El Torneo de Champa Parte final
Tras su victoria contra Hit, Super Buu regresó a la plataforma donde estaban los demás guerreros del Universo 7. El ambiente en la arena era una mezcla de celebración y tensión. Desde su posición, Buu notó al Dios de la Destrucción del Universo 6, Champa, completamente enfurecido. Su rostro reflejaba una rabia contenida mientras miraba a sus guerreros, especialmente a Hit, quien había sido derrotado.
Champa: (gritando) ¡Inútiles! ¡Todos ustedes no sirvieron para nada!
El dios levantó su mano, y la energía que comenzaba a concentrarse en ella dejaba claro que estaba a punto de desatar su furia contra sus propios guerreros. Goku, al verlo, dio un paso adelante con intención de intervenir, pero Bills lo detuvo colocando una mano firme sobre su hombro.
Bills: (serio) No te metas, Goku. Este no es asunto nuestro.
Goku: (con frustración) ¡Pero no está bien que los elimine solo por perder!
Mientras los ánimos seguían caldeados, un cambio repentino en el ambiente congeló a todos los presentes. Una energía abrumadora, pero tranquila, llenó el lugar. Los dioses y los ángeles, incluyendo a Bills y Champa, se pusieron tensos al sentir una presencia que ninguno esperaba. Desde el extremo del estadio, una pequeña figura apareció, escoltada por dos guardias imponentes.
Super Buu: (pensando mientras sonríe) "Así que por fin aparece el Rey del Todo... Zeno-sama."
Bills tragó saliva mientras sus ojos se abrían con incredulidad.
Bills: (en un susurro) ¿Zeno-sama? ¿Qué hace aquí?
Todos los dioses, incluyendo a los del Universo 6 y 7, avanzaron hacia el centro del estadio y se arrodillaron profundamente ante Zeno-sama. El pequeño pero temido rey miró a su alrededor con curiosidad, y luego, con su voz infantil pero autoritaria, rompió el silencio.
Zeno-sama: (calmado) Este torneo fue... divertido. Pero hay dos cosas que quiero decirles.
El primero en reaccionar fue Champa, quien, reconociendo la seriedad de la situación, se apresuró a inclinarse aún más, ofreciendo disculpas.
Champa: (temblando) ¡Mis disculpas, Zeno-sama! No sabíamos que debíamos pedirle permiso para organizarlo.
Zeno-sama: (con tono ligero) Sí, es cierto. Ustedes son dioses de la destrucción, pero a veces olvidan su lugar.
Las palabras de Zeno-sama dejaron claro su descontento, pero su tono cambió repentinamente, dejando entrever su entusiasmo.
Zeno-sama: (sonriendo) ¡Pero el torneo fue muy divertido! Me gustaría que hagamos otro más adelante, con más universos participando.
Goku, incapaz de contener su emoción, bajó rápidamente de la plataforma y se acercó hacia Zeno-sama, seguido de cerca por Buu. Sin embargo, los guardias de Zeno-sama se interpusieron, bloqueando el camino de ambos.
Bills: (gritando) ¡Goku, detente! ¡Zeno-sama no es alguien con quien puedas hablar como si fuera tu amigo!
Goku ignoró la advertencia de Bills, pero se detuvo cuando Buu le puso una mano en el hombro.
Super Buu: (sonriendo) Yo tampoco lo detendría. No sé por qué, pero tengo curiosidad por lo que pasará.
Zeno-sama, al ver el entusiasmo de Goku, levantó una mano para calmar a sus guardias.
Zeno-sama: (con una sonrisa) Está bien, déjenlos pasar.
Con el permiso del Rey del Todo, Goku se acercó y extendió la mano hacia él. Los dioses y ángeles presentes contuvieron el aliento mientras Zeno-sama aceptaba el apretón de manos con una sonrisa.
Goku: (emocionado) ¡Zeno-sama, eres increíble! Este torneo fue muy divertido, y estaría encantado de participar en otro.
Zeno-sama: (riendo) ¡Me alegra que lo pienses! Tú también eres interesante.
Buu, con respeto, también se acercó y repitió el gesto, pero con una inclinación leve mientras le estrechaba la mano. Luego, con un gesto inesperado, arrancó una baldosa del estadio y la transformó en un pequeño chocolate, ofreciéndoselo a Zeno-sama.
