Reposo Y Visitas

Paul caminó hacia la pokeball donde habían capturado a Eternatus. La agarró y la guardó en su mochila. Ya pensaría más tarde que deberían hacer.

Las estrellas deseo que Eternatus había absorbido se dispersaron y cayeron en los alrededores como una lluvia de estrellas fugaces carmesí.

Zacian y Zamazenta aullaron con fuerza y se envolvieron en energía de su color. Tras eso, con la misma velocidad que habían llegado, se marcharon, dejando tras de sí la espada y el escudo oxidado.

Victor se acercó a su amigo y colocó su mano sobre su hombro.

Victor: ¡Ha sido increíble! ¡Aún tengo el corazón a mil por hora!

Paul: Al final si que vinieron.

Victor: Sí, la verdad es que los juzgue mal. No sé qué hubiésemos hecho sin ellos.

Gloria se acercó, primero lentamente y después corriendo, a sus amigos. Al llegar los abrazó con fuerza a ambos.

Paul: ¿Gloria?

Gloria: Perdonad por el abrazo repentino. Tan solo quería agradeceros por venir a salvarnos a Lionel y a mí. Sois unos verdaderos héroes.

Victor: Muchas gracias, pero tú también lo has hecho bien. Fuiste la primera en acudir para ayudar a Lionel e incluso estuviste luchando durante un buen rato.

Lionel: La chica tiene razón, sois unos héroes. Victor, lamento no haber podido combatir contra tí.

Victor: No te preocupes, hiciste lo correcto. Quién sabe que hubiera pasado si no llegabas a retener a Eternatus. Además, siempre podemos combatir otro día.

Paul: Yo sigo sin decidirme por quien animar.

Gloria: Si no os importa, deberíamos de ir bajando. Lionel y yo estamos hechos polvo, y que ni se diga de nuestros pokémon.

Paul: Estoy de acuerdo, vamos a ello.

Victor sacó su SmartRotom porque tenía varias notificaciones. Tenía llamadas de Noa, de su familia, de Sonia (probablemente le pidió a la madre de Victor su número), de conocidos de Pueblo Par... Pero, había algo que no cuadraba. Victor revisó la hora y la fecha en su teléfono y sus miedos se habían hecho realidad.

Victor: Chicos, ¿el Torneo de Finalistas era el 28 de julio?

Lionel: Sí, porque lo preguntas.

Victor: Porque tengo llamadas de días más tarde y según mi teléfono estamos a 8 de agosto.

Gloria: No es posible...

Sí que lo era. Todos lo comprobaron al revisar su teléfono.

Paul: Lo que para nosotros han sido unos minutos, para el resto han sido varios días.

Victor rápidamente llamó a su madre y por suerte lo cogió. Su madre le contó entre sollozos que según Sonia había tanta energía allí que se distorsionó el espacio-tiempo. El resto también llamaron a sus familiares cercanos y después de colgar bajaron de la torre y allí los esperaban múltiples periodistas retenidos por Roy y sus discípulos. Además, también había una ambulancia conducida por un enfermera Joy.

Los cuatro se subieron a la ambulancia y fueron directamente a un centro pokémon, donde dejaron todos sus pokémon para que revisasen que se encuentren bien. También les echaron un vistazo a Gloria y Lionel. Ambos estaban muy cansados, pero no era nada que no se solucionase con una buena siesta. La enfermera los llevó a un hotel cercano y allí les dieron las llaves de una habitación que el presidente Rose había reservado para ellos. Todos hicieron exactamente lo mismo nada más llegar a sus habitaciones: dormir.
_______________________________________

Victor despertó al día siguiente. Lo primero que hizo fue volver al centro pokémon de Ciudad Artejo, donde le devolvieron a todos sus pokémon totalmente recuperados. Sin embargo, la enfermera Joy le recomendó que volviese al hotel, más que nada, para que no lo molestasen los periodistas. Victor, no del todo convencido, aceptó y regresó al hotel.

La habitación era demasiado pequeña para que sacase a sus pokémon, así que se conformó por ver que había pasado esa semana de tiempo muerto para. Todas las noticias hablaban de la catástrofe y de los entrenadores que habían logrado detenerla.

El timbre de la habitación empezó a sonar y Victor fue a abrir la puerta. Sonia lo saludó con un breve abrazo. A la chica le acompañaba su amiga, la líder de gimnasio Cathy.

