18.
Una mano, entrando por un obscuro agujero.
Una mano que se participaba del infierno. Una mano, o varias, que más tarde se arrepentiría de entrar en aquello.
Mikaela quitó la mano y sonrió con satisfacción. Logró lo que quería, ahora podría ser el seme y nadie podía negarlo por ese día.
Encima de la mesa de la sala había una urna con papelitos, cada uno de esos tenía el nombre de cada integrante.
Sí, era otros de los juegos semanales. Esos juegos que organizaban y terminaban con todos gritándose entre sí.
Y a Mikaela le había tocado el papel de Shinoa, aunque hubiera sido más divertido si le tocaba a Yuu, ya que adoraba burlarse de ésta.
Yuu miró su papel. Tenía escrito "Mitsuba" en éste. Genial, la rubia era fácil de imitar, lo más probable era que se pusiera un trapo amarillo en la cabeza.
—Bien, ya pueden decir quiénes son—anunció la pelipúrpura.
Todos hicieron un círculo de pie, con el papel del dichoso nombre entre sus manos.
—Yo soy Guren—habló Kimizuki—. Ahora sí podré regañarlos.
—Yo soy Krul-dijo Yoichi—. Será algo difícil...
—A mí me tocó Kimizuki—contó René. Al principio pensó que les molestó, pero luego recordaron que siempre llevaba esa expresión.
—Yo soy Yoichi-ésta vez hablaba Lacus—. Genial, no seré soltero—. Y la verdad ya quería formar pareja con alguien, no le importaba con quién, ni siquiera si era ficticia o no.
—¡Yo soy Yuu! ¡Y Micchan es Mika!—declaró la enana—. Genial, seré el seme.
—¡Pero yo soy Mikayuu!—defendió la rubia.
—¡Y yo Yuumika! Haremos una escena Yuumika, te guste o no.
—Pero siempre hacemos Yuumika.
—¿Huh?—esa palabra se les escapó a todos los presentes al unísono.
—Así es, Mika—Shinoa fingió que en realidad todo ese tiempo había jugado el papel de Yuu—. Siempre dejas que te la meta.
—Qué actores más irrealistas—comentó Mikaela sentado en el sofá.
—¡No te quejes y haz tu papel!—regañó su amiga—. Te recuerdo que debes protagonizar a la encantadora Shinoa-chan~ pero con ese carácter te será imposible.
—Ja, pero eso es fácil.
El rubio agarró dos cojines y los colocó por debajo de la remera de Yuu, de manera que suponían ser pechos algo...deformes. Mika abrazó a su amigo por detrás y comenzó a presionar los pechos falsos.
—Ésto es lo que haces, es fácil de imitar.
Yuuichirou sólo forcejeaba y gritaba "Shinoa, suéltame, ¡no me toques!".
—Nosotras lo hacemos mejor-acotó Mitsuba, quien los miraba ofendida—. Si vieran lo que hacen ustedes, les daría vergüenza.
—Eso~ ¿acaso quieren que imitemos la escena del otro día?—Shinoa rió maliciosa.
—¡Yo no haría eso!—repuso Mitsuba.
—No lo parecía ayer...
—A ver estúpidos hormonales—habló Kimizuki fingiendo ser Guren—. Si siguen así los mandaré a una escuela militar.
—¡Te quejas y es tu culpa!—comentó Yoichi jugando el papel de Krul—. Tus hijos influencian al mío ¡todo lo aprenden de lo que hablas con Shinya!
—¿Puedo ser Shinya...?—preguntó Krul desde la cocina. Era su cumpleaños y no tenía ni el más mínimo protagonismo, sus primeros invitados fueron un par de ardidos de entrepierna.
Pero fue olímpicamente ignorada.
En una esquina, René abrazaba a Lacus sin decir nada.
—¿Eso nomás harán para imitarnos?—el pelirrosa, incrédulo, ya había comenzado a ser él mismo.
—Es lo único que hacen—René bufó—. Tú lo abrazas y apenas hablan.
—¡Hablaríamos si nos prestaran más atención!
Wowowowow. Todos miraban con ojos desorbitados la escena. ¿Yoichi se estaba rebelando? ¿Estaban reclamando por atención? ¿Estaban reclamando por SU amistad? No se lo creían.
—¡Claro! René y yo somos los más ignorados, no sé de qué se quejan—contraatacó Lacus.
—¡Pelea, pelea, pelea!—murmuraba Krul, sonriente. Bueno, al fin le regalaban algo entretenido.
—Tú eres la mayor—Urd apareció desde la cocina, dirigiéndose a su esposa—. ¿No deberías intentar solucionar ésto?
—Mayor tus pompis, Urd. Yo aún sigo siendo joven.
—Nunca mencioné que fueras vieja pero...
—Te callas.
—Si tú no lo arreglas... ¡A VER, CHICOS!—gritó para llamar la atención.
Todos se detuvieron. Yuu abrazaba a su hermana con fuerza para ahogarla con los cogines que tenía como pechos. Lacus jalaba del cabello de Mitsuba y viceversa, mientras que Kimizuki, Yoichi, Mika y René se lanzaban comida.
—Ustedes están en la peor etapa donde sólo le prestan atención a la persona con la que tienen otro tipo de intenciones...—continuó el rubio mayor—. Ya saben a lo que me refiero. Así que, en vez de pelearse busquen otro tipo de juegos que eviten que discutan. Juegos sanos, claro.
—¡Ese es mi morenazo ruso!—halagó Krul.