Super Buu: (con una sonrisa) Aquí tienes, Zeno-sama. Es un chocolate especial. Espero que te guste.
Zeno-sama aceptó el chocolate con una expresión de genuina curiosidad y agradecimiento.
Zeno-sama: (feliz) ¡Gracias! Me gusta mucho.
Tras unos momentos más, Zeno-sama y sus guardias se despidieron, desapareciendo del lugar mientras agitaban las manos.
Zeno-sama: (despidiéndose) ¡Nos veremos en el próximo torneo! ¡Adiós!
Cuando la figura de Zeno-sama desapareció, Bills exhaló aliviado, pero su expresión cambió rápidamente a una mezcla de irritación y frustración. Miró a Goku y Buu con severidad.
Bills: (gritando) ¡¿Qué estaban pensando al hablarle de esa manera a Zeno-sama?!
Goku: (encogiéndose de hombros) No sé por qué te molestas, Bills. Zeno-sama no me parece una mala persona.
Super Buu: (riendo levemente) Yo solo quería conocerlo y, de paso, ofrecerle un chocolate. ¿Quién puede resistirse a eso?
Champa, visiblemente molesto por los eventos recientes, comenzó a ordenar a sus guerreros que se prepararan para partir. Buu, antes de que se fueran, se acercó a Hit y Kyabe.
Super Buu: (mirando a Hit) Espero verte en el próximo torneo, Hit. Fue un honor pelear contigo.
Super Buu: (mirando a Kyabe) Y tú, Kyabe. Cuando pueda, visitaré tu universo para entrenarte. Hay mucho que puedes aprender.
Kyabe asintió emocionado, mientras Hit simplemente inclinó ligeramente la cabeza en señal de respeto.
Tras unos momentos, Champa, acompañado por los guerreros del Universo 6, abandonó el lugar, claramente irritado. Mientras tanto, Nishi se acercó a Buu, abrazándolo con calidez.
Nishi: (sonriendo) Lo hiciste increíble. Felicidades por tu victoria.
Super Buu: (correspondiendo el abrazo) Gracias, Nishi. Por cierto, ¿dónde están Shin y los otros Kaioshin?
Nishi: (riendo) Se fueron hace rato. Yo me quedé para estar contigo un poco más.
Mientras tanto, Bulma, con su nuevo radar del dragón, señaló emocionada algo en el horizonte.
Bulma: (gritando) ¡Las siete Super Esferas del Dragón están aquí mismo! Este planeta es una de ellas.
Monaka, mostrando un inusual entusiasmo, mencionó los mapas tridimensionales que ayudaron a localizarlas. Tras unos momentos, Whis habló con calma.
Whis: (serio) Muy bien, procederé a llamar al dragón. Utilizaré las palabras en el idioma adecuado.
Con un gesto de su báculo, Whis invocó al Super Shenlong. Enormes y dorados, los ojos del dragón iluminaron el lugar mientras Bills tomó la palabra, minimizando la importancia del deseo que pediría.
Bills: (con desdén) No es nada importante. Solo algo simple.
Tras formular el deseo, el dragón desapareció, y Whis llevó a los guerreros del Universo 7 de regreso a la Tierra. Mientras tanto, Buu, acompañado por Nishi, reflexionaba en silencio.
Super Buu: (pensando) "Zamas... si es tan peligroso como creo, necesitaré prepararme. El futuro de Trunks y el plan Zero Humano no pueden repetirse. Quizás, con lo que sé ahora, pueda cambiar ese destino."
La calma había regresado, pero Buu sabía que los verdaderos desafíos aún estaban por venir.
Oscuridad
La habitación sigue tan negra como mi interior. No hay luz, no hay dirección, solo sombras que se retuercen en las paredes destrozadas, como si se burlaran de mí. Es curioso cómo un lugar puede reflejar tan bien lo que llevo dentro. Cada grieta, cada trozo caído del techo es un espejo de mi mente. Estoy roto. Mi cuerpo se mueve, pero mi alma... mi alma lleva muerta desde hace mucho.
Mis ojos no se apartan de la pared frente a mí. No tiene nada de especial, es solo una superficie destruida, como todo lo demás aquí. Sin embargo, parece mirarme, parece gritarme verdades que no quiero escuchar. En este lugar, no puedo escapar de mí mismo.
