Cap 44: La venganza del Alejo
Al regresar a España, después de un aburrido viaje, aún la gente andaba toda pendeja por la desaparición de las banderas. Cuando llega a casa José se pone a tomar una siesta, mientras que su hijito decide ponerse a escuchar música a lo loco como siempre y había hecho otro miadero en el baño.
Cristóbal se le dio el permiso de poderse quedar en casa de José, siempre y cuando no hiciera nada malo, cosa que así quiso prometer. María estaba soñando que estaba en el baño del Dolphy, donde ahí la escena de aquel trágico día había iniciado, con que el Alejo le descubrió el pene, lo acaricio, aparece tirado sin mostrar el motivo de por qué y había aparecido recargado en la puerta de la entrada, en donde comenzó a llorar de dolor, cuando se había aparecido el demonio de Alejo con aspecto infernal y terrorífico. Pero resultó que todo había sido un sueño...
Cuando despertó, Cristóbal ya estaba a su lado viéndolo, pues le llamó muchísimo la atención al escucharlo llorar, cuyos lloros se escuchaban desde la sala.
Cristóbal: ¿Por qué lloras? ¿Estás bien?
José: Claro, solo ha sido una pesadilla.
Cristóbal: Menos mal -se acuesta con él-. ¿Sabes cuál es el mayor sueño de mi vida?
José: ¿Cuál?
Cristóbal: Mi sueño es casarme contigo.
José: Oh jajaja. ¿Enserio? ¿Eso quieres?
Cristóbal: Sí, eso quiero.
José: Vale ¿y cuándo te piensas casar conmigo?
Cristóbal: El día de Navidad.
José: Suena bien.
Tiempo más tarde, José y Cristóbal deciden salir a dar un paseo mientras que el chico se queda en casa viendo otra vez el mismo programa, ahora sí sin que nadie lo pueda detener. Estos salieron a bañarse en el mar Cantábrico trayendo consigo sus bañadores, pese a que no era tiempo para andarse bañando a estas fechas. Estos se fueron a bañar, comenzando a jugar, y a besarse con el amor que se tenían. Pero sin saber que otra creatura, pero ya no es la Llorona o la Segua, sino que esta vez era el terrible espíritu del Alejo quien, desde el infierno, vino a la tierra para vengar su muerte, siendo una clase de ser sexual. Nombre, siendo un ser infernal, daría un chingo de miedo... Su aspecto era diabólico, su ropa esta toda quemada y sobre la cabeza tendría unos cuernos perturbadores. Pues debido a sus pecados, Alejo fue atormentado en el infierno junto con el demonio abusando de él. Al parecer el señor José se había convertido en su objetivo de venganza, más por lo que le hizo en vida. En ese momento, se acuerda que había quedado con Laura de que ella se iría a dormir con él, por mientras que el padre de esta estuviera fuera.
La hora de irse había llegado, cada quien se va a su casa y el Alejo sigue a José María estando en su casa. Al llegar a casa, José lo encuentra viendo el programa de Silvia Pinal otra vez, por lo que le apaga la tele y lo mete a bañar con él.
José: Te he dicho 6 veces que no quiero que mires esos programas, crío. No haces caso.
Sam: Okey, papá.
José: Venga, al baño.
Sam: ¿Quién es el lobito más lindo y guapo del mundo? :3
José: No lo sé, ¿quién?
Sam: Tú.
José: Y tú eres el niño más bello del mundo (^^). Me acuerdo del día en que te conocí; cuando te ví me diste ternura, tanto que quise abrazarte. Ahora que ya te tengo lo haré siempre, mi niño -lo acaricia-.
Al estar en el baño...
José: -furia activada- ¡Te he dicho como 20 veces y no haces caso tampoco!
Sam: Perdón, papá.
José: Parece que tienes remedio. Estos rebeldes sin causa...
Al ser de noche, el reino de horror había comenzado. Estos ya habían salido del baño y recién cambiados, con sus pijamas puestas, y a los 10 minutos se ponen a cenar.
Tiempo después la mentada Laura había llegado quien venía con sus cosas para quedarse 2 semanas porque su padre no podría estar para él, ella no sabía cocinar, y era algo dependiente (aunque no se mostró al principio).
Laura: Holis.
José: Hola ¿qué tal, guapa?
