•Uno

Álgebra.

¿Que se supone que es eso?
¿Una manera de tortura indirecta a los estudiantes?
¿Una estúpida asignatura que no te servirá en tu vida?

Si, Álgebra era muchas cosas, pero jamás algo bueno, sino todo lo contrario. Era detestable.

Me encontraba en los asientos traseros del salón de clases, mirando hacia el reloj de pared, esperando con ancias que las manecillas del reloj marcarán las doce en punto. Pero parecía que nunca se moverian.

Mi mejilla estaba apoyada en el torso de mi mano derecha, que a su vez, estaba apoyada sobre el pequeño e incómodo escritorio de el asiento.

El profesor hablaba, no había dejado de hacerlo desde hace ya un largo rato. Nada interesante salía de su boca, sólo basura para nerds.

Dormir era mi mejor opción cuando me encontraba atrapado en esas situaciones, después de todo, reprobaria álgebra.

Pero una pequeña y veloz bolita de papel cayó delicadamente sobre mi escritorio, captando mi atención y quizás despertandome.

Mis manos actuaron por si solas, desenvolviendo el papel para finalmente leer el inesperado mensaje.

Quisiera follarte, cariño.
Atte: Chloe

Sonreí de lado al terminar de leer, y enseguida me giré para ver a la culpable de mi ligera erección.

Chloe Foster, la morena de ojos claros que normalmente solía follarme los Viernes, era una chica jodidamente ardiente.

Le guiñe un ojo mientras sonreía de lado y ésta mordió su labio provocativamente.

--- Canela ---habló firme el profesor desde la pizarra.

Los nervios se apoderaron de mi y lo miré asustado. Odiaba sus estúpidos sermones.

--- ¿Esta usted poniendo atención a mi clase? ---pregunta molesto.

Era estúpido que lo preguntase, claramente no lo estaba haciendo, pero el era un jodido hijo de puta que no entendía eso.

--- Como siempre ---respondí con una pizca de sarcasmo que el hombre entendió a la perfección. Fruncio el ceño.

--- ¿Me podría decir en que consiste la Notación Algebraica? ---Preguntó alzando una de sus canosas cejas.

Trague saliva.

--- ¿Es obligatorio o puedo saltarme la pregunta? ---preguntó incorporandome en el asiento.

Una fuerte carcajada en todo el salón me hizo notar la estúpida pregunta que acababa de hacer. El Profesor me culminó con su intensa mirada.

--- Obligatoria, Canela, Obligatoria ---respondió éste tratando de no lanzarme el gis en la cara.

--- Bueno... pues en ese caso... ---murmuraba nervioso.--- La Notación Algebraica consiste en... ---murmure tratando de encontrar una respuesta.

Jodida clase, Jodido profesor, todo esto es una jodida mierda.

Mis ojos se volvieron, locos mirando a cada uno de los presentes intentando desesperadamente encontrar la respuesta.

Finalmente, Bryan, el chico de cabellos mieles y mirada del mismo tono, gesticulaba una palabra en dirección mía, mirándome mientras trataba de decirme la respuesta.

--- Representar... ---Murmuró llamando la atención del profesor, quien se incorporaba en el escritorio.--- ¿Traseros? ---preguntó con una mueca después de "leer" los labios de Bryan.

Otra carcajada se escuchó en el salón de clase, el profesor permaneció serio con los brazos cruzados sobre su pecho, únicamente un casi inaudible suspiro salió de su boca.

Bryan golpeó su rostro con la palma de su mano, mientras seguramente se repetía lo idiota que yo era.

--- Joven Canela quiero que se quede al terminar la clase ---dijo éste volviendo a hacer lo que sea que estaba haciendo.

¿Quedarme al terminar la clase después de haber esperado por dos jodidas horas a que acabará? Por supuesto que no.

--- ¿Qué? ¿Pero porque qué? ¡Eso es injusto! ---exclamó pero el sigue con sus cosas sin siquiera prestarme una pizca de atención.

--- Le explicaré como serán las cosas de ahora en adelante ---dijo serio haciendo que todos emitieran un sonido de burla.

--- Jodido idiota ---susurre molesto.

Y fue así como la clase pasó, con la mirada asesina del profesor en mí y yo sin saber que hacer con mi vida.

El timbre que indicaba el término de la escuela sonó por todos los pasillos, deseoso intenté escapar pero el fuerte rugido del profesor me hizo detenerme en segundos.

Todos sé habían ido, dejándome con este idiota.

El profesor me miro serio y molestó.

--- Debido a tu constante falta de atención a una de las clases más importantes de la escuela, te asignare un tutor, quien te ayudará con esta asignatura ---dijo acomodando sus delgados lentes.

Una terrible mueca se formó en mi rostro, mostrando mi clara inconformidad.

--- ¿Un Tutor? ---preguntó con una mueca de asco.--- ¿Está bromeando, cierto? ---preguntó pero el niega con la cabeza serio. Gruñi rodando mis ojos.--- ¿Quién? ---dije finalmente.

