9.
ADVERTENCIA: Al final ganó el Mikayuu, pero en esta historia siguen siendo sukes.
Lo que pregunté fue para definir algo, je
No, no es advertencia lemon, perdón si las desilusioné ahr
Disfruten(?)
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—¿¡Qué hacemos si nos descubre!?
—¡Haz silencio, está en camino!
Ambos gritaban entre susurros, como si eso fuera a solucionar su problema.
No tenían idea de qué hacer.
Principalmente porque Yoichi no era la persona adecuada para contarle un secreto. Y si se enteraba de aquello, medio mundo también lo sabría.
Podía enterarse cualquiera, pero que por favor no llegara a los padres.
—No hay de otra.
Mikaela tomó en sus brazos a Yuu, completamente desnudo, de manera que lo cargaba como princesa.
Pero las princesas no pataleaban como lo hacía él en ese instante.
—¡Bájame ahora!
—Si te quedas de pie, sabrá que estás aquí. Así que cállate, Yuu-chan.
—Cállame.
Lo dijo sin pensarlo, porque apenas terminó de hablar sintió los labios del rubio sobre los suyos. Vaya, era la primera vez que se besaban con tal delicadeza.
—¿Ahora sí te callas?
Con el rostro enrojecido, evitó verlo a los ojos. Era irónico cómo podía sonrojarse por un beso y no por estar desnudo en los brazos de su amigo.
A decir verdad, Yuu era bastante pesado (después de todo, estaba cargando con su mismo peso) pero por suerte tenía fuerza.
—¿Mika-kun? ¿Yuu-kun?
—¡Aquí!—llamó el rubio tratando de ocultar la fuerza que exigía su voz.
Yoichi se dirigió a la zona de las duchas con cierto apuro. Verlo correr era gracioso para muchos, pues lo hacía con mucha delicadeza.
—¿Mika-kun?—solamente sus pies se notaban por debajo de la puerta—. ¿Y Yuu-kun?
—Se fue a la enfermería.
—¿Eh? Pensé que odiaba al doctor...—suspiró, aliviado—. Me preocupaba que no respondieran, ¿qué les sucedió?
—Shinoa nos puso algo en la ropa, Yuu-chan cree que es polvo pica-pica.
—Oh, ahora entiendo porqué le picaba el pajarito—llevó su mano a la nuca—. Bueno, me voy.
A veces la manera en la que Yoichi se refería a aquellas partes era única.
Una vez que se fue, Mikaela dejó a su amigo en el suelo y como estaba ofendido, decidió no fastidiar más al rubio.
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Ir todos los días a la escuela era sumamente aburrido. Su vida siempre se basaría en ir a la escuela, hacer tarea y luego dormir. Todos los adolescentes odian eso, siempre tratan de hacer algo nuevo para no aburrirse.
Claro, muchos tienen actividades aparte, como podrían ser las artes, el deporte y los idiomas. Todo el grupo de amigos hacía eso, pero también solían reunirse a la tarde, cuando el sol estaba a punto de caer.
Así como la última vez fue el twister, hoy sería un juego nuevo. Sí, para algunos de su edad pensaban que eran muy inmaduros.
Esta vez tocó en la casa de Yuu y Shinoa, y todos estaban sentados formando un círculo esperando que la peli-púrpura anuncie la actividad del día.
—¡Gira la botella!
Pero a pesar de ese anuncio, lo más sorprendidos eran Mika y Yuu, quienes la miraban con ojos desorbitados.
—¿¡Te das cuenta lo que puede causar eso!?
Su hermana solo guiñó un ojo.
—Yo sé lo que hago, Yuu-sal.
—¿¡Yuu-sal!?—sentía que se había perdido de algo.
—Mika-san reveló que sabes a sal, creí que ahora podría llamarte así.
Le dedicó una mirada de soslayo al rubio que retenía la risa. No contó lo que le había hecho ¿o sí?
En caso afirmativo se encargaría de matarlo más tarde.
—Bien, comencemos—la rubia colocó una botella de color fucsia en el medio de la ronda.
Yoichi, divertido, hizo los honores de girarlo. Nadie de ellos estaba preocupado por la posible respuesta.
Sin embargo, el culo de la botella quedó pegado en el pie de Mika.
Y al frente de Mikaela estaba Yuu. ¡Si supieran que Mitsuba era una genia de las ciencias!
—Bien, comencemos con un beso tierno—sonrió maliciosa—. Quiero tensión sexual.
Ambos se pusieron de pie, frente a frente, para estar más cómodos.
—Abrazados—pidió Kimizuki.