Laura: Muy bien, guapo.
Sam: 7-7
José: -mira al chico- Jejeje hola, celostín, ¿terminaste de cenar?
Sam: Sí 7-7
José: Venga, no te pongas celoso, si nunca dejaré de quererte -lo abraza y lo acaricia-.
Terminando de cenar, se ponen a ver una serie juntos, estando abrazados del uno al otro; la serie se llama "Phineas y Ferb". Se acaba la serie y proceden a irse a dormir juntos, como padre e hijo, se acuestan y se disponen a cerrar el ojo. De ahí, todo se supo muy silencioso, y el chico aún seguía despierto ya que es imperactivo, quien se ponía escuchar con atención el silencio de la noche, temiendose al escuchar que algo se había caído en la cocina, por lo que se abraza de José María quien ya estaba dormido. Pero luego pensó que a lo mejor era el Shade que estaba despierto o el Carlitos que andaba haciendo de las suyas. Poco a poco, José María fue despertando debido al ruido, quien se pone a revisar lo que se había caído en la cocina. Al llegar a la cocina, se encontró solamente con un vaso de copa que tenía y que estaba hecho pedazos, lo recoge y se disponen a dormir, cuando escucha que la regadera o la bañera del baño se había prendido, saliendo agua de ahí.
Va al baño y cierra la perilla, pero después se comenzó a apagar la luz por sí sola, dejando a toda la casa en la completa oscuridad. Como pudo, fue al cuarto donde toma su celular chidori, y prende la luz del celular. Se va a afuera a checar su corriente eléctrica. Sale de casa, revisando los botones, mirando que estaba abierta la cosa esa, por lo que pensó que lo pudo haber hecho un bromista. No obstante, este mira que las luces no prendían, los volvió a encender y nada. Bueno, pensó en llamar al electricista al ser de día para que volvieran a tener luz, y de repente escuchar gritar al chico, entonces el lobito valiente va para allá con la luz del celular prendido.
José: ¿Qué pasa? ¿Estáis bien?
Laura: -abraza fuertemente a José- Había un conejo diabólico.
José: ¿Dónde?
Sam: ¡¡Al frente!!
José: -alumbra para el frente- Si no hay nada -lo abraza y le acaricia la espalda-. Shhh, tranquilos, no pasará nada. A mimir (^^).
En ese preciso instante, alguien toca a la ventana del cuarto, como si alguien estuviera desesperado por entrar, José alumbraba la ventana y mira al algo que lo dejaría asustado: un conejo con cuernos, que estaba esquelético, sus ojos estaban colgando de sus cuencas y tiene unos colmillos largos y averiados. Se quedó asustado, tanto que abraza fuertemente al chico y a Laura, quien sin querer le da un agarrón. Aunque sí se volvió a dejar agarrar debido al temor de la situación. En 7 minutos más, comenzó a llover y 2 minutos después, con la noche tan avanzada, un olor fétido a azufre se comenzó a hacerse presente, tanto que daban ganas de vomitar, a la vez que sentía un helado muy frío recorriendo todo su cuerpo.
José: Dios mío, ¿qué es esto?
Sam: José ¿fuiste tú otra vez?
José: Eh, yo no he sido.
Después de una hora la luces se prenden, aún con la lluvia a todo lo que daba, y entonces procede darles un vaso con agua para el susto. Les sirve en un solo vaso, se lo atrae y ellos toman del mismo vaso. Posteriormente, José acuesta los dos en la misma cama, estando por separado y dejar que el lobito valiente se acostara en el medio. El lobo tira el vaso y con otro se dispone a tomar agua. Luego siente a alguien detrás de él, así como siente aquel olor asqueroso, y siente como una mano es delizada hasta tocarle el pene, cuya mano le empezaba a aprestarsela. Enseguida, se acordó del fatídico día que tuvo con el Alejo, y ya supo quién es el que hacía todo esto. Entonces voltea, dándose el susto de su vida al ver aquel rostro que había visto en la ventana: era el "Alejuan" (Alejo).
José: AAAAAAHHHHHHH, NOOOO. ALEJO, NOOO.
Alejo: MUERE, PERRA, MUERE.
José: Si yo no fui el culpable, yo soy incapaz de cometer esas cosas.