Estoy atrapado, y lo que es peor, ligado a algo que ni siquiera es mío. El Plan Zero Humanos. Qué nombre más vacío para algo tan devastador. No me importa. Nada me importa ya. Cumpliré con lo que me han ordenado, no porque crea en ello, sino porque no tengo elección. No soy más que un peón en un juego absurdo, y lo único que deseo es que este juego termine de una vez.
Porque estoy seguro de algo. Al final, cuando Zeno-sama vea lo que hemos hecho, yo seré el primero en desaparecer. No puedo esperar ese momento. Es irónico, ¿no? La idea de dejar de existir, de que mi vida termine de verdad, es lo único que me consuela. No porque crea que encontraré paz, sino porque al menos dejaré de sentir esta condenada soledad.
Todo comenzó tan diferente... Al principio, cuando reencarné, las cosas parecían estar bien. Caminaba, respiraba, incluso sonreía de vez en cuando. Pero era una mentira. Todo era una mentira que me contaba para no enfrentar la verdad: estaba solo. Siempre he estado solo.
Nunca debí volver. Nunca debí reencarnar. La muerte era suficiente, era todo lo que necesitaba. Pero aquí estoy, caminando entre las ruinas de lo que alguna vez fui, arrastrándome por un mundo que no me quiere ni me necesita.
No hay nadie con quien hablar. Nadie con quien compartir esta carga. Solo estoy yo, y mi reflejo en esas paredes negras que me observan con desprecio. Me escucho a mí mismo. Me convenzo de cosas. Me engaño. ¿Y para qué? Al final del día, solo tengo una palabra que sigue repitiéndose en mi mente, una palabra que me devora.
Y ahora, acompaño a esos dos seres. Esos monstruos que llaman a este plan una "justicia divina". Podría detenerlos. De alguna manera, sé que podría. Hay formas creativas, rápidas, eficaces. Pero no lo hago. No porque no pueda, sino porque... ¿por qué no lo hago? Tal vez, al igual que ellos, también odio a los humanos. Tal vez me he convencido de que compartimos el mismo odio, aunque en el fondo no estoy seguro de qué siento. Solo sé que no hice nada. Los vi, los seguí, y ahora formo parte de esto.
Finalmente, me levanto. El suelo cruje bajo mis pies, y cada paso que doy parece resonar en mi cabeza como un eco interminable. Camino hacia la puerta. No sé por qué. Tal vez solo necesito moverme, sentir que estoy haciendo algo, aunque no tenga sentido. Mi sombra se alarga y se retuerce en la penumbra, como si intentara escapar de mí.
Mientras camino, una palabra comienza a sonar en mi mente. Primero, es un susurro, suave, como el viento pasando por una grieta. Soledad.
No le doy importancia al principio, pero no se detiene. Vuelve a repetirse, una y otra vez. Cada vez más fuerte. Soledad... soledad... soledad.
Intento ignorarla, pero se queda ahí, creciendo, volviéndose más insistente. Comienza a distorsionarse, a volverse más oscura, más pesada. Su sonido cambia, como si miles de voces se unieran para gritarla en un tono que no es humano. Ssssoleeedaaad.
Mi cabeza late al ritmo de esa palabra. Se enreda en mis pensamientos, los aplasta, los consume. Cada vez que la escucho, es diferente. Más retorcida. Más aterradora. Soledad.
Empiezo a caminar más rápido, como si pudiera dejarla atrás. Pero está dentro de mí. No hay escape. Ahora no es solo una palabra. Es una presencia. Algo que se arrastra dentro de mi mente, que araña las paredes de mi cordura. Soledad.
Mis piernas se sienten pesadas, como si el suelo intentara atraparme, como si mi propio cuerpo quisiera rendirse. Pero sigo moviéndome, aunque cada paso sea más difícil que el anterior. La palabra sigue ahí, pero ahora ya no es solo un sonido. Es una sensación. Está en el aire, en mi piel, en mis huesos. Me asfixia. Me aplasta. Soledad.
Finalmente, llego a la puerta. La cruzo. No hay luz al otro lado, no hay respuesta, no hay alivio. Solo un vacío aún más grande que el que dejé atrás. Y esa palabra, esa maldita palabra, se convierte en un grito ensordecedor, una cacofonía que llena cada rincón de mi ser.
