ya mejor coga....

Lincoln se encontraba en una situación algo complicada… o mejor dicho, incómodamente placentera. Tanto Maggie como Marinette parecían no soltarlo, cada una abrazándolo desde un lado diferente.

Por un lado, Maggie, con su actitud despreocupada y algo traviesa, mantenía su abrazo por la espalda, apoyando su barbilla en el hombro de Lincoln, mientras que Marinette, aún sintiendo la emoción del momento, lo abrazaba de frente, sujetándolo con más fuerza de la necesaria.

Lincoln, sintiendo el calor de ambas chicas y algo más que no podía ignorar, empezó a ponerse visiblemente nervioso. Sus brazos estaban atrapados entre los cuerpos de las dos chicas, y aunque intentó moverse con cautela, cada pequeño movimiento solo hacía que… ciertas partes de las chicas presionaran más contra él.

Lincoln, con una risa nerviosa: "Ehh… chicas… ¿no creen que esto es un poco…?"

Antes de que pudiera terminar la frase, Maggie sonrió con picardía, dándose cuenta de la situación.

Maggie, con un tono burlón: "¿Oh? ¿Te sientes incómodo, Lincoln? ¿O acaso demasiado cómodo?"

Lincoln, poniéndose rojo: "¡No es eso! Es solo que… esto es un poco… raro, ¿no creen?"

Marinette, aún abrazándolo, también empezó a notar lo cerca que estaba y, de repente, su cara se encendió como un tomate.

Marinette, tartamudeando: "¡E-Espera! ¡No quería hacer esto raro! ¡Sólo estaba preocupada por ti, Lincoln!"

Intentando apartarse, Marinette tropezó ligeramente, lo que hizo que su abrazo se apretara aún más por un momento antes de finalmente soltarlo. Maggie, por otro lado, seguía riéndose y no parecía tener intención de soltarlo todavía.

Maggie, riendo: "Vaya, Marinette. Parece que disfrutaste el abrazo más de lo que querías admitir."

Marinette, completamente sonrojada: "¡C-Cállate, Maggie!"

Lincoln, finalmente libre de uno de los abrazos, dejó escapar un suspiro de alivio… solo para que Maggie terminara de abrazarlo aún más fuerte.

Lincoln, con expresión de resignación: "…Esto no termina, ¿verdad?"

Maggie, con una sonrisa juguetona: "Nah, apenas está comenzando."

La escena se volvía cada vez más divertida, con Marinette mirando a Maggie con una mezcla de vergüenza y ligera competencia, mientras Lincoln simplemente se preguntaba cómo había terminado en una situación así.

Lincoln estaba disfrutando del momento, aunque todavía algo nervioso por la situación en la que se encontraba. El abrazo de Maggie no había terminado, y las dos chicas seguían a su alrededor, dejándolo entre el mar de risas y bromas. Sin embargo, algo llamó su atención. Un aroma sutil y algo desconocido llegó a su nariz. Era un ligero toque de algo dulce, pero… algo extraño, como si fuera… alcohol, aunque no de manera tan fuerte.

Lincoln, frunciendo el ceño, observó a Maggie que, con una sonrisa juguetona, sacaba un termo de su bolso. El recipiente parecía común, pero había algo en la forma en que lo sostenía que le dio una ligera sospecha.

Maggie, con una sonrisa traviesa, abrió el termo y, mientras lo hacía, le echó un vistazo a Lincoln.

Maggie, con una expresión pícara: "¿Te gustaría un poco de esto? Es solo agua, te lo prometo."

El aroma dulce que había sentido antes se disipó un poco, pero Lincoln, aún un tanto cauteloso, no pensaba que Maggie tuviera malas intenciones. Con una ligera sonrisa, asintió y dijo:

Lincoln, con un tono amistoso: "Claro, ¿por qué no? Es solo agua, ¿verdad?"

Maggie, manteniendo su mirada juguetona, le pasó el termo a Lincoln, que lo aceptó sin pensarlo demasiado.

Maggie, con un guiño: "Solo un poco para refrescarte, Lincoln. Después de todo lo que ha pasado hoy, creo que lo necesitas."

