Cap 1 Conozco mi cuerpo
Tabasco era un hombre sencillo, gente de campo que trabajaba como dios manda en su haber.
La había regado muchas veces en su vida y sus vidas anteriores si era honesto y sincero.
Pero en general no se arrepentía de sus antiguas vidas, todas las cosas que hacia y le pasaban eran necesarias para tener lo que lo hacía feliz hoy fueran muchas o pocas cosas.
Siempre quería ver el lado bueno del asunto.
Como sus hijos. Tabasco amaba a sus hijos con locura, pero siempre se sentía mal cuando no podía apoyarlos a todos como era debido.
Pero entre sus 17 chamacos habían podido salir adelante de todo tipo de situaciones.
Habían pasado un sin número de situaciones al pasar los siglos, la conquista, los texanos, los estadounidenses, los franceses, e incluso sus propias locuras aveces.
Había perdido hijos que ahora estaban con otros Estados, pero todo había salido bien.
Era madre de algunos de sus hijos, en su mayoría se quedaba con ellos, y padre de otros tantos, pero admitía que siempre había sido protector.
Entonces cuando comenzó a notarse aletargado, con sueño, con Dolores en la espalda baja, sus pies inchados y cuando tuvo un fuerte asco por comer su delicioso Peje lagarto asado, supo que algo no andaba del todo bien.
Tabasco se conocía a si mismo y a las reacciones de su cuerpo tanto como conocía los relieves de su territorio. Ese tipo de cosas eran cuestiones que le habían pasado tantas veces como podía recordar.
La última vez cuando tuvo a Balancán.
Oh vaya.
Bueno, ¿Quién dijo que no podía cagarla más de lo que ya lo había hecho?
—¿ Papá, está bien? ¿Está enfermo? Su pejelagarto se enfría. —
Nacajuca se acercó junto a Paraiso para revisar que pasaba con el State, y no era para menos, Tabasco podía jurar que hasta sentía que se le había bajado la presión no más de considerar la posibilidad de sus síntomas. Después de todo se conocía muy bien y la confirmación podía sentirla brillante como antiguamente fue la marquesina del Sheba.
— ¡Wey! ¡Traiganle una coca a papá! ¡Creo que se le bajo el azúcar! —
Tal vez paraíso tenía razón, aunque el pánico del resto de sus muchachos no estaba ayudando mucho, a pesar de que se mantuvieron a una buena distancia para evitar sofocarlo, el shock de sus propios pensamientos estaba llegando a él.
— Apa, ¿Qué tiene? ¿Qué le duele? El resto de nosotros esta bien, ¿Va a pasar algo en alguno de nosotros? ¿Es abuelo Sur?¿Es otra inundación? Aún no es temporada Apa. —
Tabasco realmente trato de enfocarse en el rostro de Balancán, su muchacho más joven, verdaderamente trato de concentrarse en su rostro, sus facciones, hasta los girasoles que adornaban su cabeza.
Hasta que comenzó a tener un dolor sordo en la parte baja de la espalda y abdomen.
Oh mierda.
Se agarro a los hombros de Balancán, siendo ayudado por Teapa y Jonuta para levantarse, a pesar de que preferían tenerlo sentado en caso de algún bajón, si su padre llegaba a recortarse en el interior de la casa sería una mejor opción.
Oh eso hasta que.
— ¡Oh Dios papá estás sangrando! —
Doble mierda.
Y entonces Villa y Tacotalpa decidieron tomar el control de todo.
Tabasco se vio nuevamente sentado en la silla de plástico y alzado en la misma por 4 de sus hijos. Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán y Emiliano Zapata.
— ¡TODOS A LA COMBI! —
— ¡VILLA LLAMA A ISSET! ¡TODAS LAS CHICAS ALREDEDOR DE PAPÁ! ¡NO DEJEN QUE SE DESMAYE! —
Y ese fue su camino al hospital.
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A pesar del intento que ISSET hubiera hecho para darle al Estado privacidad, la verdad es que no había servido de nada.
Los propios pacientes y trabajadores habían obviamente reconocido a su representación y la de sus 17 municipios, y las especulaciones habían sido muchísimas.
Las redes sociales del gentilicio tabasqueño estaban a reventar y muchísima gente había Estado afuera de la unidad hospitalaria queriendo o una nota exclusiva o simplemente haciendo oración por su Estado y la salud de este.
