ya empezamos con lo raro

Mientras Lincoln conversaba con Ruby y Maggie, el ambiente se sentía tranquilo y relajado. Pero de repente, las risas y murmullos a su alrededor parecieron desvanecerse cuando una figura conocida se acercó. Chelsea caminaba hacia ellos con un porte confiado, moviendo las caderas y su cuerpo de una manera llamativa, lo cual no pasaba desapercibido para nadie a su alrededor. Su bikini apenas cubría lo necesario, y cada paso que daba parecía diseñado para captar aún más la atención de los presentes.

Chelsea (mirando primero a Ruby con una ceja levantada y luego a Lincoln y Maggie): "Ruby, cariño, ¿qué está pasando aquí? ¿Y quiénes son ellos? No me digas que hiciste nuevos amigos sin avisarme."

Ruby suspiró, claramente acostumbrada al comportamiento de su amiga, pero se mantuvo tranquila.

Ruby (cruzando los brazos, en tono neutro): "Nada importante, Chelsea. Solo estoy hablando con ellos. Este es Lincoln y ella es Maggie. Nos estábamos disculpando por lo que pasó hace un rato."

Chelsea dirigió su mirada hacia Lincoln, analizándolo de arriba abajo con una sonrisa algo juguetona. Luego, sus ojos se detuvieron en Maggie, como si estuviera evaluándola también.

Chelsea (con tono burlón, mirando a Maggie): "Vaya, Maggie, ¿no sabía que te gustaba salir con chicos en parques acuáticos? ¿No es esto algo fuera de tu zona de confort?"

Maggie, manteniendo la calma, simplemente levantó una ceja, claramente no impresionada por el comentario de Chelsea.

Maggie (en tono seco): "Si por 'fuera de mi zona de confort' te refieres a tratar con alguien como tú, entonces sí, supongo que tienes razón."

Chelsea fingió estar ofendida, llevándose una mano al pecho.

Chelsea (con una sonrisa falsa): "Uy, qué ruda. Pero está bien, no todos pueden apreciar mi estilo."

Lincoln, que hasta ese momento había permanecido en silencio, sintió que la tensión comenzaba a aumentar. No estaba seguro de cómo manejar la situación, pero decidió intentar calmar las cosas.

Lincoln (en tono amable, mirando a Chelsea): "No te preocupes, no estábamos hablando de nada importante. Solo estamos tratando de pasar el rato sin problemas."

Chelsea giró su atención hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y diversión.

Chelsea (con una sonrisa juguetona): "¿Sin problemas, eh? Bueno, Lincoln, tienes suerte de que Ruby esté aquí para suavizar las cosas. Pero dime, ¿siempre eres tan serio? Pensé que los chicos como tú sabían cómo divertirse."

Lincoln sintió un leve rubor subir a sus mejillas, pero mantuvo su compostura.

Lincoln (con una pequeña risa nerviosa): "Bueno, trato de mantener las cosas equilibradas. Pero supongo que cada quien se divierte a su manera, ¿no?"

Chelsea rió suavemente, aparentemente disfrutando de la conversación. Ruby, sin embargo, decidió intervenir antes de que las cosas se desviaran demasiado.

Ruby (mirando a Chelsea con firmeza): "Chelsea, ¿podrías relajarte un poco? No necesitamos hacer un espectáculo aquí. Solo estamos tratando de pasarla bien."

Chelsea se encogió de hombros, pero su sonrisa no se desvaneció.

Chelsea (en tono despreocupado): "Está bien, está bien. Solo quería saber quiénes eran tus nuevos amigos. Pero, por cierto, Lincoln, si alguna vez necesitas algo... bueno, digamos que estoy por aquí."

Ella le guiñó un ojo antes de girarse para mirar nuevamente a Ruby.

Chelsea (en tono casual): "Bueno, Ruby, ¿vamos o piensas quedarte aquí todo el día?"