Lincoln, aún sin sospechar demasiado, le dio un trago al contenido del termo. La sensación de frescura al principio fue agradable, pero, al mismo tiempo, notó que el sabor era un poco más… intenso de lo que esperaba. No sabía si la dulzura que había probado era normal en agua, pero algo no encajaba del todo.

Lincoln, un poco confundido, bajó el termo y miró a Maggie con una leve sonrisa.

Lincoln, algo desconcertado: "Huh… esto no sabe a agua… ¿qué le pusiste?"

Maggie, que ya estaba observando atentamente, se encogió de hombros con la misma expresión juguetona.

Maggie, con tono despreocupado: "Nada grave, solo algo de… licor. Un toque para relajarte un poco. Es como un pequeño 'refresco', ¿sabes?"

Lincoln, con los ojos bien abiertos, rápidamente empezó a sentirse un poco más caliente de lo habitual. El trago había sido más fuerte de lo que pensaba y, de alguna manera, la sensación era más intensa de lo que había anticipado.

Lincoln, con una risa nerviosa y una ligera sonrisa forzada: "Uh… ¿licor? Maggie, ¿por qué me das esto?"

Maggie, cruzándose de brazos con una sonrisa traviesa: "Tranquilo, no es nada fuerte. Solo quería que disfrutaras un poco, relájate. Después de todo, hemos tenido una tarde interesante, ¿no?"

Lincoln, sintiendo que sus mejillas se calentaban ligeramente, decidió hacer una pausa para tomar una respiración profunda y calmarse. No estaba acostumbrado a que le dieran licor, menos en una situación como esta. Pero, por otro lado, no quería parecer demasiado extraño o desconfiado. A fin de cuentas, Maggie era su amiga, ¿verdad?

Lincoln, intentando mantener la calma: "Maggie, no sé si esto es lo mejor... ¿qué pasa si hago algo raro?"

Maggie, echándose hacia atrás con una sonrisa de suficiencia, lo miró con una mezcla de complicidad y diversión.

Maggie, con tono juguetón: "Vas a estar bien. Solo relájate un poco. Nadie está diciendo que hagas nada raro, solo pasarla bien, ¿no?"

Marinette, que había estado observando en silencio hasta ese momento, frunció el ceño al ver la conversación y cómo Lincoln comenzaba a sentirse un poco raro.

Marinette, con un tono serio y algo preocupada: "Maggie, ¿estás segura de que eso es solo agua? Parece que Lincoln no está tan cómodo..."

Maggie, con una ligera risa: "No te preocupes, Marinette, es solo un toque. No pasará nada. Lincoln es más resistente de lo que parece, ¿verdad?"

Lincoln, con una risa nerviosa: "Sí, claro, pero... esto es más raro de lo que pensaba."

A medida que la charla continuaba, el ambiente se volvía un poco más ligero y divertido, aunque Lincoln seguía sintiendo que algo no estaba bien. De todos modos, sus amigas estaban ahí, y eso era lo que más le importaba. Al menos, en ese momento.

Maggie, con una sonrisa traviesa, vio cómo Lincoln ya había probado el licor y parecía un poco más relajado, aunque con un leve toque de incomodidad. Decidió que era el momento perfecto para continuar con su pequeño juego. Miró a Marinette, que estaba observando la situación con una ligera inquietud en su rostro.

Maggie, con voz coqueta y tono juguetón: "Vamos, Marinette, ¿no te animas? Es solo un toque más. ¿Qué tal si lo intentas? Solo un traguito, y luego seguimos divirtiéndonos."

Marinette, que había estado nerviosa al ver la reacción de Lincoln, frunció el ceño y miró a Maggie con desconfianza. Ella no solía beber, y no estaba segura de si esta era una buena idea, pero algo en el tono provocador de Maggie hizo que su curiosidad se desbordara un poco.

Marinette, dudando, respondió: "No sé... Maggie, ¿estás segura de esto? Yo nunca... he tomado antes..."

Maggie, con una mirada aún más traviesa, se acercó a ella y la miró fijamente a los ojos. "Vamos, Marinette. Todo será bien. No te preocupes, te vas a divertir. Además, Lincoln ya se atrevió. ¿No quieres acompañarnos? Solo un pequeño trago... nadie tiene que saberlo."

Marinette estaba claramente conflictuada. Podía ver lo relajado que estaba Lincoln, y la idea de pasar un buen rato juntos la tentaba. A pesar de sus reservas, algo en ella la empujaba a aceptar.

