Al ser martes, completamente feliz, comienza la misma rutina de siempre: levanta al niño para llevarlo a la escuela, lo deja y, esta vez, se dirige a su antigua escuela para trabajar. Cómo ya estaba acostumbrado a no estar ahí, se sintió raro, más porque se sentía ya muy a gusto de no haber ido en la escuela para trabajar. Ese sentimiento de pesadez, oscuridad, suciedad y vulgar recorría todo su cuerpo. En fin, aún así, no dejó de estar contento de haber regresado, entrando en el mismo lugar de siempre: el aula por donde estaba Cristóbal, siendo vista por Danna Perrona, quien estaba jugando con su tan querido y caprichoso Spinner rosado de Hello Kitty con luces.

Danna: José, qué alegría volverte a ver -lo abraza con todo y tetas-.

José: -incomodo y muy sonrojado- Jejeje sí, yo también me alegro de volverla a ver.

Marcos: -entra al aula- Vaya, mirad a quién tenemos aquí, José.

José: Holis jiji.

Marcos: ¡Ya te extrañabamos!

José: Aw, sí, lo sé. Yo también os he extrañado mucho.

Marcos: Contadnos ¿qué has hecho mientras estabas despedido?

José: Enfocarme en la universidad y trabajar.

Samantha: ¿En qué has trabajado?

José: Ay -se rasca la nuca con su mano derecha-, me un poco de penita... Pues en trabajar en una heladería los sábados.

Samantha: Oh, suena bien.

José: De hecho, aún seguiré trabajando, ya que me la paso muy bien y además de que me encanta ese trabajo.

Marcos: ¿Entonces mucho trabajo, eh? Qué bien, campeón.

José: Jeje gracias.

Al ser la hora del receso, José se pone a gozar de su regreso a la escuela, saliendo al patio de la escuela, y encuentra a Cristóbal en la banca solo, encapuchado y serio como se suponía. Como ya sabía su “rol” de siempre, José se le acerca y se sienta junto con él.

José: ¿Otra vez solo, amor?

Cristóbal: Sí. ¿Qué tal tu día?

José: Maravilloso, hoy ando feliz porque regresé a esta escuela y fui muy bien recibido.

Cristóbal: Eso es bueno, porque ahora me sentiré más protegido. Extrañaba tu protección.

José: Jijiji y ahora estoy aquí para lo que necesites. Ahora necesito limpiar mi imagen.

Cristóbal: ¿Cómo?

José: ¿No te acuerdas del video que nos hicieron esos críos? Pues me hicieron tener mala imagen de mi fursona.

Cristóbal: Ya...

José: Esos me la pelan, tanta rabia que me provocan ese momento.

En ese mismo instante, llega Balam y sus colegas, quienes mira que José había regresado.

Balam: Vaya, vaya, ¿qué te tenemos aquí? Creo que al Lobito lindo le volvieron dar el cargo...

José: Pues está en lo correcto, mi amigo. Regresé, y que afortunado me siento por ello. ¿Creíais que no me veriais de nuevo? Lástima... Aún no se me olvida sobre lo que nos habéis hecho.

Daniel: Sí, eso fue genial y mono jejeje

Boris: ¿Lloraste, verdad? Yo digo que sí.

José: No, me dio rabia pero no me puse llorar.

Boris: No llores, venga, te daré un abrazo.

José: ¡No, quítate! 🐛

Balam: JAJAJA me haces reír.

José: Yo me voy yendo, con vuestro permiso.

José intentó irse; sin embargo, Boris se le pone en medio, entrometiendose en su paso.

José: Vale, yo no busco problemas. Por favor, dejadme pasar. Además ya volví a ser un accesor, ya trabajo aquí y soy adulto, así más resp.....

Boris: -le interrumpe golpeándole en el estómago como bala, con su mano izquierda, sacándole el aire- Eso a mí me vale.

José: -logra controlarse el dolor con la ira- Vale, eso ha dolido pero… ya me he enfrentado a mucho, sobre todo fantasmas. Eso ya me está valiendo gorro.

Balam: ¿Qué dicen, muchachos? ¿Lo molestamos a él?

Al día siguiente, cuando el mismo José, con morete en un ojo izquierdo, estaba paseando por la calle después de un largo tiempo en la universidad, siendo tarde, se aparece el zorro con Asperger el cual tuvo interés en José, ya que se veía lindo. Al sentir que alguien estaba siguiéndolo, José mira al zorro, y mira como este se le quedaba viendo.

José: Hola ¿qué tal?

Alex: Bien ¿y usted?

José: Bien, gracias.

Alex: ¿Cómo se llama?

José: José María.

Alex: Oh, lindo nombre, yo soy Álex.

José: Un gusto.

Álex: Usted es muy hermoso.

José: Ah… ¿Sí? Jejeje gracias.

Alex: ¿Qué hace?

José: Yendo para mi casa.

Alex: Yo también voy para mi casa.

José: Ah, qué bien.