Cathy: ¿Cómo estás?

Victor: Bien.

Sonia: Ya podríais haber salido antes. Todo Galar estaba preocupado por vosotros.

Victor: ¿Tú no?

Sonia: Sólo un poco. Vi a Zacian y Zamazenta salir del bosque como rayos de luz. Sabía que os ayudarían.

Victor: Yo tenía mis dudas de que fuesen a venir - rascándose la cabeza.

Cathy: Deberías de estar más alegre. ¡Acabáis de salvar a Galar!

Victor: Sí, y no lo hubiéramos logrado sin Sonia.

Sonia: No te creas, tampoco fui tan importante. Seguramente Zacian y Zamazenta hubiesen ido igual.

Victor: Aún así, lo que hiciste fue impresionante.

Siguieron charlando un rato más hasta que se marcharon para ver al resto.

Más tarde volvieron a llamar a la puerta. Victor la abrió preguntandose quien sería. Era Roy.

Roy: ¿Cómo estás?

Victor: Bien. Los únicos que acabaron agotados fueron Gloria y Lionel.

Roy: No me mientas. Ya es increíble que hayas estado luchando contra Eternatus más de una semana como para encima hacerlo sin cansarse

Victor: Te equivocas. Para nosotros tan sólo fueron unos minutos.

Roy: ¿En serio? Había escuchado algo parecido, pero pensé que eran invenciones de la gente. La verdad es que eres increíble, chaval. Veo en tí esa misma "energía" que desprende Lionel. Si alguien puede ganarle ese eres tú.

Victor: Gracias.

Roy: Bueno, tengo que ir a ver como está mi rival. Por cierto, más tarde se pasarán por aquí el resto de líderes para agradecerte por todo lo que has hecho por Galar. Puede que tarden en llegar, la mayoría están lejos de aquí.

Victor: Entiendo.

El líder tipo dragón se marchó y, como él dijo, un rato después aparecieron otros líderes de gimnasio.

Judith: ¡Hola, Victor! ¿Te encuentras mejor?

Victor: Sí, pero tampoco es que estuviera mal antes.

Alistair: - hablando prácticamente en susurros, como hace siempre - Hola...

Judith miró a su compañero con desaprobación y le dio una fuerte palmada que lo empujó hacia adelante. Allister no se cayó de milagro.

Judith: Vamos, pequeñín. No seas tan tímido. Estabas muy preocupado por él.

Alistair: ... ¿Cómo estás, Victor?

Judith: Pequeñín, eso ya se lo he preguntado yo.

Victor: ¿Por qué le llamas pequeñín? No creo que sea tan joven.

Alistair: Verás... S-Soy de tu edad... Puede que un año mayor.

Victor: ¡¿Tan joven?! ¡Yo pensaba que eras bajito!

Judith: Este era su primer año como líder de gimnasio.

Victor: ¿Entonces porque no participastes en el Torneo de Medallistas?

Alistair: No creo que esté a la altura del resto de líderes.

Judith: Eso no lo sabrás si no lo compruebas.

Alistair: P-Pero incluso tú eres mucho más fuerte que yo. No tendría oportunidad contra la mayoría.

Judith: ¿A qué te referías con "incluso tú"? - en tono amenazante.

Alistair: ¡Lo siento! ¡No quise decir eso!

Victor: Venga, calmaos los dos.

Judith: Lo dejaré pasar por esta vez, pero no te acostumbres.

Alistair: V-Vale...

Victor: Puedo hacer una pregunta.

Judith: Adelante.

Victor: ¿Por qué acabasteis compartiendo el gimnasio? Puedo entenderlo en la caso de Mel y Morris, pues son familia, ¿pero y vosotros?

Judith: El año pasado, cuando el pequeñín estaba en el desafío de los gimnasios, combatí contra él por primera vez y pude ver que se restringía para no sobresalir demasiado. Acabó el recorrido de los gimnasios pero ni siquiera se presentó al Torneo de Medallistas.

Victor: ¿Ya usaba su máscara entonces?

Alistair: Todavía no... Si usaba una máscara destacaría entre el resto de aspirantes.