Finalmente, después de unos segundos de reflexión, Marinette decidió seguir el impulso. Maggie le pasó el termo con una sonrisa satisfecha.

Marinette, con una risa nerviosa: "Está bien, solo un poquito... pero no me hagas hacer algo tonto, ¿vale?"

Maggie, con una sonrisa cómplice: "Te lo prometo, Marinette, esto va a ser divertido."

Marinette tomó el termo, miró a Lincoln, quien ahora parecía un poco más relajado, aunque algo distraído, y finalmente le dio un pequeño trago al contenido del termo. Al principio, el sabor era extraño, pero pronto se sintió un poco más ligera, menos preocupada por las cosas que usualmente la mantenían alerta.

Poco a poco, los tres comenzaron a sentirse un poco más relajados, y el ambiente se volvió más jovial. Las risas comenzaron a fluir más fácilmente, y las palabras parecían salir sin filtro.

Lincoln, un poco mareado y con la cara sonrojada, empezó a decir algunas cosas sin pensar. Su tono era juguetón, pero también algo confuso por la mezcla de licor.

Lincoln, con una risa tonta: "¿Sabes qué? Yo… yo soy como el mejor tipo en todo el mundo... ¡y ni siquiera me lo sabía!"

Maggie, riendo a carcajadas, levantó su vaso. "¡Lo sabías! Siempre lo supe. Eres el mejor, Lincoln. Pero... ¿sabías que tú y yo hacemos el mejor equipo?"

Marinette, con su rostro ahora ligeramente sonrojado, se unió a las risas, aunque un poco más reservada en su manera de comportarse. Estaba sorprendida de cómo todo parecía tan divertido ahora, aunque también notaba lo raro que era sentirse tan suelta.

Marinette, entre risas: "¡No puedo creer que estemos haciendo esto! Ustedes dos son... son unos tontos, pero es divertido."

Maggie, mirando a Marinette con una expresión juguetona: "¿Te atreves a decirlo otra vez? Porque con el licor, podrías ser la más divertida de todas, Marinette."

Marinette, comenzando a sentirse un poco más liviana y algo coqueta por el efecto del licor, respondió: "¡Ugh, no me hagan tomar más, chicos! Ya estoy empezando a decir cosas raras..."

Lincoln, ahora completamente fuera de control y con una expresión completamente perdida, sonrió con su típica torpeza. "¡Oh, sí! ¡Tú eres… eres la mejor, Marinette! Y... y Maggie también, ¡aunque no entiendo por qué no me dejan descansar!"

Maggie, riendo, le dio un golpecito en el hombro a Lincoln. "¿Qué pasa, campeón? No te pongas tímido, que esto es solo el comienzo. La diversión apenas empieza."

Marinette, mirando a Lincoln y luego a Maggie, frunció el ceño con una mezcla de nerviosismo y curiosidad. "Oye, Lincoln, ¿qué quieres hacer después? Porque si sigues diciendo cosas como esas, ¡va a ser un desastre!"

Lincoln, con la mirada perdida y las palabras más tontas que nunca: "¿Desastre? ¡No, no es un desastre! ¡Somos un equipo imparable! Todos debemos ser amigos, o... o... no sé… pero eso es lo que quiero!"

Las risas de los tres comenzaron a llenar el aire, la conversación se volvió más absurda y llena de tonterías. El alcohol, aunque solo un toque, había afectado a los tres, pero de alguna manera, los hizo más cercanos. Nadie se preocupaba de nada más en ese momento. Solo disfrutaban del momento, aunque sabían que no era algo que pudieran hacer todos los días.

Al final, Marinette miró a Lincoln y Maggie con una sonrisa divertida, pero algo avergonzada por todo lo que acababan de decir.

Marinette, con una risa nerviosa: "Bueno… esto fue... inesperado. ¿Deberíamos tomar un descanso ahora?"

Maggie, sonriendo ampliamente: "¡Sí! Pero primero, ¿quién se atreve a otra ronda?"

