25
Un golpe seco le despertó de inmediato, y resulta que se había pegado de cabeza al suelo de madera.
Un sueño.
Un sueño, todo aquello lo había soñado. Más bien pesadilla. Se había dormido al llegar de la junta y no se había despertado.
Suspiró, al menos aquello no había ocurrido y se había salvado. Qué bien. Se pasó a mano por la cara, sonriendo de lado.
Pero su sensación de tranquilidad se desvaneció cuando se acordó de la cita.
Miró a un lado, encontrándose con su mesita de noche, junto a un despertador que marcaba las 8 de la tarde. Al lado tenía su celular.
Lo tomó y miró con algo de incomodidad un mensaje que se había enviado hace unas horas.
"Hey, Russia, lo siento pero lo de esta noche no podrá ser, Canadá se encontraba mal y me he tenido que quedar a cuidarlo. De verdad que lo lamento.
Espero que no te importe ♡"
Soltó un quejido de ira, ¡otra vez Canadá! ¿Qué tenía con él? Acaso...
¡No, no!
No se iba a poner a elaborar teorías descabelladas sobre el maple, ¡al menos no ahora...!
Contestó el mensaje con un "Claro que no me importa, ya podremos hablarlo para otro día, no te preocupes".
Iba a añadir algo más pero estaba demasiado frustrado y triste como para hacerlo.
—¡Ouh...! Esto es horrible... aaah... —se quejó, exagerando un poco; mientras se arrastraba hasta quedar tendido en el suelo como si muerto estuviera.
—¿Ya te despertaste? No quisimos molestarte porque parecías un perrito bebé todo lindo, así durmiendo, jiji —rió Bielorrusia, apareciendo de repente al lado de la puerta.
Gruñó molesto, nunca podía deprimirse tranquilamente porque aparecían alguno de sus hermanos a joderle la existencia.
—Tengo hambre, ¿Dónde está Ucrania? —bufó molesto, levántandose como pudo, a causa del cansancio y tristeza le dolía la cabeza a más no poder.
—Pff, ni que te lo fueras a comer —contestó la chica, soltando una risilla, para luego desviar la mirada hacia su celular; ya que al parecer hablaba con alguien— Creo que está viendo El príncipe dragón, esa serie para niños que hay en Netflix —dijo sin sumarle importancia.
—Oh... —susurró con algo de extrañeza, para salir de la habitación e dirigirse a la cocina.
Abrió la nevera en busca de algo, así que revolvió sin encontrar nada que le abriera el apetito.
—¡Agh...! —gruñó, para luego cerrar el refrigerador y abrir un armario que había cerca, sacando una botella de Vodka aún sin abrir.
Una vez la hubo abierto, salió de la cocina para cerrar la puerta de su cuarto y encerrarse ahí.
Se sentó en la cama y bebió un trago del Vodka. Le ardía terriblemente el estómago, él sabía que después de una larga siesta no debía beber, pero poco le importaba. Siguió bebiendo poco a poco, hasta terminarsela entera.
Dejó la botella en el suelo, se recostó en la cama y suspiró. Pudo sentir el olor a alcohol en el ambiente.
Además del terrible ardor en su estómago, sentía un dolor en el pecho, como si estuviera vacío.
Llevó la mano a este lugar y sintió los fuertes latidos de su corazón dentro de este.
Ladeó la cabeza. No iba a dejarse manipular por un sentimiento, solo... Estaba algo triste porque a pesar de que Ame hubiera podido ir, él no se hubiera presentado. Era un cobarde.
Aún se preguntaba en qué momento iba a contarle al gringo que estaba pasando.
Reflexionó sobre el sueño que había tenido, recordando la expresión de miedo del chico.
Se estremeció ante esto, pero siguió recapacitando.
También pensó en situaciones anteriores, como cuando en el edificio de ONU huyeron juntos del canadiense. O cuando se declaró. O cuando...
Sonrió involuntariamente al pensar en esto. Le llenaba de suma felicidad.
Cerró los ojos y estubo pensando en qué haría si se encontrara en una escena como la de su sueño.
Uff, eso si es difícil de pensar. Solo de pensar el echo de que la situación fuera real le asustaba demasiado.
Podría imaginarse la cara de USA si llegaba a ver lo que ocurre a las 12 y...