Ruby suspiró, mirando a Lincoln y Maggie con una expresión de disculpa.

Ruby (en tono amable, hacia Lincoln y Maggie): "Lo siento por esto. Espero que podamos hablar de nuevo en otro momento."

Maggie (en tono seco): "Claro, Ruby. Buena suerte lidiando con tu amiga."

Lincoln asintió, ofreciendo una pequeña sonrisa.

Lincoln: "Sí, no te preocupes. Fue un gusto conocerte, Ruby."

Mientras Chelsea se alejaba con Ruby, todavía moviendo las caderas de manera exagerada, Maggie miró a Lincoln con una mezcla de incredulidad y diversión.

Maggie (en tono sarcástico): "¿Te das cuenta de que acabamos de ser el espectáculo de alguien que vive para ser el centro de atención?"

Lincoln (con una pequeña risa): "Sí, creo que nunca había conocido a alguien tan... llamativa."

Ambos rieron, sintiéndose más relajados ahora que Chelsea se había ido.

Mientras Ruby y Chelsea caminaban alejándose del lugar, Chelsea no podía dejar de sonreír de manera juguetona, recordando la interacción con Lincoln. Con un aire de total confianza, se giró hacia Ruby, claramente emocionada.

Chelsea (con una sonrisa traviesa): "¿Viste eso, Ruby? Ese chico, Lincoln, tiene un físico muy atractivo. No puedo creer que no lo hayas mencionado antes."

Ruby soltó un suspiro, ya acostumbrada al estilo de Chelsea, pero aún así no pudo evitar sentirse un poco incómoda por la dirección que tomaba la conversación.

Ruby (rodando los ojos): "Chelsea, por favor, ni siquiera lo conoces. ¿No puedes relajarte un poco y no ser tan... tú, por un segundo?"

Chelsea ignoró el comentario de su amiga, mordiéndose ligeramente el labio inferior mientras pensaba en Lincoln.

Chelsea (con tono soñador): "Ay, Ruby, no lo entiendes. Hay algo en él. Esa mezcla de chico tranquilo y atractivo... Me emociona la idea de tenerlo a solas conmigo."

Ruby se detuvo un momento, mirándola con una mezcla de incredulidad y resignación. Sabía que Chelsea solía hacer comentarios como ese, pero siempre lograban incomodarla, aunque ya estuviera acostumbrada.

Ruby (cruzando los brazos): "¿De verdad tienes que decir esas cosas en voz alta? No sé cómo no te da vergüenza. Además, apenas lo conociste, y lo único que hiciste fue lanzarle miradas para ver si se sonrojaba."

Chelsea se encogió de hombros, sin perder su sonrisa.

Chelsea: "¿Y qué tiene de malo? Es divertido. Y admitámoslo, Ruby, él se veía bastante nervioso conmigo. Es adorable cuando los chicos intentan no mirarme demasiado."

Ruby soltó un suspiro más profundo esta vez, claramente cansada de la conversación.

Ruby (en tono firme): "Mira, Chelsea, no digo que no puedas coquetear, pero tal vez podrías intentar no hacerlo con todos los chicos que se crucen en tu camino. Además, Lincoln parecía estar más interesado en hablar con Maggie, ¿no crees?"

Chelsea frunció ligeramente el ceño al escuchar el nombre de Maggie, pero rápidamente volvió a sonreír con confianza.

Chelsea (con tono competitivo): "¿Maggie? Por favor, Ruby, ella no es competencia para mí. Si Lincoln tiene buen gusto, no tardará mucho en darse cuenta de eso."

Ruby decidió no seguir discutiendo, sabiendo que Chelsea siempre encontraba la manera de justificar sus acciones. Sin embargo, no pudo evitar sentir cierta preocupación por cómo podrían desarrollarse las cosas si Chelsea seguía persiguiendo a Lincoln de esa manera.