Y, entre risas y bromas, los tres continuaron disfrutando de la tarde, con el aire relajado y alegre que solo el licor podía provocar, sin saber que, a pesar de todo, la situación sería algo de lo que se reirían más tarde, cuando todo volviera a la normalidad.

la noche en la feria continuaba con risas y momentos inesperados. Maggie, aún con esa actitud traviesa, decidió darle un giro más a la situación.

Maggie, con una sonrisa burlona, se quitó la chaqueta, revelando su físico bien definido. Sabía que estaba en forma y no dudaba en aprovecharlo. “Vaya, me estaba dando calor con todo esto,” comentó con un tono casual, pero claramente consciente del efecto que podría causar.

Lincoln parpadeó varias veces, sin estar seguro si era el licor o simplemente la sorpresa de ver a Maggie así. Marinette también la miró con cierta incredulidad, sintiendo una punzada de inseguridad.

Marinette, con el ceño levemente fruncido, murmuró: “¿De dónde sacas tanto tiempo para entrenar?”

Maggie sonrió con autosuficiencia y se encogió de hombros. “Digamos que me gusta mantenerme en forma. ¿Te gustaría probar algún ejercicio, Marinette?”

Marinette bufó, sintiéndose desafiada. “Puedo hacerlo también, ¿sabes?” Sin pensarlo demasiado, comenzó a desabrocharse la chaqueta que llevaba, decidida a no quedarse atrás.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de quitársela, Maggie soltó un repentino “¡Boo!” en un tono bajo y sorpresivo, causando que Marinette diera un respingo y soltara un pequeño grito. Lincoln también se sobresaltó, casi perdiendo el equilibrio.

Las risas de Maggie fueron instantáneas. “¡Oh, no puedo creer que haya funcionado tan bien!”

Marinette, con el rostro rojo por la sorpresa y la vergüenza, le lanzó una mirada fulminante a Maggie. “¡Eso no fue justo!”

Lincoln, aunque todavía recuperándose del susto, no pudo evitar reírse también. “Maggie, eso fue cruel… pero admito que fue divertido.”

Marinette, cruzándose de brazos, resopló. “Bueno, pues ahora no me voy a quitar nada. No quiero que me asusten de nuevo.”

Maggie, con una sonrisa triunfante, alzó las manos. “Tranquila, Marinette. Solo quería aligerar el ambiente.”

Lincoln negó con la cabeza, todavía sonriendo. “Definitivamente saben cómo hacer que una salida sea… interesante.”

Mientras las risas aún resonaban en el aire, Maggie, con su usual actitud despreocupada, miró a Lincoln con una sonrisa juguetona. Se inclinó ligeramente hacia él y, sin previo aviso, le plantó un beso en la mejilla.

Lincoln parpadeó sorprendido, su rostro enrojeciéndose un poco. “¿Eh? ¿Qué fue eso?”

Maggie se encogió de hombros con una expresión inocente, pero en sus ojos había un brillo de diversión. “Solo un gesto de agradecimiento por la compañía.”

Marinette observaba la escena con los ojos entrecerrados, sintiendo algo extraño en su pecho. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Maggie decidió subir la apuesta.

Con una sonrisa pícara, tomó suavemente a Lincoln del rostro y, sin darle tiempo de reaccionar, le dio un rápido pero firme beso en los labios.

Lincoln se quedó completamente congelado, su cerebro tratando de procesar lo que acababa de pasar. Marinette, por su parte, abrió los ojos como platos, su expresión gritando un claro ¿qué carajos acabo de presenciar?

Maggie, disfrutando la reacción de ambos, se separó con una risa traviesa. “Vaya, Lincoln, no esperaba que te quedaras tan tieso. ¿Fue tu primer beso o qué?”

Marinette, aún en shock, señaló a Maggie con incredulidad. “¡¿Qué rayos fue eso?!”

Maggie se encogió de hombros con total calma. “¿Qué? Fue solo un beso. Además, Lincoln es lindo, ¿por qué no?”

Lincoln, todavía en modo estatua, finalmente logró reaccionar. “Yo… esto… ¡wow! No esperaba eso en absoluto.”

Marinette, cruzándose de brazos, frunció el ceño. “Bueno, pues yo tampoco lo esperaba. ¿Así nada más besas a la gente?”

Maggie sonrió. “Solo si me caen bien.”

Marinette suspiró y miró a Lincoln con una mezcla de desconcierto y… ¿celos? No, no podía ser.