Mikaela dio un respingo en su lugar. ¿Su padre tenía en claro que le prestaba más atención que los demás? ¿Su padre sabría que Mika pensaba ese tipo de cosas con Yuu?
—La que planea estos juegos es Shinoa—delató el pelinegro fingiendo inocencia.
—¡Yuu-sal siempre accede y hace peores cosas que yo!
El timbre sonó y los dejó más desconcertados de lo que ya estaban.
—¡Al fin invitados decentes!—exclamó la cumpleañera con emoción.
Se acercó a abrir la puerta y aparecieron dos mujeres sonrientes. Ambas tenían cuerpo voluptuoso, una más baja de cabello morado y la otra más alta de cabello rubio platinado.
Shinoa y Mitsuba compartieron una sonrisa. Ambas admiraban a esas mujeres por ser muy femeninas y compartirles conocimientos relacionados con ellos.
Aunque lo malo para ellas era que Shinoa las invadía a preguntas, cómo qué comían durante su adolescencia para tener esos pechos, ya que a ella casi no le crecían.
Pero tenía que aceptar que su destino era como el Krul.
Los demás chicos sonrieron con satisfacción. Por fin se librarían de aquellas mocosas y podrían hacer algo más tranquilo, como jugar a los videojuegos.
Oh, pero estaban equivocados.
Porque en cuestión de segundos Yuu se encontraba en el suelo con las dos chicas de cabello púrpura sujetándolo, y Mikaela igual pero con las chicas rubias.
—¿¡Qué creen que hacen!?
—Cállate, Yuu-sal. Sé que no me dejarás tomar las medidas para hacerte un vestido, así que lo haré a la fuerza.
—¿Eres estúpida o qué?
A diferencia del azabache, Mikaela ya se había rendido y yacía en el suelo con cintas de medir.
—Hay pastel—comentó Urd mientras les miraba indiferente.
Y eso pareció despertar un gran interés en todos, porque se fueron corriendo dejando a los dos amigos en la sala de estar, quienes estaban con las ropas desalineadas y algunas prendas faltantes.
Zafiro y esmeralda se observaban desde lejos. No se atrevían en acercarse, sabían que en cuanto lo hicieran perderían la cordura.
—Mika...
—¿Hum?
—¿Te disgusta la idea de ser penetrado por mí?
Bien, esa pregunta lo había avergonzado al punto que sintió que hasta sus orejas ardían.
—¿Por qué haces ese tipo de preguntas, Yuu-chan?
—Es una pregunta seria.
Silencio.
—¿Y a ti? ¿Te disgusta la idea de ser penetrado por mí?
Sabía que era incorrecto preguntarlo, pero se le hacía inevitable. Desde el comienzo de la apuesta, o quizás un poco antes, se había hecho esa pregunta miles de veces.
—Yo pregunté primero.
—Y ahora le pregunto a Yuu-chan.
Nunca llegarían a un acuerdo.
—¿Sabes? Una relación entre nosotros nunca funcionaría, ¿te imaginas tratando de decidir el nombre de un hijo?
—Creo que podríamos llegar a un acuerdo si seguimos hablando de ello.
Otra vez ese incómodo silencio. La tensión se podía con tocar con la punta de los dedos...no, incluso lo sentían con mechones del pelo. La tensión los mantenía inspirando y exhalando de una manera poco natural, de una manera que ambos colapsarían en cualquier momento.
—¿Yuu-chan?
—¿Sí?
—¿Puedo besarte?
Otra pregunta que lo tomaba desprevenido. Podía sentir cómo aquellas palabras se deslizaban por su columna vertebral al igual que una corriente de agua fría.
—¿Por qué lo preguntas? Si quieres algo, hazlo.
Mikaela se arrastró por el suelo hasta quedar sentado al lado de su ¿amigo? No sabía cómo llamarlo.
—Pero me sorprende que no quieras algo más—acotó el azabache.
Pero se obligó a callar a ver a esos orbes zafiros que lo observaban fijamente. La mirada iba y venía entre sus ojos y sus labios, como si esperara algún tipo de autorización.
Y Yuu también sentía el mismo deseo que el rubio, así que poco a poco ambos acercaron los labios hasta sellar por completo el espacio.
Y se besaron.
Se besaron como siempre quisieron y a la vez, nunca habían hecho. Se besaron como si faltara el aire y el contrario fuera su oxígeno. Se besaron como si no importara el espacio ni el tiempo mismo.
Porque, por primera vez, se habían besado. Porque era un beso en serio y a la vez, eterno. Porque era un beso donde se congelaba el resto del cuerpo.
Era ese tipo de beso que lo único que se unía eran los labios y los corazones. Se unían las mentes y las emociones.
Pero lo único que no conseguía unirse eran los sentimientos. Éstos se mezclaban al igual que los fluidos bucales. Parecían incorrectos, lejanos y hasta cierto punto, imposibles.
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Vine inspirada(?)
¿¡NO QUIEREN UNIRSE A UN GRUPO DE OWARI EN FACEBOOK!? Compartimos teorías, análisis, ships, hard, fanarts y todo ese tipo de cosas que debe tener cualquier fandom ♡
Además, el próximo análisis que haré del MIKAYUU (sí, del shipp mismo del lado de los productores)
Sólo busquen: Owari no seraph Squad ~
Link: https://www.facebook.com/groups/1298020550240434/
Todavía me causa el "háblame de colores" de Gekkoin 😂
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