Por un momento se desvió de su objetivo, y de una manera rápida pasó por su cabeza un pensamiento un tanto...
No muy normal, digamos.
Intentó olvidar todo aquello. Intentó olvidar que se había imaginado al estadounidense suplicando por más, gritando su nombre y abrazándose a él...
Una especie de corriente eléctrica recorrió su espalda.
Frunció el ceño, riñéndose en silencio por haber pensado tal cosa.
—К счастью, ничего не произошло из-за алкоголя, если нет... —murmuró, alviándose de haber bebido antes de ponerse a pensar ese tipo de cosas.
Luego tomaría unas aspirinas y ya se le pasaría.
↠💕↞
—Hey Ucrania, ¿Crees que Rusia estará bien? —preguntó la bielorrusia, mirando a su hermano.
—¡Y yo qué sé! Y shh, que ahora el Príncipe Dragón va a nacer a través de la tormenta —musitó, sin apartar a vista del televisor.
—A veces creo que los hombres son tontos. Y mierda, tu lo eres más.
—¿Disculpa?
—¡Idiota! ¡Me estoy preocupando por Rusia y tu somo estás viendo esa maldita serie con un lagarto azul como protagonista!—dijo algo nerviosa, intentando articular algo con las manos.
—¡No oses insultar tal obra maestra de la animación, Bielorrusia! —el ucraniano pausó el capítulo y la miró como si acabara de decir un disparate.
—¡Agh! ¡No importa! Imbécil—murmuró la chica, saliendo de aquella estancia.
—¡Awww! ¡El príncipe dragón es súper adorable! —dijo el bicolor, dandole a play e ignorando olímpicamente a su hermana.
↠💕↞
—La fiebre te ha bajado un poco, ¿Te encuentras mejor? —susurró el estadounidense, mirando el termómetro y dejandolo en la mesita de noche.
—Oui, gracias por cuidarme, hermanito —dijo el canadiense, que curiosamente había adoptado un hablar algo infantil de repente. Se revolvió un poco en las sábanas, soltando unas risillas.
—Jaja, de nada...
—Ame —llamó con un tono dulce. USA no le veía la cara pero sabía que por su forma de hablar estaba sonriendo.
—Dime. ¿Quieres algo de comer? ¿O beber? —preguntó el gringo, levantándose con lentitud.
—No, no quiero nada. Solo estoy cansado. Quería decirte que te quiero —susurró, tapándose la cabeza con la manta.
—Que duermas bien.
—Thanks (Gracias).
[...]
El gringo bajó las escaleras para antender, ya que acababan de llamar al timbre.
Se esperaba lo peor, quizás Irán...
Negó, no podía ser. Irán no tendría ningún interés de presentarse a su casa... Es más, una bomba y listo.
Cuando estuvo delante del umbral, se limitó a llevar su mano al pomo. Lo movió y abrió la puerta.
La sorpresa fue más agradable de lo que había pensado.
—Hi, Russia! Err... Did you get mad about... you know.. the message?—dijo, al alzar la mirada y observar a Rusia.
Este le contempló algo extrañado.
—¿Cómo? Oh, no, no, no, no —dijo entrecortadamente, negando—P..Para nada. Solo había venido... esto...
Le tendió al estadounidense un ramo de rosas, desviando un poco la vista por miedo a la reacción que tendría.
—R-Russ... I didn't expect this but... thanks! —dijo como pudo. Estaba demasiado emocionado por esto, y es que nunca había recibido un ramo de flores u otro tipo de regalos tipo, cosas románticas.
Le dio un "pico" al ruso, para luego tonarlo de la mano y invitarlo a entrar, Rusia dudó un poco, pero luego accedió.
(Un pico es un beso corto en los labios)
—Espera aquí, voy a ponerlas en agua. Siéntate donde quieras —dijo mientras se dirigía a la cocina.
Rusia no se sentía cómodo del todo, había algo que le irritaba de ese lugar. El ambiente, a pesar de ser bastante silencioso, no desprendía tranquilidad, y mucho menos paz. Se sentó en uno de los sillones que tenía más cerca, cruzando sus piernas. Luego miró hacia las escaleras, donde esa sensación de oscuridad parecía más intensa.
