Condones, consoladores, vaselina... 

¿¡Qué!? ¿Acaso piensan que un capítulo puede empezar normal?

En la vida de este grupo de amigos era algo completamente imposible. Y es que, ¿cómo no lo sería teniendo una amiga como Shinoa? 

Sí, quizás en la escuela no era para nada popular. En ningún lado, los profesores sólo conocían su nombre por reprobrar. Y ella podría ser popular con todas las locuras que planeaba, pero siempre intentaba mantenerse al margen.

Hasta que sale de la escuela. Apenas coloca su pie fuera de la institución; es mejor correr.

Terminarías perdiendo la dignidad. O algo mucho peor.

—¿Tablón, planeas que perdamos la virginidad?—preguntó Mika, incrédulo.

—¡Nada de eso! Sólo es para hacer un par de retos, aunque si alguien quiere no me rehúso...

—Le voy a decir a nuestros padres—declaró Yuu mientras tocaba el consolador rosado con cierta curiosidad y terror.

—Pero si fue mami Shinya quien me acompañó a comprar...no es nada malo, creo.

—¿Creo...?—cuestionó Yoichi, mientras se escondía detrás de su novio. No quería perder la virginidad, ¡no ahí, ni con ellos! Bueno, sí lo quería pero prefería que sean otras las circunstancias.

—¿No podemos jugar a algo más normal, como el "Yo nunca"?—sugirió Kimizuki—. Eso es más sano.

—¡No dejes que la zorra rosa se adelante!—gritó Shinoa a Mitsuba.

—¡Tú eres la estúpida que no es directa! Hoy jugaremos "reaccionando a porno" pero con diferentes situaciones.

Y apenas la rubia dijo eso, todos dieron un paso hacia atrás, preparados para huir en cualquier momento.

—No se asusten~ Si mi mami estuvo de acuerdo, fue por algo.

Los demás intentaron mantener la calma. Yuu acusaría a Shinya con Guren, porque de seguro eso fue planeado sin su aprobación. Dejar al albino en abstinencia sería suficiente para cumplir con su castigo.

—¡Bien! Yoichi es el primero—la enana lo señaló—. Verás porno lésbico mientras...

—¡Él no!—interrumpió Kimizuki, con los brazos cruzados—. Si quieres que empiece alguien primero, yo me arriesgo. Pero además, ¿por qué lésbico?

—Yoichi-san tiene que aprender de qué son capaces las mujeres...sino terminaría siendo violado-rió inocentemente.

—Kimizuki...—murmuró Mitsuba mientras leía una libreta—. El reto que se te asignó es: ver una recopilación de porno gay.

—Eso es fácil.

—Déjame terminar. Beberás agua de un condón por cada vez que eyaculen.

—¿¡QUÉ!?—sus ojos se ensacharon—. Eso no es pervertido ni divertido, es completamente asqueroso. Me rehúso.

La pelipúrpura abrazó al castaño por la espalda.

—Si no lo haces, tu novio no saldrá virgen—siseó con malicia.

—Bien, lo haré.

Sentado en el sofá, agarró el condón lleno de agua que le tendieron. No quería imaginarse cómo sabía esa cosa, además de que probablemente el preservativo venía con sabor y al final quedaría con un sabor completamente horrible.

Además, sospechaba que los vídeos que había seleccionado su amiga no eran para nada normales.

Shinoa encendió la televisión, la cual estaba conectada a su laptop, y presionó el botón de reproducción. Mientras tanto, Mitsuba tapaba los ojos del castaño para que no se traumara. Su novio se había arriesgado por él, así que debía encargarse de conservar la inocencia.

—Idiota, ¿qué clase de vídeos eligiste?—se cuestionaba Kimizuki, con ojos desorbitados ante la abominación que veía—. ¿Acaso eso es...? ¿¡HIZO ESO CON LA BEBIDA!? Le metió...oh no.

—¡Vamos, poste, bébe!—animó Yuu desde una esquina, puesto que no se atrevía a ver la pantalla.

El joven de lentes, apretando los ojos con fuerza, bebió el contenido del preservativo. Apenas lo hizo, escupió todo el contenido en la alfombra.

Más tarde Shinya se enojaría por eso.

—Hoy, recordaremos tu valentía al sacrificarte por tu uke y atreverte a escupir la alfombra de Shinya—declaró la rubia con la mano en su pecho, como si se tratara de un soldado haciendo un juramento—. Bien, ¿quién sigue?

—Yuu-sal y Mika-san.

Mikaela quería huir, pero el azabache lo sujetaba del brazo.

—Si te resistes, te pondrá algo peor.

—Ellas no son capaz de violarme—masculló el rubio.

—Ara~ ¿quieres ver?—la enana sonrió maliciosa mientras movía el consolador rosado, como si fuera una mano saludando.

—Bien, escucharé.

—El reto de ellos será: Mikaela usará un collar de silicona y Yuu lo sujetará con una correa mientras le da un latigazo por cada vez que la mujer gime.

—Ésto ya no es sano—murmuró el pelirrosa.

—¡Yo lo elegí! No es nada, Nii-san—su hermana sonrió inocentemente.

—¿¡Desde cuándo me dices Nii-san!?