Maggie y Lincoln se habían quedado a solas después de que Ruby y Chelsea se alejaran, dejando un ambiente un tanto incómodo pero lleno de tensión. Maggie, cruzando los brazos, decidió romper el silencio con su característico tono sarcástico.

Maggie (arqueando una ceja y señalando sus pechos): "¿Qué pasa, Loud? ¿Acaso te gusta mucho esto? Parece que no puedes evitar mirar."

Lincoln, sorprendido por el comentario, sintió un leve calor en su rostro, pero decidió no dejarse intimidar. Recuperando rápidamente la compostura, esbozó una ligera sonrisa desafiante.

Lincoln (con tono seguro): "¿Eso? Si estás tratando de ponerme nervioso con eso, vas a tener que esforzarte más, Maggie."

Maggie lo miró, claramente sorprendida por la respuesta, pero también un poco intrigada. Su sonrisa burlona se ensanchó mientras inclinaba ligeramente la cabeza.

Maggie (en tono juguetón): "¿Oh? Así que ahora tienes agallas, Loud. No esperaba que me respondieras así. ¿Desde cuándo te volviste tan valiente?"

Lincoln se encogió de hombros, manteniendo su tono calmado pero firme.

Lincoln: "Digamos que convivir con mis hermanas y sobrevivir sus bromas me preparó para estas cosas. Además, no soy el mismo chico tímido de siempre."

Maggie lo observó en silencio durante unos segundos, evaluándolo con una mirada más seria. Finalmente, dejó escapar una pequeña risa y sacudió la cabeza.

Maggie: "Vaya, parece que subestimé al pequeño Loud. Está bien, me gusta ver que tienes un poco de carácter. Pero no te emociones demasiado, todavía puedo ponerte en tu lugar."

Lincoln sonrió, sintiendo que había ganado un poco de terreno en la interacción.

Lincoln: "Podrías intentarlo, pero creo que podrías llevarte una sorpresa."

La tensión entre ambos quedó en el aire, pero Maggie pareció relajarse un poco, su expresión burlona dando paso a algo más neutral.

Maggie (cruzando los brazos con una leve sonrisa): "Eres interesante, Loud. Tal vez no seas tan aburrido como pensaba."

Lincoln (con una pequeña risa): "Bueno, eso es un avance, supongo."

La situación se volvió aún más tensa cuando Maggie, con una sonrisa desafiante, miró a Lincoln y lo retó con su tono típico, algo juguetón pero con una pizca de malicia.

Maggie (arqueando una ceja y sonriendo de manera burlona): "¿Qué pasa, Loud? Creo que no te atreverías a ser realmente atrevido conmigo, ¿verdad? Seguro que solo hablas, pero no tienes lo que se necesita para hacerlo de verdad."

Lincoln, sintiendo la provocación, dio un paso adelante, sus ojos centrándose en Maggie. Había algo en su actitud desafiante que lo hacía querer probar que no se iba a echar atrás. Decidió seguirle el juego.

Lincoln (con tono tranquilo pero seguro): "No soy de los que hablan sin actuar. Pero si insistes, supongo que te mostraré de qué estoy hecho."

Maggie lo observó con una mezcla de sorpresa y diversión, sin saber si Lincoln en realidad estaba dispuesto a seguir sus palabras. Pero lo que hizo después la dejó sin aliento. En un movimiento rápido y calculado, Lincoln se acercó lo suficiente, pero sin ser brusco, para dar un toque juguetón a la situación. Con una mano, le tocó suavemente la mejilla, desorientando a Maggie por un segundo.

Lincoln (con una sonrisa encantadora): "Tienes razón, Maggie. No soy del tipo que solo habla... Soy más del tipo que sabe cómo hacer que las palabras sean interesantes."