Judith: Como entonces ya usaba pokémon de tipo fantasma, se me ocurrió que sería un gran líder de gimnasio. Hablé con el presidente Rose personalmente y aceptó mi propuesta. Sin embargo, las cartas y correos electrónicos que le enviaron al pequeñín jamás fueron respuestas, por lo que acabé yendo en persona y logré convencerle de que fuese líder de gimnasio.

Alistair: Prácticamente me obligaste.

Judith: ¡Yo no te obligué a nada!

Alistair: N-No, pero te dije que no más de una vez.

Judith: Pero acabaste aceptando. Y estoy convencida de no te arrepientes de ello.

Alistair: No...

Victor: Bueno, lo de que viste potencial en él es bastante lógico. Después de que escucharte llamarlo pequeñín, pensé que erais pareja y por eso compartáis gimnasio.

Hubo un corto silencio que se quebró por una pequeña risita nerviosa de Judith.

Judith: Es la primera vez que escucho que alguien piensa eso, pero no, no somos pareja. Sí que hemos desarrollado una gran amistad en este año, pero no estamos interesados el uno en el otro en ese sentido. Además, soy cinco años mayor que él. ¿Verdad pequeñín?

Alistair permaneció totalmente callado. El entrenador empezó a desplomarse hacia atrás pero por suerte Judith lo atrapó antes de que cayese al suelo.

Judith: ¡Pequeñín! ¿¡Estás bien!?

Alistair solo balbuceaba cosas sin lógica alguna. Aunque la máscara impedía ver su rostro, Victor estaba seguro de que tenía toda la cara roja. Judith lo cargó en su espalda y se despidió para llevarselo y ver que le pasaba.

No pasó mucho tiempo hasta que la siguiente visita llegó. Nada más abrir la puerta, notó como alguien se abalanzó sobre él dándole un fuerte abrazo. La fuerza no fue suficiente para hacer que Victor se cayera, pero el abrazo si lo apretaba bastante, como si no quisiera soltarlo. Después del shock inicial, Victor vio que quien le estaba abrazando era Roxy. Sin dudarlo, el correspondió el abrazo.

Victor: - aún abrazados - ¿Roxy, estás bien?

Roxy: - inspiró y expiró por unos largos segundos hasta calmarse - E-Eso debería de preguntártelo yo a ti.

Victor: Yo estoy bien. Ahora responde mi pregunta, por favor.

Roxy: ... Solo estaba un poco preocupada. Eso es todo.

Victor: Oh. Gracias por preocuparte, pero todos salimos prácticamente ilesos de allí.

Roxy: ¿Por qué tardaste tanto? Me tenías muy preocupada.

Victor: Roxy, para mí solo pasaron unos minutos.

Roxy: Así que era eso. ¿Qué tal fue?

Victor: Bastante bien. Eso sí, al final dependimos por completo de Zacian y Zamazenta.

Roxy: Deberías de estar orgulloso, y Paul también. Los pokémon héroes de Galar os eligieron como sus entrenadores.

Victor: ¿No estás molesta por ello?

Roxy: ¿Por qué iva a estarlo?

Victor: Tú eres la descendiente de los héroes originales, así que igual te molestaba que yo usase a sus pokémon.

Roxy: Victor - separando del abrazo para mirar de frente a su amigo -, no creo que haya nadie más capaz que tú para luchar junto a Zacian, y lo mismo aplica para Paul y Zamazenta.

Victor: Muchas gracias. Por cierto, casi se me olvida.

Victor sacó su SmartRotom y lo mostró su número a Roxy.

Victor: Este es mi número. Sería una pena que perdiesemos contacto, ¿no crees?

Roxy: Tienes razón - Victor logró notar un ligero sonrojo en su amiga.

Roxy anotó el número de Victor y ambos charlaron un poco más. Después incluso llegó Nerio también y tras que Victor le contase lo sucedido, ambos hermanos se dispusieron a marcharse.

Roxy: Espera.

Roxy se giró hacia Victor y le entregó una pequeña caja.

Roxy: E-Es un regalo - estaba muy muy nerviosa -. Espero que te guste.

Antes de que Victor tuviese tiempo de agradecerlo, los hermanos ya se habían marchado. Sin saber del todo que esperar, abrió la caja. Dentro había un gorro exactamente igual que el que perdió en Ciudad Puntera. Sobra decir que le encantó el regalo.

Poco después llegaron Mel y Morris, pero la conversación con ellos fue breve y poco relevante.

