidad?

José: Trabajar.

Sam: ¿Qué trabajo o qué quieres ser?

José: No sé, aún no decido jeje.

Sam: Podrías ser psicólogo.

José: Mmm... Sí, a lo mejor porque estoy para ayudar a los demás.

Sam: O podrías trabajar al Teletón.

José: No sé qué es, pero bue...

Sam: Jiji como te quiero, papá.

José: Jeje y yo a ti.

Sam: ¿Por qué eres furro?

José: Ammm... Es que me han hecho un hechizo y quedé condenado estar así -le decía fantasiosa mente-.

Sam: o.

José: Sí.

Sam: Nah, ha de ser por la evolución a lo mejor.

José: Ammm... Sí 😊.

Sam: Hay que hacer algo entre tú y yo :3

José: Vale ¿cómo qué?

Sam: Salgamos afuera.

José: No, tienes varicela y salir al sol hace daño. Tú tienes que estar en casa.

El chico, con faltar a la escuela dos semanas, se puso feliz, pensando así podría dormir y hacer todo lo que quiera; sin embargo, estaba muy equivocado, no solo por hacer las tareas de la casa y las de la escuela, sino también por la varicela, el cual le había tocado de forma leve, que significa que la pasaría sus vacaciones en casa de un modo infernal, aunque estaba su papi para tener ayuda.

Estando con Cristóbal, este sí fue a la escuela, ahí estuvo en esa escuela pacífica con su nuevo amigo en la hora del primer receso.

Cristóbal: Le dije a mi cuidador que algún te irá a conocer y él aceptó.

Manuel: Oh, qué bien, amigo -mueve la colita feliz-.

Cristóbal: Tengo pensado que lo conozcas al llegar a mi casa.

Manuel: Me parece bien ¿cuándo?

Cristóbal: Si quieres, podemos ir hoy, después de la escuela.

Manuel: Bueno...

La hora de salir de la escuela llegó, Cristóbal se encontraba caminando por la calle junto con Manuel hasta llegar a la casa de José María, quien estaba haciendo la comida y estaba con sueño.

José: Hola, Cristóbal, ¿cómo te ha ido en la escuela?

Cristóbal: Bien, mira aquí te presento a mi nuevo amigo.

Manuel: Kaixo :D

José: Kaixo :)

Manuel: -mira al niño- Vaya, un niño humano. Hola :)

Sam: ...

Manuel: Mmm... El niño debe de ser tímido.

José: No, no es tan tímido. Saluda, Sam.

Sam: Eh... -se tira al suelo como si fuera un pony de juguete y hagamos zoom de meme viéndolo tirado en el suelo- hola...

José: Ay, crío, levantate. Tenemos visitas.

Manuel: Jeje no importa.

José: Pasa, estás en tu casa.

Manuel: Eskerrik asko.

Manuel fue muy bien recibido en casa, el cual pasaría a ser parte de los celos de José, es decir, después el lobito lindo sería muy celoso con Manuel. El lobito lindo es muy celoso, así que ya sabéis... Sin embargo, se la pasó muy bien con él, no hubo ningún problema. Llega la tarde, entonces Manuel tuvo que irse a su casa, se despide y se va.

Estando en casa, la pareja de lobos estuvo disfrutando de su amor en la sala dándose besos y tocaditas como siempre, en eso viene el niño que ya empezó a sentir comezón.

Sam: Pa, me pica.

José: Oh, entonces a la tina.

Cristóbal: ¿Qué tiene?

José: Le pegó la varicela al niño.

El lobito lindo va hacia la tina junto al chico, llena la tina con agua tibia y mete al niño dentro, siendo un alivio para él. Asimismo, José María también se quita la ropa para hacerle compañía (aunque no fuera necesario) metiéndose a la tina.

José: Jeje está bien -mueve la colita feliz-.

Sam: Eres muy lindo papi.

José: Lo sé -seguía moviendo la colita feliz-.

Sam: Ahora me siento bien.

José: Me alegro.

En media hora después, salieron del baño y se fueron a cambiar, pero aún así el dolor no se iría. El lobito lindo se puso la camisa azul el shorts negro y el chico la pijama de rayas, ya que al cabo que no irían a salir, pasando a estar en la sala otra vez con Cristóbal quien se recarga en el hombro de José. Unos 7 minutos más, José María estuvo acostado y el niño encima, y el chico le empieza a jalar las mejillas de la boca de cariño.

Sam: Qué Lobito tan lindo :3

José: Jiji gashias -decía por tener la boca jalada-, tú también (^^).

Cristóbal: -miraba y empieza a sentir celos ahora él- Amor, ¿dónde está el suéter?

José: Mmm... -quita las manos del niño de su boca- ¿Para...?

Cristóbal: Pues para lavarlo.

José: Ah, está en la lavadora, la estoy lavando.

Cristóbal: Vale...

José: ¿No quieres acostarte conmigo, Cris? :)

Cristóbal: No, estoy bien.

Llega la noche y ahora ambos lobos estaban sentados en la sala viendo una película, mientras que el chico estaba en su cuarto con el puto dolor del virus (si es que así se le puede llamar) con la tablet y, para no pensar en dolor, se pone a ver la tablet un rato. Se puso a escuchar música, como siempre.