Maggie se quedó en silencio por un momento, completamente sorprendida por la actitud de Lincoln. Su rostro, antes confiado, pasó a un ligero rubor. No estaba acostumbrada a que alguien le hablara de esa manera, y mucho menos alguien como Lincoln, a quien había visto como un chico más bien tranquilo. Sin embargo, la forma en que él lo había dicho, su cercanía y su tono, la hicieron sentirse extrañamente nerviosa.

Maggie (balbuceando y apartándose un poco): "¿Q-qué estás diciendo? ¡Eso no es... no es así! No te atrevas a..."

Pero Lincoln no dejó que Maggie se recuperara. En lugar de seguir provocándola con algo más, soltó un comentario inesperado que la dejó completamente desarmada, con los nervios a flor de piel.

Lincoln (con tono juguetón): "Oh, vamos, Maggie, no te pongas tan nerviosa. Aunque si prefieres un poco más de acción, tal vez podríamos hablar de ello más tarde, ¿eh?"

Maggie, incapaz de contenerse por más tiempo, soltó una risa nerviosa, que rápidamente se convirtió en una expresión de vergüenza.

Maggie (con una risa nerviosa y sonrojada): "¡E-idiota! ¿Qué te crees, eh?"

De repente, empujó a Lincoln en el brazo, sin mucha fuerza, pero suficiente para hacerle sentir que, en cierto modo, Maggie había vuelto a recuperar el control de la situación. Pero su rostro seguía rojo, y su nerviosismo era evidente.

Maggie (cruzando los brazos, pero aún evitando mirarlo directamente): "¿Crees que puedes sorprenderme con eso? ¡No te va a salir tan fácil!"

Lincoln, viendo cómo Maggie intentaba ocultar su incomodidad, no pudo evitar sonreír. Había logrado ponerla nerviosa, algo que no era fácil, pero la reacción de ella fue aún más divertida de lo que había anticipado. Decidió hacer un comentario final que realmente la haría sentirse un poco más avergonzada.

Lincoln (sonriendo de manera ligera): "¿Sabes, Maggie? Es increíble cómo la 'chica dura' se convierte en un mar de nervios solo por unas palabras. Pero no te preocupes, no te haré más daño... por ahora."

Maggie lo miró una vez más, sus ojos llenos de una mezcla de irritación y algo más, algo que Lincoln no pudo descifrar completamente. Pero en ese momento, Maggie, ya bastante avergonzada por la situación, giró sobre sus talones, dándole la espalda a Lincoln.

Maggie (con tono de desafío, pero claramente avergonzada): "¡Eres un idiota, Loud!"

Con un último suspiro y un intento fallido de ocultar su rubor, Maggie comenzó a caminar rápidamente, dejándolo atrás. Lincoln, por su parte, se quedó quieto, aún con una sonrisa en el rostro. Había logrado lo que quería: dejarla nerviosa y, tal vez, cuestionándose un poco más de lo que esperaba.

Lincoln (pensando para sí mismo): "Bueno, al menos me divertí un poco."

Y mientras veía a Maggie alejarse, no pudo evitar reírse por lo que acababa de suceder, sabiendo que había ganado esta pequeña batalla, aunque no estaba seguro de qué repercusiones podría tener en el futuro.

Después de haber explorado varias partes del parque, disfrutando del ambiente y de las pequeñas bromas entre ellos, Lincoln y Maggie llegaron al final de su recorrido. La tarde ya había avanzado, y el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosados. Aunque su tiempo juntos había sido breve, Lincoln sentía que había aprendido algo nuevo sobre Maggie: había más capas en su personalidad de lo que él había anticipado, y de alguna manera, la había disfrutado.

Lincoln (sonriendo con amabilidad): "Bueno, Maggie, ha sido un día bastante interesante. Me alegra haber venido a este parque con alguien que, a pesar de ser algo... difícil de leer, sabe cómo pasarla bien."

Maggie (con una sonrisa juguetona, pero sincera): "Y yo también me alegro. Aunque, no te acostumbres a que te diga algo bonito, Loud. No soy tan fácil de impresionar."