La mirada del hombre se desvió de la mía para dirigirse hacia atrás mío. Siguiendo su mirada, mire a quien próximamente sería mi tutor.

--- Señorita Cordeli ---habla el profesor a lado mío.

Al fondo del salón de clase estaba una chica de aspecto terrible, cabello desaliñado que la hacía pensar que no conocía los peines. Lentes que le cubrían casi todo el rostro, y un atuendo de payaso.

La mueca de inconformidad no tardó en aparecer en mi rostro.

La chica (si es que a eso se le considera una chica) guardaba apresurada un par de libros y cerraba torpemente su mochila de un color opaco.

Su mirada fue hasta el profesor, justo cuando éste la llamó, pero casi de inmediato la desvío para mirarme.

Me percaté de que... ¿Sus piernas temblaban?... Si, eso parecía. Me sorprende que no haya un charco amarillento rodeando sus pies.

--- El Joven Canela está buscando un tutor ---comenzó el hombre.--- ¿Se anota? ---pregunta.

La chica, la cual nunca me había percatado que existía o que alguna vez había estado en el Instituto, parecía que iba a colapsar. Y mientras yo la miraba asustado por su forma de mirarme, ella parecía estar nerviosa por mi.

Mierda, sé que soy jodidamente sexy pero no tiene porque comportarse de esa manera, comienza a asustarme.

--- Hay más personas allá afuera por si ella no quiere... ---murmuró tratando de hacer cambiar a el profesor sobre su terrible elección de mi tutor.

--- Pues... ---Interrumpió la chica.--- Estoy libre hoy y todos los Viernes por la tarde ---dice después de asimilar lo que estaba pasando para terminar viendo a el profesor.

Jodida mierda... Hoy es Viernes.

--- Perfecto ---exclama el profesor.--- Supongo que se verán hoy para comenzar a estudiar. ---dice mirándome.

Pues supones mal.

--- En realidad... ---murmuró llamando su atención y haciendo que su rostro cambiará drásticamente. Su sonrisa había desaparecido dándole paso a una mueca.--- Hoy será perfecto ---dije al ver la expresión del profesor. Sonreí falsamente.

--- Bien ---dice y toma su pequeño maletín del escritorio.--- Que tengan un buen fin de semana. ---anuncia finalmente desapareciendo por la puerta del salón.

Un incómodo silencio invadió el aula, ambos estábamos parados uno frente a él otro, sin saber que decir o que hacer.

--- Entonces... ---murmuró mirándola.

--- ¿Nos vemos hoy a las 5 en mi casa? ---pregunta rápidamente, como si estuviese realmente desesperada por decirlo.

Me sorprendí ante lo que había dicho. Claramente no iría a su casa, hoy es Viernes, es día en el que cojo con Chloe, no día en el que desperdiciare mi tiempo en basura como esta.

--- Si... sobre eso... ---la mire esperando a que dijese su nombre.

--- Alina ---responde sonriendo.

--- Alina, si, emm... Hoy estoy ocupado, bastante ocupado en realidad y dudo que pueda ir a tu casa ---digo tratando de convencerla.

De alguna manera pareció decepcionarse. Pero después de varios segundos, la chica, Alina, tomó aire y me miro decidida, captando mi atención.

--- Tienes que venir, Jos, es muy importante para ti y para el Profesor Wood. ---dice apretando fuerte los libros que estaban apegados en su pecho.

--- Si lo sé, quizás el próximo Viernes ---digo desinteresado y tratando de comenzar a caminar lejos de ella.

Alina fruncio el ceño molesta, asustandome un poco y haciéndome retroceder. Apenas la conozco y ya la hice enojar, bien Canela.

--- Tú irás a mi casa a las 5 o le diré a él Profesor que no asististe a tus tutorías ---dijo haciendo una mueca.

¿Acaba de amenazarme?
¡Mierda, está chica está loca!

--- No serías capaz... ---murmure entrecerrando mis ojos mientras la miraba serio.

--- Pruébame ---dijo retadora.

Por tan sólo unos cuantos segundos, tuvimos una intensa batalla de miradas asesinas en la que lamentablemente, yo fui el perdedor.

--- Esta bien, carajo... sólo deja de mirarme. ---digo rendido y desviando mi mirada de la suya.

Ella sonrió victoriosa.
Odiaba perder en algo, normalmente solía ganar en todo lo que hacia, todo menos con Alina.

--- Te espero en mi casa a las 5 ---dice entregandome un pequeño papel blanco con la dirección de su casa escrita.

--- Si, como sea ---digo irritado. Tomé el papel y la mire por última vez.--- Te veo esta tarde ---digo y trague saliva al decirlo.

De tan sólo pensarlo se me ponían los pelos de punta.

Alina sonrió mientras agitaba su mano animosamente de un lado a otro.

Díos mío, ¿Pero que acabo de hacer?

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