Por otro lado, estaba José María coqueteando amorosamente con Cristóbal, andaban de románticos, mientras que se daban besos siendo el lobito lindo el suke del lobo feo. Estuvieron acostados en la sala, Cristóbal sobre José María y el primer protagonista llegó a quitarle el pantalón revelando su pene de 14 cm y un vientre lindo. Cristóbal le daba muchos besitos, y José María estaba en el plan de sentir placer, aunque se escucha al chico cantar como loco una canción.

José: SAM, BÁJALE AL "VOLUMEN".

Sam: ¡¡ES COMO NO HACER NADA, FALTA FUEGO LA MIRADA!! 🎶

Cristóbal: Déjalo, sigamos sin importar nada, amor mío. Te amo.

José: Yo también te amo, hijo de mi vida.

Sam: ¡¡FALTA DAR EL ALMA EN CADA BESOOO!! Y SENTIR QUE PUEDES ALCANZAR EL CIELOO!! >:O 🎶

José: 🙄😒

Unos minutos después, terminan su hora de darse amor, así que José María va al cuarto del chico y lo agarra nalgadas pese a que le entró un dolor porque lo quería también.

José: -lo abraza y lo mese- Lo siento, Sam, pero es que tú no cantas, gritas.

Sam: Ok...? Pero aún así te quiero.

José: Yo también. Luego iremos a cenar -mueve la colita feliz-.

José María, al ser las 7:35 de la noche, se pone a pedir de cenar, pidió pizza hut. La pizza tardó mucho en venir, había llegado a las 8:00 aunque esa la hora de la cena, aún así se pusieron a cenar. José María, teniendo la pizza en la estufa, estaba tomando un trozo y en eso viene el feo, quien le da un brazo de cariño, llegándole a tocarle el pene otra vez y le empezaba a darle besitos delante del niño.

José: Ah~ el niño~

Cristóbal: ¿Qué tiene el niño? -seguía manoseando-

José: Ss... nos está viendo.

Cristóbal: Ah, vale -le deja de manosear-.

Sam: Como que el feo es bien lujurioso...

José: Ya, a comer.

Después de cenar, una hora más se van a acostar a la cama, pero luego viene que el chico no pudo mimir porque le empezó el infierno. Picaba por todos lados, era algo insoportable, por lo que gemía como un pequeño demonio; con ganas de morir. Tampoco el lobito lindo no pudo dormir, estado fastidiado por el chico, ni pudo pegar sueño toda la noche, pero también comprendía que era por la varicela. Al ser las 6 de la mañana, aún siendo de noche, el lobito lindo se levanta y prepara la tina con agua tibia, consolando al niño y lo abraza, para después ponerlo dentro de la tina.

No pudo dormir, aunque luego tenía la siesta. Entonces, para acostar al niño, lo pone en el sofá de la sala y cubre dándole un besito en la frente como todo Lobito lindo. Después de todo, José María estuvo en pie, estando de lado de Cristóbal desayunando y hablando un poco con mucho amor.

Cristóbal: Amor ¿te parece si tenemos otro día juntos solos?

José: No lo sé, mejor otro día porque está el niño enfermo, pobrecito.

Cristóbal: Entiendo. Qué mal.

José: -le da un besito en la mejilla- También te quiero como al niño, la verdad os quiero mucho (^^) -lo abraza-. Me alegro de haberte conocido, con "ustedes" pude aprender cosas.

Cristóbal: Yo te amo mucho más.

Un tiempo más, llega la hora en que el chico tuvo que meterse a bañar con agua tibia, y en eso el lobito decidió hacer todo lo posibilidad para acabar con ese virus de una buena vez.

Sam: Lobo ¿qué se siente que te quiera un Asperger?

José: Jiji normal. De hecho, es lo mejor que me haya pasado, aunque también sean pesaditos, pero ahora entiendo que es por el síndrome. Vosotros dos sois unas linduras, eso no lo niego.

Sam: o.

José: Bueno, ya está -lo saca de la tina-.

Josema lo lleva al cuarto y le pone una camisa negra manga larga y un pantalón. Después de eso, se dispuso a hacer algo para rematar el virus de la varicela, acudiendo a internet y encontró lo que podía hacer para tratar el virus, que se lo podría aplicar cuando se iría a dar otro baño. Y listo, ya lo tenía planeado.

Pasó mucho tiempo, el infierno seguía y de ahí el lobito le aplica un baño con te de manzanilla, que consiste poner agua en una cubeta, añadir el té y bañarlo con eso. Esto se lo aplicó todos los días hasta que acabara la mentada semana de la varicela. Finalmente, el niño se había recuperado, después de mucho; una alegría para el José María ya que iría a volver a la escuela.

Sam: (7_7)

José: Jejeje eeeh, vas a volver a la escuela >:D

Cristóbal: Jeje eso es bueno.

José: No te preocupes, mi novio te hará compañía.

Sam: Ya qué...

*Despedida del estilo Shin Chan*

Hasta aquí el capítulo, hadas. Bye perdedores.

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