Lincoln, aún recuperándose, se rascó la cabeza. “Bueno, esta noche definitivamente se está volviendo más extraña de lo que imaginé.”

Maggie le guiñó un ojo. “Y apenas es el comienzo.”

Maggie, viendo lo divertido que era ver a Lincoln sorprendido y a Marinette en completo modo ¿qué está pasando aquí?, decidió seguir con su juego.

Sin previo aviso, volvió a tomar el rostro de Lincoln con ambas manos y le dio otro beso en los labios, esta vez un poco más prolongado. Lincoln, aunque todavía en shock, ya estaba empezando a procesar la situación, pero eso no significaba que su cerebro estuviera funcionando al cien.

Cuando Maggie finalmente se separó, le lanzó una mirada divertida a Marinette y dijo con tono juguetón:
—Oye, Marinette, ¿conoces los tríos?

Lincoln, que todavía estaba medio aturdido, captó el mensaje en un instante. Su rostro enrojeció por completo mientras su mente se llenaba de todo tipo de pensamientos. Oh no, Maggie no acaba de insinuar eso… ¿o sí?

Marinette, en cambio, simplemente parpadeó confundida. “¿Tríos? Pues claro que sé qué es un trío. Son tres personas juntas, como cuando jugamos en equipo o en grupo, ¿no?”

Maggie sonrió con picardía. “Bueno, sí, pero también hay otro tipo de tríos…”

Marinette frunció el ceño, todavía sin entender a qué se refería. Pero mientras su mente trabajaba lentamente, los engranajes comenzaron a girar. Su expresión pasó de curiosidad a una profunda contemplación… luego sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta de lo que Maggie estaba insinuando.

Su rostro se puso rojo como un tomate. “¡¿Q-Q-Q-QUÉEEEEEEE?!”

Maggie se echó a reír al ver la reacción de Marinette. “Vaya, tardaste un poco en entenderlo, pero valió la pena.”

Marinette, completamente sonrojada, agitó las manos con nerviosismo. “¡¿Cómo puedes decir algo así tan fácilmente?! ¡No puedes simplemente ir por ahí besando a Lincoln y luego insinuar… eso!”

Lincoln, que aún no había dicho ni una palabra porque su cerebro estaba en crisis, finalmente reaccionó. “¡Maggie, eso fue… demasiado directo!”

Maggie se encogió de hombros con una sonrisa traviesa. “¿Qué? Solo lo dije por diversión… a menos que…”

Marinette, con la cara aún más roja, negó rápidamente con la cabeza. “¡No, no, no! ¡No hay ‘a menos que’ ni nada por el estilo!”

Lincoln solo suspiró, sintiéndose atrapado entre la vergüenza y la diversión. Maggie, por otro lado, solo disfrutaba el caos que había provocado.
Maggie
—Relájense, chicos —dijo, estirando los brazos con una sonrisa satisfecha—. Solo estoy bromeando… por ahora.

Marinette se cruzó de brazos, todavía enrojecida, pero con una expresión de desconfianza. “No sé si eso me tranquiliza o me preocupa más…”

Lincoln solo suspiró, dándose cuenta de que su vida nunca sería tranquila con estas dos cerca.

Maggie se estiró con una sonrisa traviesa mientras veía a Lincoln, que aún estaba un poco confundido por todo lo que había pasado. Marinette, a su lado, lo miraba con una mezcla de celos y desconfianza hacia la chica gótica.

Maggie, con tono juguetón, ignorando completamente a Marinette: "Bueno, Lincoln, ya sabes… si alguna vez te aburres o quieres un poquito de diversión, puedes venir a mi casa cuando quieras."

Marinette frunció el ceño, sintiendo un ligero enojo al ver cómo Maggie hablaba con tanta confianza. Pero antes de que pudiera decir algo, la gótica decidió hacer su último movimiento.

Maggie, meneando las caderas de forma exagerada mientras se alejaba lentamente: "Y recuerda, esto es tuyo."

Lincoln se quedó boquiabierto por un segundo, sin saber cómo reaccionar, mientras Marinette apretaba los puños, claramente molesta.

Marinette, con una ceja levantada y los brazos cruzados: "¡¿Puedes dejar de hacer eso?!"