Más tarde apareció Olivia, la cual le entregó una maximuñequera nueva de parte del presidente Rose. También le dijo que Rose se había entregado a las autoridades.

Pasado un rato llegó la visita más inesperada hasta el momento.

Victor: ¡¿Berto?!

Berto: Créeme, yo tampoco quería venir aquí.

Victor: No, si no me molesta solo... Me sorprende.

Berto: Los líderes de gimnasio acordaron que vendrían a visitarte y me guste o no ahora yo también soy uno. Además la vieja se negó a venir.

Victor: Oh, entiendo.

Berto: ¿Cómo hiciste para vencer a Eternatus?

Victor: La verdad es que no hubiésemos hecho nada de no ser porque aparecieron Zacian y Zamazenta.

Berto: ¿Quiénes son esos?

Victor: Són los pokémon que salvaron Galar de la primera negra noche.

Berto: ... Empiezo a creer que no estás tan bien. Todo el mundo sabe que a Galar lo salvó un humano. A parte de que es sólo una leyenda.

Victor: Es una historia muy larga.

Berto: Entonces ni me la cuentes. Me voy ya. Aún tengo que visitar a los otros tres y no quiero seguir perdiendo mi valioso tiempo.

Victor: Está bien, pero que sepas que tengo ganas de volver a combatir contigo.

Berto: Yo también.

El más nuevo de los líderes de gimnasio se marchó y Victor siguió esperando a su próxima visita. Este fue Percy y más tarde Naboru, pero tampoco dijeron nada relevante. También le visitaron algunos familiares incluida su madre. Ella le dio un abrazo muy fuerte y le pidió que no volviese a hacer algo así jamás. Incluso John y otros aspirantes fueron a felicitarles.

Victor no esperaba más visitas, pero el pitido del timbre le avisó de que esto aún no había acabado.

Valeria: ¡Hola Victor!

Victor: No esperaba que fueseis a venir.

Noa: ¿Cómo estás?

Victor: Bien.

Valeria: ¡Paul y tú sois increíbles! ¿Cómo habéis hecho para derrotar a ese monstruo?

Victor: Nos ayudaron Zacian y Zamazenta.

Noa: Ya veo. Me alegro de que todo haya salido bien.

Victor: Y yo. Por cierto, lo que hiciste con el ascensor fue impresionante. ¿Cuándo y cómo aprendiste a hacer eso?

Noa: En mi casa. Fue de manera autodidacta. Tenía mucho tiempo libre y estaba aburrida.

Victor: Vale, ¿pero cómo se te ocurrió hackear a Macrocosmos?

Noa: Lo mismo. Aburrimiento y tiempo libre.

Victor: No está bien robar información confidencial por aburrimiento.

Noa: - en tono de burla - Vale, papá.

Victor: Ahora que lo pienso. Tú no eres de Galar, ¿cierto?

Valeria: No, es de Paldea. Es una región muy cercana.

Victor: ¿Y qué haces aquí?

Noa: Te gusta mucho hacer preguntas, ¿verdad?

Victor: Vale, puede que me haya pasado.

Valeria: Cambiando de tema. ¿Sabes que ahora tienes un club de fans?

Victor: ¡¿Qué?! ¡¿Cómo un líder de gimnasio?!

Valeria: Sí, ¿no te alegra?

Victor: Claro que sí. ¿Pero cómo funciona? ¿Qué hacen?

Valeria: No lo tengo del todo claro, y eso que yo soy la presidenta.

Victor: Tendrías que haber empezado por ahí. ¿Para qué me has hecho un club de fans?

Valeria: Bueno... Pensé que te haría ilusión. Además, sonaba como algo divertido. Orbeetle y yo lo hacemos lo mejor que podemos.

Victor: ¿Orbeetle? ¿Cuándo ha evolucionado?

Valeria: Fue mientras trabajaba en la guardería.

Valeria y Victor charlaron un poco más sobre el club y más tarde ella y Noa se marcharon a visitar al resto.

Ahora sí que estaba convencido de que no recibiría más visitas, pero nuevamente se equivocó. Esta vez era Lionel. Pese a que se supone que debería de estar cansado, se le veía lleno de energía y emoción. Básicamente le explicó a Victor que en una semana librarían el combate que no tuvieron por culpa de Rose.

Sin duda, será un encuentro sin precedentes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top