—Ya está —dijo USA, que había regresado de la cocina, mientras se sentaba en el sillón de al lado- Repito que siento lo de no haber podido ir.
—No tienes que disculparte, ya sabes que a veces salen pequeños imprevistos.. —dijo tranquilamente el de ushanka— De verdad que no es necesar...
Su frase fue interrumpida por un repentino beso de parte del americano. Rusia se impresionó ante esto, pero no quiso arruinar tal momento. Hizo que el chico se sentara en sus piernas, tomándolo por la cintura. A medida que el beso avanzaba, el ruso iba apretando más el agarre, se sentía nervioso por lo que podía pasar. De su parte, USA se aferraba a los hombros de su pareja, mientras que su rostro empezaba a ruborizarse mucho. Era el más avergonzado, y eso que él fue el que tomó las riendas del beso al principio.
(Creo que lo estoy haciendo bien :D)
La pasión los estaba invadiendo, se negaban a separarse, a pesar de que el aire empezaba a faltar. No querían arruinar tal momento de amor, solo se necesitaban uno al otro y nada más importaba.
Tuvieron que separarse. Ambos empezaron a dar bocanadas de aire, soltando una especie de jadeos. Lo que más impactaba era la cara de USA. Estaba llorando. Pero no de tristeza o rabia, lloraba de felicidad.
—Perdona, ha sido algo involuntario.. —susurró el americano, intentando todavía recobrar el aire.
Se estremeció de manera leve al notar que Rusia se apoyaba en su hombro y empezaba a respirar con lentitud sobre su cuello, creando una sensación extraña pero agradable.
—R-... Russia... —susurró, intentando apartar al más alto empujándolo de manera leve. Empezó a notar la húmeda lengua del contrario pasar por su cuello, excitándolo en cierta manera.
El ruso no contestó, solo siguió con lo suyo, empezando a morder con cuidado las clavículas del menor intentando no lastimarle demasiado. Después de acabar de morder una de las clavículas, empezó a lamer la herida, lo que causó una sensación placentera en ambos.
(No puedo creer que esté escribiendo esto ksjsj ☺👍)
(Amén 😇)
—Rusia... C-Canad... —intentó excusarse USA, intentando reprimir un leve jadeo a causa del placer que estaba sintiendo.
El soviético suspiró algo exhausto, no le gustaba que mencionasen a Canadá, sobre todo en medio de una situación como esa. Calló al chico con un beso más húmedo que el anterior, esta vez introduciendo su lengua en la cavidad bucal del contrario. Aprovechando que el gringo estaba distraído respecto al beso, pasó su manos por debajo de la ropa del de franjas rojas, acariciando su abdomen.
Cuando el beso finalizó, USA miró con algo de odio a Rusia.
—Canadá está arriba, no quiero que nos vea... Rusia —llamó al contrario viendo que no le estaba prestando atención.
—No va a pasar nada, solo gime bajo —contestó tranquilamente, mientras miraba con picardía al americano.
—Para ti es fácil decirlo —bufó el gringo— No es lo mismo ser el sumiso que... Russia. N-Not there... —murmuró USA al notar que el ruso había pasado de acariciar su cintura a tocar con cuidado cierta parte.
—¿Quieres que me detenga? No quiero hacerte sentir incómodo —dijo el ruso, retirando sus manos de ese sitio, pasándose la izquierda por la nuca mientras que la otra la apoyaba en el sillón.
—N-No... No es eso.. Es solo que no estoy acostumbrado a este tipo de cosas... Y pues es raro —asumió el gringo, mirando al ruso, que le miraba con una sonrisa enternecida.
—Está bien si no quieres, no te voy a obligar —comentó, adoptando un semblante serio— Ame, ¿de verdad quieres hacer esto?
USA tragó saliva. No quería arriesgarse a que Canadá lo descubriera en una escena tan vergonzosa. Pero a la vez que no quería disgustar al ruso.
—Bueno... La verdad que es que no del todo, pero... ¿Quién te va a ayudar con esa erección que tienes? —comentó, rozando con el índice aquel bulto que se había formado en los pantalones del más alto.
¡Por un demonio lo que faltaba...!—gruñó el ruso para sus adentros.
Apretó los puños y probó de tranquilizarse. Quizás Canadá no se despertaría si no armaban mucho escándalo.
