"Un día con mamá"

Sally

Comencé a escuchar una canción, abrí los ojos despacio, no vi mucho, pero sentí mi cara chocar con algo, que subía y bajaba, me trate de separar pero algo no me dejo, me quede quieta hasta que eso se movió, me soltó y se sentó en la cama...era mamá.

-Buenos días, pequeña- dijo estirándose.

-Buenos días, mami.

Bajo los brazos y me sonrió mucho, le conteste igual, tomo su celular y apago la alarma. Aún no se veía la luz del día.

-¿Qué hora es?- le pregunte a mamá.

-Son las 6:45, lamento despertarte tan temprano pero hoy tengo que trabajar y no quisiera dejarte sola en casa, ¿te molestaría acompañarme?

-No, quiero ir contigo- le dije feliz.

Nos levantamos y desayunamos ambas cereal, mamá tomo una taza de café pero para mi hizo chocolate.

Fuimos al baño y después de lavarnos los dientes regresamos a su cuarto para cambiarnos, me ayudo a ponerme un pantalón que llegaba hasta la rodilla de mezclilla y me puso una blusa rosa, encontré unos tenis blancos y los elegí, mamá me ayudo con las agujetas. Luego ella fue a los cajones y saco un pantalón negro con una playera azul y tenis negros, en su tocador tomo un cepillo y alisando su cabello frente al espejo me vio en el reflejo, volteo hacia mi y se sentó en el suelo.

-Ven, tenemos que peinarte- me sentí tan emocionada de escuchar eso.

Me senté con las piernas cruzadas, mamá tomo mi cabello y lo hizo para atrás, comenzó a pasar el cepillo por mi cabello, se sentía bien, era relajante y me gustaba mucho la sensación, cerré los ojos y me perdí que no note cuando termino, mamá se levanto y busco algo en una pequeña cajita del mueble, entonces regreso y se volvió a sentar con las piernas a mis lados. Empezó a tomar mi cabello con una mano y paso el cepillo peinandolo hacia su mano, después lo amarró con una liga y me puso un listón rosa haciendo un moño.

-Terminamos- me dijo levantándose, corrí hacia el espejo para ver como estaba, sonreí cuando vi que tenia una coleta alta y como quedaba con el listón -¿te gusta?

-¡Sí!- casi grite y corrí a abrazarla. Me tomo de las mejillas y beso toda mi cara jugando, yo reía sin parar.

Cuando paro fue a terminar de cepillarse ella y se puso una sudadera, se dirigió a mi y me puso un suéter.

-¿Ya estas listas para irnos?- dijo tomando una mochila.

-Estoy lista.- le sonreí segura.

Salimos casi a las 7:30, en minutos llegamos a una gran plaza, un señor vestido de azul con camisa blanca nos detuvo, mamá le enseño una tarjeta y nos dejo pasar, subimos por unas escaleras, el lugar era enorme, estábamos en uno de los pasillos cuando mamá recibió una llamada, nos detuvimos en lo que sacaba el celular.

-¿Hola? ¿Sam?... ¿Que ocurre?... ¿Por qué? No solo puedes llamarme y ya... No... ¡Samantha!... ¿Hola?...

-¿Que pasa, mami?

-Mi amiga que me ayuda en la tienda no vendrá hoy... Así que, ¿te gustaría trabajar?- me pregunto agachándose a mi altura.

Nos dirigimos a una tienda, todo era muy decorado y colores pastel, abrió la puerta con unas llaves en forma de cruz, entramos y cerramos la puerta tras nosotras, "La luna de pastel", estaba pintado en cursiva en la pared, había un gran refrigerador y una mesa a lado, también tenía unas pequeñas sillas altas enfrente de una barra y algunas otras con mesitas redondas, la seguí ha una puerta con un letrero de "solo empleados", ella se estaba poniendo una playera rosa y un delantal morado con letras blancas, y una gorra también morada. Volteo a verme y con ropa igual se me acerco.

-Sam no es muy alta y creo que no le molestara si alguien más usa su uniforme.- me dijo y me ayudo a ponerme todo. -Se te ve bien.

-Buenos días- sonó una campanita y una persona entro por la puerta, salimos las dos.

-Buenos días, Daniel- le dijo mamá -Sally,- me volteó a ver -él es Daniel, el pastelero.

-¿Sally?- era un chico castaño de ojos oscuros, el me miro.

-Hola- le dije apenada.

-Ella es Sally, mi hija.

-...¡¿Hija?!- me miró sin creerlo, estaba comportándose raro -¿Tú tienes...una hija? ¿Tienes pareja?

-Dani, tranquilo, me encontre a Sally en el parque, a su descuidado padre se le escapo la pequeña y él no se ha percatado, tampoco tiene mamá y decidí adoptarla.

-Oh- me miro, se rasco la nuca -lamento haber actuado así- negué con la cabeza sonriéndole.

-Hay trabajo que hacer- dijo mamá -Ve a cambiarte, y Sally,- me sonrió -¿por qué no le ayudas a preparar los pasteles a Dani?

Paso la mañana muy pronto y tampoco me di cuenta cuando fue de noche, me divertí con Dani y mamá, vendimos mucho, Dani se tuvo que ir temprano porque su perrito estaba enfermo, nos quedamos a limpiar y apagar todo, aún con el cartel de cerrado, cuando nos quitábamos los uniformes alguien entro, mamá estaba por quitarse la playera pero salió a ver.

-Hola- la escuche hablar, me quite la gorra y estaba por salir -¿puedo ayudarles en algo?

-Sí, de hecho sí- me quede quieta... -te lo preguntaremos solo una vez ...¿dónde está Sally?

Todo se quedo en silencio, me asome y vi a Hoddie poner una cadena a las puertas y con Masky tomaron a mamá y le cubrieron la boca con algo.

-¡Mamá!- salí corriendo por ella -¡suéltenla!- les grite, ambos me miraron, Masky llevaba a mamá dormida y a mi cargo Hoddie a afuera.