Los dos chicos rodaron los ojos y envolvieron los brazos en la cintura del contrario. Sus cuerpos estaban completamente pegados y el oxígeno chocaba contra su piel.
Poco a poco, comenzaron a juntar los rostros. Era una tortura ya que ellos siempre se precipitaban cuando estaban así de cerca pero ahora era lo más lento posible.
Los labios rozaban y mientras se aproximaban, ambos comenzaron a abrir la boca para entrar en la cavidad del otro.
Los labios chocaron y...
—¡Es suficiente!
Los dos chicos dieron un respingo y se separaron bruscamente. ¿En serio los dejaban con esa sed? Estaban tan cerca...
—Pe-pero, ¿no era un beso?—repuso Yuu, perplejo.
—No si la líder no lo pide.
—A veces no te entiendo—frunció el ceño.
Mikaela también estaba molesto. ¿Acaso era muy obvio que querían besarse? Porque ahora que lo pensaban bien, no vacilaron a los pedidos de la enana y ahora estaban molestos con ella.
Se sentaron y la botella volvió a girar. Otra vez les tocó a Mika y Yuu.
—¿Es que hacen brujería?
—¡Beso! ¡Beso con lengua!—pidió la enana.
—¡Y toqueteo! ¡Mucho toqueteo!—alegó Mitsuba.
Bueno, al menos ahora podrían saciar sus ganas.
Otra vez se colocaron frente a frente y al instante comenzaron a besarse.
Kimizuki le tapó los ojos a Yoichi mientras miraba boquiabierto la escena que tenía en frente.
Mika presionando el trasero de Yuu con ambas manos, el azabache paseando sus manos bajo la playera de su amigo. Ambos se estaban devorando con los labios.
Las chicas sonreían satisfechas para sí mismas. Ahora que los miraban, podían notar cuánto se deseaban.
—¡Vayan a un hotel!—gritó la enana pero la ignoraron—. Hey, eso significa que se detengan.
Los jóvenes se separaron con lentitud, dejando jadeos en el aire. Estaban equivocados, eso los había dejado con más ganas.
Las miradas de aquellos chicos estaban llenas de deseo, pero se obligaron a cambiarla por una de indiferencia cuando nuevamente se sentaron en el suelo.
Giraron la botella y ésta nuevamente se pegó al pie de Mika.
—¿¡En serio!?—exclamó el azabache.
—Me niego, siempre nos toca a nosotros—habló el rubio.
-Kimizuki, Yoichi, besénse—ordenó Shinoa.
La pareja enarcó una ceja pero en las mejillas del más bajo brotó un rojo arrebol.
—Ven aquí, enano.
El pelirrosa jaló de él y plantó un cálido beso en sus labios.
Las dos chicas soltaron un suspiro de ensueño. Era increíble cómo podían ser tan tiernos.
En cambio, Mika y Yuu eran excitantes. Sus besos gritaban "sexo" en mayúsculas.
—Kimi, no...—murmuró Yoichi al separarse.
Shinoa los controlaba como títeres. Amaba su ingenio.
—Bien, ahora siguen ustedes—señaló a los dos hormonados.
Rodaron los ojos y se aproximaron sin siquiera ponerse de pie.
Fue un beso corto y seco, porque no querían que descubieran sus verdaderas intenciones.
Aunque ya todos lo sabían.
—Me aburrí, ¿vemos una película?—propuso Yuu.
—¡Eso me dio una idea!—su hermana alzó las manos en el aire pero al instante las bajó—. Lo dejaré para la próxima semana—rió de forma maliciosa.
El grupo de amigos se sentó decentemente sobre el sofá, con la vista a la televisión. Pero en unos minutos todo ese orden caducaría.
Por otro lado, los responsables de aquel grupo se encontraba en la habitación.
Guren recién se despertaba de una siesta y al incorporarse, pudo notar a Shinya en el suelo.
Notó que su brazo se movía de arriba a abajo, como si estuviera frotando algo con demasiada rapidez.
—¿Shinya...?
—Estúpido, me dejas en abstinencia—volteó y dejó al descubierto un rostro demacrado, parecía un loco y unas enormes bolsas yacían debajo de sus ojos.
Guren se puso de pie y se acercó a su marido, que frotaba con un trapo unos lentes.
—¿Qué haces con eso?
—Ganaré esa apuesta.
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...
■Me di cuenta que en mis historias Yoichi siempre es la víctima 😂 es que es tan traumable...
¿Se dieron cuenta que puse miembros de reparto? e.e
Es que estaba aburrida y bueno, salió eso(? ■
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