Lincoln (riendo ligeramente): "No lo haré, no te preocupes. Pero, tal vez, podamos hacerlo otra vez. Sin tantas provocaciones, claro."

Maggie levantó una ceja, como si estuviera evaluando si realmente quería aceptar esa propuesta, pero luego, como si la idea no le molestara tanto, simplemente se encogió de hombros.

Maggie (con tono relajado): "Supongo que podría considerarlo. Quizá la próxima vez no estés tan seguro de tus palabras."

Lincoln sonrió ampliamente al escuchar la respuesta, sabiendo que Maggie había dejado la puerta abierta para más bromas entre ellos en el futuro. Pero, por ahora, su tiempo juntos parecía llegar a su fin.

Lincoln (haciendo una pequeña reverencia con una sonrisa): "Entonces, supongo que me voy. ¡Nos vemos, Maggie!"

Antes de que Lincoln pudiera dar un paso atrás, Maggie, de manera sorprendente, se acercó y, sin decir una palabra más, le dio un suave beso en la mejilla. Lincoln se quedó quieto por un momento, algo desconcertado por el gesto, pero cuando Maggie se alejó, su rostro estaba ligeramente sonrojado, como si lo hubiera hecho más por impulso que por una planificación consciente.

Maggie (mirando a Lincoln con una sonrisa juguetona): "Espero verte pronto, Loud. La próxima vez, no será tan fácil para ti."

Lincoln, aún algo sorprendido pero sonriendo de manera genuina, tocó suavemente la mejilla donde había sentido el beso, como si no pudiera creer que realmente había sucedido.

Lincoln (sonriendo y un poco avergonzado): "¡Claro, Maggie! Nos vemos pronto. Y gracias... por el beso en la mejilla. Eso definitivamente no lo esperaba."

Maggie, dándose la vuelta y comenzando a alejarse, le lanzó una última mirada y un guiño, antes de dar un paso más y desaparecer entre la multitud.

Maggie (con una voz divertida desde atrás): "¡No te hagas ilusiones, Loud! La próxima vez, vas a necesitar más que eso."

Lincoln se quedó allí un momento, pensando en lo que acababa de pasar. A pesar de lo juguetona y provocadora que había sido, Maggie había mostrado una faceta diferente, una que le había dejado una impresión más profunda de la que esperaba. Con una sonrisa ligera, se dio media vuelta y se dirigió a su casa, sabiendo que, de alguna manera, su relación con Maggie no sería igual a partir de ahora.

Más tarde

Mientras la familia Loud viajaba en el Camión Zilla, todos estaban de buen humor, comentando sobre lo divertido que había sido el día en el parque acuático. El bullicio era constante, con cada uno de los miembros de la familia compartiendo sus experiencias.

Lori (sonriendo): "¡Ese tobogán gigante fue lo máximo! Nunca imaginé que me atrevería, pero lo hice."

Leni (entusiasta): "¡Y el agua era tan refrescante! ¡Creo que pasé más tiempo flotando que haciendo otra cosa!"

Luan (con una risa): "Yo me divertí mucho en las cascadas... ¡pero lo mejor fue cuando me hice amiga del lifeguard! Aunque, no estoy segura si me hizo más caso por mi chiste de las palas."

Lincoln escuchaba atentamente, pero en su mente sus pensamientos estaban en otro lugar. Si bien la familia se estaba divirtiendo, él no podía evitar pensar en lo que había sucedido con Maggie y lo que significaba el beso en la mejilla. No estaba seguro si eso era un simple gesto o si había algo más, pero eso lo tenía algo confundido.

Su concentración fue interrumpida cuando su teléfono vibró en el bolsillo. Lincoln lo sacó rápidamente y vio que era un mensaje de Penny. Sonrió al leerlo.