Maggie, sin voltear, solo levantó la mano en un gesto despreocupado: "¿Hacer qué? Yo solo camino así naturalmente."

Lincoln, intentando no reírse, pero sintiendo la mirada intensa de Marinette sobre él: "Uhhh… creo que voy a necesitar un momento para procesar todo esto."

Marinette, rodando los ojos y dándole un leve codazo a Lincoln: "¡No te atrevas a tomarle la palabra!"

Maggie solo se alejó riendo mientras Marinette seguía fulminándola con la mirada.

Lincoln, sin darse cuenta, tenía la mirada fija en la dirección en la que Maggie se había ido… o mejor dicho, en su trasero mientras ella se alejaba. Su mente estaba completamente en blanco, y ni siquiera notó que Marinette lo estaba observando con una expresión cada vez más molesta.

Marinette, con los brazos cruzados y el ceño fruncido: "¡Oh, por favor! ¿Qué tiene de especial eso?"

Lincoln, despertando de su trance: "¿Eh? ¿Qué cosa?"

Marinette, fulminándolo con la mirada: "¡Eso! ¡Su trasero, sus… ya sabes! ¿Por qué te quedaste viéndola como un idiota?"

Lincoln, nervioso y rascándose la nuca: "¡Yo no…! O sea, no era mi intención, simplemente… no sé, me distraje."

Marinette, bufando y cruzando los brazos con indignación: "Ugh, los chicos son todos iguales. ¡Siempre babeando por lo mismo!"

Lincoln, intentando defenderse: "¡No estoy babeando! Solo… fue un reflejo."

Marinette, rodando los ojos: "¡Ja! Sí, claro, un ‘reflejo’."

Lincoln, levantando las manos en señal de rendición: "¡Lo juro! ¡Ni siquiera estaba pensando en eso!"

Marinette, sin creerle, mirando en la dirección en la que Maggie se fue: "Pues espero que disfrutes tu ‘reflejo’, porque no pienso olvidar esto, Loud."

Lincoln suspiró, dándose cuenta de que, sin quererlo, se había metido en un problema. Mientras tanto, Marinette seguía refunfuñando en voz baja, claramente molesta… y quizá, solo quizá, un poquito celosa.

Marinette, visiblemente molesta, no podía creer lo que acababa de suceder. Lincoln, al darse cuenta de que había causado una pequeña tormenta de celos, intentó aclarar la situación, pero Marinette no estaba dispuesta a dejarlo ir tan fácilmente.

Marinette, con voz firme pero algo nerviosa: "Ya basta, Lincoln. Si vas a seguir mirando a otras chicas como si fueran lo único que importa, quiero que sepas que yo también tengo mis ventajas."

Lincoln, confundido, frunció el ceño: "¿Ventajas? ¿De qué hablas?"

Marinette, cruzando los brazos y dando un paso hacia él, con una mirada que intentaba ser confiada: "¡Mis caderas, por ejemplo! ¡Tienen más curvas que las de Maggie, y te apuesto que ni te has dado cuenta!"

Lincoln, totalmente atrapado en el momento, no sabía cómo reaccionar. Miró rápidamente a Marinette, y entonces, por un segundo, sus ojos se fijaron en su figura de una manera en que no lo había hecho antes, dándose cuenta de que ella tenía razón, pero sabiendo que, en ese preciso instante, lo mejor sería no decir nada.

Marinette, al ver su reacción, se cruzó aún más de brazos, como si se defendiera de algo que no era cierto. "¿Sabes qué? ¡Nunca me di cuenta de que era tan invisible! Tal vez debas aprender a ver lo que tienes cerca antes de mirar a lo lejos."

Lincoln, un tanto avergonzado, intentó disculparse: "¡No, Marinette! ¡Eso no es lo que quise decir! Yo… simplemente estaba distraído…"

Marinette, lanzándole una mirada algo desafiante: "Bueno, pues la próxima vez, intenta prestar atención a lo que tienes aquí, ¿vale?"

Lincoln, sonrojado y totalmente incómodo, asintió rápidamente, dándose cuenta de que había metido la pata una vez más. Mientras Marinette se daba la vuelta, claramente aún molesta, él suspiró, sintiendo que la situación había tomado un giro que nunca esperó.