Así fue como José conoce a este personaje, el cual era muy noble, le habló de él: es de Vigo, Galicia; sus padres murieron cuando tenía cuatro años, le duele el separatismo, le gusta el chocolate, es más o menos sociable, se sentía torpe, bruto, le gustaba todo lo que fuera lindo, le gustaba olfatear brazos (algo raro de él), era amigo del Samuel, le gusta la mitología griega y asiática, era algo infantil, un feto andante, era sarcástico y algo desmadroso (al igual que el chico, aunque un poco más calmado), le gusta mucho su país, es medio vanidoso, detesta lo mismo que el chico, es algo obsesivo, un poquito ignorante, le gusta el miedo, hace tonterías como los niños pequeños, le gusta la pizza al igual que el chico, le divierte ver a la gente que está loca pero en el buen sentido, no le gusta el brócoli, le gustan los Cheetos, le gusta ver cosas mexicanas, le gustan los lobos, le gusta dibujar, puede llegar a ser explosivo, le gusta conocer gente, al igual que el chico detesta todo tipo de maldad, a veces se isla porque tiene miedo que lo juzguen por como es, es muy sensible cuando le critican o en cualquier punto negativo y es muy alegre a su manera. Este era el mismo zorro que fue bulleado y defendido por Nube y el chico.

Y por ello, mientras lo fue conociendo, le empezó a incomodar. Se sentía raro con él, pero lo “entendía” porque tenía Asperger y se sabe que así son de raritos, y no tenía la culpa de haber nacido así ya que eso es de nacimiento e intentó comprenderlo. Entonces ser raro viene siendo normal, aunque esto nadie, incluyendolo, nadie lo cree... Más porque el zorro era muy noble y una buena fursona, no era como los demás que ahora son unos bichos venenosos: le compartía de sus cosas, le regalaba dibujos, siempre habla con él sobre él (aunque no es ególatra). Aunque no lo gustaba mucho el tono en la que iba: rareza. Luis también lo llegó a conocer, a quien también se le hizo raro, no le gustó mucho. Y hasta cuando estos llegaban a platicar a solas, hablaban del zorro y se burlaban de él o, más bien, siempre hablaban sobre cómo era el zorro, aumentandole un poco el ego al Luis.

Luis: Qué chico tan raro, me da pena ajena.

José: Sí, a mí también. Aunque a mí me incomoda, siempre está encima de mí y habla mucho, es como el Samuel pero el otro no es tan raro.

Para su mala suerte, el zorro les cachó, descubriendo que estaban hablando mal de él a sus espaldas. Esto puso triste al zorro, bajandole así el nivel de confianza que le tenía a José, debido a esto ya no volvió a acercarsele, ni le habló de sus cosas, a parte de que le bajó el autoestima. Entonces le fue a contar todo al chico.

Sam: Nah, así son ellos, no les hagas caso. Ellos no piensan y tienen lo mismo que nosotros. Aunque ojalá hubieran nacido con nuestra condición, así no juzgarían tanto; ellos no lo entienden ni son psicólogos.

Alex: ¿Por qué la gente es así? Tanto que confiaba en él.

Sam: Es más, cuando estén juntos les iré a juzgar y les haré sentir mal para que vean. Que me ayude Nube.

Alex: (^^).

Como lo había prometido, junto con Nube la pelos de elote, fueron a encararles todo lo que le habían hecho a Alex, para ver si con eso dejaran de ser tan estúpidos.

Sam: ¿Cómo se atreven a hablar mal de él? Tú, José, ya estás grande eres un adulto tienes 22 y vas para 23, ya compórtate como un adulto de verdad. El verdadero adulto o adolescente no anda hablando mal de nadie. Perro malo.

Nube: Osea critican a AndrewTiger, diciendo que sus libros son mierdas, que es hipócrita, egocéntrico, que no se qué, según ustedes es un perro que se cree perfecto, metiendo su libro "egocéntrico" y un libro se vea mal para ustedes ya lo miran mal. Por lo menos, José, tendrías que tener más de 1.77 para empezar a juzgar, a pero como eres todo lo contrario te crees un niño como para madurar. Ese el único defecto que tienes y ya juzgas, imbécil. Y tú, Luis, estás bien feo y la tienes chica.

José: 😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡 -furia activada… pero luego respira hondo-.

Luis: >:|:<

Nube: Jajaja se enojó el nahual y el gato feo que ni mira al Lirents. ¿Les dolió, verdad?

Sam: ¿No que no te importa sobre lo que digan de ti, perro? Quieren que uno cambie, pero eso no se pide ni se puede. Además tienen que entender que así es uno. También entiendan que todos somos raros y diferentes. Mínimo si quieren cambiar a alguien que les cae mal por una simple tontera o algo está “mal”, cambiense ustedes mismos ¿no? Hipócritas.

Luis: Pero si ni dijimos nada malo, no estamos criticandolo, solo estamos hablando sin llegar al prejuicio y sin crítica.