El mensaje decía: "¡Hola, Lincoln! ¿Te gustaría venir a mi casa hoy? Estaré sola por un rato y me gustaría pasar un tiempo contigo. Te paso la dirección para que vengas cuando puedas."

Lincoln, un tanto sorprendido pero contento por la invitación, pensó que sería una buena oportunidad para relajarse. Respondería sin pensarlo mucho.

"¡Claro, Penny! Voy para allá en un rato."

Poco después, Lincoln guardó su teléfono y lo metió nuevamente en su bolsillo, pero antes de que pudiera hacer algo, su madre, Rita, lo miró.

Rita (con una sonrisa curiosa): "¿A dónde vas, Lincoln?"

Lincoln (un poco nervioso, pero tranquilo): "Voy a la casa de Penny. Ella me invitó a pasar un rato con ella."

Rita (sonriendo, pero con una mirada protectora): "¿Estás seguro? Fue un día largo y seguro que estás cansado. ¿No prefieres descansar un poco más?"

Lincoln (sonriendo, algo avergonzado): "No, en serio. Solo quiero pasar un rato con Penny. No será mucho tiempo, lo prometo."

En ese momento, Lynn Sr. levantó la mirada desde el volante y, con una sonrisa de confianza, intervino.

Lynn Sr. (asintiendo): "Está bien, hijo, pero recuerda, no te quedes hasta tarde. Y si necesitas algo, ya sabes dónde encontrarme."

Lincoln (agradecido): "Gracias, papá. No me quedo mucho rato, lo prometo."

Lori (levantando una ceja y sonriendo): "Parece que va a tener un buen rato. ¿Seguro que no necesitas llevar a tus hermanas?"

Lincoln (sonriendo, algo avergonzado): "No, no, creo que es solo para mí y Penny hoy."

Leni (sonriendo alegremente): "¡Qué suerte! Espero que se diviertan."

Lincoln, un tanto aliviado, se acomodó en el asiento del camión mientras escuchaba el bullicio a su alrededor. A pesar de la confusión que le había causado el día, estaba contento de tener la oportunidad de relajarse con Penny. Cuando el camión Zilla finalmente se detuvo frente a su casa, Lincoln se despidió de su familia.

Lincoln (mientras bajaba del camión): "Nos vemos luego, ¡gracias por el día! ¡Diviértanse!"

Mientras caminaba hacia la casa de Penny, pensó que podría ser una buena oportunidad para poner sus pensamientos en orden y disfrutar de un poco de paz antes de que todo se volviera más complicado.

Lincoln llegó a la casa de Penny, que era un poco más grande de lo que había imaginado. La fachada era moderna y elegante, con paredes de un tono claro y grandes ventanas que dejaban entrar mucha luz. El jardín estaba bien cuidado, con algunas plantas de colores vivos que le daban un toque cálido y acogedor. Se sintió algo nervioso, pero emocionado al mismo tiempo, ya que Penny siempre había sido una amiga genial. Mientras caminaba hacia la puerta, pensó que este era un buen momento para relajarse y dejar de lado las preocupaciones del día.

Cuando llegó a la puerta, Penny la abrió con una gran sonrisa.

Penny (sonriendo con entusiasmo): "¡Hola, Lincoln! Qué bueno verte por fin, te estaba esperando."

Lincoln (sonriendo, algo nervioso): "¡Hola, Penny! Gracias por invitarme. Tu casa es increíble."

Penny (sonriendo de nuevo): "¡Gracias! Pasa, pasa. Te haré un recorrido después, pero primero quiero mostrarte algo."

Lincoln entró, notando de inmediato que el interior de la casa era igual de impresionante que el exterior. El pasillo era espacioso y la decoración era moderna pero acogedora, con muebles de madera clara y paredes con cuadros abstractos. Mientras Penny lo guiaba hacia el interior de la casa, Lincoln no pudo evitar mirar alrededor, admirando los detalles.