Más tarde

Mientras caminaban por la ciudad, Marinette estaba callada, su mente llena de pensamientos confusos. El reciente comportamiento de Maggie la había molestado más de lo que quería admitir, y aunque no podía dejar de sentir celos, no quería hacer que las cosas fueran incómodas entre ella y Lincoln. A pesar de su aparente serenidad, algo en su rostro reflejaba una mezcla de frustración y deseo de atención.

En un momento de silenciosa incomodidad, Marinette murmuró, sin pensar que Lincoln pudiera oírla, en su idioma natal, chino:
"我只希望你能给我一些关爱和夸奖." (Solo quiero que me des algo de cariño y cumplidos.)

Lincoln, caminando a su lado, no entendió ni una palabra, pero al ver la expresión en el rostro de Marinette, una mezcla de sonrojo y un atisbo de vulnerabilidad, no pudo evitar sentir que algo estaba fuera de lugar. Decidió acercarse más a ella, algo en su intuición le decía que podía ayudar.

Sin previo aviso, Lincoln la envolvió con los brazos en un abrazo cálido y reconfortante. Marinette, al principio sorprendida por su cercanía, no pudo evitar sonrojarse más aún. Su cuerpo se tensó por un segundo, pero pronto se relajó al sentir la calidez y el afecto de Lincoln. A pesar de sus dudas, su corazón comenzó a latir más rápido.

Lincoln, con una sonrisa sincera y calmada, le susurró al oído:
"Marinette, a veces no sé qué es lo que te pasa, pero sé que lo que más quiero es que te sientas bien. Siempre estoy aquí para ti, y si necesitas algo, sólo dímelo."

Marinette, aún sonrojada, levantó ligeramente la cabeza, mirándole a los ojos. No estaba segura si lo que sentía era vergüenza, felicidad o ambas cosas al mismo tiempo. Pensó para sí misma que este era el momento perfecto para decirle lo que realmente deseaba, pero no se atrevió. Por otro lado, algo en su corazón le decía que Lincoln sabía exactamente lo que necesitaba.

De repente, sin poder evitarlo, Marinette volvió a murmurar en chino, su voz un poco más suave pero aún audible:
"你知道,我其实很喜欢你这么做的,我真的希望你能多给我一些关爱..." (Sabes, en realidad me gusta mucho que hagas esto, realmente espero que me des más cariño…)

Lincoln, que no comprendía una palabra de lo que decía, siguió abrazándola mientras la apretaba un poco más fuerte, como si percibiera lo que necesitaba, aunque no sabía qué era exactamente.

"Tienes razón, a veces me cuesta decir las cosas, pero siempre me importas, Marinette. Y si eso significa que debo abrazarte más o decirte cosas bonitas, entonces lo haré. Porque para mí, lo importante eres tú."

Marinette, que escuchaba las palabras de Lincoln, pensó para sí misma: '¿Debería contarle que me entiende sin que hable? O... ¿es que realmente sabe chino? ¿Qué tan posible es que lo haya entendido todo?'

Por un momento, la curiosidad la invadió, pero el cariño de Lincoln la hizo sentirse segura, aunque no pudiera resolver el misterio. Se quedó allí, en sus brazos, disfrutando del cariño y la sinceridad de su gesto, aunque la pregunta sobre si Lincoln sabía chino seguía rondando en su mente.

Finalmente, al sentirse más relajada y reconociendo lo que realmente quería decir, Marinette, sonriendo tímidamente, habló.
"Lincoln... no sé si sabes lo mucho que significan estas cosas para mí. Lo que acabas de hacer... me hace sentir muy bien. Pero, sinceramente, no tengo idea de por qué parece que sabes exactamente lo que necesito en este momento."

Lincoln la miró, confundido pero atento.
"Marinette, no sé qué decir... Solo sé que cuando veo que te sientes mal o que necesitas algo, quiero estar ahí para ti. Y eso es todo lo que realmente importa."

Marinette suspiró, relajándose más en el abrazo y dejando que sus pensamientos se calmaran por fin. A pesar de no haber resuelto el misterio de las palabras en chino, comprendió lo que Lincoln estaba tratando de decir. No necesitaba palabras complicadas o gestos elaborados; con él, bastaba con ser sincero y mostrar cariño. Y eso, al final del día, era lo que más quería.

Fin del capítulo

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