Soledad
Mi respiración se acelera. Mi corazón late como un tambor desbocado. Estoy temblando, pero no sé si es de miedo o de agotamiento. Sigo caminando, pero no sé hacia dónde. Tal vez ni siquiera importe. Tal vez ya no importe nada.
Y esa palabra, ahora un rugido infernal, me sigue. Siempre me sigue. Siempre ha estado ahí, acechándome, esperando el momento para consumirme.
ZZZOOOOOLLLEEEDAAAADD!!!
No puedo escapar. No puedo callarla. Es lo único que tengo, lo único que soy. Y mientras sigo caminando, me pregunto cuánto tiempo más podré soportar esto. Me pregunto si incluso quiero soportarlo.
...Soledad.
Luz
En un terreno despejado, bajo un cielo despejado y soleado, Super Buu y Nishi se enfrentaban en silencio, cada uno adoptando una pose de pelea. La brisa acariciaba la hierba alta que los rodeaba, y el ambiente estaba cargado de una extraña mezcla de tensión y complicidad. Sus miradas se cruzaron, y durante unos instantes, ninguno de los dos dijo nada.
Finalmente, Buu rompió el silencio, su tono más curioso que desafiante.
Buu: ¿Cómo te sientes, Nishi?
Nishi, aún en su pose, arqueó una ceja y le dedicó una pequeña sonrisa antes de responder.
Nishi: Estoy bien. Fuerte. Lista para todo lo que tengas. ¿Y tú?
Buu: (con una sonrisa juguetona) Yo... me siento curioso. Curioso por ver qué tan lejos podemos llegar hoy.
Ambos mantuvieron sus posiciones por un instante más, estudiándose mutuamente como si cada movimiento o gesto pudiera revelar una debilidad o un pensamiento oculto. Luego, sin previo aviso, Nishi se lanzó hacia él con rapidez, lanzando un golpe directo. Buu lo bloqueó con facilidad, y el choque resonó en el aire como un tambor sordo.
Super Buu: (riendo) ¡Eso fue un buen comienzo!
Nishi: (con determinación) No me subestimes, Buu.
La pelea continuó, centrada únicamente en golpes físicos. Cada ataque era bloqueado o esquivado con una precisión impresionante. Nishi usaba su agilidad y su velocidad para intentar superar la fuerza bruta de Buu, mientras que él respondía con una calma calculadora, adaptándose a sus movimientos con fluidez.
Los golpes resonaban en el aire, y el suelo crujía bajo sus pies con cada impacto. Nishi lanzó una ráfaga de golpes rápidos, pero Buu los bloqueó todos antes de contraatacar con un gancho que Nishi logró esquivar por un pelo. Ambos se movían como en una danza perfectamente sincronizada, ninguno cediendo terreno.
Finalmente, ambos se detuvieron, respirando ligeramente acelerados. Sin decir una palabra, caminaron lentamente el uno hacia el otro, hasta que sus manos se encontraron en el centro, entrelazándose suavemente. Sus miradas se cruzaron de nuevo, esta vez sin el peso de la pelea, sino con algo más profundo, algo más humano.
Buu: (en voz baja) Nunca imaginé que terminaríamos así. Juntos. Peleando, aprendiendo... tratando de entendernos.
Nishi: (tocando suavemente su frente con la de Buu) Yo tampoco. A veces me pregunto si lo estamos haciendo bien... si sabemos cómo ser una pareja.
Buu: (con sinceridad) Yo tampoco lo sé. Pero creo que eso es lo que nos mantiene avanzando. Aprender, equivocarnos... mejorar.
Por un momento, el mundo pareció detenerse alrededor de ellos. Las frentes seguían juntas, y sus respiraciones se sincronizaron, como si fueran un solo ser. Ninguno sabía realmente cómo "ser" una pareja, al menos no como las demás. Pero eso no importaba. La incertidumbre, el aprendizaje constante y el esfuerzo mutuo eran lo que les daba fuerza para seguir adelante.
Nishi: (sonriendo suavemente) Lo importante es que seguimos intentando.
Buu: (con una leve sonrisa) Y que no dejamos de aprender. Eso es lo que importa.
Se quedaron así por unos momentos más, en un silencio que hablaba más que cualquier palabra, antes de separarse suavemente y volver a sus posiciones de pelea, listos para continuar su peculiar danza de aprendizaje y conexión.
Espero Que Les Gustado
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un saludo a pqeuee y CarlosFacFic
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