Alejo: -lo toma del cuello asfixiandolo- NO TE CREOOO.
José: -Con sus manos sosteniendo las manos de este- N-no… t-te… m-miento… Vale, puede que guarde rencor pero yo no haría algo así... Ugh...
Alejo le insertó un golpe en el estómago tan fuerte, que se quedó tirado en el suelo, estando de rodillas y con la cabeza en el suelo debido al dolor tan fuerte, vomitando el agua que se había tomado. Al ver eso, al Alejo le empezó a gustar, entonces desde el suelo le daba como unas 20 patadas en la misma zona, sacándole el aire y un poco de sangre. El chico logró ver lo que el Alejo le hacía, por lo que, así como José lo había hecho muchas veces con él, salió a defenderlo encimandose en el fantasma.
Sam: NOOOOO, DÉJALO, RATA INMUNDA, ANIMAL RASTREO, DESHECHO DE LA VIDA, ADEFESIO MAL HECHO.
José: Hijo no...
Sam: INFRAUMANO, ESPECTRO DEL INFIERNO, MALDITA SABANDIJA. ¡CUÁNTO DAÑO HAS HECHO!
José: Crío, hazme caso ...
Sam: RATA DE DOS PATAAAAAS, TE ESTOY HABLANDO A TI. PORQUE UN BICHO RASTRERO, AÚN SIENDO EL MÁS MALDITO, COMPARADO CONTIGO, SE QUEDA MUY CHIQUITO.
Alejo: ...
Sam: MALDITA SANGUIJUELA, MALDITA CUCARACHA, QUE INFECTAS DONDE PICAS. QUE HIERES Y QUE MATAS.
Alejo: -desaparecer-
Siendo sinceros, para ahuyentar a cualquier fantasma, consiste en insultar. Bien, el Alejo había desaparecido, dejando a todos en paz. Al día siguiente, todo mundo estaba desvelado y Laura se había metido a bañar, mientras que José María seguía con el dolor de estómago en la cama.
Sam: -lo abraza- Ya no estés triste .w.
José: Jejeje no estoy triste, solo es dolor de estómago -corresponde-. Ven aquí, mi niño valiente, eso fue muy valiente de tu parte. Muchas gracias.
Sam: Haría lo que fuera por mi papi querido -le acaricia la panza-.
José: Jejeje saliste igual que tu padre de valiente.
Sam: Vete a cagar al baño.
José: ¿Eh? Vale.
Sam: Te quiero.
José: Yo también.
Tres días después, José se pudo recuperar estando mejor otra vez. Y ese mismo día se fue a pasear con Cristóbal por la ciudad, nuevamente. Ellos estaban contentos, agarrados de las manos, para luego estar en aquel campo por donde estaba la Xana (Lamiak), gozando del lugar mientras se besan (👨❤💋👨).
Cristóbal: Como te amo; suerte que tengo un hermoso Lobito como pareja.
José: Lo mismo pienso, amor. A ver si tu padre nos da el permiso para casarnos.
Cristóbal: Espero que sí.
José le inserta otro beso en el hocico, cuando en eso se aparece la Moura, peinándose su larga cabellera rubia y estando desnuda frente a ellos.
José: Anda, la Lamiak. Qué belleza.
Cristóbal: Ella se llama Mari.
José: ¿Le pusiste nombre?
Cristóbal: No, ella me lo dijo.
José: Mmmm... Vale.
Se quedan en el campo platicando un rato junto a Mari y llega la hora de irse; como si fuera un perro fiel, la Lamiak los acompañó, estado vestida de campesina y con los pies de pato. Esta le agarró la colita a José María, así como si estuviera paseando a un perro. Parecía pendeja.
Ella nunca soltó a José, que de hecho lo fue a seguir hasta meterse su casa con él, aunque esta sería su wespet temporal, ya que había muchos habitando en su casa. Parecía hotel jaja.
José: Ah, por cierto, te he traído de Nicaragua, espero que te guste -le da el regalo-.
Cristóbal: -Lo recibe mirando era un balero de juguete- Oh... Me gusta.
José: ¿Enserio?
Cristóbal: Sí. ¿Me amas aún?
José: Te amaré siempre, mi perrito putito uwu. -lo besa en los labios profundamente-
Hasta aquí el capítulo, furros lindos. Nos vemos.
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