Penny (mientras caminaban hacia el fondo de la casa): "Mi primo está en la sala. Es un poco... raro, pero no te preocupes, no te molestará. Vamos al sótano, quiero mostrarte algo interesante."

Lincoln asintió, pero mientras caminaban hacia el sótano, echó un vistazo hacia la sala. Allí, sentado en el sofá, estaba un hombre de unos 29 años. Tenía el cabello castaño oscuro, un poco desordenado pero parecía que lo llevaba de esa manera a propósito, y su rostro le resultaba vagamente familiar. El hombre, al notar la presencia de Lincoln, levantó la vista por un momento, pero no hizo más que sonreír de manera cordial y volver a mirar lo que estaba haciendo.

Penny (dándose cuenta de que Lincoln estaba mirando al hombre): "Ah, casi lo olvido. Lincoln, este es mi primo, Peter. Peter, este es Lincoln."

Peter (sonriendo amablemente, con una mirada curiosa hacia Lincoln): "Mucho gusto, Lincoln. Penny me ha hablado mucho de ti."

Lincoln (algo desconcertado pero educado): "Igualmente, Peter."

Penny (sin hacer mucho caso al momento de presentación): "Vamos, Lincoln. Te voy a enseñar algo muy chido que he estado haciendo en el sótano."

Mientras Penny tiraba una mirada rápida a su primo, Lincoln no pudo evitar notar que algo en el ambiente de la sala parecía extraño, pero prefirió no decir nada. Pensó que podría ser la forma en que Penny lo había presentado o algo en la actitud del primo, pero decidió seguir a Penny y no darle demasiada importancia.

Mientras caminaban hacia las escaleras del sótano, Peter, desde el sofá, los observaba en silencio, pensando en lo raro que parecía el comportamiento de su prima. Ella normalmente no era tan entusiasta cuando se trataba de mostrar sus proyectos a otras personas, y menos con chicos. Peter se preguntó si había algo más detrás de esta visita, pero decidió no decir nada. Era claro que Penny no iba a compartir los detalles con él, y, por lo tanto, prefería guardar sus pensamientos para sí mismo. Sin embargo, algo en su mente le decía que estaba pasando algo interesante.

Peter (pensando para sí mismo mientras se recostaba en el sofá): "¿Qué estará pasando entre esos dos? Penny nunca ha sido tan... entusiasta con un chico. No me sorprendería que algo estuviera ocurriendo ahí, pero no quiero ser tan entrometido."

Mientras tanto, Lincoln y Penny llegaban al sótano. El ambiente era más oscuro, con luces tenues que daban un aire de misterio, y el aire tenía un ligero aroma a madera y a proyectos de trabajo en curso. Al fondo, había una mesa llena de herramientas, piezas y lo que parecía ser algún tipo de proyecto que Penny estaba construyendo. Estaba claro que Penny no solo era una chica apasionada por sus intereses, sino también increíblemente talentosa.

Penny (sonriendo emocionada): "¡Mira esto, Lincoln! He estado trabajando en algo muy chido. Es un prototipo de algo que quiero perfeccionar. Es un trabajo en el que he estado metida por un tiempo."

Lincoln (curioso, acercándose a la mesa): "¡Vaya! No sabía que estuvieras tan metida en la ciencia. ¿Qué es todo esto?"

Penny (mirando su prototipo con una sonrisa orgullosa): "Es algo con lo que he estado jugando últimamente. Está basado en... bueno, no puedo decir mucho aún, pero es un experimento de tecnología avanzada que podría cambiar algunas cosas. Pero aún estoy perfeccionándolo."

Lincoln (asombrado y genuinamente interesado): "¡Eso suena increíble! No sabía que tenías una mente tan brillante. Estoy impresionado."

Penny (riendo): "No es para tanto, pero me encanta aprender y experimentar. Quiero que cuando termine, podamos probarlo juntos. ¿Qué te parece?"