Se abstuvo a decir algo y lanzó los juguetes al miembro de su familia. Siempre metía cosas sexuales en sus juegos, pero ahora la pelipúrpura había ido demasiado lejos. ¡Esos eran juguetes sadomasoquistas!

El rubio, resignado, se colocó el collar que tenía un par de pinches góticos, los cuales juró clavarles a Shinoa en cuanto terminaran con el reto. 

Su amiga puso el vídeo, y se maldijo en cuanto vio el rostro de la mujer. ¿Por qué tenían que elegir a la actriz porno que más gemía? Eso era ciertamente malvado.

Yuuichirou con una mano sujetaba la correa de metal y con la otra el látigo. La única ventaja que tenía el rubio era que poseía sus ropas, ya que también lo habían obligado a ponerse en cuatro.

Se preguntaba si tendría que buscar otros amigos, pero con sus demás compañeros era tan asocial que sería incapaz de conseguir otros. Quizás cambiarse a la escuela de Lacus y René ayudaría.

La mujer en la pantalla gimió. Yuu le pegó con el látigo negro a su amigo, el cual evitó maldecir al sentir el contacto. Le había dolido un infierno eso, se planteó denunciar a sus amigos.

La mujer volvió a gemir. Una y otra vez, abría y cerraba la boca lanzando las maldiciones que Mika contenía. Su trasero a la vista de sus amigos, siendo latigado por Yuuichirou...toda su dignidad se había desvanecido en un instante.

—¡Quién diría que veríamos al delegado así!

—Cállate, tabla—reprendió el ojiazul.

—¡No sabía que eras un sadomasoquista, Mika-san!

—Juro que en cuanto termine, te convertiré en jugo de uvas.

—¡Me hieres, Mika-san!

Se abstenía a decir algo peor.

Por otro lado, el pelinegro reía y pegaba latigazos por cada gemido que escuchaba. Por alguna razón, esas semanas había estado impotente y podía ver porno sin siquiera preocuparse.

—Cuando abren la boca al tener sexo con un hombre, siento que exigen un trío—comentó Shinoa. Siempre se tomaba todo en broma.

—Y cuando haces este tipo de juegos, yo siento que exiges una paliza—habló el de lentes.

—¡Podrían ser peores!

Kimizuki hubiera dicho "no lo creo". Pero, sólo lograría subestimarla, así que prefirió callarse.

Mitsuba, por su parte, bostezó.

—¿No les aburre ver y no hacer nada? A mí me dio hambre.

—¿Qué sugieres, Micchan?—la ojicobre movió las cejas subjetivamente.

—Que vayamos a la cocina, creo que Shinya nos dejó algunos postres.

Oh, al parecer Shinya ya se encontraba en abstinencia, porque cuando no tenía sexo por mucho tiempo se ponía a cocinar maquinalmente.

—Bien, los esperamos, ustedes quítense eso.

¿Acaso nadie sabía que dejarlos solos era mala idea? Oh, por supuesto que lo sabían, pero les gustaba hacerse los idiotas.

En cuanto estuvieron solos y de pie, Yuu aprovechó para atraer a Mika hacia sí con la correa de metal, puesto que aún no se quitaban las cosas.

—Me sorprende que en todo el día no hayas tenido una erección—fue lo primero que dijo el blondo.

—Hace unas semanas estoy impotente, así que es un beneficio.

—¿Y siempre será un beneficio?

El azabache prefirió responder con un beso largo. Mikaela quería alejarlo aunque le era imposible; no más besos de ese modo, no quería más besos que no se sintieran como lo de aquella vez.

Lo único cierto era que Yuu andaba urgido.

—Ah, Mika, ¿pensaste en lo de ser penetrado por mí?

—Si no controlas a tu hermana terminaremos siendo penetrados por ella.

Pero la única verdad era que esa pregunta fue la que menos le importó. Su mente sólo podía concentrarse en aquel beso, ese que se había sentido tan real que aún perduraba en sus labios. Hasta llegó a pensar que tener sexo con Yuu no le importaba, era lo de menos, quería más besos de ese tipo antes.

Pero Yuuchirou pensó que fue algo de un día, una alucinación, un efecto psicológico después de todo lo sucedido. También se preguntaba si estaba enfermo, ya que hace unos días se le hacía imposible excitarse.

Sí, definitivamente tenía que ir rápido a un médico. Aunque el único informe que le darían sería un delirio amoroso.

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Deliria nervosa de amor.

Capítulo dedicado a 🍪 -mis emojis son pobres y no tienen tacos ah-
♡♡♡♡♡♡♡♡  te jamo <3

Empecé con la dedicación de capítulos soooo:

QUIÉN SEPA EN CUÁNTOS CAPÍTULOS HAY LEMON  DE VERDAD SE LO DEDICO. \(*-*)/

Ah, también he comenzado un nuevo fanfic por si se quieren pasar. Es de humor así como éste y se llama "¡no me acoses!"
Seh, sukes otra vez ewe

La imagen de la novela junto al prólogo está en multimedia (y acá abajo también si wattpad no deja la foto)

☆Última semana para votar por OnS y les daré un especial como regalo de navidad ♡