Los chocos, como era conocido el gentilicio tabasqueño, era gente que aunque mandaba a chingar a su madre a los gobernadores que han tenido, ya sea por culeros o así, realmente amaban a su Estado y querían lo mejor para él, al último cuando se enfermo de muerte básicamente todo el mundo lo mando por un tubo porque no había hecho nada por el Estado, o al menos no tanto como su Tabasco se merecía.
Lo amaban incondicionalmente y aunque sabían que estaba mal lo defendían.
Mientras Tabasco era atendido por ISSET y sometido a diferentes estudios, Villa salió a dar la cara por su papá y sus hermanos para parar la enorme montaña de chismes que se estaban haciendo en las redes sociales.
Había desde supuestos atentados por parte de los Z, la nueva llegada de los colombianos, la probable ola de delincuencia que finalmente había afectado físicamente al state, el uso de un comando armado por el cartel de Sinaloa Nueva Generación.
Bueno de todo un poco se escucho por parte de los tabasqueños.
Villa salió exclusivamente porque para cuando llegó el gobernador toda la gente estaba en una furia sádica de probablemente querer linchar al hombre por hacer que su pobre Estado llegará a tales extremos.
Gracias a cielo logró al menos amanzar un poco a la gente. A todos los gustaba Centro/ Villahermosa, así fuera un poco fresa aveces, tenía un carisma que todos llegaban a disfrutar.
Nacajuca observo con sería preocupación el teléfono de su padre el cual se le hubo encargado mientras los doctores trabajaban con lo que sea que le hubiera pasado a su padre. Incluso los teléfonos de los propios municipios habían comenzado a sonar con preguntas de sus hermanos y primos de otros Estados de la República.
Claro, intentaban ignorarlos lo mejor que podían puesto que aún no tenían información sobre nada de lo que fuera que tenía su papá, pero siendo un state casi siempre sus afecciones físicas significaban cosas que sucederían o sucedían en sus territorios.
Y lo que no les entraba en la cabeza es que ninguno de ellos estaba sangrando o en un Estado de dolor diferente a lo acostumbrado, podría ser incluso un día tranquilo donde todos habían decidido juntarse para comer como un domingo bonito.
Huimanguillo y Cárdenas estaban algo preocupados por la reacción desmedida que pudiera tener su padre, Veracruz, viendo a su papá en el hospital o algo así.
Los chismes se regaban como la espuma entre los sureños, y mientras Centla era bombardeada por mensajes de Las islas del Carmen junto a Palizada, esos dos no dejaban de recibir mensajes de Coatzacoalcos y Minatitlán.
Llegados cerca de la tarde noche, con la gente poco más controlada haciendo oración por su Estado, algunas personas pensando en prepararse para el desastre, los 17 municipios finalmente pudieron pasar a ver a su papá.
ISSET sabía que a esas alturas era imposible detener la entrada de todos, pues en un intervalo de 4 horas ya se habían estresado lo suficiente.
El propio Tabasco se veía estresado pero por demás estaba estable y bien, el sangrado hubo parado siendo mínimo y los estudios no habían dado un resultado demasiado alarmante.
Pero habria que tener cuidado de ahora en más.
— Bueno señor Tabasco, esto es una sorpresa para todos. Lo bueno es que todos sus hijos decidieron venir ya que esta es una situación un poco complicada y usted necesitará de su ayuda—
Fue profesional a pesar de su emoción y preocupación sobre el Estado de salud de su State, fue singular para una organización tan joven como lo era.
— Entonces ISSET ¿Papá esta enfermo? ¿Es grave? —
— Bueno. No es malo, pero deberá cuidarse de cualquier manera y venir a los chequeos mensuales, señor Tabasco. — La Organización tomó las manos del State — Papá, tienes al rededor de 10 a 12 semanas de Gestación—
Y aunque la expresión en blanco del tabasqueño era algo que todos conocían en situaciones difíciles, incluso de los que habían visto nacer y volver a sus hermanos a lo largo de los años, no dijeron nada ante los ojos cristalizados del Choco mayor.
Balancán incluso solo atinó a apretar la mano de su papá en nuestra de apoyo no queriendo hacerlo llorar con uno de sus abrazos. A pesar de que la perspectiva de un nuevo hermano tenía floreciendo nuevos girasoles en su cabello.
— Tuviste una amenaza de aborto espontáneo, pero gracias al cielo no tuviste un desprendimiento del feto que fuera importante y todo lo demás sigue en su lugar. Debiste pasar un shock muy grande, así que aunque es seguro y en su mayor parte el embarazo va bien, tendré que prohibir el trabajo de campo y recomendar Descanso casi absoluto. Solo podrás hacer trabajo de Oficina si queremos que todo salga bien papá. —
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