Nube: Pero si él los cachó haciéndolo, denigrando, y hablar o criticar sobre los defectos de la gente también es malo, eso está mal, gato feo. Además: él es buen zorro, hace lo que sea por los demás, también sabe compartir y es de bueno. Eso no se juzga, ya sea si tiene defectos en la personalidad, carácter o físico.

Sam: Este mundo está lleno de vanidosos, o diseversa. Critican a uno porque es flaco, gordo o por cualquier cosa, parece que quieren que todo mundo sea sexy ¿o qué? Critican a una persona porque hizo, desean que uno cambie su mal, pero luego resulta que andan criticando a una persona es buena y positiva en todo, tachandola como egocéntrica. ¿Entonces cómo quiere que sea uno?

Nube: Ni aunque estuvieran tan jodidos no dejan de lado el hecho de juzgar. Parecen viejas.

Sam: Luego no aguantan cuando se los chingan a ustedes. El José cuando se enoja en un server, cuando está enojado abandona tal lugar porque le dicen de cosas, más si es un simple juego lo hacen.

Nube: Tocando nuevamente al perro malo, este wey anda todo traumado, con eso de que no crece, junto con una mala autoestima, pero luego anda criticando a alguien que sufre y anda "el que tengan problemas no justifica esto o que el otro".

Sam: Parecen estúpidos. Encima no entienden lo que uno les explica, les dicen esto y no quieren creer. Encima son muy intolerantes, impacientes o desesperado. Si vuelven a hacer eso otra vez, la irán a pagar. Qué tristeza da la gente como ustedes.

José: Pero si vosotros también estáis haciendo lo mismo.

Sam: Sí, pero estamos defendiendo al zorro de sus pendejadas.

Nube: Bien lo dice la Biblia, si juzgamos de la misma manera seremos juzgados.

Nube: A los que critican siempre, se les tiene que dejar la boca como la tiene Kuchisake-onna.

Sam: No, eso no. Mejor amarrarles las manos y la boca, quitándoles así el derecho hablar por un año, así escucharían y comprenderían mejor a los demás.

Nube: No, ya sé -dijo esta mientras le avienta un jarrón a Luis en toda su cara-. Tengo una mejor idea. Hágamosles un reto, el cual dura 21 días.

Sam: Vale. ¿Cómo cuál?

Nube: Como este -le muestra en su celular un video donde venía el reto-.

Todo mundo se pone a ver el video completo. Después de ver ese video, se decidió, a huevo, que iría a hacerse el reto, a modo castigo para Luis y José. Esto pareció divertido, algo simple, entonces José procede a hacerlo, puesto a que le pareció divertido. Así fue como terminó de hacer el reto: poner caritas felices cada día en una tabla de madera (al comenzar el día) y clavar clavitos cuando tenía ganas de quejarse, criticar y hablar mal de alguien. Precisamente consistía, objetivamente, en no quejarse, abstenerse al querer hablar mal de los demás, no juzgar, con guardarse todos esos sentimientos negativos, y desatarlos con la tabla al clavar clavitos. Y el mensaje queda marcado en la tabla. El Luis no lo hizo por su ego, diciendo que no lo necesitaría hacer, ya que “no lo volvería a hacer”. Después de 21 días, José sintió el cambio, que le sirvió mucho.

Mientras tanto, con Cristóbal, este estaba aún pensado en lo que podría hacer con José, a nunca dejaría de lado porque lo amaba. Seguían con el pensamiento de casarse con él.

Cristóbal: Me siento libre estando con José, tanto como para estar en patrimonio.

Alexis: ¿Enserio piensas casarte con él? Serían una tierna pareja.

Cristóbal: Sí, es lo que más deseo en el mundo, estar con él para siempre e inclusive estar juntos en la tumba. Es lo que quiero.

Alexis: ¿Enserio?

Cristóbal: Sí.

Alexis: Me parece bien. Si es lo que quieres, que así sea. Solo búscalo.

Cristóbal: Eso haré.

Ahora con José, este estaba caminando por la calle un viernes, hasta que mira a Alex. Cuando lo mira, se le acerca para disculparse.

José: Oh, eres tú. ¿Cómo estás?

Alex: Bien, hoy no quiero hablar...

José: Oye disculpa haberte dicho esas cosas de ti. No sabía que te dolieron tanto; no te culpo, ya que yo también me enfado si dicen cosas de mí y sé que no es nada bonito. Soy un hipócrita. Lo lamento.

Alex: Okey, está bien. Lo perdono, señor.

José: Jeje -lo abraza fuerte y cariñosamente-.

Álex: -le toca el pene- Me agrada, señor lobo. ¿Gusta ser mi amigo?

José: Oh... Emm... C-claro, jeje, m-me encantaría (^///^) -le acaricia la espalda-. Eres tan noble :3

Alex: Te quiero, amigo.

José: Y yo... (^^)

Hasta aquí el capítulo furros lindos. Nos vemos.