Lincoln (sonriendo): "¡Eso suena genial! Me encantaría."

Justo en ese momento, el teléfono de Peter, que seguía en la sala, comenzó a sonar. Era su esposa, Mary Jane. Aunque no la veía en persona en ese momento, su voz transmitía una clara preocupación cuando contestó.

Peter (hablando por teléfono): "¿Hola, MJ? ¿Qué pasa?"

(Su apariencia,ignoren lo de atrás)

Mary Jane (con voz preocupada): "Peter, tengo que decirte algo. Nuestra hija... volvió a hacer lo mismo. Sabes a qué me refiero. Dejó todo como siempre, sin explicación alguna. Me pregunto qué estará pasando realmente."

Peter (con una expresión seria, pero calmada): "No te preocupes, Mary Jane. Vamos a hablar de eso cuando llegue a casa. Asegúrate de que esté bien. A veces las cosas pueden ser más complicadas de lo que parecen, pero confío en que podremos solucionarlo."

Mary Jane (dudando, pero preocupada): "Lo sé, pero no sé si estoy haciendo lo correcto. Algo no me cuadra. Te espero en casa."

Peter (pensativo, mientras colgaba): "Entiendo, MJ. Ya voy para allá."

El tono de la conversación dejó a Peter con muchas preguntas sin respuestas, pero por ahora decidió no darle más vueltas y se centró en su primo y Penny. "Ya hablaremos más tarde", pensó para sí mismo, mientras trataba de dejar de lado las preocupaciones sobre su hija para concentrarse en el momento presente.

Fin del capítulo



























O no

En una carretera solitaria cerca del pueblo de Royal Woods, un camión de gran tamaño avanzaba a gran velocidad, el sonido de sus ruedas resonando a través del paisaje tranquilo. La tarde estaba cayendo, y la luz del sol comenzaba a desvanecerse mientras el conductor del camión, un hombre de aspecto cansado, conducía sin prisa pero con una mirada concentrada al frente.

De repente, la caja trasera del camión comenzó a moverse de manera violenta. Los ruidos provenientes de dentro eran extraños y desconcertantes, como si algo estuviera golpeando las paredes del camión con una fuerza descontrolada. El hombre, preocupado, miró por el retrovisor y notó que la caja se sacudía sin parar. Pensó que podría ser algo dentro del camión que se había soltado, pero la sacudida empezó a intensificarse, como si algo estuviera intentando escapar.

Camionero (murmurando, con miedo en su voz): "¡Qué demonios está pasando ahí atrás...?"

Sin previo aviso, una de las puertas traseras del camión se abrió de golpe, y cuatro figuras extrañas, de aspecto indefinido y casi indistinguible, saltaron al exterior. Rápidamente se lanzaron hacia el bosque cercano, corriendo con una velocidad impresionante, desapareciendo entre los árboles antes de que el conductor pudiera reaccionar. El camionero, paralizado por el miedo, intentó frenar, pero era demasiado tarde.

Con un estrépito ensordecedor, el camión perdió el control y comenzó a volcarse, dando vueltas sobre sí mismo antes de detenerse de forma violenta en el borde de la carretera. El conductor, atónito y con la adrenalina a mil, miró el desastre a su alrededor. Los árboles cercanos se mecían por el impacto y las figuras ya habían desaparecido en la oscuridad.

Camionero (con una risa nerviosa, mirando los escombros del camión): "Estoy despedido... Esto no me lo perdonarán."

Desmoronado, el hombre se sentó en el suelo del camión volcado, aún tratando de procesar lo que acababa de suceder. Sabía que lo que había visto no tenía explicación, y que seguramente su vida cambiaría después de ese incidente. Por un momento, se quedó en silencio, mirando el bosque, preguntándose qué eran esas figuras y qué tan cerca estaba Royal Woods de verse afectado por algo mucho más grande y extraño.

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