Espera, ¿quién dijo que estuviera dormido?
[...]
Intentaba reprimir los ya inremediables gemidos que salían de su boca, y sabía que debía guardar el máximo silencio posible, pero empezaba a resultar díficil.
Sintió que por enésima vez el ruso le penetraba sin piedad, y es que el único desesperado allí no era el gringo.
Ya estaban por llegar al clímax, oh, el tan ansiado clímax que ambos deseaban para que toda esta embarazosa escena terminara, pero no es que no lo estuviesen disfrutando, al contrario.
Este tan esperado momento llegó después de muchas embestidas más tarde, y, al fin. Rusia intentó controlar su respiración inhalando y exhalando varias veces, mientras que de su parte el gringo parecía estar algo más calmado.
—Lamento haber tenido que hacerte pasar por esto.. Es realmente vergonzoso...—murmuró algo apenado, mientras salía con lentitud del más bajo.
USA soltó un suspiro ahogado al notar como ese característico líquido salía de su interior, se abrazó a si mismo, soltando un escalofrío.
—No, no —susurró, volteando para mirar al soviético quien estaba completamente rojo, y es que si se hubiera podido sonrojar más lo haría— Si no ha estado del todo mal.. —murmuró, para luego reír con lentitud al ver la cara que ponía Rusia, este por su parte desvió la mirada.
El tricolor observó atentamente toda la habitación de USA, era bastante grande, tenía bastante espacio. Se fijó en la mesita de noche blanca que este poseía, donde había un despertador del mismo color.
Este marcaba las 11:40 PM.
Miró de reojo al americano que se estaba vistiendo, y pasó a hacer el lo mismo si no quería que se le hiciera demasiado tarde.
Al acabar de verstirse ambos salieron de la habitación donde habían echo aquello, bajaron las escaleras y al llegar a la puerta, el ruso se despidió con un beso en la frente del americano.
El gringo caminó torpemente por el salón una vez que Rusia se hubo ido, y es que, oh dios. Lo anterior había dolido, y mucho.
Se recostó en el mismo sillón donde hace unas horas había estado el ruso, suspirando, feliz de poder descansar un poco después de tanto rato en movimiento.
Cerró los ojos, realmente se encontraba cansado, sumándole que había tenido relaciones con Rusia le creaba una sensación de estar en medio del maldito desierto sin un oasis cerca.
Pestañeó varias veces al notar que alguien bajaba las escaleras. Abrió sus ojos por completo al ver que se trataba del canadiense..
—¿Ha venido alguien? Me pareció que hablabas con alguna persona —comentó, sin mirar a USA a la cara, solo pasando por su lado y dirigiéndose a la cocina.
América recapacitó rápidamente, así que se dignó a contestar con un clásico del cine.
—Solo... Estaba viendo una película.. —respondió, incorporándose, aunque decidió volver a sentarse porque no podía mantenerse en pie.
—Oh. Ya me parecía —murmuró el de hoja, abriendo la puerta del refri y tomando una botella de una bebida energética de naranja.
Vertió esto en un vaso y bebió un trago. Luego de esto se estaba sirviendo más y desvió un momento la mirada.
Notó algo que le hacía pensar que su hermanito había dicho una mentira.
Mentir es malo.
Y hay que dejarlo claro con un castigo.
↠💕↞
esconderse tras un muro
Hola, jaja..
Perdón por morirme tanto tiempo, en año nuevo no pude ya que estuve hasta las 3 de la mañana celebrando esto y aaaa.... Luego el 8 de enero se me acabaron mis vacaciones de navidad y entré de nuevo en la skul :))
Y después de eso me empezaron a pasar un montón de cosas horribles ya que una tipa que me caía mal empezó a joderme la existencia... y...
Perdí a mi mejor y única amiga :)
Pero bueno limpiarse las lágrimas con un pañuelo e aquí el capítulo 25 de esta historia! Espero que lo hayan disfrutado uwuw.
empezar a caminar lentamente
Also, he decidido que al final de cada capítulo haré una pregunta rapida, tipo me gusta.... no me gusta... me da ask
Aquí la pregunta
¿que opinas del Canadá x España?
He de admitir que después de ver "Dad Sitcom" en yt la cosa se ha vuelto interesante..
Salir corriendo mientras ondea la bandera gay
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